¿Y cuando el maníaco es el presidente?

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Al son de las cacerolas que traquetean en los centros urbanos, la mano del Coronamaníaco inocula el virus de la inconsecuencia mediante selfie o saludo, mientras con la otra mano aprieta, una vez más, el gatillo de la ruleta rusa con sus obtusos partidarios.

por Iury Tavares*

la figura de jeringa maníaco no es ajeno a las noticias brasileñas.

Hace cuatro años, dos vagabundos fueron detenidos, acusados ​​de ser responsables de varios ataques con agujas en la Avenida Paulista.[ 1 ] y en el metro de São Paulo[ 2 ]. Dos años después, la tradicional fiesta de São João de Campina Grande terminó con más de sesenta personas traspasadas[ 3 ]. Durante el Carnaval del año pasado, las verbenas de Recife dejaron picadas a cerca de trescientas personas. Los ataques fueron enmarcados como lesiones corporales o un delito de exponer la vida de otra persona en riesgo al transmitir una enfermedad grave. En todos los casos, según los informes, las víctimas fueron examinadas y salieron de los hospitales públicos con un cóctel antirretroviral de 28 días y con la determinación de regresar para un mayor seguimiento.

Si el riesgo de contagio por pinchazo de aguja es bajo -menos del 1%-, no puede decirse lo mismo del coronavirus, cuyo grado de contagio es, de media, de hasta tres personas por paciente. En un contexto donde la mayoría de los infectados son asintomáticos, el riesgo de transmisión se incrementa, lo que se traduce en múltiples focos de infección y crecimiento exponencial de casos. Dicho esto, y armado con toda la información sobre las trágicas consecuencias de la pandemia, cuáles serían las implicaciones para cualquiera, bajo riesgo de ser contaminado, de exponerse en una multitud e intercambiar saludos con 272 personas[ 4 ]? ¿Cuáles deberían ser las consecuencias para un corona maníaco?

Y si el maníaco era el presidente de la republica?

Sin desconocer la importancia jurídica de la discusión[ 5 ], la conducta política de Jair Bolsonaro (y familia) siempre llevó la marca de la inconsecuencia, pero en tiempos de la pandemia de Covid-19, su perjuicio adquiere contornos fatales, ya que la tinta en su pluma tiene más peso que la de cualquier otro brasileño, ya sea Bic ou compactador. En Francia, Emmanuel Macron se tragó el nueva politica ante el “estado de guerra contra un enemigo invisible”[ 6 ]; la centrista Angela Merkel llamó al coronavirus “el mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial”; en el país de Benjamin Netanyahu, primer socio de Bolsonaro, israelíes y palestinos trabajan juntos en una oficina secreta contra la pandemia[ 7 ]; incluso el gobierno de Estados Unidos recomendó a la población quedarse en casa por 15 días[ 8 ] y, a nivel regional, los alcaldes de las grandes ciudades han determinado el confinamiento obligatorio[ 9 ]. Probablemente todo el mundo debe estar actuando bajo un miedo excusable, sorpresa o emoción violenta, ¿no es así?

Mientras tanto, Bolsonaro juega a negar el peligro como quien juega a la ruleta rusa con cinco balas en el cañón de su arma. En el mismo universo donde logra hacer flexiones imaginarias, el Covid-19 es una “gripecita” y no sentiría nada dado su bagaje de deportista. ¿Por qué, entonces, el Comité Olímpico Internacional anunció el aplazamiento de los Juegos Olímpicos, en Tokio, a 2021, una medida sin precedentes en la historia del evento deportivo? La solicitud del presidente[ 10 ] para que la población volviera a la normalidad incluía la reapertura de las escuelas, ya que el grupo de riesgo estaría restringido a las personas mayores de 60 años. La directriz va en contra de la acción de 157 países y la constatación de la Organización Mundial de la Salud de que las aulas son espacios que facilitan la contaminación. El estudiante asintomático se convierte en foco de contagio y ayuda a transportar el virus a otros grupos familiares. Bolsonaro ignora que Brasil tiene treinta millones de ancianos, de los cuales el 87% vive con alguien[ 11 ], sin mencionar que otros factores de riesgo están presentes en diferentes grupos de edad, como diabetes, asma, hipertensión y tabaquismo. Dios puede incluso formar científicos brasileños, como pide, pero poco podrán hacer frente a los recortes presupuestarios en ciencia y tecnología.

