por RODRIGO DE CARVALHÓ*
¿Qué sistema social y político puede ofrecer las mejores condiciones para el desarrollo de los brasileños?
“El método democrático es un sistema institucional para la toma de decisiones políticas, en el que el individuo adquiere el poder de decidir a través de una lucha competitiva por los votos del votante” (Joseph Schumpeter, Capitalismo, socialismo y democracia).
Las elecciones de 2022 refuerzan el sistema político brasileño, de carácter democrático liberal, con amplia participación popular. Disponemos de un sistema de cómputo de votos mediante urnas electrónicas que, a pesar de ser cuestionado por un grupo político concreto, ha demostrado ser fiable, seguro y ágil.
Las democracias tienen como presupuesto fundamental el reconocimiento y la obediencia por parte de los individuos, partidos y alianzas o agrupaciones políticas organizadas en un determinado período histórico a las reglas establecidas, según las cuales, a través de la elección, son los que reúnen el mayor número de votos. considerados ganadores.
En la literatura de las ciencias políticas y jurídicas, pensadores como Norberto Bobbio (2018), Robert Dahl (2001) y Joseph Schumpeter (1961), si bien realizan diferentes aportes a los sistemas democráticos, convergen en el principio de que es necesario tener reglas y normas bien establecidas y reconocidas y el respeto al proceso de elección de representaciones, en el que se constituye una mayoría política para la ejecución de determinados programas, ejerciendo el poder político principal el grupo que obtenga más votos.
Las urnas electrónicas y el cuestionamiento de las reglas electorales
El presidente Jair Bolsonaro (PL), elegido en 2018 a través de urnas electrónicas, fue el principal protagonista en cuestionar esta metodología. Para el Presidente de la República, las máquinas de votación electrónica no son confiables porque la forma de medir el resultado electoral no cuenta con la impresión del voto. Jair Bolsonaro empezó a defender las “urnas electrónicas auditables” como bandera de reivindicación. Esta propuesta fue presentada en la Cámara Federal por la diputada Bia Kicis (PL/DF) a través de la PEC 135/19 en la que “Agrega el § 12 al art. 14, de la Constitución Federal, disponiéndose que, en las votaciones y cómputos de elecciones, plebiscitos y referéndums, es obligatoria la emisión de boletas físicas, que puedan ser verificadas por el elector, para ser depositadas en urnas impermeables, para efectos de fiscalización”. (CÁMARA DE DIPUTADOS, 2019). La propuesta fue rechazada en el Pleno de la Cámara en agosto de 2021.
En una encuesta, Datafolha siguió la opinión popular sobre la confiabilidad de las máquinas de votación electrónica a través de encuestas realizadas entre diciembre de 2020 y julio de 2022. En cuatro ocasiones hubo variaciones importantes, cada período influenciado por el debate en ese momento. En diciembre de 2020, quienes consideraban muy confiable la máquina de votación electrónica sumaban un 33%; los que la consideraron algo fiable fueron el 36%; los que desconfían eran el 29% y los que no sabían permanecían en el 2%. A marzo de 2022, muy confiable: 47%; algo confiable: 35%; no confiaba: 17% y no sabía: 1%. A mayo de 2022, muy confiable: 42%; algo confiable: 31%; no confiaba: 24%; y no sabía: 2%. Finalmente, en la última ronda de investigación sobre máquinas de votación electrónica, realizada en julio de 2022, los datos fueron: muy confiables: 47%; algo confiable: 32%; no confiaba: 20% y no sabía: 1% (FICHA DE DATOS, 2022). A continuación, en la Tabla 1, presentamos los datos más relevantes para este trabajo, sistematizados.
Tabela 1: Resumen de la encuesta de Datafolha sobre la confianza en las urnas electrónicas
Período | confianza | No confíes | No sabe |
DIC 2020 | 69% | 29% | 2% |
MAR 2022 | 82% | 17% | 1% |
puede 2022 | 73% | 24% | 2% |
Julio 2022 | 79% | 20% | 1% |
fuente: FICHA DE DATOS, 2022, en: https://g1.globo.com/jornal-nacional/noticia/2022/07/30/datafolha-confianca-dos-brasileiros-nas-urnas-eletronicas-cresce-de-73percent-para-79percent.ghtml
La confianza en las urnas electrónicas fue expresada por la gran mayoría de la sociedad brasileña, como se vio en una encuesta reciente y, principalmente, en la manifestación del voto y su resultado.
