por ANDREA HARADA*
¿Qué será del docente en el nuevo marco regulatorio de la educación a distancia: una asignatura oculta, indefinida o inexistente?
Freno de contención
El Ministerio de Educación, a través de la Secretaría de Regulación y Supervisión de la Educación Superior (SERES-MEC), anunció hace tiempo una amplia revisión del marco regulatorio de la Educación a Distancia y de los referentes de calidad de las carreras de pregrado en esta modalidad. Todo indica –al menos hasta nuevo aviso– que la revisión del marco regulatorio debería publicarse antes del 31 de diciembre de 2024. Así lo establece la Ordenanza 528, publicada el 07/06/2024.
El día anterior, el 06/06/2024, el MEC, a través de la Ordenanza 529, (re)estableció el Consejo Consultivo para la Mejora de los Procesos de Regulación y Supervisión de la Educación Superior (CC-Pares). Y poco después, el 11 de julio de 2024, con Ordenanza 335 designó a los integrantes del citado Consejo, que quedó integrado por 8 representantes del MEC, 1 de Andifes, 1 de CONIF, 1 de UNE y 8 representantes de la sector privado de la educación superior.
El 22 de enero de 2024,[i] Artículos que circularon en la prensa general indicaron que el MEC estaba alarmado por la relación de estudiantes por docente en la educación superior privada, destacando la caída en el número de docentes en el sector. Según estas materias, 11 instituciones -todas privadas- serían supervisadas debido al desproporcionado número de docentes en relación al número de estudiantes. Una de las organizaciones de educación superior, el Centro Universitario Leonardo da Vinci, contó con 2594 estudiantes por cada profesor. Un hecho que habría hecho sonar la alarma para la fábrica de diplomas que aceptó el crecimiento de la educación a distancia.
El 24 de julio de 2024,[ii] El periodico Folha de S. Pablo, en un artículo que refleja las recientes Ordenanzas publicadas por el MEC, destacó la existencia de 47.734 centros de educación a distancia activos en Brasil.
Este es el escenario enmarcado en las decisiones del Ministerio de Educación de 2024, que hasta el momento indican que se activó el freno de contención para frenar la verja abierta por normativas anteriores que suponen, por un lado, una regulación tendenciosamente beneficiosa para el crecimiento de la educación. capital en educación y, por otro, resaltar el surgimiento de una revisión de los parámetros para explorar la educación a distancia en el sector privado.
La precariedad del trabajo docente en la educación superior privada es un viejo problema
en el artículo[iii] Escrito con Gabriel Teixeira y Plínio Gentil, en 2022, advertíamos sobre una categoría en peligro: los profesores de universidades privadas. Comparar las condiciones del trabajo docente con el oligopólico mercado de la educación superior y el avance del uso de las tecnologías de la comunicación y la información, especialmente en la modalidad de educación a distancia en sus diversas modalidades en los cursos de pregrado: a distancia, híbrida y presencial.
Dijimos allí, y reiteramos aquí, que el crecimiento del sector privado se dio de manera subsidiada a través de programas como PROUNI, FIES y PROIES que inicialmente promovieron una mayor inclusión y también financiaron el crecimiento de las empresas de educación superior. Un proceso que no estuvo acompañado de una regulación compatible con el propósito anunciado de democratizar el acceso.
Esto se debe a que las IES privadas, además de mercantilizarse, adhirieron a la financiarización y comenzaron a operar en el marco de la optimización de recursos con miras a aumentar su capacidad de apreciar valor o, en otras palabras, de incrementar sus ganancias. El camino más corto y rápido en vocabulario empresarial: optimizar recursos y reducir costes, especialmente con nómina.
Los procesos de reducción de horas lectivas comenzaron con el reciclaje o la incorporación a clases y terminaron con el uso indiscriminado de la tecnología. Como sabemos, la mayor parte de las horas de trabajo de los profesores del sector privado son horas de clase. Hoy en día es raro encontrar profesores con una jornada lectiva de 20 horas, que cubrirían un período de trabajo de la semana.
