Comentario al libro recientemente publicado por Roberto García Simões.
Sugerimos que, inspirándose en Deleuze y Guattari en mil mesetas, este libro se puede leer mediante cualquiera de las diferentes combinaciones de Escala y Plataforma, que se pueden leer de forma independiente. Esto se debe a que el libro no tiene capítulos, ya que los capítulos también envían al “capital” lo que viene primero, lo que jerarquiza, subordina.
El libro no se basa en la dialéctica, en la idea de trascendencia, de unidad superior, de evolución jerárquica del pensamiento que comenzaría con una estructura bien definida y que al pasar de capítulos terminaría en una conclusión apoteósica; más bien es un trabajo de artesano, que deja en el camino el andamiaje de sus construcciones, algunas aporías, las marcas de la elaboración de la escritura, lo indecidible, pues el propósito no es producir una tesis, sino múltiples tesis y múltiples mundos conceptuales. , múltiples entradas, con destellos e iluminaciones repentinas que nos acercan a aforismos, genealogías o geologías de las morales y de los mundos y de la Tierra.
Sin embargo, de entrada, recomiendo leer primero el Ámbulo de la tesis, donde hay, como escribe el autor, “[…] un deambular con algo de guión, escrito en medio de la tesis, y por eso el Se elimina 'pre'. Vuela sobre temas, conceptos, (des)encuentros que o regresan en el embalaje de la tesis o trazan contornos para valoraciones posteriores de esta ambula”.
Los lectores habrán comprendido que estamos ante una nueva forma de libro, que busca, de manera inmanente, pegar su contenido a su forma, es decir, de repente estamos ante un pensamiento que rompe con la jerarquía y la representación, así como despeja la oposición. de ideas profundas en relación con ideas superficiales. Busca, además, superar la división facticia entre el marco teórico, por un lado, y el estudio empírico, por el otro. Eso hace que la escritura sea un acontecimiento, una creación. El acto de escribir-pensar-en-proceso es ya una forma de problematizar el pensamiento y la forma canónica de un libro –o de una tesis–. Por tanto, una obra excepcional por su forma de expresión y su contenido.
Roberto García Simões nos invita a un viaje a través de escalas y plataformas y sus múltiples líneas y derivas a través de territorios, espacios y tiempos. Más precisamente, interroga, a partir del geoanálisis de Gilles Deleuze y Félix Guattari, ingerido y transformado en un ejercicio antropofágico, conceptos canónicos de la geografía.
Entre otros temas, cuestiona las jerarquías del pensamiento y del pensamiento, así como las jerarquías sociales. En relación a las escalas, indica que el término tiene una etimología basada en la palabra “escalera”, que hace referencia a verticalidad, jerarquía, y que, muchas veces, con el uso de diferentes formas del concepto de escala, incluso las más críticas. , reitera si es un Estado-pensamiento, un pensamiento engendrado por la imagen del Estado-pensamiento. Cuando se cree que con las “reprogramaciones”, con las “trans(inter)escalaridades”, etc., se está produciendo algo que intenta tomar en cuenta la complejidad del mundo, las categorías de pensamiento ideadas por el Estado, que engendran de jerarquías, de trascendencia.
Pero “¿Habría entonces necesidad de 'sin escala'?”, se pregunta el autor. Él dirá “no”; más bien, pensar con “cien escalas” o con mil plataformas y mesetas, es decir, con la multiplicidad de entradas escalares no jerárquicas, no se trata, en efecto, de reconstruir nuevas oposiciones, nuevas dualidades.
El libro es una contribución sui generis, por la crítica sistemática de la pretensión dominante en el orden del pensamiento de totalidad, de aquello que, antes de construir su propia problemática, ya elimina la posibilidad de pensar, que preestructura la forma del universo y del mundo y que construye círculos. , escaleras, gobernantes y reglas, aprisionando el pensamiento.
La obra busca más bien –siguiendo el ejemplo de Deleuze y Guattari, filósofos en quienes, entre una multitud murmurante de otros pensadores, Roberto García Simões confía su aventura de navegar por mares tranquilos y turbulentos–, pensar los estratos y los ensamblajes como “complejos de líneas” en rizoma que trazan un plano que no tiene más dimensiones que las que lo recorren, rostros dibujados en la arena de la playa que desaparecen con el ir y venir de las olas. Así, la multiplicidad que atraviesan estas líneas ya no está subordinada al Uno, constituyendo multiplicidades de masas y ya no de clases, nómadas y anormales, multiplicidades de devenir y relaciones ya no ordenadas.