Cuando el presidente Jair Bolsonaro cuestiona la máquina de votación, de hecho, se enfrenta a la ley electoral y eso generó cierta inestabilidad en el régimen democrático brasileño a lo largo de su mandato.
El momento más delicado de este cuestionamiento tuvo lugar en la celebración del 7 de septiembre de 2021, en la ciudad de São Paulo, el presidente Bolsonaro pronunció un discurso considerado desproporcionado con el papel que desempeña. El presidente arremetió contra el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes y puso en duda el sistema electoral brasileño.
En una parte de su discurso, el presidente Bolsonaro dijo: “[…] tenemos un ministro de la Corte Suprema que se atreve a seguir haciendo lo que no admitimos. O este ministro encaja o pide irse… dígale a este individuo que todavía tiene tiempo para redimirse. Aún estás a tiempo de radicar tus consultas. O más bien, su tiempo se acabó. Salida, Alexandre de Moraes. Deje de ser un sinvergüenza... cualquier decisión del señor Alexandre de Moraes, este presidente ya no la cumplirá. Se acabó la paciencia de nuestro pueblo” (PODER 360, 2021, en línea).
Aún en su discurso del 7 de septiembre de 2021, el presidente Jair Bolsonaro realizó una serie de ataques a las máquinas de votación electrónica y amenazas al proceso electoral de 2022. Creemos y queremos la democracia, el alma de la democracia es votar. No podemos aceptar un sistema electoral que no ofrezca ninguna seguridad durante las elecciones. Decir también que no es una persona del Tribunal Superior Electoral la que nos va a decir que este proceso es seguro y confiable porque no lo es” (PODER 360, 2021, en línea).
Esta inestabilidad ha suscitado importantes dudas planteadas por el Presidente de la República, pero la principal es el compromiso real de esta formación política de extrema derecha con la democracia.
Durante el mandato de Jair Bolsonaro, hubo muchas expresiones de desprecio por las reglas del sistema político y electoral brasileño. El periodista Merval Pereira recordó en su columna Petista tiene que darle la vuelta al partido del papel que jugó el presidente en estimular manifestaciones frente a cuarteles del Ejército y alentar la bandera de la intervención militar. El periodista registra: “[Bolsonaro] no contó con el apoyo de los militares en ninguno de los momentos cruciales que provocó, siendo los más destacados los festejos del 7 de septiembre”. (PEREIRA, 2022, p. 2). Bolsonaro no siguió adelante con un intento de ruptura institucional porque no tenía a su favor una correlación de fuerzas en la sociedad y en las instituciones militares.
El columnista del periódico El Globo, Pablo Ortellado fue más allá en su crítica al gobierno y a la extrema derecha, en el artículo “La estrategia golpista” afirma que hubo un intento de golpe tras los resultados de las encuestas: “Como era de esperar, Jair Bolsonaro reaccionó a la derrota con una astuta trama golpista que, según todas las apariencias, ha fracasado. La estrategia tiene hasta ahora tres etapas. El primero fueron los cortes de ruta con el apoyo de los camioneros y la connivencia, si no el apoyo, de la Policía Federal de Caminos (PRF). El segundo fueron las manifestaciones frente a los cuarteles pidiendo “intervención federal”. El tercero anunciado ahora es una “huelga”, de hecho un cierre patronal” (ORTELLADO, 2022, p. 3).
La transición democrática a través de la formación de los grupos de gobierno salientes y electos es un importante hito político civilizatorio, uno de los buenos legados del gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Superar el ambiente electoral es fundamental para el buen funcionamiento de las instituciones brasileñas. No tener dudas sobre la legitimidad de las leyes que establecen el régimen electoral es parte central de nuestra democracia. Y el papel de las Fuerzas Armadas en un ambiente tan delicado demuestra la madurez y consolidación del Estado brasileño.
