Comentar sobre el libro. Gabo & Mercedes: una despedida, de Rodrigo García
Eric Nepomuceno (1948), periodista y traductor muchas veces premiado, habiendo traducido al portugués a Eduardo Galeano, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez –tradujo, entre otros, las armas secretas e el juego de la rayuela, por Julio, y Cien Años de Soledad, de Gabriel – es responsable de traer este idioma al portugués Gabo y Mercedes: una despedida.
Al final del libro, Eric Nepomuceno escribió que perdió la cuenta de las obras que tradujo del castellano al portugués brasileño, quizás 40 o 60, no lo recuerda con seguridad. Sin embargo, ésta de Rodrigo García, guionista, productor y director de cine y televisión, hijo de Gabriel (1927-2014) y Mercedes (1932-2020), radicado en Los Ángeles, Estados Unidos, “fue la más difícil, no por razones técnicas: por razones de cariño (…) El libro está escrito de manera directa, coloquial, y hubiera sido una traducción relativamente fácil. Sin embargo, cuando terminé, quedé completamente destrozado”. Esto porque Rodrigo revela cómo se fueron sus padres, en una fuerte y reveladora crónica de sus últimos días.
En esta especie de crónica de despedida, la pérdida de memoria y la demencia que afectan a Gabriel le hacen reconocer a la secretaria, al chófer y a la cocinera, que trabajan en la casa desde hace años, “como personas familiares y amables, de confianza, pero yo Ya no se como se llaman. Cuando mi hermano y yo lo visitamos, nos mira larga y lentamente, con una curiosidad desinhibida. Nuestros rostros tocan algo lejano, pero ya no nos reconoce” (p. 20).
Recuperando cierta tranquilidad tras repetir varias veces que trabajaba con su memoria, que era su “herramienta y su materia prima”, y que “sin ella no podría trabajar, ayúdenme”. Luego dijo: “Estoy perdiendo la memoria, pero por suerte se me olvida que estoy perdiendo la memoria…”. O incluso: “Todos me tratan como si fuera un niño. Menos mal que me gusta…” (p. 21).
Su secretaria le contó a Rodrigo García que una tarde encontró a García Márquez solo, parado en medio del jardín, mirando al vacío, perdido en sus pensamientos.
“- ¿Qué vino a hacer aquí, Dom Gabriel?
- Llorar.
– Pero no estás llorando.
– Sí, lo soy, pero sin lágrimas. ¿No te das cuenta de que mi cabeza es una mierda? (pág. 21).
Hay otras páginas conmovedoras, como la narración de la siesta que los padres hacían todos los días por la tarde; El perturbado despertar de Gabriel cuando lo despertaron inesperadamente; el tratamiento de quimioterapia para combatir el linfoma, que el escritor inició cuando tenía más de 70 años; sus ingeniosas ocurrencias (“Está muriendo mucha gente que no había muerto antes”, p. 33); la muerte de dos de sus hermanos menores (sus padres tuvieron 16 hijos); las idas y venidas de enfermeras, cuidadores, médicos y hospitalizaciones; una muerte pacífica un Jueves Santo; el trato con la prensa y los homenajes recibidos…
Rodrigo dice que Gabriel no hablaba muy bien el inglés, aunque sí dominaba bien el francés y el italiano. Cuando sus padres fueron a visitarlo a Estados Unidos, los llevó a almorzar a uno de los restaurantes de moda, “donde comieron en el anonimato, rodeados de los ricos y famosos del lugar [California]. Por lo general, sólo los empleados latinos del servicio de estacionamiento reconocían a mi padre, y en algunas ocasiones mandaban a uno de ellos a comprar libros para que hiciera dedicatorias después de comer. Nada podría ser más placentero para él” (p. 72).
También nos enteramos de que Gabriel trabajaba diariamente desde las nueve de la mañana hasta las dos y media de la tarde “en lo que sólo puedo describir como un trance” (p. 78), en total concentración. Pese a ello, “a las dos y media en punto nuestro padre estaba almorzando, totalmente presente” (p. 79).
En el funeral, uno de los familiares le recuerda a Rodrigo García la pasión de la familia paterna por la historia, el embellecimiento y la exageración. “Retenga a sus oyentes y nunca los deje escapar. Una buena historia siempre triunfa sobre la verdad. Una buena historia es la verdad” (p. 88).
El escritor colombiano tenía dos máximas, siempre repetidas a sus hijos: “si puedes vivir sin escribir, no escribas”; y “no hay nada mejor que un texto bien escrito” (p. 94).
Sólo una docena de páginas están dedicadas a Mercedes Barcha; falleció en agosto de 2020. Después de sesenta y cinco años fumando, “su capacidad pulmonar empeoró cada vez más y en los últimos años necesitaba oxígeno todo el día” (p. 99).
Mercedes fue una firme guardiana de sus hijos y de su marido, rescatando en secreto borradores de los libros de Gabriel. Pero ni siquiera ella logró conservarlos todos: “muchas veces, durante nuestra infancia, nos mandaba llamar a mi hermano y a mí para ayudar a romper y tirar versiones preliminares completas a la papelera” (p. 101). Ha sufrido ansiedad toda su vida, quizás sin ser consciente de ello. “Y su interés por la vida y la vida de los demás, como el de mi padre, era inagotable” (p. 103).
Mucho podría decirse aún de los recuerdos que Rodrigo García tiene de sus padres y de lo que lleva de su herencia en cuanto a comportamientos y formas de vida. Uno de sus favoritos: “sé tolerante con tus amigos, para que ellos sean tolerantes contigo”; o cuando tu madre decía que era intolerable no acompañar a un invitado hasta la puerta cuando se iba; o incluso, “cuando le pongo aceite de oliva a todo” (p. 107).
Sin embargo, seleccioné otra, bastante sencilla, que demuestra el hombre sensible en el que se ha convertido Rodrigo: “Pienso en mi padre todas las mañanas cuando me seco la espalda con una toalla, algo que me enseñó después de ver que me confundía cuando Tenía seis años” (p. 107).
*Afranio Catani Es profesor titular jubilado de la Facultad de Educación de la USP. Actualmente es profesor visitante en la UERJ, campus Duque de Caxias.. Autor, entre otros libros, de Origen y destino: pensando en la sociología reflexiva de Bourdieu (Ed. Mercado de Letras). [https://amzn.to/3ZVuzun]
referencia
Rodrigo García. Gabo y Mercedes; una despedida. Traducción: Eric Nepomuceno. Río de Janeiro, Récord, 2022, 112 páginas. [https://amzn.to/3RSLRq0]
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