Estrella Roja

Imagen: Antonio Lizárraga
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por PEDRO RAMOS DE TOLEDO*

Comentario sobre el libro recién traducido de Aleksandr Bogdanov

La publicación de Estrella Roja presenta al público brasileño dos novedades. Por un lado, trae al portugués una obra que, hasta ese momento, sólo contaba con una traducción reciente, en inglés, que lamentablemente se aparta sustancialmente del texto original.. La edición brasileña cuenta con la cuidadosa y competente traducción de Ekaterina Vólkova Américo y Paula Vaz de Almeida, quienes se destacan por la manera sensible y fiel en que trataron el texto original.

Por otra parte, presenta a la comunidad de habla portuguesa al autor Aleksandr Bogdánov, prácticamente desconocido en estos trópicos, y cuya vasta obra intelectual ejerció gran influencia en el intelligentsia Radical rusa que surcó los cielos en octubre de 1917, cayendo en el limbo de la censura estalinista tras su muerte en 1928. Ese silencio se ha roto en los últimos años, gracias al creciente interés por sus ideas. La publicación de Boitempo suma un esfuerzo más a esta rehabilitación.

Miembro fundador de la facción bolchevique del Partido de los Trabajadores Socialdemócratas de Rusia (RSDP), Bogdanov se destacó por su intensa actividad revolucionaria en los primeros años del RSDLP. Su prestigio en la facción bolchevique puede atestiguarse por el destacado papel que desempeñó en varias de sus instancias: fue elegido miembro del Comité Central del POSDR en 1905, 1906 y 1907; durante la Revolución de 1905 fue el representante bolchevique ante el soviet de San Petersburgo; además, trabajó intensamente en la redacción de varios vehículos informativos bolcheviques como los periódicos Vpered (Adelante), proletario (proletarios) Y Novaya Zhizn'(vida nueva) (Jensen, 1978: 36).

Influenciado por la filosofía natural a fines del siglo XIX, Bogdanov buscó revisar la teoría marxista basándose en el empiriocriticismo de Ernst Mach. Basándose en el concepto machista de experiencia, Bogdanov rechazó las categorías absolutas y dicotómicas –sujeto y objeto, físico y psíquico, materia y espíritu–, definiendo la realidad a partir de la interfaz entre el mundo exterior y la conciencia: el ámbito de la experiencia, cuyo grado sería en realidad determinada por el nivel organizativo en el que tiene lugar dicha experiencia.

La realidad pasa a ser determinada por la experiencia colectiva de una sociedad (ciencia) que constantemente organiza la naturaleza a partir de las ideas que los hombres producen de ella a partir de su actividad laboral colectiva. A partir de la actividad social, se desarrollan en la cognición complejos de elementos de carácter organizativo, que ayudan a organizar estas mismas actividades sociales. Entre 1904 y 1906, Bogdanov publicó su teoría en tres volúmenes titulados Empiriomonismo: ensayos de filosofía (Rowley, 1996: 8).

Los esfuerzos revisionistas de Bogdanov no impidieron una estrecha colaboración entre él y Lenin durante la mayor parte de la primera década del siglo XX. Sin embargo, a partir de 1907, táctico (la participación del POSDR en el proceso parlamentario de la III Duma) y filosófico (la creciente influencia del revisionismo de Bogdanov en la intelligentsia) se han vuelto inevitables. La publicación, en 1909, de Materialismo y Empiriocriticismo, obra en la que Lenin atacaba las posiciones de Bogdanov como subjetivas, reaccionarias y fideístas, marcó la ruptura definitiva entre ambos líderes. Más tarde ese mismo año, Bogdanov sería expulsado de la facción bolchevique, a la que nunca volvería (Sochor, 1978: 43).

Fue en medio de la controversia establecida con Lenin que Bogdanov, en 1908, escribió Estrella Roja. Primera obra de una trilogía, el libro comienza y termina entre las barricadas de la revolución. La aventura se nos presenta en forma de diario perteneciente a Leonid, un joven científico y revolucionario bolchevique, cuyo paradero se desconoce tras su desaparición de un hospital psiquiátrico. Leonid comienza su viaje en medio de la Revolución de 1905, en la que conoce a un compañero llamado Menny, quien le propone introducirlo en una sociedad secreta de científicos. Después de pasar por una ruptura amorosa, Leonid acepta la invitación y viaja con Menny a una base ubicada en Finlandia, desde donde parte en un vehículo de propulsión nuclear hacia Marte, la “Estrella Roja”.

