por CHICO ALENCAR*
Este sabado dire que en la ciudad todavia hay humanidad
Este sábado diré, con muit@s, que aún queda Humanidad en la ciudad.
Frente al océano, recordaremos a los millones que se vieron obligados a cruzarlo, encontrando enfermedades y muerte en el camino. Y, aquí, sobrevivientes, "anillo, hierro, látigo y palo": la ley injusta de la corona imperial.
Arrojaremos nuestros dolores por diásporas y holocaustos, que insisten en no cesar, en las aguas profundas del mar. En las arenas blancas de la playa aún veremos huellas de la sangre de la atrocidad, de la golpiza: nuestro tormento continuado.
Frente al quiosco, que debería haber sido un espacio de confraternización y alegría, repetiremos que Tropicália no rima con barbarie. Y que el oscuro y cruel manto de la truculencia no cubrirá de una vez por todas la luz del día.
Levantaremos — Simbólicamente, por ahora; en concreto, arte y acero, entonces – una lápida, un hito, un monumento: aquí, donde la vida humana fue brutalizada, la gente de Río repudia toda tortura y comportamiento estúpido. Bienvenida a sanar la herida incurable.
¡No normalizaremos los prejuicios, el racismo, el odio, el armamento, la violencia!
Este sábado 5 de febrero todos somos Moïse, Durval Teófilo (asesinado por “parecer bandido”!!!) y tant@s – Evaldo Rosa, Kathlen Romeu, los hijos de Belford Roxo, las niñas de Glória do Goitá, cientos, miles – cuyo derecho a vivir ha sido y está siendo arrebatado a diario. ¡No es natural, más aún con apoyo oficial!
Solo organizando nuestra indignación venceremos a este “espíritu (malvado) de milicia”. Solo unidos y movilizados barreremos la opresión del mundo.
Es este sábado y siempre, en Río y en muchas ciudades del Brasil enfermo. Es esperanza y razón: en el tuyo, en el mío, en nuestro corazón herido, pero aún palpitante. El horror no prevalecerá.
*Chico Alencar es profesor de historia, escritor y concejal de Psol en el Ayuntamiento de Río de Janeiro.
