por CRISTIAN RIBEIRO*
Comente el libro recientemente publicado de Fabiane Albuquerque
Cabe mencionar, inicialmente, que el libro Ensayo sobre la ira de Fabiane Albuquerque es un retrato sin retoques ni sutilezas estilísticas que terminan por suavizar la narrativa de su autor. Es una novela con letras palpitantes, desde las primeras páginas con cada palabra y generando un cúmulo de poder narrativo que gana más matices y capas a medida que se desarrolla la obra. Es un libro provocativo, tenso, nervioso, que nos convierte en espectadores activos de la narración.
Situa la centralidad de las mujeres negras en la comprensión y superación de nuestra incompletitud como nación, guiando una narrativa desde una periferia urbana brasileña, relegada a una marginalidad estructural que posee raza, clase, género, cuerpo y alma en Brasil. Se presenta como una obra inserta en el proceso de reinterpretación y resignificación del mundo que lleva a cabo la literatura negra, a través de un sesgo abiertamente feminista negro.
Sin miedo ni preocupación de ser tildado de libro militante, victimismo, revanchismo o cualquier otro reproche que siempre aplica a las manifestaciones artístico-culturales provenientes de clases sociales, históricamente subordinadas en las relaciones de poder de este país.
Libro que comienza con una pregunta, planteada por Teodora, su personaje principal, permitirá a Fabiane Albuquerque discutir los detalles que no son escuchados en su borramiento ciudadano sistémico en los procesos de resistencia de las poblaciones negras en Brasil, especialmente aquellas originadas por sus afrobrasileños. mujer.
Lo que nos permite entender esta pregunta: “Y yo, ¿adónde corro?”, la pregunta lema que cierra el primer párrafo del libro Ensayo sobre la ira de Fabiane Albuquerque como el gran incordio que instigará al lector a lo largo de la construcción argumentativa y narrativa de la novela en la que seguiremos la vida de Teodora. Una mujer negra, siempre sola en el mundo, incluso entre tantas, madre, abuela, hija, hermana, amiga, compañera, criada...
Siempre consciente de su no lugar en el mundo, en medio de una inexistencia cotidiana. Siempre invisibles y silenciados en sus deseos, amores, sueños y emociones. Nunca capaz de recibir y dar amor a quienes estaban cerca de ella, pero siempre fingiendo hipócritamente ser tierna, apasionada y paciente frente a quienes ni siquiera la reconocían como ser humano.
En su segundo libro, Fabiane Albuquerque refina y pule su escritura hasta convertirla en una novela discursiva más elaborada, menos autobiográfica que su libro anterior. Cartas a un hombre negro que amaba (Malê, 2022). Escritora refinada como es, hábil en los desarrollos y conexiones de emociones que despierta en el desarrollo de una historia, nos presenta una producción bibliográfica más tradicional. Pero no menos elaborado, y con resultados tan exuberantes como su antecesor.
Aquí tenemos a un autor que nos presenta una obra enfocada en situarnos en la vida cotidiana de su personaje principal, Teodora. En medio de su mundo cotidiano entre la familia y el empleo. Entre sus relaciones sociales de [no] amor, odio y frustraciones... Frente a problematizar contra un mundo que sólo te da dolor y más dolor, traumas y abusos, a cambio de una resiliencia servil que siempre termina perpetuando la opresión de tu no-vida. !
Como intelectual y activista feminista negra, Fabiane Albuquerque, en su trabajo como escritora, da lugar a una valiente y exquisita problematización literaria contemporánea sobre lo que significa ser una mujer negra en una sociedad histórica y estructuralmente racista como Brasil. Sin concesiones ni acuerdos conciliadores de apaciguamiento social, que acaben construyendo nuestro mito de sociedad socialmente armoniosa, sin conflictos ni violencias de género, clasicistas o étnico-raciales. En el que si bien la “carne más barata” es siempre la carne negra, y sobre todo la femenina, el racismo siempre es visto como algo propio del “otro”. Lejos del “yo/tú”, que no afecta ni forma parte de “nuestro/tu” día a día. Como si tanto su causa como sus efectos estuvieran restringidos a los demás y no a ti, ni a los tuyos.
Ensayo sobre la ira Es una construcción narrativa de los mejores que deja al descubierto la hipocresía y la sinvergüenza de esta característica incivilizadora nacional. Lo que cuestiona el papel que desempeñamos en este juego de ilusiones que habitamos y llamamos “sociedad brasileña”. Al mismo tiempo, destaca el papel de las mujeres negras frente a la deconstrucción de estos imaginarios y potenciales constructoras de nuevas potencialidades. No sólo de existencias, sino de sociabilidad constituida más allá de la mediocridad alienante y opresiva de nuestro arcaísmo racista y sexista.
Lo que nos introduce en el desarrollo poético de Teodora como un personaje inicialmente perdido en sus frustraciones personales, que aparece alienado, cuando no incapaz, de amar y dejarse amar. Cuando sobrevive sólo para satisfacer las necesidades y caprichos de un patronato que se postula como superior, por una condición de raza y clase. Hasta que este tejido de la realidad se deshilacha, lo que lleva a cuestionarse, desde la perspectiva de la tensión: “¿cuál es tu lugar en este mundo?”
