por YAGO PORFIRIA*
¿Puede el cine indígena, entendido como aquel realizado por los propios indígenas, operar como una forma de postergar el mundo de la era del Antropoceno?
Ante un escenario de catástrofes políticas, climáticas, sanitarias y de retroceso –al momento de escribir este texto, la Cámara y su Bancada Ruralista aprueban el Proyecto de Ley 490/2007, atentatorio contra los pueblos originarios y que viola la legislación de demarcación de tierras indígenas– , los colectivos cinematográficos indígenas han recurrido a los usos políticos de los recursos audiovisuales como formas de hacer mundos posibles, de una forma que también posterga el fin del mundo, para usar una expresión de Ailton Krenak[i], o evitar que el cielo se nos caiga encima.
Entendido como una desestabilización ecológica permeada por la negación y la reacción de otros mundos posibles, el término Antropoceno hace referencia al brutalismo del mundo. La época geológica y ecológica actual, Paul J. Crutzen y Eugene F. Stoermer[ii] llamar la era del Antropoceno, que surge de los “impactos extensos y aún crecientes de las actividades humanas en la tierra, en la atmósfera y en todas las escalas, incluida la global”. Por Marisol De La Cadena[iii], “el Antropoceno se refiere a la era en la que los humanos se convirtieron en una fuerza geológica capaz de destrucción planetaria”, un momento de implosión y destrucción de otros mundos.
Mientras el actual Gobierno realiza duros ataques a la Amazonía y a los pueblos indígenas, que “pasan el ganado”[iv], las experiencias colectivas indígenas han permeado el uso de herramientas tecnológicas en el campo de la comunicación, lo que implica, a su vez, un uso político del audiovisual para mostrar las realidades sociales y políticas de los pueblos que han venido enfrentando frecuentes desalojos violentos de sus territorios tradicionales. asesinatos de líderes y un contexto de extrema violencia en la recuperación de sus tierras.
Como alternativa a este régimen de ataque a las formas de vida, modificadas agresivamente por la acción humana, el tema de la cosmopolítica amerindia se hace presente al ingresar a las imágenes construidas por cineastas indígenas, permitiendo una reconexión con el mundo de la espiritualidad, al mismo tiempo en que politizan la Naturaleza, al reactivar la oración como forma de resistencia y cura de las consecuencias de la deforestación, las invasiones y las expropiaciones. Son las oportunidades para otras formas de hacer política, ya no sin animismo y sin cosmos, que el aura del modernismo o la concepción occidental de la política apartaron.
Como ejemplo de estas formas de posponer el fin del mundo, menciono la serie web de cortometrajes Narrativas nativas: apuntando a mundos posibles, producido por Ascuri (Asociación de Directivos Indígenas de Mato Grosso do Sul)[V]. Dividida en tres episodios, la serie narra cómo los pueblos guaraní, kaiowá y terena han gestionado las relaciones cosmológicas con la Tierra en el contexto de la pandemia del nuevo coronavirus y los cambios en los ecosistemas.
A pesar de mostrar claramente la pandemia como consecuencia de una crisis ecológica o una guerra ontológica entre mundos, los cortometrajes ponen en primer plano la reanudación de posibles vínculos con la tierra y con una perspectiva política sobre el cultivo. En este caso, no se trata de un debate sobre el lugar del habla, sino de un pasaje al habla de los lugares, es decir, la naturaleza toma su lugar como agente que amplía la subjetividad de otros mundos.
Así, en los tres episodios que componen la serie, la centralidad de las narraciones está en la cosmología guaraní y kaiowá y en el conocimiento de que sólo es posible ocurrir donde están los elementos que lo constituyen, como el río y el bosque. El primero de los episodios es el Teko Marangatu, que plantea la cuestión de habitar y ser tierra en un contexto de perturbación humana y crisis de habitabilidad en tiempos de negación y política genocida; el segundo, Ary Vai, la acción cosmológica es evitar que la enfermedad “que los blancos llaman coronavirus” llegue al pueblo, y la tercera, Yvyra'i Jegua, mueve el tema del cultivo del territorio y del maíz que, además de ser utilizado en rituales de oración, forma parte de un proceso de domesticación coevolutivo, sufriendo cambios fenotípicos en su apariencia, por ejemplo.
Propongo aquí una discusión acerca de los elementos cosmológicos que atraviesan las respectivas películas y que, sobre todo, han sido una práctica articuladora de la producción cinematográfica documental indígena, en sus aspectos estéticos y, desde Ailton Krenak, plantear la siguiente pregunta: ¿puede el cine indígena, entendida como la realizada por los propios indígenas, opera como una forma de postergar el mundo de la era del Antropoceno? Si bien esta pregunta influye en la propuesta de este texto, su reflexión no termina aquí.
*Yago Porfirio es doctoranda en Comunicación y Cultura Contemporáneas en la UFBA. Es autor de la novela-reportaje Dios se fue a dormir: historias de vida de la favela Cidade de Deus (tercera copia).
Notas
[i] KRENAK, Ailton. Ideas para posponer el fin del mundo. São Paulo: Companhia das Letras, 2019.
[ii] CRUTZEN, Paul J.; STOERMER Eugene F. “El Antropoceno”. Boletín Cambio Global. 41, 17-18, 2000.
[iii] DE LA CADENA, Marisol. Naturaleza insólita: historias de antropo-ciegos. en: Revista del Instituto de Estudios Brasileños, no. 69. Dossier Entreviver – Retos Cosmopolíticos Contemporáneos, 2018.
[iv] En mayo de 2020, el STF (Supremo Tribunal Federal) autorizó la difusión por los medios de comunicación de una reunión ministerial del actual gobierno, en la que el entonces exministro de Educación, Abraham Weintraub, dice odiar la expresión “pueblos indígenas”, mientras, entre otras barbaridades, el exministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, dice que hay que “pasar el ganado” para cambiar la normativa ambiental, pues los medios estarían preocupados por cubrir la pandemia.
[V] El ciclo cuenta con el apoyo y supervisión de Iván Molina, cineasta quechua y profesor de la ECA (Escuela de Cine y Artes Audiovisuales) en La Paz, Bolivia, y socio de ASCURI. Disponible en: https://redecineflecha.org/mirando-mundos-possiveis/.