El desdén por el conocimiento ya había sido evidenciado por las críticas a las cifras de deforestación del INPE, pero Jair Bolsonaro volvió a abrazar el oscurantismo al desacreditar las directrices de los profesionales de la salud. Más allá de la crisis institucional que busca provocar en su lista de verificación diaria, la propia orientación del ministro de Salud ya fue contra las multitudes cuando Bolsonaro, camino a Estados Unidos, pidió a la gente que participara en las manifestaciones. Después de que la comitiva presidencial expulsara a 22 contagiados en suelo brasileño, Bolsonaro rompió el aislamiento recomendado para caer a las aguas de la multitud, el 15 de marzo, en la protesta que no fue ni en contra ni a favor, sino todo lo contrario.

La élite económica, a través de las figuras públicas[ 12 ] o institucionalmente, también contribuye al caos sanitario. Junior Durski, de la red Madero, defendió impunemente la reapertura de comercios a costa de “cinco mil o siete mil personas que van a morir”; El dueño de la red Giraffas, Alexandre Guerra, quiere que sepas que morir puede no ser el mayor de tus problemas, porque “¿ya te diste cuenta de que, en lugar de tener miedo de contagiarte de este virus, también debes tener miedo de perder tu trabajo? ”; El empresario y presentador Roberto Justus citó estadísticas sin fuentes para justificar el mantenimiento de la actividad: “¿Sabías que quince personas, entre adultos y niños, mueren todos los días por problemas relacionados con la desnutrición en Brasil? Y no vi a Brasil detenerse por eso”. – quizás porque la prioridad siempre ha sido el capital de trabajo y no el hambre. En otro frente, los bancos prometieron posponer los pagos durante sesenta días, pero en realidad ofrecieron a los inocentes titulares de cuentas nueva financiación con tasas de interés más altas. Mientras lloras, los bancos venden pañuelos, parafraseando a un conocido publicista diagnosticado con Covid-19. El aporte de la Fiesp, en reunión con el Presidente de la República, se resumió en tres preocupaciones desconectadas de la realidad: reequilibrar la rentabilidad del sector farmacéutico, el peligro que los servicios y artículos gratuitos pueden causar en la sociedad y, por último, el pedido de una pronta arreglo de aviones FAB para buscar adquisiciones privadas en China[ 13 ]. Paulo Guedes no estuvo presente, pero bien pudo recordar que no hay huésped que sobreviva a tanto parásito.

Pero es contra los pobres que se revela la cara más perversa de la crisis. En las favelas brasileñas viven 13 millones de personas, hacinadas en unos pocos metros cuadrados, sin posibilidad de aislamiento ni saneamiento. Lavarse las manos y dejar las ventanas abiertas no es baladí cuando hace días que no hay agua y las alcantarillas corren a la intemperie. Si el acceso a la salud es precario en condiciones normales, en tiempos de crisis la muerte es un remedio. Casi la mitad de los trabajadores son trabajadores por cuenta propia o autónomos y seguro que verán caer sus ingresos por lo inevitable del confinamiento. El Estado no debe quedarse impasible mirando al abismo por mucho tiempo. Las mejores prácticas internacionales apuntan a una intervención robusta para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, pero sobre todo a los grupos más frágiles de la sociedad. Sin embargo, el gobierno brasileño todavía anda a tientas en la oscuridad. Estados Unidos y países europeos aumentaron el gasto social[ 14 ] y planificar paquetes de estímulo por billones[ 15 ], dejando de lado cualquier ortodoxia presupuestaria impulsada por los vientos neoliberales. Mientras tanto, Guedes y su equipo extendieron una oferta de R$ XNUMX a los trabajadores y, en una medida provisional revocada tras intensas críticas, querían permitir que el empleador suspendiera el contrato de trabajo hasta por cuatro meses sin mantener el salario.

Como si todos los problemas no fueran suficientes, el diputado federal Eduardo Bolsonaro exhibió la marca de la inconsecuencia al atribuir la culpa de la pandemia a China, el mayor socio comercial de Brasil. La declaración generó una tensión diplomática completamente innecesaria. Considerando las exportaciones e importaciones entre los países, el monto llega a US$ 100 mil millones/año, con un superávit del lado brasileño de US$ 30 mil millones.