Aquí hay un juego de escritura, que asocia tu proceso de autoconocimiento y autovaloración como mujer negra y trabajadora, con la preparación del café en el primer capítulo de la novela. Hay toda una concepción y depuración de este proceso. Al final, sentirse revitalizada y reconectada con sus compañeros de raza y clase, quienes comparten sus anhelos, sueños y anhelos. Ya no tener tus palabras impedidas o prohibidas.
Ya no tienen miedo de ser quienes son. Encontrar fuerza y coraje en ser el uno para el otro. Con la samba como elemento purificador en este proceso de redescubrimiento de sí misma por parte de Teodora. En el que Fabiane Albuquerque, sutilmente, lo trabaja como una forma de oración que libera todos los dolores y miedos de su personaje. Samba abre el camino a todos los amores. Como una conexión viva con tu ascendencia y al mismo tiempo preservando tu humanidad.
Lo que hace que ya no se avergüence de tener odio, de tener la ira como sentimientos fomentados en su ser, que ahora los domina... Teodora, al no negar más la ira como parte de su ser, deja de avergonzarse de sí misma. Y ya no lo dirige contra su familia y sus semejantes. Pero directamente contra el “sistema” que ella comenzó a ver y mirar directamente a los ojos…
Momento de liberación que el libro teje página a página, hirviendo y equilibrando las distintas partes que componen un buen café. Colar sus impurezas y equilibrar sus sabores sin disfrazarse de azúcar ideológico, llevándonos así a revitalizar nuestra conciencia de quiénes somos realmente, como pueblo, como seres humanos. Para que también el público lector decida salir al mundo, inspirado por el aroma del café, para acompañarnos en la eterna seguridad de que no estamos solos y que nunca lo estaremos. Salir ahí, esperando recrearlo en un nuevo amanecer, ¡un nuevo amanecer!
La ira libera, como elemento de amor, comunidad, cariño y cariño… ¡Rompe ataduras y prejuicios! Reconstrucción de identidades y solidaridades, fuera de lógicas limitantes eurocéntricas y pequeñoburguesas. Ensayo sobre la ira ¡Es una novela que habla de los tiempos que fueron, son y serán!
Una esperanza en el eterno renacimiento, el de las periferias de un no lugar, de una inmensa masa informe llamada Brasil, cosidas en líneas tan bien tejidas por esta artesana de la escritura que es Fabiane Albuquerque, al ofrecer una obra que nos recuerda por qué leer es arte. que brilla. ¡Lo mejor que nos hace y nos hace humanos!
Pero no es una lectura fácil, no os equivoquéis. Proporcionándonos una lectura viva, intensa, como el café dulce y amargo de Teodora. ¡Al calentar nuestra alma, vigoriza nuestro espíritu, ante las dificultades del mundo! No dejarnos rendir, y nunca olvidar, que sólo nuestra imagen y semejanza cambia el mundo. Cuando ya no paramos Bordar por nuestros sueños. Cerrando el romance, en paz contigo mismo…
Respondiendo al provocativo lema de su primera página de que ya no es necesario escapar de este mundo, ¡para encontrarse a uno mismo! ¡Nunca más ser rehén de las ilusiones ajenas, ni resignarse a la alienación de intentar sobrevivir, a través de tristes esperanzas! Revelándonos como acto final de su historia, la constitución de la negritud. Que a pesar de haber sido tan (re)negada durante toda la vida de Theodora, al final floreció y se reveló, en espacios y formas hasta ahora inimaginadas.
La negrura contemporánea capturada por la mirada atenta del autor –aunque imperceptible para ojos y sensibilidades más conservadoras o alienadas– que existe y está activa en el núcleo de nuestra sociabilidad, aunque a veces en el sentido de resistencia. Que existen y persisten frente a las penurias de una ortodoxia social que parece constituirse siempre para la negación y destrucción de humanidades que están en desacuerdo, en la no aceptación de los cánones de una blancura supuestamente universal en su forma elitista, sexista y Lógica civilizacional racista.
Una obra literaria que desafía límites y premisas tontas, sin miedo a etiquetas de ningún tipo. Comprometido singularmente en dar rienda suelta a su construcción literaria, que tensiona y permea críticamente la normatividad social e histórica brasileña, a través de la elaboración y desarrollo de una de las novelas más sugerentes que se hayan publicado en los últimos tiempos. Ensayo sobre la ira Se trata, entre tantas cualidades y particularidades –de las que aquí os comentamos algunas–, una obra más que recomendable para los amantes de la buena narrativa. Al mismo tiempo que consolida a Fabiane Albuquerque como una de nuestras grandes autoras y pensadoras nacionales.
Acomódate, bebe tranquilamente el café que te ofrece Teodora y déjate llevar por la encantadora lectura de este libro que ya es un clásico. ¡No te arrepentirás! es hora de Bordar...
*Cristiano Ribeiro es doctoranda en sociología de la Unicamp.
referencia

Fabiane Alburquerque. Ensayo sobre la ira. São Paulo, Editora Patuá, 2024, 164 páginas. [https://amzn.to/423uvf7]
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