Hay muchos problemas relacionados con las condiciones laborales y salariales: ausencia de salarios mínimos en muchas regiones del país, inestabilidad laboral, pérdida de autonomía, creación de subcategorías docentes (tutores y redactores de contenidos), falta de regulación en materia de derechos de autor, entre otros. Todo esto como una marca genérica y progresista del trabajo docente en la educación superior privada. O lo que queda de labor docente en este sector.
Pero el avance de la educación a distancia, en el marco de nuestro tipo de desarrollo, eleva el problema a otra dimensión y a otra pregunta: ¿es posible la educación superior sin docente? ¿Qué tipo de educación sería esa? ¿O ni siquiera sería eso, sino la venta a plazos de las tasas de matrícula del diploma?
En 2024, el MEC, como vimos, anunció como preocupante la caída en el número de docentes en la educación superior. No es de extrañar: según datos del Censo de Educación Superior (INEP, 2024), en 2013 el sector privado –ya consolidado, es necesario registrarse– contabilizó 5.373.450 matrículas para 212.063 docentes; en 2023, las matriculaciones saltaron a 7.907.652 para 186.633 docentes, es decir, mientras las matriculaciones registraron un crecimiento del 47,16% en un período de 10 años, el número de docentes registró una caída del 11,99%.
Y en el caso del sector privado, no tiene sentido la simple fórmula de dividir la matrícula por docentes y llegar a una proporción, porque las horas de trabajo de estos docentes no se computan y están ocultas por varios factores que la encuesta del INEP no tiene en cuenta. captura, haciendo que el principal estudio censal del INEP, el Censo de Educación Superior, tenga fallas por su imprecisión cuando se trata del sector privado. En cualquier caso, aunque sean imprecisos, los datos son suficientes para presumir.
Los datos recopilados para nuestra investigación doctoral, defendida a finales de 2023, mostraron que según la información proporcionada por las IES y registrada por el INEP, en los cursos de educación a distancia esta desproporción es inmensa, como podemos ver en la siguiente tabla, que utilizó datos de 2021 (HARADA SOUSA, pág. 172)[iv].

Como podemos ver una relación maestro-alumno del orden de 2287, 79 es lo mismo que afirmar una educación sin maestro. Es absolutamente imposible asumir una relación efectiva de enseñanza y aprendizaje o una relación académica con vistas a la formación profesional dada esta cifra. ¿Cómo se llega a esta proporción?
En primer lugar, es necesario resaltar el papel de los distintos gobiernos en el impulso del sector educativo privado, lo que propició el surgimiento de un mercado atractivo y un capital consolidado en educación, ya que la educación dejó de ser un derecho y pasó a ser un servicio.[V].
En segundo lugar, los empresarios y especialistas en marketing educativo que reivindicaron y celebraron la posibilidad de explorar la educación a distancia y convertir todo lo que puedan en productos educativos y oportunidades de negocio. El caos generado por la combinación de incentivos estatales para el sector privado y la campaña de explotación y expropiación de este sector crea un entorno en el que nunca ha habido tanta gente con títulos y, al mismo tiempo, tanta gente sin formación.
Pero para llegar allí, el camino era sustituir -si no convertir- a los docentes en subcategorías docentes sin regulación alguna, es decir, que no exista ningún docente capaz de formar a un número exorbitante de estudiantes, la vía utilizada por las IES privadas, especialmente las grandes. .
Esta fórmula también se aplicó al 40% de la enseñanza a distancia autorizada en cursos presenciales, con otros matices, pero con la misma finalidad. Este proceso resultó en una reducción explícita del número de docentes empleados en las IES, así como una intensa reducción de las horas de trabajo de quienes permanecieron empleados como docentes. Llegamos así al problema de la constitución del CC-Pares y a la presión en vísperas de la publicación del Decreto.
(i) CC-Pares y la desaparición del docente en el debate sobre el nuevo marco regulatorio de la educación a distancia
Como vimos al inicio de este texto, el MEC asoció las medidas legales de este año con la escandalosa relación docente-alumno en la educación a distancia en el sector privado. No es de extrañar que se identificara que la formación docente, que se ha llevado a cabo principalmente en IES privadas y en la modalidad de educación a distancia, necesitaba una revisión. Suspendidos nuevos centros y acreditaciones de nuevos cursos. Recreó el CC-Pares y aquí estamos esperando que este proceso de revisión y regulación nos saque adelante. Sólo que no.
