por ANSELM JAPÉ*
Comentario al libro de Roman Rosdolsky.
Es raro que una obra marxista sea traducida, vendida, leída y discutida 50 años después de su primera publicación. Pero esto es exactamente lo que sucedió en Brasil con el libro Génesis y estructura de El Capital de Karl Marx, de Román Rosdolsky. Y a pesar de ser un libro muy erudito, no solo es interesante como documento histórico, sino también como una guía muy actualizada para entender la obra de Marx.
Los escasos datos biográficos disponibles sobre el autor nos hacen pensar que su vida no fue especialmente feliz: siempre fue el hombre equivocado, en el lugar equivocado. Nacido en el año 1898 en Galizia (parte histórica de Polonia) se adhirió al socialismo durante la Primera Guerra Mundial. Colaboró en la edición de las obras completas de Marx y Engels en Moscú, cuando Stalin decidió, en 1931, poner fin a esta empresa. Estuvo en Polonia cuando invadieron los nazis, quienes lo llevaron a un campo de concentración, y finalmente emigró a los Estados Unidos, donde en ese momento la vida no era muy fácil para un estudioso marxista. De hecho, él mismo recuerda la dificultad de encontrar textos para estudiar.
En vida permaneció desconocido y murió en 1967, justo antes del renacimiento mundial de un marxismo intelectual heterodoxo que probablemente le hubiera gustado. Su libro, al que evidentemente dedicó mucho tiempo (20 años) de meditación solitaria, fue publicado en Alemania en 1968 y luego traducido a muchos idiomas. Influyó fuertemente en la parte teóricamente más avanzada de la nueva izquierda.
El mérito personal de Rosdolsky parece aún mayor por el hecho de que no pudo basarse en casi ningún trabajo marxista de la época, sino que llegó a sus conclusiones basándose únicamente en la lectura de los textos de Marx.
De hecho, su libro no es ni siquiera una interpretación, sino un comentario muy adherente al texto. Rosdolsky desaparece casi por completo detrás de su objeto de estudio; pocos marxistas estuvieron tan cerca de Marx incluso en su combinación de análisis detallado y de gran alcance, una crítica de la economía política y la aspiración filosófica y política.
El libro de Rosdolsky examina un gran manuscrito de Marx, escrito en 1857/58, el planos (Boitempo). Publicados por primera vez en 1939, inicialmente tuvieron repercusiones limitadas; se consideraban un simple borrador o boceto de O capital y por lo tanto, como tal, inferior a este último. El libro de Rosdolsky es el primer comentario orgánico sobre la planos; su gran mérito es mostrar cuánto le deben a la dialéctica hegeliana de forma y contenido, especialmente en lo que se refiere al valor. Es por este énfasis que Rosdolsky puede ser considerado –aunque permanece seguro, en muchos aspectos, en el marxismo tradicional– un precursor de quienes hoy cuestionan la mercancía, el trabajo, el valor y el dinero, el Estado, el mercado y la sociedad. política, etc
Destacamos algunas de sus mejores críticas. Retoma una categoría ignorada en ese momento, la de "trabajo abstracto" y subraya que "trabajo abstracto" no es idéntico al trabajo necesario porque se refiere solo al lado cuantitativo del problema y no al lado cualitativo. Rosdolsky no solo fue uno de los primeros en resaltar la importancia del valor en la elaboración de Marx, sino que también resumió muy bien su papel en los diferentes niveles del análisis de Marx.
Su aguda conciencia de la dialéctica entre forma y contenido lo llevó a comprender plenamente la “contradicción entre el impulso ilimitado a la apreciación del capital y el poder de consumo limitado de la sociedad capitalista”. Aquí, distanciándose explícitamente del marxismo tradicional, admite, por tanto, la imposibilidad de hacer coincidir el uso concreto y el valor abstracto.
A diferencia del marxismo tradicional, Rosdolsky no ve en las aparentes contradicciones de la realidad capitalista simples mistificaciones, sino la expresión de contradicciones reales. Esto es muy importante para entender que el fetichismo de la mercancía no es un fenómeno que pertenece solo a la esfera de la conciencia, sino un fenómeno real.
En oposición explícita a los “manuales de economía marxista”, Rosdolsky afirma la coincidencia entre el fetichismo de la mercancía y la formación del dinero en tanto que son “los dos aspectos diferentes de una misma realidad: en la producción comercial (mercantil), la capacidad de la mercancía para ser intercambiado existe al lado de él, como un objeto […], como algo distinto de él, [no inmediatamente, no parte de él, no insertado en él] idéntico a él; el valor debe entonces volverse autónomo frente a las mercancías”. En otras palabras, Rosdolsky redescubre el hecho de que para Marx, la duplicación de la realidad social constituye el fundamento de la lógica del valor.
Increíble para la época, anterior a 1968, también el hecho de recordar que Marx no escribió una “economía política” porque esto también constituye una categoría de fetichismo. La diferencia entre el desarrollo histórico y el desarrollo lógico del capital, presentado posteriormente en la década de 1970 por otros como el último descubrimiento, también ya había sido destacada por Rosdolsky.
Además, señala que la acumulación primitiva es un elemento que constituye la relación capitalista y, en consecuencia, está “contenida en el concepto de capital”; el capítulo XXIV de La capital sobre la acumulación primitiva no es, pues, sólo una digresión histórica, como creía, entre otros, la propia Rosa Luxemburg.
Rosdolsky casi nunca se aventura en el terreno de las consecuencias prácticas de la teoría marxista. Pero descubrió aquellos aspectos de Marx que hoy inspiran los intentos de romper con la lógica del valor. Quizás en ninguna parte Rosdolsky sea tan actual como cuando enfatiza –probablemente fue el primero en hacerlo– la importancia de esas páginas del planos que anuncian que el propio desarrollo capitalista destruirá el valor -y por lo tanto el trabajo- como base de la sociedad capitalista. Hoy, muchos son los que buscan esas páginas. Las llama, con justificada pasión, “reflexiones que, aunque Marx las escribió hace más de cien años, hoy sólo pueden leerse con emoción, porque contienen una de las visiones más atrevidas del espíritu humano”.
*Anselm Jape es profesor de la Academia de Bellas Artes de Sassari, Italia, y autor, entre otros libros, de Crédito a muerte: La descomposición del capitalismo y sus críticas (Hedra).
referencia
Román Rosdolski. Génesis y estructura de El Capital de Karl Marx. Río de Janeiro, Contrapunto, 2001.