por VANDERLEI TENÓRIO*
comentario de la pelicula Constantin Costa Gavras.
En un texto publicado en el sitio web de la Fundação Getúlio Vargas (FGV), la historiadora y especialista en relaciones internacionales Alexandra de Mello e Silva contextualiza que la Guerra Fría tuvo su origen en las diferencias entre los EE. UU. y la URSS durante la Segunda Guerra Mundial y se instaló definitivamente a partir de 1947, cuando las diferencias entre los dos países, que salieron de la guerra no sólo como los grandes vencedores, sino también como dos superpotencias mundiales, adquirieron el carácter de un conflicto permanente.
Fue un conflicto de carácter principalmente estratégico y militar, pero que también involucró aspectos económicos y político-ideológicos, oponiéndose, por un lado, a un bloque capitalista, cuyo modelo de organización política tendía a ser la democracia, y, por otro lado , el otro, un bloque socialista, cuya organización sociopolítica reprodujo, en mayor o menor medida, el socialismo autoritario vigente en la URSS.
Ricardo Flaitt, asesor de prensa de la Federación de Metalúrgicos del Estado de São Paulo, reitera que en este juego de ajedrez en un tablero mundial, donde las piezas eran pueblos y naciones, Estados Unidos lideró una ofensiva en el sentido de frenar los avances de socialismo. Para ello utilizaron los más variados e inescrupulosos recursos, que van desde el marketing y el control mediático hasta acciones directas, invadiendo y ocupando países por la fuerza, en guerra directa. Para hacer un balance, es pertinente señalar que la Unión Soviética también financió a la izquierda en el mundo para expandir su sistema. De esta manera, evitamos caer en una dicotomía muy cristalizada y propagada, que determina a los EE.UU. como el mal y la Unión Soviética como el bien.
No voy a emprender este camino de conceptos, motivo de décadas de discusiones, libros e infinidad de apuntes. En América Latina, no todos los países fueron dominados por la guerra. La batalla que se produjo se instauró de manera disfrazada, en el terreno de la política. Así, las piezas que no eran de interés de Estados Unidos y el bloque de países que sí estaban interesados en la afirmación del sistema capitalista no necesitaron mucha fuerza militar para llevar a cabo el golpe de Estado.
Flaitt señala que, por ejemplo, en América Latina no todos los países fueron dominados por la guerra. La batalla que se produjo se instauró de manera disfrazada, en el terreno de la política. Así, las piezas que no eran de interés de Estados Unidos y el bloque de países que sí estaban interesados en la afirmación del sistema capitalista no necesitaron mucha fuerza militar para llevar a cabo el golpe de Estado. Una vez consolidado el golpe, era necesario “manejar” el régimen dictatorial. Según él, en ese sentido, Estados Unidos proporcionó a los países latinoamericanos recursos financieros y militares y puso a disposición agentes para entrenar a la policía política, con el objetivo de reprimir manifestaciones contrarias al nuevo sistema vigente.
En este contexto se desarrolla la película. estado de sitio, de Costa Gavras. Antes de comentar la película, debemos entender de qué se habla tanto en los últimos días del estado de sitio a lo largo de la prensa nacional. De acuerdo con la Constitución Federal, el Estado de Sitio es el instrumento utilizado por el Jefe de Estado en el cual se suspenden temporalmente los derechos y garantías de los ciudadanos y se someten los Poderes Legislativo y Judicial al Ejecutivo, con miras a la defensa del orden público. En Brasil, para decretar el estado de sitio, el jefe de Estado, luego del apoyo del Consejo de la República y del Consejo de Defensa Nacional -que ofrecerá un dictamen no vinculante- solicita autorización al Congreso Nacional para poner en vigencia el decreto. efecto.
Asimismo, conforme a la Constitución Federal, el Presidente de la República, al solicitar autorización para decretar el estado de sitio o su prórroga, informará las razones determinantes de la solicitud, debiendo decidir el Congreso Nacional por mayoría absoluta. En nuestro país, se instauró en tres ocasiones: en octubre de 1930, inmediatamente después del estallido del movimiento revolucionario encabezado por Getúlio Vargas (1882-1954), en noviembre de 1935, durante la fallida Revuelta Comunista, y en noviembre de 1955, en pleno de la crisis político-institucional que culminó con la deposición del presidente Carlos Luz (1894-1861) y su sustitución por Nereu Ramos (1888-1958) como presidente de la República.
Vamos a ir al cine.