El CC-Pares estaba compuesto predominantemente por representantes del MEC y del sector privado. Y quizás la expresión “Peers” en las siglas del citado consejo asesor sea más que una coincidencia. También se designó para integrar el consejo a un representante de la UNE (Unión Nacional de Estudiantes). Se hace excepción a ANDIFES (Asociación Nacional de Directores de Instituciones Federales de Educación Superior), CONIF (Consejo Nacional de Instituciones de la Red Federal de Educación Profesional, Científica y Tecnológica) y CNE (Consejo Nacional de Educación) -que está integrado por varios representantes de el sector privado, todos los demás representantes del sector público son del MEC. El sector privado participa representado por ANEC (Asociación Nacional de Educación Católica de Brasil), por ABIEE (Asociación Brasileña de Instituciones Educativas Evangélicas), por ABRUC (Asociación Brasileña de Instituciones Comunitarias de Educación Superior), por ABMES (Asociación Brasileña de Partidarios de la Educación Superior Educación), por ABRAFI (Asociación Brasileña de Apoyo a la Universidad), por SEMESP (Unión de Apoyo a Instituciones Establecimientos de Educación Superior en el Estado de São Paulo), por ANACEU (Asociación Nacional de Centros Universitarios) y ANUP (Asociación Nacional de Universidades Privadas).
Ninguna entidad que representara a los docentes –del sector público o privado– formó parte del consejo. ¡Ninguno! Hay ocho entidades de representantes y simpatizantes del sector privado. Este no es un hecho que pueda pasar desapercibido dado el problema inicial que involucra directamente la reducción del número de docentes en la educación superior y las innumerables consecuencias de este largo proceso que resultó del servicio predominante a los intereses del sector privado. El MEC que constituyó así el CC-Pares operó como si la nueva regulación involucrara sólo a dos actores: el Estado y el mercado, no necesariamente en ese orden.
El 03 de diciembre ABMES realizó un seminario[VI] con miembros del sector privado que formaban parte del consejo. En este evento también participó -casi por unanimidad entre los representantes del sector- el director del INEP, Ulisses Tavares.
Pero, además del tono elogioso con el representante del INEP que participará en la formulación de los nuevos instrumentos de evaluación de las IES adecuados al nuevo decreto, los integrantes resaltaron sus preocupaciones con el inminente decreto, incluida la redefinición del personal docente que prevé además del docente responsable, también la figura del docente-mediador o mediador pedagógico en sustitución del tutor, quien, como se dijo anteriormente, no tiene regulación. También se oponen a limitar a 50 el número de alumnos por profesor o mediador.
Para el representante de Semesp y miembro de CC-Pares, Rodrigo Capellato[Vii]: “Un concepto que nos preocupa mucho es el concepto de docente categorizado y de docente-mediador (…). Hoy tenemos el rol del tutor desempeñando el papel de tutor administrativo y el de tutor académico, digámoslo así. Este tutor académico es el mismo rol que tiene una universidad pública, incluso una federal, tienes un estudiante de maestría, un estudiante de doctorado que acompaña al profesor. Él no es un maestro. Si pongo esta mediación como docente, irá directo al Convenio Colectivo de Profesores. Esto también terminará con el sistema, porque fue algo que pusimos nosotros, no se puede hacer... él no lo es y (sic). Él no enseña, entonces, ¿cómo voy a pagarle la matrícula por horas? (…) ¿Le voy a dar una garantía salarial semestral? (…)”
Como se desprende de esta afirmación, el problema para el representante sindical patronal e interlocutor en CC-Pares parece estar en derechos y nóminas y no en definiciones y atribuciones. Mucho menos sobre educación de calidad. Expresa directamente que quiere mantener a un trabajador sin derechos y hasta pregunta en tono exclamativo: “¿Le voy a dar una garantía salarial semestral?”.
A pesar del tono casi coloquial del discurso, porque entre pares, esta es la posición efectiva del sector privado y el interés real del capital en la educación: reducir o suprimir la participación de los docentes en la formación académica de nivel superior, vender certificados más baratos, más formación operativa y garantizar la reproducción de una fuerza laboral precaria para el mercado laboral precario.
