por JOSÉ RAIMUNDO TRINDADE*
La importancia de la Sociedad Brasileña de Economía Política (SEP)
Introducción
En las próximas semanas tendremos el Congreso de la Sociedad Brasileña de Economía Política (SEP). Fundada en 1996, en pleno ciclo de gobierno neoliberal de Fernando Henrique Cardoso, esta entidad reúne al mayor grupo de investigadores sobre economía política heterodoxa y radical de Brasil. La próxima reunión de la Sociedad Brasileña de Economía Política SEP tendrá lugar por primera vez en la región amazónica, en el estado de Pará, más precisamente en el municipio de Marabá.[i]
Debido a la importancia de la disputa ideológica y teórica dentro de la llamada ciencia económica y a las especificidades del casi continuo proceso de intervención del discurso económico en la sociedad, vale la pena establecer algunas consideraciones y análisis sobre la importancia de la mencionada institución de derecho civil. sociedad y el carácter de la teoría de la disputa que involucra la lógica misma de la existencia de esta ciencia.
El artículo que sigue busca desarrollar tres elementos que consideramos centrales en la situación actual y que forman parte tanto de la realización del Congreso de la Sociedad Brasileña de Economía Política, pero principalmente de la disputa que se plantea en la sociedad brasileña y mundial sobre el futuro. del capitalismo y de la propia civilización humana, sin ningún tipo de dramaturgia.
En primer lugar, buscamos dilucidar el significado ideológico y técnico de lo que se denomina ciencia económica, en contraposición al término clásico de economía política, observando además la diversidad de escuelas y líneas explicativas presentes en la configuración actual del pensamiento económico. En un segundo momento, haremos un breve acercamiento histórico a la entidad, buscando socializar los hechos que conducen a la organización de una entidad alternativa al pensamiento hegemónico neoclásico y al equilibrio fiscal prevaleciente en la academia brasileña e internacional.
Finalmente, establecemos algunos elementos coyunturales que refuerzan la necesidad de oponerse a cualquier pensamiento hegemónico y que se vinculan con el mantenimiento de un doble orden sistémico: el predominio de la ganancia (ganancia) capitalista sobre el bienestar de la sociedad y el uso de instituciones de al Estado mantener el citado orden sistémico.
La disputa teórica e histórica en la economía política
El desarrollo de la llamada “ciencia económica” a lo largo de los últimos cuatro siglos, tomando como hito la obra de Adam Smith (1776), se asienta en diferentes escuelas de pensamiento, diversas formaciones teóricas e interpretaciones marcadas tanto por elementos interpretativos diferenciados, así como también, como denota Hunt (1988, p. 22), por “aspectos cognitivos, científicos, así como (…) emocionales, morales o ideológicos”.[ii] Vale la pena reforzar el componente ideológico y tratarlo mejor, como haremos más adelante.
Así, las diferentes construcciones históricas en la economía no se establecieron adecuadamente como interacciones paradigmáticas, como consideró Thomas Kuhn (1989) en relación con las ciencias naturales, especialmente la física y la química.
La disputa teórica en la llamada economía política clásica ya se ha dado con el claro carácter de disputas de clases sociales, y el cuestionamiento de la teoría clásica del valor trabajo, desarrollada por Smith y Ricardo, ha sido doblemente atacado: por la conformación de lógica utilitarista, que dará lugar al conjunto diferenciado de formaciones neoclásicas y keynesianas contemporáneas y, por el otro, a la construcción de una línea alternativa que, reformulando la teoría del valor trabajo, pero mantuvo el nexo objetivo de explicar la producción de riqueza social. . Volveremos a estas dos formulaciones principales más adelante.
Sin embargo, el núcleo de la teoría económica, que cambia históricamente, pero mantiene elementos analíticos que convencionalmente se denominan neutrales y naturales, especialmente la teoría neoclásica, converge hacia un paroxismo que Joseph Schumpter (1964, p. 194) denominó “economía de la economía Crusoe”. -like”, una ciencia basada en un alto formalismo, pero donde sólo un agente económico representativo, “Crusoe”, puede “imaginarse evaluando sus diversos medios escasos de producción de acuerdo con las satisfacciones marginales que sabía que dependían de la posesión [de ingresos] respectivos”.
El análisis de la llamada “economía vulgar”, como llamó Karl Marx (2013, [1867]) a autores utilitarios como Jean Batista Say y Jeremy Bentham, precursores de la actual economía neoclásica marginalista, se convierte en un punto necesario para observar cómo la El sistema teórico de la economía moderna se basará en instrumentos matemáticos cuya base axiomática será siempre una construcción subjetivista, donde los factores de ausencia social e histórica serán el núcleo de la organización explicativa, condicionando los modelos, aunque cada vez más complejos, pero simplistas en su esencia axiomática.