Todavía en urnas electrónicas, el advenimiento de este modelo potenció la participación popular en las elecciones. A partir de 1996, las primeras votaciones se realizaron a través de este sistema electrónico, que resultó ser el sistema más ágil y práctico para evitar fraudes. El modelo que logró calificar el voto, porque, a partir de su adopción, el uso del voto válido saltó exponencialmente.
En 1994, cuando aún no existía la urna electrónica, tomando como parámetro el estado de São Paulo, los votos para Presidente de la República sumaban 84,56%, nulos 9,53%, blancos 5,91%. Para el gobierno estatal, el 76,22% de los votos fueron válidos, el 9,39% nulos y el 14,38% blancos. Lo más importante para cambiar el patrón de votación es la expresión de votos proporcionales. Para diputados federales hubo un 57,86% de votos válidos, un 30,16% de votos nulos y un 11,98% de votos en blanco. Para diputados estatales hubo 58,79% de votos válidos, 28,13% de votos nulos y 13,08% de votos en blanco. En esa elección, la abstención fue del 11,37% (CARVALHO; CHAIA; COELHO, 2015, p. 49).
En 1998, la elección en la que la mayoría de los votantes ya podía utilizar el voto electrónico, se sintió un cambio cualitativo. Tomando como parámetro el mismo electorado en el estado de São Paulo, el advenimiento de la urna electrónica puede considerarse un éxito. Votos válidos para Presidente de la República aumentaron a 83,50%, nulos 10,18% y blancos 6,31%. Para el gobierno estatal hubo 85,31% de votos válidos, 7,15% nulos y 7,52% blancos. Para los diputados federales el cambio fue significativo, con 80,16% de los votos válidos, 9,88% nulos y 9,95% blancos. Los diputados estatales siguieron la misma lógica con 80,89% de votos válidos, 9,47% de votos nulos y 9,63% de votos en blanco. La abstención fue del 16,51%. (CARVALHO; CHAIA; COELHO, 2015, p. 49).
En 2002, el salto cualitativo se amplió y teníamos en el estado de São Paulo el 91,56% de los votos válidos para Presidente de la República, el 5,10% nulos y el 3,32% blancos. Para gobernador hubo 90,90% de votos válidos, 4,95% nulos y 4,13% en blanco. Para diputados federales extraordinarios 90,95% de votos válidos, 3,53% de votos nulos y 5,51% de votos en blanco. Para los diputados estatales se siguió la misma línea con 90,68% de votos válidos, 3,48% de votos nulos y 5,83% de votos en blanco. La abstención fue del 15,93% de los votos (CARVALHO; CHAIA; COELHO, p. 49).
Para finalizar este método comparativo, tomemos como base las elecciones de 2022, 20 años después del inicio del proceso completo de uso de urnas electrónicas en Brasil. De nuevo, como referencia el corte del estado de São Paulo. Para Presidente de la República tuvimos 94,36% de votos válidos, sumado a 3,54% de votos nulos y 2,10% de votos en blanco. Para el gobierno estatal hubo 86,02% de votos válidos, 7,92% de votos nulos y 6,06% de votos en blanco. Para diputados federales hubo 87,49% de votos válidos, 5,42% de votos nulos y 7,09% de votos en blanco. Para los diputados estatales hubo un 85,82% de votos válidos, un 5,92% de votos nulos y otro 8,26% de votos en blanco. Los votantes ausentes representaron el 21,63% de los votantes de São Paulo. (ELECCIONES 2022, 2022, en línea).
Es muy importante que destaquemos la eficacia del voto electrónico como demostración objetiva de la voluntad popular y la manifestación libre y democrática del pueblo y sus elecciones.
Participación electoral y abstenciones de votantes
El politólogo Jairo Nicolau (2012) registra que Brasil es la cuarta democracia más grande del mundo, sólo superada por India, Estados Unidos e Indonesia. Si actualizamos esta interpretación a los modelos culturales más cercanos, considerando nuestra democracia como liberal, representativa y occidental, somos la segunda democracia más grande del mundo.
¡A los brasileños les gusta votar! En el país del fútbol, el debate acalorado es comparable al de los aficionados organizados. ¡A los brasileños les gusta dar su opinión! En una democracia amplia e imperfecta se expresan las más variadas tesis para justificar sus decisiones. La gente tiene una percepción de los bandos que están en juego, de las ideas de los candidatos, hay una cierta conciencia de las elecciones que hacen.
