por ANTONIO VALVERDE*
La creación de partidos verdes resultó insuficiente para llevar adelante las tesis de preservación y cuidado de la naturaleza para las próximas generaciones
“¿Qué raíces son estas que echan raíces, qué ramas ramifican / En esta inmundicia pedregosa? […], / No puedes decir, ni siquiera estimar, porque sólo sabes / Un haz de imágenes rotas, golpeadas por el sol, / Y los árboles muertos ya no te cobijan, ni el / canto de los grillos te consuela, / Y nadie sonido de agua palpitante sobre piedra seca. Solo / Una sombra crece bajo esta roca escarlata. / (Ven a la sombra de esta roca escarlata), / Y te mostraré algo diferente / Desde tu sombra que camina detrás de ti al amanecer / O desde tu sombra vespertina que se levanta para encontrarte; / Te revelaré qué es el miedo en un puñado de polvo”.
(TS ELIOT, “El entierro de los muertos”, en la tierra desolada).
Posición
La prueba gira en torno a la El principio de responsabilidad, de Hans Jonas, 1979, aunque contiene pocas referencias directas a la obra. Para dar materialidad a las tesis jonasianas.
Respuesta a la pregunta: “¿Es posible hoy una política ambiental?” – Inmediatamente, la respuesta es no: una política ambiental ya no será posible. Y al mismo tiempo, dialécticamente, sí. El sí y el no, tal vez, péndulo. Sí, si se sigue el modelo de los pueblos indígenas, los pueblos autóctonos de Brasil, recuperando la forma ancestral de moldear el metabolismo naturaleza-hombre, a través del proceso de integración basado en la naturaleza y no en el hombre. A la par, complementariamente, con las propuestas del ecosocialismo. Si todavía hay tiempo.
Sin embargo, al reforzar el pesimismo realista ante el descuido con el medio ambiente, que ha sido constante durante siglos, la Estadão, del 15 de julio de 2021, trae el artículo “Amazonía en junio bate nuevo récord de deforestación”.[i] Lo cual suma datos a la situación ambiental degradada, agregando un subtexto latente que apunta a serios problemas de supervivencia de la especie, desde la futura falta de agua potable, calentamiento del clima por encima de lo tolerable, bosques transformados en cerrados, desertificación de suelos, etc.[ii] Para colmo de males, el propio bosque muestra claros signos de estar en proceso de autodestrucción, debido a la emisión excesiva de dióxido de carbono.[iii] Ciertamente, la primera y mayor evidencia de la acumulación de factores es y seguirá siendo la del hambre. Por lo tanto, un panorama ambiental sombrío para las futuras generaciones de seres vivos de todas las especies de la Biosfera.
¿Y cómo terminó esa esperanza suscitada por la creación del Partido Verde alemán, de inspiración jonasiana, que se extendió a varios países, incluido Brasil? Resultó, en general, insuficiente para llevar adelante –al campo de la gran política– las tesis de preservación y cuidado de la naturaleza para las próximas generaciones. Con la excepción de las políticas ambientales de bajo perfil de algunos países nórdicos, sin posibilidad de convertirse en un estándar hegemónico, ni siquiera para la resentida Europa. Además del espectacular fracaso de todas las conferencias internacionales sobre cambio climático, medidas empíricamente hasta la extenuación, Copenhague, Doha, Río de Janeiro, París...
Prioridades
Si en la actualidad el hombre está destruyendo el medio ambiente, es necesario registrar la hipótesis de extinción provocada por la caída de meteoritos, en los últimos 250 millones de años, que provocaron cinco grandes extinciones masivas de especies en la Tierra. Tanto el ocurrido en Mato Grosso, en el centro de Brasil, hace 250 millones de años, como otros con meteoritos de mayores dimensiones que el “encontrado” en Araguainha –cerca de la ciudad de Goiás. Tal meteorito habría liberado gas metano, contenido en las rocas, suficiente para provocar la enorme extinción de especies vivas hasta ahora conocida, en un radio de 1.600 kilómetros, bajo el efecto invernadero resultante de XNUMX gigatoneladas del gas. Energía equivalente a un millón de megatones de TNT, muy superior al potencial destructivo de una bomba termonuclear, de hidrógeno o atómica -diferenciada por la forma de detonarlas-.