Pero no hay processus una oposición de un árbol, de una arborescencia jerárquica, de escala, por ejemplo, necesariamente con la raíz, con el rizoma, con lo sin escala del caos, como innumerables conectores emergen de los árboles, filamentos subterráneos o aéreos que los conectan, constituyendo una variable y múltiples redes.
Por lo tanto, este libro trata de esbozar un plan de coherencia o composición entre elementos intensivos de afectos, percepciones y conceptos más que un plan de organización y desarrollo (forma y sustancia).
El libro y la tesis que lo origina son una máquina de guerra abstracta-concreta compuesta de materias informes y funciones no formales que determinan singularidades, que son los diferentes aspectos de las mesetas/plataformas que designan un determinado estado de reflexión. Esta máquina de guerra conceptual busca, a través de los flujos que fluyen a través de la superficie de mesetas y plataformas en diferentes intensidades, construir una geografía del pensamiento y una lógica del pensamiento que, desde las profundidades sin fondo del pensamiento, interroga la organización de lo universal, lo universal. Uno, el global, de la dualidad, de la trascendencia de conceptos como escala, espacio y territorio en extensión.
Al llegar, provisionalmente, a un puerto en mar abierto, en este viaje en el que los conceptos son personajes junto a lo designado como real, Roberto Simões se interroga precisamente sobre T(t)erra y sus espacios y territorios, sugiriendo un período en el que llama “Terracene”, en el que “la combinación de 'Una máquina de guerra que no tenía otro objetivo que la guerra' y otra malla destructiva – una especie de 'máquina destructiva' en la Tierra - que engendra el Terracene” es inquietante. Pregunta: ¿qué hacer? ¿Como hacer? ¿Creer en otro mundo? ¿Cómo podemos pedir una “nueva tierra” que no sea la Terracene, el Capitaloceno o el Antropoceno en el que nos encontramos? ¿Qué geoacciones?
El autor responde, a través de la “producción deseante”, y citando a Deleuze y Guattari de mil mesetas, escribe: […] “la peor máquina de guerra del mundo reconstituye un espacio liso, para rodear y encerrar la tierra. Pero la tierra afirma sus propios poderes de desterritorialización, sus líneas de fuga, sus espacios lisos que viven y excavan su camino hacia una nueva tierra”. O bien, Simões cita a la pareja de pensadores en ¿Qué es la filosofía?: “'El devenir es siempre doble, y es este doble devenir el que constituye el pueblo por venir y la nueva tierra', con 'la desterritorialización y la reterritorialización se cruzan en el doble devenir'”.
Y luego, en relación a los “fines” del planeta Tierra que se anuncian, con el cambio climático, la contaminación generalizada, la sexta gran extinción de especies, en medio de los discursos apocalípticos dominantes que, paradójicamente, estimulan una especie de deseo de destrucción y muerte – lo que, dicho sea de paso, explicaría la “ceguera colectiva” ante la desinhibición ante la destrucción que presenciamos–, escribe Roberto García Simões: “Escaneando las líneas de escape destructivas y mortales, las líneas o mallas creativas de las vías de escape deben lanzarse a través de la generación de espacios y tiempos tranquilos, el rescate y la recuperación de esos espacios destruidos, la defensa de los pueblos que pueden ser aliados en la nueva tierra y los nuevos pueblos por venir –y, rescatando una eslogan por Deleuze y Guattari (2011a, p. 48): '¡Sé rápido, incluso cuando estés quieto!'.
Este libro es una aventura estimulante. En tiempos tan desesperados, abre brechas, fisuras en el consenso y es la revelación del pensamiento en acción y una contribución única para pensar y actuar mucho más allá del bien y del mal. Es, alternativamente, un pensamiento antifascista y antiautoritario, ¡un soplo de aire fresco!
Claudio Luiz Zanotelli Es profesor de geografía en la Universidad Federal de Espírito Santo (UFES).
referencia

Roberto García Simões. Geoanálisis: terrazamiento y desterritorialización y espacios (-, y) tiempos. Cien balanzas y mil plataformas. São Paulo: Dialética, 2024. 460 páginas. [https://amzn.to/4668YTc]
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