A diferencia de las opiniones propagadas por algunos politólogos y juristas entre la 1ª y 2ª vuelta de las elecciones de 2022 sobre las abstenciones como determinantes del resultado electoral. Tampoco es posible definir que estos fueron decisivos para un resultado en las encuestas diferente de algunas encuestas donde el candidato Luís Inácio Lula da Silva ganó en la 1ª vuelta.
El politólogo Antonio Lavareda hace el siguiente diagnóstico sobre las encuestas electorales después de la 2ª vuelta: “(…).[Las encuestas] no lograron aprehender la probable abstención, lo que perjudicó notablemente al candidato Lula, debido a la gran concentración de sus votantes en la base de la pirámide social”. (LAVADO, 2022). Luego, Antonio Lavareda registra que aplicando un método adaptado al de Perry-Gallup, en el que se restan los votantes que no pueden ir a las urnas, se identificó que el margen de victoria de Lula sería aún más estrecho.
Si miramos las abstenciones de 2022, en el 1° y 2° turno, fueron el mismo 79,05%, con una mínima diferencia total. Por lo tanto, históricamente el mismo número significa una disminución de abstenciones en la 2ª vuelta, siempre en comparación con elecciones anteriores, donde el aumento de ausentes fue entre un 1% y un 2% más de una vuelta a otra. Y el resultado fue una elección muy reñida con una diferencia de menos del 2% entre Lula y Jair Bolsonaro. Los factores de polarización política y el uso de la maquinaria estatal ofrecen elementos más precisos para el resultado electoral.
En un relevamiento más amplio, desde la redemocratización en la década de 1980, con excepción de las elecciones de 1989, en las que la participación fue extraordinaria, la estabilidad de la participación electoral ronda el 81% en la 1ra vuelta y el 79% en la 2da. A continuación, presentamos un cuadro comparativo de participación, año por año, incluyendo la elección de 1989 y las elecciones de 1994 y 1998, en las que no hubo 2da vuelta (Cuadro 2).
Tabela 2: Historial de votos válidos
Año | 1do turno | 2do turno |
1989 | 88,08% | 85,61% |
1994 | 81,20% | – |
1998 | 81,30% | - |
2002 | 82,26% | 79,53% |
2006 | 83,25% | 81,06% |
2010 | 81,88% | 78,50% |
2014 | 80,61% | 78,90% |
2018 | 79,67% | 78,70% |
2022 | 79,05% | 79,05% |
fuente: Wikipedia (2022, 2018; 2014; 2010; 2006; 2002; 1998; 1994; 1989). Elaboración del autor.
La participación electoral en 2022 fue la más alta desde las elecciones de 2006. Esto se debe a tres factores: (i) la polarización política y el interés del electorado en participar en las elecciones; (ii) una intensa campaña de los candidatos y del TSE para que los electores voten; y (iii) la decisión en las principales capitales y ciudades del país de ofrecer transporte gratuito para el desplazamiento de la población.
Una explicación principal de la alta tasa de participación es la obligación de votar. Sin embargo, esa no debe ser la única explicación, ya que la multa para quien no vota o justifica su ausencia varía entre R$ 1,05 y R$ 3,51, y puede ser pagada con recibo bancario, tarjeta o Pix, lo que lo hace mucho más fácil. .para que los ciudadanos estén al corriente de sus obligaciones cívicas.
La obligación de votar es muy cuestionada en los círculos políticos y jurídicos porque se considera que no hay democracia plena sin considerar el derecho de quienes no quieren votar.
Este es un debate de larga data con muchas variables, ya que el voto obligatorio es parte del conjunto de obligaciones ciudadanas y ratificado por la Constitución de 1988. El principal argumento para hacerlo obligatorio es que, contrariamente al argumento de que es opcional, es este modelo que, de hecho, fortalece la democracia. Desde el final de la dictadura militar, la participación popular ha sido fundamental para el sostenimiento del régimen democrático.