Para el evento de Araguainha, se estima la extinción del 96% de las especies. Además del meteorito aún más poderoso que cayó en la península de Yucatán, en México, que causó más destrucción que el precipitado de Araguainha. Eso, por hipótesis, habría causado la separación de la Pangea original en varios continentes. (PIVETTA, septiembre de 2013, pp. 16-21). De lo cual se puede imaginar y deducir que las vidas orgánicas e inorgánicas del Planeta han sufrido conmociones y destrucciones –desde tiempos vírgenes, quizás, aún sin la conocida existencia del tiempo–, provocadas por la propia naturaleza, incluso antes de la aparición del hombre en el Biosfera. Actualmente, es la vida del espíritu la que está desolada.
Considere también investigaciones recientes de historiadores, antropólogos, arqueólogos, botánicos y paleoecólogos, que apuntan a la plantación de bosques en el pasado remoto, mucho antes de la invasión de los colonizadores en Pindorama.[iv] Como modelo, de la agricultura de la selva amazónica, destacada por la investigación realizada por científicos de la Universidad de Exeter, en Inglaterra. Mostrando la intervención humana en esa región hace cuatro mil quinientos años, la cual se dio a través del proceso de enriquecimiento del suelo con abonos naturales hasta crear el “tierra oscura amazónica”, la tierra negra de los indígenas. Porque, en lugar de deforestar para expandir la agricultura, los indígenas mejoraron el suelo con miras a un metabolismo naturaleza-hombre “sostenible”. (VEIGA, 2018).[V] Lo que muestra, al menos en parte, el origen antrópico de la Hileia amazónica, en la expresión acuñada por Humboldt, si se expandió más allá de los límites de lo que sería la parte amazónica de la Terrae Brasilis.
Los estudios sobre la agricultura practicada por los indígenas se multiplican, en detalle. Mostrando cómo pudo darse la domesticación de las plantas, bajo un proceso de transgenia natural, por parte de los indígenas.[VI] La creación de una agricultura organizada y la posible formación de ciudades jardín en la Selva.[Vii] La distribución de árboles y geoglifos que indican el impacto de los humanos en la selva amazónica.[Viii] Hasta el descubrimiento de la plantación de castaños por parte de las poblaciones autóctonas, previo a la llegada de los invasores europeos.[Ex] Esto se puede complementar con el estudio de los árboles, más precisamente de sus troncos, de bosques como el Amazonas, que guardan registros de la forma sostenible de manipulación humana.[X]
Así, por todos los indicios, las sociedades de los indígenas eran sociedades de abundancia, mientras que las actuales son de escasez, sobre todo, de alimentos para los seres humanos, pero también para los animales salvajes. Lo que lleva a la reflexión de Serres: “Una especie viva, como la nuestra, logra excluir a todas las demás de su ahora territorio global: ¿cómo podrían estas alimentarse o habitar el espacio que cubrimos de inmundicia? Si el mundo sucio corre algún peligro es por nuestra apropiación exclusiva de las cosas. […] (Así) Esta es la bifurcación de la historia: o muerte o simbiosis.” (SERRES, contrato natural, PAG. 58-59).
En cuanto a la situación ambiental, Viveiros de Castro, en “El modelo y el ejemplo: dos formas de cambiar el mundo”, conferencia impartida en 2017,[Xi] resume la discusión sobre la superioridad del movimiento de preservación ambiental inventado por los indígenas de Pindorama, con referencias al tema-problema ineludible del Antropoceno y el atisbo de alguna alternativa a la situación catastrófica anunciada, mientras haya tiempo para ello.
ecosocialismo
El trasfondo más general se transfigura en un choque muy actual, explícito hasta el límite del orden de las dificultades presentadas, entre las propuestas del Ecosocialismo, surgidas en la década de 1970, por iniciativa de Manuel Sacristán, Raymond Williams, André Gorz, James O'Connor y Frieder Otto Wolf. Hecho efectivo con el lanzamiento del Manifiesto Ecosocialista Internacional, en 2001, y la creación de la Red Ecosocialista Internacional, en 2007, extendida por Europa y América Latina, y difundida en el eje Brasil-Francia y Europa, por el intelectual marxista brasileño, Michael Löwy, cuyas tesis mencionaremos de pasada, y el llamado “capitalismo verde” vendido bajo la apariencia de “mercados de crédito de emisiones” y “mecanismos de compensación”, a veces de “economía de mercado sostenible”, formulados de manera compuesta para el crecimiento económico y la preservación de la naturaleza, para las tesis no mencionadas. Ante el descrédito de sus fines últimos. Mientras que el ecosocialismo apunta claramente al problema inmediato: “¡cambiar el sistema, no el clima!”. De hecho, la encíclica Laudato Si' (2015) está en línea con la misma proposición, salvo por la perspectiva del reformismo inherente a la doctrina social de la Iglesia, ya que Rerum Novarum, de 1891, mientras que el Ecosocialismo propone una actitud revolucionaria. – Lo cual puede sonar anacrónico, ya que el espíritu de la revolución dio paso al de la contrarrevolución a mediados del siglo XX.
