por FRANCISCO HIDALGO FLOR*
Existe un flujo de comportamiento político que va más allá de las estructuras institucionalizadas e impulsa procesos de democratización de las relaciones económicas y sociales ecuatorianas.
Este artículo analiza los resultados de las elecciones presidenciales anticipadas en Ecuador, celebradas el 20 de agosto, en el contexto de la agudización de la crisis social y política que vive el país, expresada, entre otros aspectos, en el incremento de la crisis de seguridad y el narcotráfico que ha se aceleró en el último año y derivó, durante el proceso electoral, en los asesinatos del alcalde de Manta, la cuarta ciudad más poblada del país, Agustín Intriago, en los últimos días de julio, y del candidato presidencial, Fernando Villavicencio, a principios de agosto. También reflexionamos sobre los resultados de las consultas populares sobre la exploración petrolera en la región amazónica de Yasuní y la prohibición del aumento de la minería en la región del Chocó Andino.
Las elecciones anticipadas de este mes de agosto son consecuencia de la aplicación por parte del presidente Guillermo Lasso, en mayo, de un recurso constitucional ante la situación de crisis institucional, denominado “muerte cruzada”, contemplado en el artículo 82 de la actual Constitución. , mediante el cual puso fin al trabajo legislativo, pero al mismo tiempo determinó el acortamiento del mandato presidencial. Se elegirá un nuevo presidente y un nuevo parlamento para completar el mandato de gobierno hasta 2025.
La aplicación de la muerte cruzada es una manifestación de la crisis política provocada por el enfrentamiento entre la tendencia progresista que controlaba el parlamento nacional y la tendencia neoliberal que controla el poder ejecutivo, sin mecanismos de acuerdo frente a un Presidente Lasso comprometido con la aplicación estricta del programa neoliberal de reducción del Estado y de la forma de acumulación extractiva transnacional, y lleno de acusaciones de corrupción en la gestión de las principales empresas públicas.
Lo novedoso de la situación radica en el agravamiento de la crisis social, cuyos principales signos son la falta de trabajo y el aumento de las condiciones de pobreza entre la población, especialmente en las zonas rurales y urbanas marginales, que encontraron una vía de escape en el aumento de las finanzas públicas. circuitos al margen de la ley y en bandas locales de narcotráfico, ahora vinculadas a mafias transnacionales.
El alcance de la penetración social de las bandas de narcotraficantes ha sido evidente en las últimas semanas en ciudades a lo largo de la costa como Guayaquil, Durán, Daule y Esmeraldas, cuando cientos de jóvenes en motocicletas salieron a las calles en barrios marginales para protestar por la represión carcelaria.
Resultados de las elecciones presidenciales y legislativas.
Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en la que compitieron ocho candidatos y una candidata, arrojan un resultado en el que el primer lugar lo obtuvo la candidata del partido Revolución Ciudadana, Luisa Gonzales, con el 33% de los votos; en segundo lugar quedó el candidato Daniel Noboa, con 23%; y, en tercer lugar, el candidato asesinado Villavicencio, quien fue reemplazado por Christian Zurita, quien obtuvo el 16%[i].
El partido Revolución Ciudadana, liderado por el ex presidente Rafael Correa, ha sido durante mucho tiempo la principal fuerza política del país, habiendo ganado la primera vuelta de las elecciones presidenciales durante los últimos quince años. Pero en las elecciones de 2021 perdió en segunda vuelta, ante la consolidación del candidato de derecha, en ese entonces Guillermo Lasso, por el ascenso de la corriente ideológica del “anticorreísmo”, que logró unir todas las demás fuerzas. Su candidata Luisa Gonzales presentó como principal lema electoral un pasado positivo al que regresar, con una fuerte presencia estatal, expresada en la eslogan: “Volvamos a tener patria”.
Sorprende la presencia de Daniel Noboa en la segunda vuelta, con el 23% de los votos. Básicamente, se repite el escenario político del 2021, cuando el rival que compitió con la Revolución Ciudadana es un representante directo de los grandes sectores empresariales privados, en ese momento era el banquero Guillermo Lasso, ahora es el agroexportador Noboa. Este nuevo Daniel Noboa se presentó como el candidato de las nuevas generaciones y fue tan hábil que apoyó a Sim en el referéndum sobre Yasuní.
El tercer lugar lo ocupa el candidato y el movimiento liderado por el asesinado Fernando Villavicencio, con un 16%. Sin duda, este hecho trastocó el escenario político del país y trasladó un “voto de arrepentimiento” a una agrupación política con una presencia considerable de exmilitares y policías en sus filas; de hecho, el primer candidato a diputado nacional, Patricio Carrillo, fue ministro del Interior y comandó militares y policías en las revueltas indígenas de 2019 y 2022.