Allí, Leonid actúa como observador de una sociedad que, en un pasado lejano, había vivido una revolución socialista global, resultado de una catástrofe ambiental que llevó a la desertificación del planeta (Bogdánov, 2020 [1908]: 70). La revolución y consecuente destrucción del sistema capitalista llevó a la construcción, mediante el esfuerzo de la clase obrera, de una sociedad colectivista, igualitaria y amonetaria, donde el Estado no existe y cuya producción planificada opera de acuerdo con las leyes del equilibrio económico. , supervisado por potentes sistemas organizativos estadísticos (Bogdanov, 2020 [1908]: 84).

Tratado por los marcianos como embajador entre los dos mundos, Leonid es llevado a conocer varias instituciones marcianas: una colonia educativa; un museo; una fábrica de maquinaria; un hospital. A medida que avanza la narración, Leonid se vuelve cada vez más inestable, demostrando una creciente dificultad para adaptarse a la naturaleza colectivista del socialismo marciano.

Tras sufrir varias crisis nerviosas, siempre al cuidado de Menny y Netty, su médico y amante, Leonid despierta, de vuelta en la Tierra, en un hospital psiquiátrico, donde huye junto a Vladimir, un luchador callejero y su alumno, y una vez más se lanza a la lucha revolucionaria, sabiendo ahora que no correspondería a su generación de intelectuales guiar el proceso revolucionario. Su tarea sería preparar a Vladimir, la clase obrera, para la victoria final (Bogdanov, 2020 [1908]: 178).

Tres tradiciones importantes se presentan inmediatamente en Estrella Roja: Ciencia Ficción (SF); el género utópico; y la condición de la obra como homenaje a una literatura radical de larga data. Desde el punto de vista de los estudios de FQ, Estrella Roja forma parte de una consolidada estirpe de obras cuyo espacio narrativo se desarrolla en Marte, el planeta rojo. El lugar privilegiado de Marte en CF se debe a las posibilidades de vida inteligente que poblaron la imaginación de los escritores desde la primera descripción del planeta por parte del astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli, en 1877, quien utilizó el término “canali” para describir una red de líneas perpendiculares en la latitud sur del planeta (Stableford, 2006: 29-33).

Desde el punto de vista de los estudios utópicos, Estrella Roja fue considerada por Darko Suvin (1971: 117) como la primera novela utópica de ciencia ficción totalmente liberada de los elementos literarios propios del género fantástico. Es importante resaltar que, a diferencia de la forma canónica del género –que presenta un retrato crítico de la realidad a partir de la construcción de un enclave perfecto y ahistórico– Estrella Roja presenta una sociedad en crisis, cuya historia no termina con el advenimiento de la utopía. El libro es quizás la primera realización de lo que Tom Moylan vino a llamar “Utopía crítica”, ya que es menos el esquema de una comunidad intencional que un sueño intransigente que orienta el futuro de esa sociedad a partir de sus conflictos y la permanencia de las diferencias ( Moylan, 1986: 10).

Finalmente, debemos contextualizar la obra dentro de una larga tradición estéticamente radical y políticamente subversiva del intelligentsia Ruso. Se trata de una tradición influida inicialmente por el idealismo alemán de Schiller y Hegel y que, a medida que se radicaliza, se acerca cada vez más a las corrientes materialistas de Feuerbach y, finalmente, de Marx (Branco, 2014: 122). Así, Estrella Roja forma parte de una tradición literaria cuya historia no puede desligarse de la historia de intelligentsia que lo produjo.

Branco (2008: 24) demuestra la correlación entre el posicionamiento estético de la producción literaria rusa y sus autores y la creciente radicalización política de este arte. Autores como Turgenev, Goncharov, Chernichevsky, Pissarev, Gogol, Dobrolyubov y Tolstoy produjeron un arte literario cuyo papel buscaba en gran medida reflejar las condiciones objetivas de la vida rusa bajo el peso del estado autocrático, exigiendo de este arte un papel activamente transformador.

