premio de consolación
¡viva
perdón muerto
duro y rizado
Frío calido
podría ser una barra de pan
pero era una niña
Palestina
y llevándolo en diagonal
podría ser un francés
pero ella era palestina
pero ganó un premio – la foto
Viva, perdón, muerta, perdón, viva la tía y muerta la sobrina.
y la chica no gano nada?
ganó una bala o una bomba
de lo que se sabe
pero nada de chocolate
Historias de ironía II
Gaza se cubrió con gasa, tanto como pudo, una tripa goteando, una tripa herida, una tripa terminal. ¿Quién te recordará? Alfabeto hecho jirones y olvidado. ¡Pero lo vimos! Seguimos en directo el genocidio que os arrasó. ¿Pero quién creerá en nosotros, que también pasamos y dejamos pasar?
perro muerto
Los niños juegan entre los escombros.
los perros mueven la cola
cuando hay
colas de perro
hombres al borde del abismo [¿jugar?]
las madres pelan patatas
tienes que hacerlos comer
las palabras son inútiles
apela también
el pelo es de un perro muerto
la cola es la misma
azul bach
¿No miras hacia arriba? ¿No puedes ver un pie delante de tu nariz? Cometer tales y tantas atrocidades debajo de él, azul, azul manto, azul capilla, azul esquina, pecho hinchado y reventado, azul bach… Si miras hacia arriba, sí, ¿cómo no ibas a hacerlo? Nadie está hecho de hierro, puede ver más allá de su nariz y mucho más allá de una pulgada; incluso él puede verse a sí mismo (todavía respirando) con una mira telescópica.
De Profundis
¿Cuántas veces no hemos conseguido nada más que escuchar a Bach respirar... Nuestros pulmones se llenan, como las catedrales llenan el órgano de perder el aliento, y ascendemos, góticos, grotescos, una palma sobre la tierra, el techo al que aspiramos? Puede, al estallar, ser tan superficial y superficial. Luego, regresa a la losa fría, exhalando.
suerte en la vida
Hay informes que te entierran bajo las sábanas y si duermes como una piedra, con suerte. La leyenda de la calle, de la redención, de la revolución, de la revelación, o cualquier nombre que lleve hoy la esperanza del otro mundo, permanece en las leyendas rusas. Otro mundo suena cada vez más sobrenatural… Otro tufillo a capricho, ¡hurra! y te levantan y te toman y te ponen una piedra encima.
En la cena
¿Hacer qué ahí abajo? La persona saludó sin parar. ¿Qué? Miré hacia arriba para ver si realmente era yo. Nadie. Y la persona que saluda, ¿qué? como si mi presencia fuera imprescindible. Miré hacia abajo más de cerca para ver si veía algo diferente. Cualquier cosa. Los postes, los edificios, el aire, todo estaba en silencio, ni siquiera los coches se movían. Si saltaba, volvería a iniciar el movimiento, quién sabe, y respondería a la llamada. ¿Pero qué hacer ahí abajo?
*Airton Paschoa es escritor. Autor, entre otros libros, de Pulir chinelo (e-galáxia) [https://amzn.to/4at8YgM]
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