El candidato de los movimientos históricos de izquierda y quien fuera líder del movimiento indígena, Yaku Pérez, obtuvo ahora una votación reducida del 4% del electorado. En contraste con su participación en 2021, cuando obtuvo el 19% y estuvo muy cerca de pasar a segunda vuelta; Era evidente el peso de la división interna del movimiento indígena entre la Conaie y Pachakutik.
En la elección de miembros de la Asamblea Nacional, Revolución Ciudadana obtuvo el 39% de los votos, 6 puntos más que el candidato presidencial; la segunda fuerza política fue el partido Constrói, del asesinado Fernando Villavicencio, con el 20%, 4 puntos más que en la carrera presidencial; la tercera fuerza fue el partido ADN, con el 14% del electorado, 9 puntos menos que su candidato presidencial; En cuanto al Parlamento, los que apoyaron a Yaku obtuvieron el 3%.[ii]
Evolución de la disputa político-ideológica
Los resultados de las elecciones anticipadas de agosto de 2023 muestran nombres variables y siglas relevantes, pero en esencia son muy similares al escenario de 2021; las variaciones a destacar son las evoluciones ideológicas incapaces de afrontar las causas estructurales de una crisis económica y social que se agrava y puede conducir a un colapso nacional. La importante esperanza que queda son los resultados de las consultas populares sobre cuestiones ambientales de resistencia al extractivismo.
El escenario de las fuerzas políticas en 2021 mantuvo este orden, según los votos de los partidos en el parlamento nacional: Revolución Ciudadana (32%), Pachakutik (17%), Izquierda Democrática (12%), Socialcristianismo (9,7%). y el movimiento Believe (9%). En 2023, el orden es: Revolución Ciudadana (39%), Construir (20%), Movimiento ADN (14%), Socialcristianismo (12%), Movimiento Atuemos (4%).
En 2021, en una franja ideológica de centroizquierda e izquierda, en la que ubicamos al progresismo, el movimiento indígena y la socialdemocracia tradicional representaron el 61% del flujo electoral; mientras que la centroderecha y la franja de derecha representaron el 20% de ese flujo. En 2023, la franja de centro izquierda e izquierda representará el 45%, mientras que la franja de centro derecha y derecha representará el 62%.
Entre las cinco principales fuerzas políticas de los dos momentos políticos, sólo dos nombres se repiten: Revolución Ciudadana y Socialcristianismo, en representación del progresismo y la derecha tradicional. Los partidos Pachakutik, Esquerda Democrática y el movimiento Credo (este último liderado por el presidente Lasso) entraron en crisis.
Ahora bien, cabe señalar que en este período político 2021 - 2023, el progresismo ha evolucionado hacia posiciones centristas, sigue postulando un camino para el desarrollo del capitalismo bajo control estatal, pero en estas elecciones se ha abstenido de hablar abiertamente a favor del consulta sobre Yasuní, y su candidata Luisa Gonzales muestra la lealtad al líder Rafael Correa como su principal atributo.
La derecha ha cambiado de nombre y de rostro, dejando atrás cualquier tipo de estructura partidaria y modulando su discurso en temas como el medio ambiente. El mejor ejemplo es el candidato Daniel Noboa, su movimiento se llama ADN, que puede significar “Ação Democrática Nacional”, pero también Álvaro Daniel Noboa, su candidato (por cierto, la sigla RC puede significar Revolución Ciudadana, pero también Rafael Correa). Digamos que tuvo la ventaja de una campaña electoral corta, en la que pudo evitar tomar posiciones sobre medidas neoliberales. En este aspecto se diferencia de Lasso, que exhibió claramente propuestas neoliberales.
Pero la derecha más conservadora está migrando al llamado “movimiento Constrói”, que nominó al asesinado Fernando Villavicencio, en el que los círculos policiales y militares tienen una fuerte influencia.
El movimiento Credo del presidente Lasso decidió no participar en estas elecciones anticipadas.
Desde una perspectiva de izquierda, es lamentable lo ocurrido con la división entre Conaie y Pachakutik, que alcanzó su punto más alto en 2021, con el segundo bloque parlamentario, pero que precisamente exacerbó luchas y limitaciones para afrontar la acción política en estos escenarios. Fueron notables las presiones de penetración y fragmentación del movimiento indígena, impulsadas por la derecha con el presidente Lasso y por el progresismo con la penetración del correísmo en los niveles dirigentes del movimiento.