Se presume que los sectores empresariales se organizan y defienden sus intereses, así como es cierto que al capital siempre le ha interesado sustituir el trabajo vivo por trabajo muerto o, como el trabajo vivo es esencial, que sea sobreexplotado y sin derechos, como algunos representantes de los empresarios quieren. Lo que no es razonable es que el MEC, con el pretexto de corregir algunos de los graves problemas de la educación superior privada, ignore deliberadamente que todos los actores involucrados en la educación a distancia y la educación superior deben ser escuchados y no olvidados. Especialmente inaceptable si estos actores son trabajadores que realizan educación: a distancia, presencial o mixta.
Ha sido común el análisis de que el gobierno del Frente Amplio se ve obstaculizado por la desfavorable correlación de fuerzas, pero en este caso, como en otros de la política reciente, fue el propio gobierno quien definió a sus interlocutores. Teniendo en cuenta esto, es poco probable asumir que dicha constitución no exprese el proyecto continuo del gobierno para la educación.
El detonante para revisar el marco regulatorio que, junto con otros documentos legales que han dado forma a la política educativa desde finales de los años 1990 que nos trajeron hasta aquí, fue la apertura de una educación en gran medida degradada, que exigía la interferencia de las autoridades públicas para reconfigurar al menos en parte la aberración de más de 2000 estudiantes por profesor.
Sin embargo, las perspectivas anunciadas en este escenario, en el que el “par” predominante y nada sorprendente lo constituyen el Estado y el mercado, no permiten vislumbrar mucho más que un nuevo decreto para legitimar los intereses empresariales en la educación.
Pese a todo ello, el decreto aún no ha sido publicado. No cambia el hecho de que al establecer un consejo asesor sin representación docente alguna, el MEC repitió la práctica de promover cambios legales que tratan a los docentes como sujetos ocultos, indefinidos o, peor aún, inexistentes. Hay muchas formas de silenciar y borrar, impedir que las personas debatan y formulen ideas sobre cuál es su tema es una de ellas.
Si el decreto previsto para lo que resta de 2024 mantiene la indefinición respecto de las diferentes formas de trabajo docente en la educación a distancia, se perpetuará el empleo de subcategorías aún más precarias que los docentes en el sector de la educación privada y el MEC habrá vuelto a favorecer la expansión y hegemonía del sector privado en la formación de nuestros jóvenes, especialmente los pobres, que podrán acceder a la educación superior pero alimentar el continuo movimiento de exclusión disfrazada de inclusión.
*Andrea Harada Doctora por la Facultad de Educación de la Unicamp y presidenta del Sindicato de Profesores de Guarulhos.
Notas
[i] Disponible https://www1.folha.uol.com.br/educacao/2024/01/mec-vai-apurar-alta-proporcao-de-alunos-por-professor-em-11-faculdades-particulares.shtml
[ii] Disponible https://www1.folha.uol.com.br/educacao/2024/07/terceirizacao-atinge-46-dos-polos-ead-no-brasil.shtml
[iii] Disponible https://diplomatique.org.br/professores-de-faculdades-privadas-categoria-em-extincao/#:~:text=Efeito%20da%20financeiriza%C3%A7%C3%A3o%2C%20do%20EaD,s%C3%A3o%20hoje%20categoria%20em%20extin%C3%A7%C3%A3o.
[iv] HARADA SOUSA, Andrea Luciana. Educación en Liquidación: Comercialización, EaD y Cambios en la Labor Docente en la Educación Superior Privada. Sousa. Tesis defendida en la Facultad de Educación de la UNICAMP.
[V] Decreto 2.306, de 19 de agosto de 1997, que en su artículo primero autorizó a los patrocinadores a modificar sus estatutos, permitiéndoles cambiar su naturaleza del ámbito civil al mercantil, autorizando en consecuencia el traslado de la enseñanza del ámbito del derecho al ámbito campo de los servicios comercializables, por lo tanto sujetos a explotación con miras a la acumulación de capital.
[VI] Disponible https://www.youtube.com/watch?v=RI7kguRSa5o
[Vii] Disponible https://www.youtube.com/watch?v=RI7kguRSa5o desde 2:46:55
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