Marx ya destacó fuertemente las demarcaciones de la diferencia entre “economía política clásica” y “economía vulgar”. Según él, la economía política clásica “investiga la estructura interna de las relaciones de producción burguesas”, mientras que “la economía vulgar (…) se mueve sólo dentro del contexto aparente (…) y sirve a las necesidades internas de la burguesía”.[iii]
La teoría económica instaurada a finales del siglo XIX, en torno a las formulaciones de autores austriacos, ingleses y franceses (Manger, Walras, Marshal) estableció lo que el autor italiano Antônio Gramsci (Ano) denominó “viejo individualismo económico”, basado en la idea general líneas de un “mercado perfectamente competitivo”, caracterizado por la atomicidad y homogeneidad de las empresas, totalmente ajustado a la “mano invisible” de Smith.
Sin embargo, a este edificio de fantástico irrealismo que organizó en gran medida la forma de tratar la economía capitalista en los siglos XX y XXI se sumaron dos elementos: la lógica del equilibrio fiscal, imponiendo la existencia de un Estado neutral y único normativo y, también, la perspectiva de que los ajustes del mercado serían lo suficientemente racionales para estabilizar la economía, evitando sus espasmos de crisis, algo suficiente para enfrentar y responder a las enormes incertidumbres características de la sociedad capitalista.
En cuanto al primer aspecto, algo central en la construcción justificativa de todo sistema fiscal en el capitalismo contemporáneo, algo que Mattei (2023), en su excelente estudio descriptivo del siglo XX, observa que es parte de un sentido común de “vida honesta y Lenguaje difícil” del discurso económico, tan a menudo replicado en los medios de comunicación que pretenden comparar el “presupuesto del Estado” con el “presupuesto familiar”.
La percepción neoclásica está ligada a la noción dominante del Estado como una “entidad” neutral, que define cada actitud del Estado como una acción separada y que además tiene un impacto aislado en la economía. Cabe señalar que esta concepción repercute en la idea de “independencia” del Banco Central, y en aspectos de rigidez fiscal. Es interesante observar que en todos los momentos de crisis estructural (1930, 1973, 2008) y conflictos bélicos, déficits Los presupuestos los determina libremente el ejecutivo presidencial con pleno consentimiento de la Junta de la Reserva Federal, en el caso de Estados Unidos, por ejemplo.[iv]
El siglo XX demostró que los estallidos permanentes de crisis en el sistema capitalista obligan a una presencia cada vez mayor del Estado en la gestión de ciertos sectores de la economía, eliminando obstáculos a la acumulación de capital. Del mismo modo, el discurso dominante en torno a crisis sólo momentáneas y ajustes de soluciones de mercado también ha demostrado históricamente que no tiene base en la realidad, sino que compone la lógica de los modelos explicativos de la economía convencional.
La SEP y su papel crítico radical
La Sociedad Brasileña de Economía Política (SEP) fue creada en 1996, como resultado del I Encuentro Nacional de Economía Clásica y Política,[V] Centrado en la demarcación de puntos teóricos divergentes en relación con el pensamiento hegemónico neoclásico sobre el desarrollo y regulación de la economía capitalista y, principalmente, sobre el tratamiento de la sociedad brasileña, estableció un centro organizativo del pensamiento económico crítico de enorme relevancia no sólo en Brasil. , sino para toda América Latina.
En la reunión fundacional de la Sociedad Brasileña de Economía Política contamos con la participación de más de 90 economistas políticos, con gran diversidad de posturas, estando presentes las principales corrientes del pensamiento económico crítico en la construcción de la entidad. En los últimos 28 años, el número de trabajos presentados aumentó y, en 2023, fueron presentados 145 trabajos científicos en la SEP realizada en el estado de Alagoas.
Las diversas corrientes heterodoxas representadas en la entidad (marxistas; neoricardianos; poskeynesianos; neoshumpterianos y estructuralistas) cuentan con un espacio necesario de desarrollo y organización creativa para la construcción colectiva de alternativas al positivismo neoclásico. Los puntos de convergencia de estas diferentes visiones se pueden resumir en cuatro puntos de proximidad, aunque otros tantos son de contradicciones, diferenciaciones y divergencias:
(i) Existe una importante convergencia respecto de la crítica al falso “consenso neoclásico”, considerando tanto la necesidad de un acercamiento más histórico al “pensamiento concreto”, es decir, la realidad social, económica y ambiental; (ii) La economía política no se erige como una ciencia neutral que naturaliza su objeto de estudio. Constituye una ciencia social y se distancia de los vínculos positivistas que caracterizan a la economía ordinaria.
