Ética, política y politiquería

Imagen: Tima Miroshnichenko
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por VINÍCIO CARRILHO MARTÍNEZ, CARLOS EDUARDO MONTES NETTO & VINÍCIUS SCHERCH*

Establecer una discusión sobre ética, política y politiquería se ubica en una zona gris de la argumentación científica

Este texto fue motivado por discusiones incomprensibles en un grupo de WhatsApp, con personas que, teóricamente, no deberían expresar valores contradictorios a algunos de los argumentos aquí presentados, especialmente cuando se tiene en mente la equidad y la honestidad intelectual, cuando la “militancia” no va más allá del sentido común y del deber ético hacia el orden constitucional democrático.

No habría por qué decir esto, sin embargo, escribimos una “lección de escuela” con el objetivo de que no se confunda “militancia” con lucha por la derecha y, así, que podamos contribuir a que no haya distorsión con la supuestos y principios del derecho público, de la política y que la ética misma es una guía para la reflexión/acción político-jurídica.

Teniendo esto en cuenta, recordemos que hay muchas situaciones desafiantes a las que nos enfrentamos actualmente (dos guerras con la posibilidad de escalar a conflictos regionales, contaminación, deforestación, calentamiento global, miseria humana) y, sin mencionar el ciclo interminable de Soluciones autoritarias (al menos oscuras) contra la democracia, en el último ejemplo de Venezuela, en Brasil, tenemos las de siempre: élites peligrosas, perniciosas, cavilosas, depredadoras, autocráticas, patriarcales, con alianzas con la extrema derecha (fascismo).

Si no fuera por todo lo demás, esto sería suficiente para generar largos diálogos, enseñanzas, debates, talleres, lecturas, reflexiones (acciones) en torno a temas y preguntas obvias, pero esto debería suceder todos los días, en casa, en las escuelas, como una parte vibrante de la autoeducación política para la descompresión de “los pobres, los negros y los oprimidos”.

Algunos de estos temas serían: transparencia, claridad, responsabilidad, eficacia, previsibilidad, proporcionalidad. Así como los ejes que nos guiarían, desde la primera infancia, versarían (en las clases y en los libros, o en las salas de juego) temas como: la ética, el derecho público y la política —y sus desviaciones: politiquería, corrupción, malversación de recursos públicos, patrocinio… , populismo, nepotismo.

Hoy, a modo de aporte, traeremos unas líneas sobre este mencionado “eje temático”.

Ética, política y politiqueo: ¿qué pueden enseñar los principios del derecho público?

Establecer una discusión sobre ética, política y politiquería se ubica en una zona gris de la argumentación científica, pues implica la aplicación de conceptos objetivos y también de algunas características subjetivas. Es un entrelazamiento de aspectos de la filosofía y las ciencias sociales, la cultura y la sociedad que, en cierta medida, moldean la comprensión del individuo (del político) de los deberes que tiene en el espacio público.

En la dinámica de la conducta pública y de los deberes que asumen las personas frente a los compromisos políticos, los principios del derecho público pueden ayudar a comprender el tema, a fin de evitar desviaciones de la ética y la política.

Desde esta perspectiva jurídica, el art. 37, cápita, de la Constitución Federal de 1988 establece que la administración pública directa e indirecta de cualquiera de los Poderes de las entidades que integran la Federación debe cumplir con los principios de legalidad, impersonalidad, moralidad, publicidad y eficiencia.

En lo que respecta específicamente a la moral administrativa, se dice que el administrador público debe comportarse como la esposa del César, no basta con ser honesto, también debe parecer honesto.

En este contexto, lo que se llama improbidad administrativa constituye en realidad, según el jurista José Afonso da Silva, un “acto de inmoralidad calificada”.

La ética en la política, a su vez, se refiere al conjunto de valores y principios que guían el actuar de los agentes públicos, para que sus decisiones y comportamientos sean justos, transparentes y orientados al bien común. En democracia, la ética es esencial para construir un espacio de discusión pública y lograr el proceso civilizador.

Cuando escribimos Política –a diferencia de política– tenemos la expresión de la acción humana basada en el proceso civilizador y la construcción de la sociedad. polis.

Cuando se trata de politiquería, se caracteriza por el uso de estrategias y prácticas deshonestas o inmorales (“también a la manera brasileña”), apuntando a intereses privados en detrimento del interés público. La política tiene el potencial de desacreditar las instituciones democráticas y socavar el funcionamiento eficaz del Estado. La política es contraria a la ética y a la política.

Los principios de derecho público, antes mencionados, representan más que las buenas intenciones del constituyente, configurando verdaderos mandamientos fundamentales que guían el actuar de los agentes públicos, apuntando a garantizar que todas las acciones sean conformes a la ley, que las decisiones no estén influenciadas por intereses privados, que las acciones sean moralmente aceptables, que se garantice la transparencia de las actividades públicas y que se haga el mejor uso de los recursos públicos.

El cumplimiento de estos principios es capaz de prevenir prácticas de corrupción, nepotismo y favoritismo, contribuyendo a la construcción de una administración pública más integral y eficaz. Además, la ética en la política no se limita sólo al cumplimiento de la ley, sino que alcanza un práctica afecta la justicia social y el bienestar de la comunidad.

*Vinicio Carrilho Martínez Es profesor del Departamento de Educación de la UFSCar. Autor, entre otros libros, de Bolsonarismo. Algunos aspectos político-jurídicos y psicosociales (APGIQ). [https://amzn.to/4aBmwH6]

*Carlos Eduardo Montes Netto Es doctor en derecho y es juez..

*Vinicius Scherch es estudiante de doctorado en Ciencia, Tecnología y Sociedad en la UFSCar.

Referencias


ARENDT, Hannah. la condición humana. Río de Janeiro, Universidad Forense, 1991.

BOBBIO, Norberto. El futuro de la democracia: una defensa de las reglas del juego. Río de Janeiro, Paz y Tierra, 1986.

CANOTILHO, José Joaquim Gomes. Estado de derecho. Lisboa, Edición Gradiva, 1999.

COMPARATO, F. Konder. La afirmación histórica de los derechos humanos. San Pablo, Saraiva, 2001.

FILHO, Roberto Lyra. ¿Qué es correcto?. São Paulo, Brasiliense, 2002.

SILVA, José Alfonso. Curso de Derecho Constitucional Positivo. 22ª edición. Malheiros Editores Ltda: São Paulo, 2016.

SUNDFELD, Carlos Ari. Fundamentos del Derecho Público. Malheiros Editores, São Paulo, 2004.


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