En estos escenarios políticos e ideológicos se debilitan las posiciones sociales y políticas capaces de levantar propuestas y demandas de cambios estructurales en relación a las causas de la profunda crisis que atraviesa el Ecuador, es decir, la persistencia y expansión de un patrón de políticas primarias. -acumulación exportadora que apuesta por rutas extractivas y acuerdos comerciales globales, que terminan por destruir lo poco que queda del aparato productivo nacional.
Lecciones positivas de las consultas populares sobre el medio ambiente
Este agosto, además de votar por presidente y parlamentarios, los electores tuvieron que dar su opinión en dos consultas sobre temas ambientales de carácter antiextractivista: por un lado, a nivel nacional, se consultó si está de acuerdo con la prohibición de la exploración petrolera en la zona amazónica de Yasuní, en la que el 59% del voto nacional fue a favor del Sí; Por otro lado, en lo que respecta al distrito metropolitano de Quito, hubo una consulta sobre la prohibición de la minería en la región del Chocó Andino, en la que el 68% de los votos en ese cantón fueron a favor del Sí.[iii] De esta manera, la tesis ambientalista de detener la expansión de la exploración petrolera y minera en estas dos áreas de reserva natural fue ampliamente respaldada.
Los resultados positivos de las consultas populares sobre medio ambiente deben leerse en una perspectiva de mediano y largo plazo; una visión a corto plazo es de poca utilidad.
Asumiendo esta visión de largo plazo, debemos mencionar tres factores: (i) la evolución del movimiento ambientalista en el Ecuador; (ii) la base constitucional e institucional lograda; (iii) las batallas sociales y políticas libradas y cómo estas tres convergen en el debate en torno al Yasuní.
El movimiento ambientalista surgió en Ecuador a finales de los 1980 y principios de los 1990 a partir de dos fuentes: por un lado, organizaciones no gubernamentales y, por el otro, vinculado al movimiento indígena, especialmente al movimiento en la Amazonía. Luego alcanzó una dimensión mayor con la profundización del trabajo y las propuestas en torno a la Amazonía y la denuncia de las consecuencias negativas de la exploración petrolera. Aquí hay un encuentro entre el impacto del movimiento ambientalista y la actuación de la antropología social en relación con los pueblos aislados,[iv] Precisamente uno de estos escenarios es el Yasuní.
Es aquí donde el movimiento ambientalista se encuentra con los debates sobre las corrientes posdesarrollistas, y de allí, a principios de la década de 2000, nació la propuesta clave sobre Yasuní,[V] cuya tesis fue impulsar un fondo global para apoyar a Ecuador a dejar bajo tierra las reservas petroleras de esta importante región de reserva natural. La propuesta avanzó durante la primera fase del gobierno desarrollista de Rafael Correa, entre 2007 y 2013, pero ese año el presidente desistió de impulsar esta propuesta y, en cambio, autorizó el inicio de la exploración petrolera.[VI]
En ese momento, hace diez años, nacieron varios esfuerzos de movimientos sociales con la tesis de que los ciudadanos ecuatorianos debían decidir si autorizaban o no la explotación económica del Yasuní a través de una consulta popular. El grupo que surgió allí se conoce como “Yasunidos”,[Vii] quien persistió en su trabajo todo este tiempo.
Esta confluencia de fuerzas –movimiento ambientalista, movimiento indígena, debates críticos al desarrollismo– influirá positivamente en la Asamblea Constituyente de 2008, logrando, durante el período presidido por Alberto Acosta, que el texto de la Constitución reconozca los derechos de la naturaleza y las normas para la protección de las reservas naturales.
La Corte Constitucional jugó un papel clave en la evolución normativa durante la década siguiente (2013 – 2023), produciendo una serie de decisiones que consolidaron la legislación y la jurisprudencia en la materia, incluida la resolución que permitió realizar el referéndum en agosto de 2023.[Viii]
En este transcurso de al menos una década, las tesis de proteger al Yasuní y la concientización sobre los bloqueos por parte de diferentes gobiernos, tanto de Correa en 2013 como de Lasso en 2022, para tratar de impedir que esta consulta se lleve a cabo, así como la campaña orquestada por el las grandes empresas petroleras y mineras, fueron ganando fuerza y razón a nivel nacional, alcanzando a amplios sectores de la población.
Respecto al comportamiento social y político en las urnas en agosto de 2023, a la luz de las consultas propuestas, los colectivos y redes que impulsaron el Sí se fortalecieron y el debate se centró en la magnitud de los impactos económicos de la prohibición de exploración y desmantelamiento de infraestructura existente.[Ex]
Fue importante incorporar la consulta sobre la conservación del Chocó Andino, que es una discusión más reciente, y que ayudó a incorporar nuevos sectores, así como a movilizar el debate en el centro del poder político, ya que se trataba de plantea a los electores del cantón de Quito.