A efectos comparativos en relación con otros países democráticos occidentales donde el voto es opcional, la diferencia en la participación popular es muy grande. En EE. UU., el registro para votar ocurre primero, donde el 21% de la población con capacidad para votar no se registró y de los registrados, solo el 66,7% asistió a las elecciones de 2020 en la elección de Joe Biden para presidente de la República (CONJUR, 2020 ) . En las elecciones de 2022 en Francia, cuyo ganador para primer ministro fue Emmanuel Macron, solo el 63,23% de la participación popular (PODER 360, 2022). Y en Italia, en unas recientes elecciones para primer ministro, acudió el 63,91% del electorado, eligiendo a la ultraderechista Giorgia Meloni (R7, 2022).
Brasil tuvo la tasa más baja de participación en las urnas con un 78,5% en la 2ª vuelta de las elecciones de 2010, aun así con una cifra significativamente superior a la alcanzada por los europeos y los EE.UU. Por lo tanto, la participación popular brasileña es significativa, con amplitud y respeto por las reglas establecidas.
Las elecciones en Brasil
La democracia en Brasil pasó por un período de prueba importante que comenzó en 2016, cuando la presidenta Dilma Rousseff (PT) fue acusada de un delito de responsabilidad fiscal. Con un frágil argumento jurídico, que justificaba la fuerte acción política en ese momento de descenso y aislamiento de la izquierda y ascenso de nuevas formaciones políticas, culminaría con la elección de Jair Messias Bolsonaro en 2018.
La victoria de Jair Bolsonaro fue una combinación de factores, comenzando por la representación de una porción de la sociedad que cree en el autoritarismo como sistema, defensores de la dictadura militar y las medidas más reprobables de ese sistema, sumado a otra porción conservadora que manifiesta sus posiciones principalmente en las costumbres, sentimientos que se consolidaron en las banderas anti-PT y anti-Lula.
Jair Bolsonaro encarnó la tesis antisistema, buscó deconstruir las instituciones existentes, con el objetivo de enfrentar al STF y al Congreso Nacional. Sus seguidores, a través de redes sociales y manifestaciones públicas, atacan a las instituciones de manera virulenta y recurrente.
En Brasil en 2022, después de haber pasado la mayor parte del mandato de Jair Bolsonaro, una pandemia que ha matado a cientos de miles de brasileños, ha causado gran desgracia para nuestras familias, depresión económica y falta de rumbo para el desarrollo nacional, vivimos la experiencia presidencial más polarizada desde entonces. redemocratización.
El conductor Tom Jobim ya dijo que “Brasil no es para principiantes”, y después de ser execrado por los medios tradicionales, acusado, juzgado y condenado, el dirigente obrero Luiz Inácio Lula da Silva vio revocada su condena y anulada su sentencia por el STF. Puede postularse nuevamente y ganó las elecciones por un margen de 1,9% de la diferencia de votos contra toda la maquinaria del poder estatal junto a su oponente Jair Bolsonaro.
Breve finalización
La democracia brasileña ha mostrado madurez a pesar del aumento de la porción de la población que reclama ruptura institucional y una alternativa autoritaria.
Las instituciones públicas funcionaron, particularmente hubo la debida independencia entre los poderes, con amplio funcionamiento y cumplimiento de las leyes, aun cuando una parte de las fuerzas políticas existentes amenazaron con no respetar las decisiones impuestas.
Hay amplia participación política, libre manifestación y opinión, pero el enfrentamiento a versiones consideradas falsas, actualmente conocidas como noticias falsas. Este enfrentamiento llevó a los grupos de medios a considerarse censurados. Sin embargo, con la claridad de las decisiones dictadas en las instancias judiciales, no es posible dictar otra decisión que la de confrontar las versiones falsas. Hay quienes defienden el derecho a mentir. Y también hay quienes consideran legítimas las manifestaciones que exigen la intervención militar, la detención de autoridades públicas y el no reconocimiento del resultado electoral. Sin embargo, parece ser un grupo minoritario de personas las que se dedican a tales pautas.
El brasileño medio, trabajador, responsable por el bienestar de su familia, quiere una vida mejor, una mejor condición de ingreso y consumo, quiere llevar una vida capaz de sostenerse a sí mismo y a su familia, con alguna oportunidad de crecimiento social o al menos la perspectiva de un futuro mejor. Este es el desafío más importante para las autoridades públicas en relación con el pueblo brasileño.
