por BENICIO VIERO SCHMIDT*
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Las elecciones municipales están cerradas. En primer lugar, se requiere un juicio asertivo sobre los resultados. Ni el PT, encabezado por Lula y Fernando Haddad, ni las fuerzas bolsonaristas obtuvieron victorias significativas en esta elección. Esto no significa, sin embargo, que estas fuerzas estén impregnadas de resultados negativos. Por el contrario, debido al reposicionamiento de las posiciones de los líderes, estos deberán estar firmes y fuertes para los próximos enfrentamientos. 2022 se acerca.
El MDB, el DEM, el PSDB resurgieron, luego de ser impugnados en 2018, asumiendo nuevamente roles clave. El BMD mantuvo el mayor número de alcaldías. El DEM ha ampliado sus dominios. El PSDB, que en cierto modo se recuperó gracias a las elecciones en la ciudad de São Paulo, es el partido que gobierna la mayor parte del electorado brasileño, alrededor del 23%.
Es importante tener en cuenta que algunas campañas se destacaron por descargas increíbles. Porto Alegre y Recife son ejemplos de ello. En ambas ciudades, los candidatos que perdieron las elecciones fueron objeto de acusaciones en noticias falsas despedidos en masa, provocando la desestabilización de sus electorados. Este malestar entre fuerzas que, aparentemente, podrían estar asociadas debería reflejarse en los próximos hechos, en la composición de los gobiernos locales, en las orientaciones de las bancadas en los ayuntamientos y también en la asamblea del frente antibolsonarista eventualmente presente en 2022. Porto Alegre y Recife no son buenas señales a seguir en términos de civismo político.
El PSDB salió victorioso en São Paulo, hecho que tiende a impulsar la candidatura de João Dória para suceder a Jair Bolsonaro, a pesar de que el rechazo al gobernador en la ciudad supera el 60%.
El protagonista más importante de estas elecciones fue la abstención. Ha ido creciendo desde el año 2000, alcanzando un promedio de 29 a 30%. Cuando se suman los votos nulos y en blanco, llegamos a la increíble marca del 35% en las elecciones de segunda vuelta. ¿Cuál es el significado de este? ¿Es una denegación del voto obligatorio? ¿Un rechazo a la política? ¿O era simplemente el miedo al coronavirus? El caso es que, desde el año 2000, el ausentismo ha ido en aumento, lo que indica que la pandemia no fue el factor principal. Algunos especialistas tratan de explicar el fenómeno por el debilitamiento de la importancia de los municipios, factor que llevaría a los votantes a participar más asiduamente en las elecciones mayoritarias para los estados y para la Unión.
La administración pública municipal, especialmente en las grandes ciudades, a pesar de todos los flagelos que tendrá que enfrentar, tiene un bono de alrededor de 24 mil millones de reales puesto a disposición de los municipios por la política de emergencia, a través del decreto del estado de calamidad pública. Es necesario monitorear cómo los municipios utilizarán estos recursos extraordinarios.
En este sentido, cabe señalar que, en los últimos días, ha habido un ataque frontal a los recursos de FUNDEB por parte de miembros del gobierno federal. Se canceló el aumento del piso salarial del 5,9% que se esperaba que entrara en vigor en 2021. Hay una gran resistencia a esta medida por parte del Congreso. Los líderes de la cancelación son el presidente Jair Bolsonaro y el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite. Por otro lado, surge un frente único de docentes de educación básica contra esta medida, que los perjudica significativamente.
La deforestación en la Amazonía se acumula archivos sollozo archivos finalizando a finales de noviembre a una tasa un 9,5% superior a la tasa plena del año anterior. Las actividades de prevención y vigilancia, el apoyo a los órganos y agentes encargados de imponer multas han sido desatendidas por el gobierno federal. La tragedia del medio ambiente continúa, por tanto.
Finalmente, es notable comprobar casi en un chismes, en una alarma política, la trayectoria del exministro Sérgio Moro. El exministro de Justicia, creador y líder del lavado de autos, responsable directo de la destrucción de empresas y carreras, se convirtió en socio y propietario de una empresa que administra legalmente a Odebrecht.
*Benicio Viero Schmidt es profesor jubilado de sociología de la UnB. Autor, entre otros libros, de El Estado y la política urbana en Brasil (LP&M).