por Luis Nassif*
La presencia de Galípolo en el BC tendrá resultados más rápidos que el proceso de ganar la mayoría del Copom
La designación de Gabriel Galípolo en el consejo de política monetaria del Banco Central tendrá resultados más rápidos que el proceso de conquista de la mayoría del Copom (Comité de Política Monetaria) del Banco Central. El Copom es responsable de definir la tasa de interés básica, la Selic. Hay ocho miembros, más el presidente del Banco Central. De momento, el ministro Fernando Haddad podrá colocar sólo a dos integrantes.
Gabriel Galípolo podría, sin embargo, desempeñar dos papeles relevantes. Primero, como responsable de la política monetaria. De los ocho departamentos del Copom, Política Monetaria es el único que actúa directamente en el mercado, siendo responsable de la realización de operaciones de mercado abierto, compra y venta de valores públicos. En este rol, y con su experiencia en el mercado, Gabriel Galípolo podrá marcar otro paso en las operaciones. En los últimos años, el Banco Central ha actuado pasivamente en el mercado abierto, en la política cambiaria, a la zaga del mercado.
No es poca cosa. Un alza en las tasas de interés de largo plazo, una oscilación en el mercado cambiario, son factores de inestabilidad que ayudan a consolidar las convicciones de la Copom sobre las tasas de interés.
Habrá más desafíos por delante. La forma de controlar la liquidez del sistema es a través de las llamadas “operaciones comprometidas”: el Banco Central vende títulos a los bancos con el compromiso de recomprarlos al día siguiente. Todos estos puntos encarecen la deuda pública, ya sobrecargada por los excesos de la tasa Selic.
No se sabe hasta dónde pretende atreverse Gabriel Galípolo. Sobre todo porque el segundo desafío -convencer a la Copom para que reduzca la tasa Selic- dependerá de una buena argumentación y una buena relación con los compañeros. Y tendrás buenos argumentos por delante. Uno de ellos es el IGP-DI (Índice General de Precios, Disponibilidad Interna) de la Fundação Getúlio Vargas, que registró deflación del 1,01% en abril y del 0,34% en marzo y del 2,57% en 12 meses.
Otro es el Índice de Precios al Consumidor Ampliado (IPCA) del IBGE. El factor que pesó en el último IPCA fue el rubro transporte, que depende exclusivamente de los precios administrados. Con Petrobras reduciendo precios, habrá impactos deflacionarios en el IPCA.
Finalmente, el amplio conocimiento de Galípolo en el mercado de APP (Asociaciones Público-Privadas) y alianzas entre crédito público y fondos de inversión pesa a favor de Galípolo. Y, más que eso, la presión de las empresas, ante el derrumbe de sectores relevantes -como el retail, planes de salud, alimentos- asfixiados por la crisis crediticia y del costo del capital.
Una vez más, el tiempo político conspira contra esta estrategia. Lula sigue apostando a las inversiones internacionales como forma de eludir las limitaciones impuestas por el Banco Central de Roberto Campos Neto al crédito de los bancos públicos.
*Luis Nassif es periodista, editor del Jornal GGN. Autor, entre otros libros, de los jefes de la hoja de cálculo (Ediouro).
Publicado originalmente en Jornal GGN.
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