(iii) Crítica al dogma de la rigidez fiscal y la lógica del equilibrio presupuestario. Este análisis está distorsionado porque no considera los componentes del sistema crediticio y la dinámica de la acumulación de capital. El corolario general de esta interpretación es la condición de que todos los ahorros (S) generados en el sistema encuentren, de alguna manera, aplicación productiva (I) y que sean las decisiones subjetivas de ahorrar las que determinen la inversión. Esta percepción genera la versión predominante de las finanzas públicas basadas en el equilibrio presupuestario, estableciendo la imposibilidad de mantener los déficits gubernamentales.
(iv) Finalmente, el conjunto de percepciones reunidas en la Sociedad Brasileña de Economía Política consideran los límites críticos del capitalismo, considerando la necesidad de rupturas necesarias con el estándar actual. El consenso existente no avanza hacia una percepción única, se observan diferentes miradas respecto de los caminos a seguir, sin embargo la crítica radical al neoliberalismo y la actual condición de completa mercantilización de la naturaleza y extrema desigualdad social son puntos de convergencia.
La economía política tendría la función científica, según Marx, de investigar “la estructura interna de las relaciones de producción burguesas, a diferencia de la economía vulgar, que se mueve sólo dentro del contexto aparente”. Lo que hacen la SEP y los investigadores y científicos organizados en torno a ella se refiere al ejercicio de análisis estructural del capitalismo, buscando tanto establecer los límites de este orden productivo como proyectar soluciones civilizadoras. ¡Viva la Sociedad Brasileña de Economía Política!
*José Raimundo Trinidad Es profesor del Instituto de Ciencias Sociales Aplicadas de la UFPA. Autor, entre otros libros, de Agenda de debates y desafíos teóricos: la trayectoria de la dependencia y los límites del capitalismo periférico brasileño y sus condicionantes regionales (Paka-Tatu).
Referencias
BERLE, Adolf A. La República Económica Americana. Río de Janeiro: Forense, 1982.[https://amzn.to/4c2PDUA]
BLYTH, Marcos. Austeridad: la historia de una idea peligrosa. São Paulo: Autonomia Literária, 2017. [https://amzn.to/456cTyR]
HUNT, E.K. Historia del pensamiento económico.. São Paulo: Elsevier, 2012. [https://amzn.to/3RdSJNk]
KUHN, T. La estructura de la revolución científica.. São Paulo: Perspectiva, 1989. [https://amzn.to/3RcPG89]
MARX, K. El capital: crítica de la economía política, Libro I: El proceso de producción del capital [1867]. São Paulo: Boitempo, 2013. [https://amzn.to/3Vt8vXt]
MATTEI, Clara E. El orden del capital: cómo los economistas inventaron la austeridad y allanaron el camino para el fascismo. São Paulo: Boitempo, 2023. [https://amzn.to/3V5MsER]
SCHUMPETER, JA Historia del análisis económico.. México: Fondo Cultural, 1964.
STUDENSKI, P. Y KROOSS, HE Historia financiera de los Estados Unidos.. Nueva York: McGraw-Hill, 1963. [https://amzn.to/45haSjq]
VAROUFAKIS, Yanis. El Minotauro Global: El Verdadero Origen de la Crisis Financiera y el Futuro de la Economía. São Paulo: Autonomia Literária, 2017. [https://amzn.to/4c9LbUd]
Notas
[i] El Encuentro Nacional de la SEP se realiza anualmente y este año 2024, por primera vez, se realizará en la región amazónica, específicamente en la Universidad Federal del Sur y Sudeste de Pará (UNIFESPA), con una amplia programación a la que se puede acceder en: https://www.sep.org.br/01_sites/01/index.php. La reunión de la SEP será entre los días 11 y 14 de junio en Marabá, estado de Pará.
[ii] HUNT, EK Historia del pensamiento económico. São Paulo: Elsevier, 2012.
[iii] En el primer capítulo de El Capital (“La mercancía”), ver: Marx (2013, [1867], p. 156, nota 32).
[iv] Véanse, entre otros: Studenski y Krooss, 1963; Berlé, 1982; Varoufakis, 2017; Blyth, 2017; Mattei, 2023).
[V] Para conocer el historial de SEP, consulte: https://www.sep.org.br/01_sites/01/index.php/instituicao/historico-sep.
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