Y quien conduce a Brasil a través de esta tormenta es el “gran timonel” Bolsonaro, más preocupado por la actividad económica que por la proyección de 478 muertos en el país por Covid-19, que hace la Universidad de Oxford.[ 16 ]. El presidente ya ha dejado claro que si la economía se hunde, su gobierno termina. Se da prioridad. Por eso, el gobierno lanzó una campaña institucional con el lema “Brasil no puede parar”. La pieza trae, en su mayoría, hombres y mujeres negros en sus imágenes. Ellos son los que deben, en sus periferias, aceptar el riesgo de exposición al virus porque no pasa nada cuando se tiran a la cloaca.[ 17 ].

Ante la embestida de jeringa maníaco, las víctimas eran al menos conscientes de la gravedad del hecho y de las precauciones que deben seguir a una agresión infundada y perturbadora. Al son del crepitar de las ollas que tintinean en los centros urbanos, la mano del corona maníaco inocula el virus de la inconsecuencia mediante selfie o saludo, mientras con la otra mano vuelve a apretar el gatillo de la ruleta rusa con sus obtusos partidarios.

Solo el arma está frente a ti.

*Iury Tavares Máster en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales por la Universidade Nova de Lisboa


[ 1 ] https://www1.folha.uol.com.br/cotidiano/2016/09/1810931-mulheres-relatam-que-foram-feridas-com-agulhas-no-metro-de-sao-paulo.shtml

[ 2 ] http://g1.globo.com/sao-paulo/noticia/2016/09/policia-civil-prende-suspeito-de-ser-o-maniaco-da-seringa-no-metro-de-sp.html

[ 3 ] https://g1.globo.com/pb/paraiba/noticia/sao-joao-2018-de-campina-grande-termina-com-61-feridos-por-agulhas-diz-hospital.ghtml

[ 4 ] https://politica.estadao.com.br/noticias/geral,bolsonaro-tem-contato-direto-com-ao-menos-272-pessoas-durante-ato-mostra-video,70003234397

[ 5 ] https://www.conjur.com.br/2020-mar-14/frederico-cattani-quem-coronavirus-nao-cuida-comete-crime

[ 6 ] http://www.rfi.fr/pt/fran%C3%A7a/20200316-covid19-macron-diz-que-a-fran%C3%A7a-est%C3%A1-em-guerra

[ 7 ] https://www1.folha.uol.com.br/mundo/2020/03/combate-ao-coronavirus-sela-cooperacao-entre-israelenses-e-palestinos.shtml

[ 8 ] https://noticias.uol.com.br/ultimas-noticias/agencia-estado/2020/03/23/eua-apos-os-15-dias-de-isolamento-decidiremos-que-caminho-seguir-diz-trump.htm

[ 9 ] https://economia.uol.com.br/noticias/afp/2020/03/20/maiores-cidades-dos-eua-em-confinamento-compulsorio-por-coronavirus.htm

[ 10 ] https://www.youtube.com/watch?v=Tb22dopGGzI

[ 11 ] Datos del Censo del IBGE de 2010.

[ 12 ] https://economia.uol.com.br/noticias/redacao/2020/03/24/empresarios-coronavirus-o-que-dizem-criticas.htm

[ 13 ] https://www1.folha.uol.com.br/colunas/eliogaspari/2020/03/a-fiesp-expos-sua-alma-em-reuniao-com-bolsonaro.shtml

[ 14 ] https://economia.uol.com.br/noticias/redacao/2020/03/17/medidas-governo-coronavirus-trabalho.htm

[ 15 ] https://exame.abril.com.br/economia/respostas-da-politica-economica-global-a-pandemia-do-coronavirus/

[ 16 ] https://congressoemfoco.uol.com.br/saude/pesquisadores-de-oxford-projetam-478-mil-mortes-por-covid-19-no-brasil/

[ 17 ] https://g1.globo.com/politica/noticia/2020/03/26/brasileiro-pula-em-esgoto-e-nao-acontece-nada-diz-bolsonaro-em-alusao-a-infeccao-pelo-coronavirus.ghtml

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