¿Qué sistema social y político puede ofrecer las mejores condiciones para que este brasileño se desarrolle? ¿Bajo qué condiciones habrá suficiente estabilidad para atraer inversiones y la capacidad de encaminar la economía hacia un camino de crecimiento virtuoso? ¿Tiene el autoritarismo la capacidad, a través de la violencia estatal y otros mecanismos, de prevenir insatisfacciones y generar una mayor concentración de la riqueza sin queja alguna? ¿O la democracia, la organización política más sensata e imperfecta, podrá ofrecer las mejores condiciones para el desarrollo económico y social?
Como diría el dramaturgo y poeta Bertold Brecht: “tantas historias, tantas preguntas”.
El futuro de la democracia en Brasil depende de una distensión política, en la medida de lo posible, que acabe con la polarización dada en las elecciones de 2022. Urge ganarse a parte del electorado crítico con el actual sistema democrático y aislar a los radicales que lo defienden. el régimen autoritario.
La victoria de Jair Bolsonaro en 2018 planteó una visión ultraconservadora de la sociedad y su derrota en 2022 no cierra una etapa en la historia de Brasil de convivencia con una base consolidada que reclama ruptura institucional.
¿Cómo ganar la parte del electorado simpatizante de las banderas autoritarias? La economía será el instrumento más importante desde el momento en que una parte del electorado considere y reconozca el logro de ganancias reales en su vida.
Derrotar la ideología autoritaria en Brasil y revitalizar nuestro sistema democrático será el desafío más importante para el Presidente de la República elegido en las elecciones de este año.
*Rodrigo Carvalho es doctor en ciencias políticas por la PUC-SP. Autor, entre otros libros de El gobierno Lula y los medios impresos – La construcción de un pensamiento hegemónico (Nuevas Ediciones Académicas).
Publicado originalmente en la revista Justicia electoral en debate – MARTES-RJ/FEB. 2023).
Referencias
BOBBIO, Norberto. El futuro de la democracia: una defensa de las reglas del juego. Editorial Paz e Terra: Río de Janeiro/São Paulo, 2018.
BRASIL…2019. https://www.camara.leg.br/propostas-legislativas/2220292.
BRASIL, Constitución Federal de 1988. Publicación Original. Disponible en: http://www2.camara.leg.br/legin/fed/consti/1988/constituicao-1988-5-outubro-1988-322142-publicacaooriginal-1-pl.html. Consultado el: 28 de febrero. 2015.
CAMARA DE LOS DIPUTADOS. PEC 135/2019. Añade el § 12 al art. 14, de la Constitución Federal, disponiendo que, en las votaciones y cómputos de elecciones, plebiscitos y referéndums, es obligatoria la emisión de boletas físicas, que puedan ser verificadas por el elector, para ser depositadas en urnas impermeables, para efectos de fiscalización. Brasilia, DF: Cámara de Diputados, 2019. Disponible en: https://www.camara.leg.br/propostas-legislativas/2220292.
CARVALHO, Rodrigo; CHAIA, Vera; COELHO, Claudio (org). Medios y Política. São Paulo: Editora Anita, 2015.
DAHL, Robert A. Acerca de la democracia. Editorial UnB: Brasilia, 200.
__________, La democracia y sus críticos. Martins Fuentes: São Paulo, 2012.
DATAFOLHA: La confianza de los brasileños en las máquinas de votación electrónica crece del 73% al 79%. La encuesta escuchó 2.556 votantes, en 183 municipios, el miércoles (27) y el jueves (28). Diario Nacional, Río de Janeiro, 30 de julio. 2022. Disponible: https://g1.globo.com/jornal-nacional/noticia/2022/07/30/datafolha-confianca-dos-brasileiros-nas-urnas-eletronicas-cresce-de-73percent-para-79percent. ghtml.
ELECCIONES 2022. Contando: Presidente y Gobernadores, São Paulo. 2022. Disponible en: https://noticias.uol.com.br/eleicoes/2022/apuracao/1turno/.
LAVAREDA, Antonio. Democracia en las urnas: el proceso de los partidos electorales brasileños. Río Fundo Editorial: Río de Janeiro, 1991.