Como señala el historiador José Rodrigo de Araújo Silva en el artículo ''Golpe a cámara lenta: estado de sitio y el cine político de Costa-Gravas'', el período anterior al golpe militar en Uruguay (1973) estuvo marcado por una intensa autoritarismo promovido por el gobierno del presidente Jorge Pacheco Areco (1967-1972). Las medidas de excepción y la violencia política del Estado sirvieron de inspiración para la película estado de sitio (Estado de sitio) del cineasta francés de origen griego Constantin Costa-Gavras.
El reportaje de Costa-Gravas denuncia la historia del secuestro del agente estadounidense Dan Mitrione, asesinado por los tupamaros (grupo de resistencia al régimen dictatorial). El historiador José Rodrigo de Araújo Silva detalla que este es el punto de partida para comprender la sucesión de hechos que llevaron a la muerte de un funcionario estatal estadounidense durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco. El secuestro de Anthony Dan Mitrione estuvo marcado por la acción de uno de los grupos guerrilleros urbanos más grandes de América del Sur – El Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros (MLN-T).
Para José Rodrigo, la trama se confundiría fácilmente con el guión de una película de Hollywood, por los papeles que interpretaron sus personajes: “malos”, “buenos”, el asesinato de un ciudadano estadounidense y un poco de acción contra el telón de fondo de un complot político. Sin embargo, algunas publicaciones del diario francés Le Monde sobre las funciones realizadas por Mitrione inspiraron otro tipo de producción.
José Rodrigo recuerda que al leer tres referencias distintas sobre la identidad de este ciudadano y su obra en algunos países sudamericanos, el cineasta griego naturalizado en Francia Constantin Costa-Gavras se cuestiona sobre las actividades reales que desarrolla Mitrione. Después de todo, algo estaba fuera de lugar en la información reportada por la prensa. Al principio, Le Monde le asignó la función de oficial, luego de policía y finalmente de diplomático.
¿Cuál sería entonces la verdadera labor de este funcionario estadounidense en suelo latino? ¿Cuáles fueron las motivaciones que llevaron a los tupamaros a cometer su asesinato? Y sin embargo, ¿por qué la prensa reprodujo un discurso contradictorio y poco claro sobre este hombre? Sin dudar de que debía continuar con sus investigaciones, Costa-Gavras emprendió el viaje que lo llevaría a producir uno de los mayores hitos del cine político: la película estado de sitio.
Según José Rodrigo, en ese momento, mientras leía sobre el embajador estadounidense John Peurifoy, quien había participado en el golpe militar en Grecia y luego en Guatemala, Gavras se topó con esta historia y decidió cambiar el rumbo de su investigación. Invitó a su amigo, el escritor y guionista Franco Solinas a escribir el guión y decidió viajar a Uruguay para seguir investigando el caso. José Rodrigo reitera que es importante destacar la participación de Franco Solinas en la escritura del guión, dada su posición política. Solinas en ese momento era un miembro activo del Partido Comunista Italiano. Si bien Gavras declaró en 2009 durante su participación en el festival de cine de Pernambuco (Cine-PE) que “todo cine es político”, debemos ser conscientes de que las posturas del director y del guionista dirigen el análisis y la construcción de la narrativa.
José Rodrigo encontró que la información contenida en la película es muy cercana a los hechos reportados por la prensa de la época. Gavras y Solinas construyeron un guión que, además de sugerente, pretende cumplir la función social de denunciar los abusos no solo del gobierno uruguayo, sino de todo el sistema político que se había instalado en Sudamérica a mediados del siglo XX. siglo, como resultado de las intervenciones de los Estados Unidos y el actual escenario mundial provocado durante la Guerra Fría.
En análisis, José Rodrigo señala que Estado de Sítio plantea un tema crucial al hablar del papel del cine en los debates históricos y el lugar que ocupa el cineasta a la hora de producir una obra que se apropia de los discursos de la historia para construir su narrativa. En esta perspectiva, la película sería una posibilidad de lectura de la historia, al igual que el texto escrito.
Ricardo Flaitt destaca que estado de sitio nos da parámetros cercanos a la realidad, de cómo actuaron las dictaduras implementadas en América Latina, al mismo tiempo, cuál fue la reacción de los grupos que lucharon por la reanudación del Estado Democrático. Para él, si bien una situación acontecida en Uruguay, “Estado de Sitio”, es una síntesis perfecta de este período de instalación de la dictadura en varios países latinoamericanos, sus desarrollos, consecuencias y las reacciones de oposición al sistema que la suprimió. los derechos y trató de controlar a la gente.