Estrella Roja, como señalan los traductores en el prefacio, se suma a la escuela publicista de Tchernichevsky, en la que el arte se somete a las exigencias de la vida. Al autor le importan menos sus características estético-literarias y más su carácter comprometido, la forma de manifiesto que se esconde detrás del relato utópico al mismo tiempo que lo destaca. Bogdanov no solo escribe para sus compañeros. Su obra tiene un sentido pedagógico, dirigido a la clase trabajadora. Al expresar su inseguridad de abandonar la lucha revolucionaria, Leonid escucha de Netty: “Allí (en Rusia) se está derramando sangre por un futuro mejor, pero, para llevar adelante la lucha misma, es necesario conocer mejor el futuro. Y es por este conocimiento que estás aquí.” (Bogdánov, 2020 [1908]: 59)

De acuerdo con esta tradición publicista, Bogdanov utilizó Estrella Roja como vehículo propagandístico de sus ideas y reflexiones. El autor presentó varios personae, cuyos escritos expresaron parte de sus ideas, muchas de ellas aún en estado embrionario y que, años más tarde, tomarían formas maduras y de gran influencia en el universo cultural soviético.

En Menny encontramos al científico tectológico, la ciencia proletaria que unificaría toda experiencia, rompiendo el fetiche de las especializaciones; en Netty, el médico que presenta la transfusión de sangre como el último acto de camaradería, capaz de resolver incluso la mortalidad; en Sterny, el crítico de la naturaleza individualista y fragmentada de la humanidad terrena, cuya conciencia estaba irremediablemente fracturada por la causalidad del fetichismo burgués; en Leonid, el revolucionario que es transformado por su experiencia en Marte y que regresa escéptico sobre el papel de una vanguardia revolucionaria compuesta por intelectuales empapados de individualismo, incapaces de expresar la cosmovisión colectivista del proletariado.

Em Estrella Roja, Bogdanov demostró que había roto con el bolchevismo incluso antes de su expulsión: el papel de la vanguardia del presente sería servir de guía para la formación de una nueva intelligentsia, directamente salidos de la clase obrera y que conformarían la verdadera vanguardia revolucionaria en el futuro. No en vano, después de su expulsión, Bogdanov se retiró gradualmente de la actividad militante, concentrándose en actividades educativas y científicas, que luego darán sus frutos en la forma de la Proletkult y de Tektology, la Ciencia Organizacional Universal.

Estrella Roja es finalmente un lienzo sobre el que Bogdanov pintó su utopía como crítica de su propio momento histórico. La historia de la revolución de Marte es, en cierta medida, la proyección utópica de la historia de la Revolución Rusa de 1905. Como ejemplo, podemos citar la grave crisis económica que siguió al final de las grandes obras de los canales marcianos. Bogdanov parece transponer a su novela la crisis que atravesó Rusia tras la construcción del ferrocarril Transiberiano, cuya finalización sirvió como factor para las huelgas que se extendieron por Rusia en 1905 (Pokrovski, 1907 [1944]: 34).

Bogdanov buscó exponer sus reflexiones y prescribir soluciones para los diversos problemas que enfrentan los socialistas rusos basándose en el ejemplo exitoso de los socialistas marcianos. En la obra, las opiniones de Bogdanov sobre algunos personajes de la intelligentsia del POSDR, principalmente aquellos con los que Bogdanov debatía en ese momento: Mirsky, sería al mismo tiempo Plejánov, un filósofo que “tiene la costumbre profesional de situarse en los más diversos puntos de vista y tratar de apaciguarlos” ; el poeta sería Górky, un hombre que “vivió demasiados tormentos, deambulando por todas las capas de su mundo para que le fuera fácil vivir, incluso el paso al nuestro”; y Lenin, el Viejo de la Montaña, “una persona exclusivamente para la lucha y la revolución, […] una persona de hierro, y la gente de hierro no es flexible. Hay mucho conservadurismo espontáneo en ellos” (Bogdanov, 2020 [1908]: 176).

Es a partir de la interfaz entre estas tres tradiciones que Estrella Roja nos cuenta muchas historias. La obra nos cuenta una historia político-económica de Rusia entre el paso de los siglos XIX y XX; nos cuenta una historia de los debates intelectuales constitutivos de intelligentsia y sus contradicciones; nos cuenta una historia de apropiación y transformación del pensamiento por parte del radicalismo ruso. No es una obra original en su forma o contenido. Por el contrario, es una obra derivada cuya originalidad es contextual, caracterizada por el trasfondo, posición e intención de su autor. Todas estas historias se entrecruzan y se transforman a través del lente de un intelectual original que las vivió y que participó activamente en sus tramas, cuyo punto de vista recién ahora se reconstituye.