__________, votantes “divididos”, opinión pública no tanto. En: Blog do Noblat: https://www.metropoles.com/blog-do-noblat/artigos/nas-eleicoes-os-brasileiros-se-didiram-a-opiniao-publica-nem-tanto
NICOLAU, Jairo. Sistemas Electorales. Río de Janeiro: Editora FGV, 2012.
La participación popular en unas elecciones en Italia fue la peor de la historia: 63,91%. R7, 26 de septiembre. 2022. Disponible en: https://noticias.r7.com/internacional/participacao-popular-em-eleicao-na-italia-foi-a-pior-da-historia-6391-26092022.
PEREIRA, Merval. Petista tiene que darle la vuelta al partido. El Globo, 03 nov. 2022. pág. 2. (Impreso.)
POWER 360, Lea el texto completo del discurso de Bolsonaro el 7 de septiembre. https://www.poder360.com.br/governo/leia-a-integra-do-discurso-de-bolsonaro-no-ato-de-7-de-setembro-em-sao-paulo/
__________, Francia registra la mayor abstención electoral desde 1969. https://www.poder360.com.br/internacional/franca-registra-maior-abstencao-eleitoral-desde-1969/
SCHUMPETER, José A. Capitalismo, Socialismo y Democracia. Editorial Fundo de Cultura: Río de Janeiro, 1961.
WIKIPEDIA. Elecciones Presidenciales en Brasil 2018. Brasil: Wikipedia, 2022. Disponible en: https://pt.wikipedia.org/wiki/Elei%C3%A7%C3%A3o_presidencial_no_Brasil_em_2018.
______. Elecciones presidenciales en Brasil en 2014. Brasil: Wikipedia, 2022. Disponible en: https://pt.wikipedia.org/wiki/Elei%C3%A7%C3%A3o_presidencial_no_Brasil_em_2014.
______. Elecciones presidenciales en Brasil en 2010. Brasil: Wikipedia, 2022. Disponible en: https://pt.wikipedia.org/wiki/Resultados_da_elei%C3%A7%C3%A3o_presidencial_no_Brasil_em_2010#:~:text=Primeiro%20turno,-Resultados%20eleitorais%20no&text=Em%20vermelho%2C%20os%20estados%20onde,verde%2C%20onde%20Marina%20Silva%20venceu.
______. Elecciones presidenciales en Brasil en 2006. Brasil: Wikipedia, 2022. Disponible en: https://pt.wikipedia.org/wiki/Elei%C3%A7%C3%A3o_presidencial_no_Brasil_em_2006#:~:text=Lula%20obteve%2058.295.042%20votos,turno%20em%20rela%C3%A7%C3%A3o%20ao%20primeiro.
______. Elecciones presidenciales en Brasil en 2002. Brasil: Wikipedia, 2022. Disponible en: https://pt.wikipedia.org/wiki/Resultados_da_elei%C3%A7%C3%A3o_presidencial_no_Brasil_em_2002#:~:text=O%20pleito%20teve%20a %20vit%C3%B3ria,%2C73%25%20dos%20votos%20v%C3%A1lidos.
______. Elecciones presidenciales en Brasil en 1998. Brasil: Wikipedia, 2022. Disponible en: https://pt.wikipedia.org/wiki/Elei%C3%A7%C3%A3o_presidencial_no_Brasil_em_1998.
______. Elecciones presidenciales en Brasil en 1994. Brasil: Wikipedia, 2022. Disponible en: https://pt.wikipedia.org/wiki/Elei%C3%A7%C3%A3o_presidencial_no_Brasil_em_1994#:~:text=O%20soci%C3%B3logo%20Fernando%20Henrique%20Cardoso,com%204%20671%20457%20votos.
______. Elecciones presidenciales en Brasil en 1989. Brasil: Wikipedia, 2022. Disponible en: https://pt.wikipedia.org/wiki/Elei%C3%A7%C3%A3o_presidencial_no_Brasil_em_1989#:~:text=Lula%20fora%20para%20o%20segundo,%2C96%25%20dos%20votos%20v%C3%A1lidos.
El sitio web de A Terra é Redonda existe gracias a nuestros lectores y simpatizantes.
Ayúdanos a mantener esta idea en marcha.
Haga clic aquí para ver cómo