A modo de conclusión
En las elecciones de agosto de 2023 las definiciones sociales y políticas se expresaron en dos niveles: por un lado, la representación del poder político, la presidencia y los parlamentarios; por el otro, la comprensión ampliada de la población sobre la naturaleza y el desarrollo. En un nivel, el protagonismo corresponde a las estructuras político-electorales y a los candidatos; en otro, corresponde a los movimientos sociales y a la diversidad de la sociedad civil, desde asociaciones empresariales hasta organizaciones no gubernamentales.
En relación a las representaciones de poder y fuerzas político-electorales, si bien la corriente progresista ha obtenido el primer lugar, se observa una reducción en las tendencias de centro izquierda y de izquierda. Con una segunda vuelta en 2023 que se asemeja a la segunda vuelta de 2021, se prevé una definición entre los nuevos representantes del progresismo, Luisa Gonzales, y los sectores empresariales, Daniel Noboa.
En cuanto a las comprensiones sociales sobre la naturaleza y el desarrollo, existe un apoyo mayoritario a la tesis de la preservación ambiental en detrimento de las tesis extractivas, en las que destacan los movimientos sociales.
Hay un flujo de comportamiento político que va más allá de las estructuras institucionalizadas e impulsa procesos de democratización de las relaciones económicas y sociales.
Todo esto en el marco de un proceso electoral que fue el más violento desde el retorno de la Constitución, aparentemente como una de las consecuencias del enfrentamiento entre bandas narcotraficantes comprometidas con ampliar no sólo los circuitos de mercado, sino también la influencia en los niveles de poder político. .
*Francisco Hidalgo Flor, sociólogo, es profesor de la Universidad Central del Ecuador.
Traducción: Fernando Lima das Neves.
Referencias
Consejo Nacional Electoral del Ecuador: resultados electorales agosto 2023.
Alberto Acosta (2023). “Estas son las razones éticas para dejar la materia prima del Yasuní – ITT en el subsuelo”. Portal Plan V.
Acosta, Gudynas, Martínez (2009). “Elementos para una propuesta político-ecológica para frenar la exploración petrolera en la Amazonía del Ecuador”. Portal ircaamericas.
Francisco Hidalgo Flor (2021). “Proceso electoral 2021: opciones en movimiento”. es: revista Sociología y política hoy, número 5.
Sara Latorre (2010). “Eclogismo popular en el Ecuador: pasado y presente”. Instituto de Estudios Ecuatorianos – IEE.
Unda, M. e Hidrovo, M. (2023). “Ecuador en su encrucijada política: remezón electoral del 2023”. Es: Revista Sociología y Política Hoy, numero 8.
Notas
[i] Sobre los resultados de las elecciones presidenciales, consulte el sitio web oficial del Consejo Nacional Electoral: https://elecciones2023.cne.gob.ec/#
[ii] Sobre los resultados de las elecciones a la Asamblea Nacional, consulte el sitio web oficial del Consejo Nacional Electoral: https://elecciones2023.cne.gob.ec/Asambleistas/nacionales#
[iii] Sobre los resultados de las consultas populares sobre Yasuní y Chocó Andino, consultar el sitio web oficial del Consejo Nacional Electoral: https://elecciones2023.cne.gob.ec/Consultas/yasuni
[iv] Sobre el movimiento ambientalista en Ecuador, ver: “El ecologismo popular en el Ecuador” de la autora Sara Latorre. Disponible: https://www.iee.org.ec/ejes/sociedad-alternativa-2/el-ecologismo-popular-en-el-ecuador-pasado-y-presente.html )
[V] Para la exposición sobre la iniciativa Yasuní ver: https://albertoacosta.ec/wp-content/uploads/2014/01/explotaci%C3%B3nAmazonia-09.pdf
[VI] Para obtener un resumen de la iniciativa Yasuní, consulte la enciclopedia Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Iniciativa_Yasun%C3%AD-ITT
[Vii] Sobre el movimiento Yasunidos, consulte su sitio web: https://www.yasunidos.org/
[Viii] Decisión de la Corte Constitucional que permitió la realización de la consulta popular sobre Yasuní, disponible en: https://www.corteconstitucional.gob.ec/dictamen-nro-6-22-cp-23/
[Ex] Entre los argumentos a favor de preservar Yasuní, ver el artículo de Acosta “Razones éticas para dejar la materia prima del Yasuní – ITT en el subsuelo”. Disponible: https://www.planv.com.ec/historias/plan-verde/estas-son-razones-eticas-dejar-el-crudo-del-yasuni-itt-el-subsuelo
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