Estrella Roja no es sólo la obra inaugural de la CF soviética, aunque también lo es; no es sólo una obra de CF marxista, un intento cuando menos insólito para la época. Su singularidad se extiende también a la historia de la literatura utópica a través de su carácter teleológico abierto, en el que el conflicto no se sustrae, sino que se transpone de la relación entre los hombres al enfrentamiento contra la naturaleza. La historia continúa su movimiento, en la forma de una catástrofe ambiental inevitable que enfrenta la totalidad de Marte.

Esta dimensión abierta y trágica de la utopía sirve como negativo para la tragedia de la lucha de clases en la Tierra y las decisiones difíciles que recaen sobre generaciones en ambos planetas. Estrella Roja permite vislumbrar la riqueza y diversidad de los debates emprendidos por la intelligentsia Rusia en su período prerrevolucionario, caracterizado por un constante andar a tientas en busca de ideas y programas que tuvieran en cuenta las especificidades de Rusia y su pueblo.

Estrella Roja así, nos presenta un amplio panorama del pensamiento político y económico de Aleksandr Bogdanov, dando cuenta de sus aportes en diversos campos de la actividad intelectual revolucionaria rusa. Más que fructífero, Bogdanov fue ante todo un intelectual promiscuo, cuya obra buscaba amalgamar la teoría marxista con lo que él entendía más moderno en la filosofía de la ciencia de su tiempo. Como resultado, terminó produciendo una forma única de marxismo fenomenológico, empíricamente monista y basado en un modelo funcionalista sofisticado.

Fue a partir de este camino único, heterodoxo en su límite, que Bogdanov buscó comprender el papel de los sistemas ideológicos en la formación de la conciencia y en la resiliencia de las relaciones autoritarias burguesas. Más que cualquier otro intelectual de su tiempo, Bogdanov dedicó una atención central a la teoría del fetichismo de Marx y, basándose en ella, elaboró ​​su crítica sobre la naturaleza fragmentaria de la conciencia y los riesgos inherentes a una intelligentsia cargado de individualismo, convirtiéndolo en el hilo conductor de su vasta obra y en el fundamento de su teoría del conocimiento.

La lucha contra la autocracia rusa, aliada a una tradición radical centenaria, produjo una generación intelectualmente fértil y diversa en el pasaje entre los siglos XIX y XX, y Bogdanov fue quizás el intelectual que más fielmente representó ese momento. Bogdanov se movió entre el marxismo y el positivismo; entre política y cultura; entre ciencia y filosofía; entre el arte y la revolución. Este carácter transitorio es quizás la fuerza y ​​la debilidad de su obra: fuerza por la originalidad de las respuestas que elaboró ​​a los interrogantes de su tiempo y debilidad por la inadecuación de estas ideas en un tiempo que requería de acción política.

Leer Estrella Roja es como navegar el “océano revuelto y hermoso” (Bogdanov, 2020 [1908]: 156) de las ideas de Bogdanov, un intelectual polimático, cuyo pensamiento sigue siendo relevante para comprender nuestros tiempos muy oscuros.

*Pedro Ramos de Toledo Magíster en Historia por la USP.

Referencias


BOGDANOV, Aleksandr. Estrella Roja: una utopía. São Paulo, Boitempo, 2020.

JENSÉN, KM Más allá de Marx y Mach: la filosofía de la experiencia viva de Aleksandr Bogdanov. Dordrecht: Compañía editorial D. Reidel, 1978.

MOYLAN, Tom. Exige lo imposible: la ciencia ficción y la imaginación utópica. Berna: Peter Lang, 2014.

POKROVSKI, MN Causas económicas de la revolución rusa. Río de Janeiro: Ed. Calvino, 1944.

ROWLEY, David G. "Bogdanov y Lenin: epistemología y revolución". Estudios sobre el pensamiento de Europa del Este, vol. 48(1), 1-19, 1996.

SOHOR, Zenovia. Revolución y cultura: la controversia Bogdanov-Lenin. Ítaca: Cornell University Press, 1988.

STABLEFORD, Brian. “Los orígenes de la ciencia ficción”. En: El compañero de Cambridge a la ciencia ficción, págs. 13-31. Cambridge: Cambridge University Press, 2006.

SUVIN, Darko. “La tradición utópica de la ciencia ficción rusa”.  La revisión del lenguaje moderno, vol. 2(1), 112-137, 1971.

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