Trayendolo a nuestra realidad, en los últimos días han estado circulando en las redes sociales videos en los que camioneros bolsonaristas celebran un supuesto estado de sitio decretado por el presidente Jair Bolsonaro (sin partido). La medida, sin embargo, no fue firmada por el Jefe del Ejecutivo. Por lo contrario; Bolsonaro pidió, en audio, que los manifestantes detengan los paros para que no se perjudique la economía.
“Estos bloqueos entorpecen nuestra economía. Esto provoca escasez, inflación, perjudica a todos, especialmente a los más pobres. Entonces, denle un toque a los muchachos, si es posible, para que lo suelten, ¿de acuerdo?”, dijo el Presidente de la República en audio filtrado.
En Brasilia, uno de los camioneros celebró: “Lo hicimos, fuimos parte de eso. Lo hicimos, estado de sitio. Saquemos a los vagabundos de ahí, logramos sacar al 11 (…) Hicimos nuestra parte, vinimos a Brasilia, nos levantamos de la silla y vinimos a hacer nuestra parte. Participemos de la historia de Brasil. Lo logramos muchachos y les paso esta noticia”, celebra.
En otro video, un camionero rompe a llorar mientras celebra lo que nunca fue más que un rumor. “Ahora sabemos que el presidente de la República, Jair Messias Bolsonaro, ha decidido actuar. Y a partir de ahora, Brasil está en estado de sitio (…) La lucha valió la pena”.
El asunto salió a la luz después de que Bolsonaro dijera, en un discurso a sus simpatizantes el 7 de septiembre, que convocaría una reunión del Consejo de la República, el órgano de consulta del Jefe del Ejecutivo en el que se analiza la posibilidad de promulgar medidas como el Estado de asedio, se consulta intervención federal, estado de defensa y temas relevantes para la estabilidad de las instituciones democráticas. La Constitución Federal destaca que para que la medida sea implementada, es necesaria la autorización de las demás instancias del Poder (Legislativo y Judicial). El estado de sitio puede decretarse hasta por 30 días y luego prorrogarse por igual período.
Según el arte. 139 de la Constitución, el estado de sitio prevé la limitación de los siguientes derechos fundamentales:
– obligación de permanecer en un lugar específico;
– detención en un edificio no destinado a los acusados o condenados por delitos comunes;
– las restricciones relativas a la inviolabilidad de la correspondencia, el secreto de las comunicaciones, el suministro de información y la libertad de prensa, radiodifusión y televisión, en los términos previstos por la ley;
– suspensión de la libertad de reunión;
– allanamiento y allanamiento de morada;
– intervención en empresas de servicios públicos;
– requisición de bienes.
Como se establece en el art. 137 de la Constitución Federal, el Presidente de la República podrá solicitar autorización para declarar el estado de sitio en los siguientes casos:
I - conmoción grave de repercusión nacional o la ocurrencia de hechos que prueben la ineficacia de una medida adoptada durante el estado de defensa;
II - declaración de estado de guerra o respuesta a agresión armada extranjera.
Finalmente, el mecanismo es parte del llamado sistema de crisis constitucional, según el profesor de Derecho Constitucional de Mackenzie, Sávio Chalita, escuchado por el Agencia estatal. El objetivo de este sistema es “siempre la defensa del Estado y de las instituciones democráticas”. He aquí un consejo, en tiempos de fanatismo político, noticias falsas, bolsonarismo y similares, no cuesta nada buscar fuentes confiables y estar siempre en sintonía con el mundo real, no te vendas a utopías distópicas disfrazadas de sucias estafas. No hay estado de sitio en nuestro país, no se deje llevar por ideas lunáticas, mantenga los ojos abiertos y manténgase alerta.
*Vanderlei Tenorio Licenciatura en Geografía en la Universidad Federal de Alagoas (UFAL).
Referencias
estado de sitio (Estado de sitio)
Francia, 1972, 120 minutos
Dirigida por: Constantin Costa-Gavras
Guión: Franco Solinas y Constantin Costa-Gavras
Reparto: Yves-Montand, Renato Salvatori, Jacques Weber
SILVA, JRA Golpe a Cámara Lenta: Estado de Sitio y el Cine de Costa-Gravas. Revista Ágora, Victoria, n. 28, pág. 116-130, 2018.