Porque “es una propuesta radical –es decir, que ataca la raíz del sistema– tan diferente a las variantes productivistas del socialismo del siglo XX –socialdemocracia o 'comunismo' de tipo estalinista[Xii] – y las corrientes ecológicas que se adaptan, de una forma u otra, al sistema capitalista. Una propuesta que apunta no solo a transformar las relaciones de producción, el aparato productivo y el patrón de consumo dominante, sino sobre todo a construir un nuevo tipo de civilización, en ruptura con los cimientos de la civilización occidental capitalista/industrial moderna”. (LÖWY, 2014, p. 10).
gravedad del problema
“Comparada con la historia de la vida orgánica en la Tierra, […], los míseros 50.000 años de Homo sapiens. representan algo así como dos segundos al final de un día de 24 horas. Según esa escala, toda la historia de la humanidad civilizada ocuparía una quinta parte del último segundo de la última hora. El 'ahora', que como modelo de lo mesiánico abrevia en un resumen inconmensurable la historia de toda la humanidad, coincide rigurosamente con el lugar que ocupa en el universo la historia humana.” (Walter Benjamín, Tesis sobre el concepto de historia, 1940, tesis18).[Xiii]
La situación ambiental contemporánea es grave, extremadamente grave. Ciertamente, la tesis de Benjamin sobre lo que pensaba Marx: “las revoluciones son la locomotora de la historia mundial”, necesita, obligatoriamente, en el contexto actual, redimensionarse. Bueno, se hizo necesario tirar de los frenos de emergencia en el tren de la civilización, que ha estado en movimiento desde las revoluciones industriales. Para frenar y corregir todas las desviaciones de la destrucción capitalista excesiva de la naturaleza. Excesos sin límites, al margen de casi toda destrucción, tal como lo entienden Marques (2018), Wallace-Wells (2019) y Oliveira, Frogneaux, Vasconcelos (2020). ¿Podrá la humanidad lograr tal hazaña, como un hecho heroico comunidad y global? Este es el problema ético-político más urgente. Incendio.
Sin embargo, además del escenario de la catástrofe ambiental y la “destrucción” de la naturaleza, a pesar de que la naturaleza no será destruida, equiparado como el tema ético-filosófico más puntual de la actualidad, existe otro más grave, sin embargo , sumergida, porque es inaparente, casi en su totalidad: El dramático problema del hambre, siempre latente, ahora emerge de manera muy expresiva.
hiato digresivo
Denuncias de la Música Popular Brasileña. A principios de los 1970, Caetano Veloso cantaba: “Ê, saudade / Todos protestando contra la contaminación / Hasta las revistas de Walt Disney / Contra la contaminación (VELOSO, 'Épico', Araça azul, 1973)”,[Xiv] grabado en el centro de São Paulo con el sonido aleatorio de la contaminación acústica de los autobuses, humo..., dirigido por el maestro Rogério Duprat. El artista allanó el camino y aparecieron otras canciones de la muy viva colección de música popular brasileña sobre la preservación de la naturaleza, como la expresada en la trama de samba “Amor à Natureza”, de Paulinho da Viola, 1975.[Xv] Seguido por el lugar de América Latina en el orden mundial, en "planeta azul”, por Milton Nascimento, por…[Xvi] Y “Um Índio”, de Caetano Veloso, de…[Xvii] Sin embargo, anteriormente, Gilberto Gil cantó el hambre, el miedo y la muerte en “Marginália 2”, de…, advirtiendo “aquí está el fin del mundo / aquí está el fin del mundo…”[Xviii] Sin embargo, la canción “Tempo Rei”[Xix] y “El Fin de la Historia”,[Xx] ambos de Gil, rescatan la esperanza a través de la fuerza del tiempo y de la historia.
Referencias político-filosóficas a la pulsión del hambre
Para reconstituir el problema del hambre son necesarias referencias a pasajes olvidados de la filosofía política, y también para salir del calabozo civilizatorio, que ha sido la experiencia existencial de la pandemia de la Covid-19. En primer lugar, dos referencias ineludibles a Marx.
Primero. Extraído de Manuscritos económico-filosóficos, de 1844, que puede parecer a los incautos una revisión crítica de La riqueza de las naciones, de Adam Smith, cuyo resultado resulta ser completamente diferente, todavía escrito con tintas hegelianas. Hola: "O hombre es inmediatamente se Natural. Como ser natural, y como ser natural viviente, está, por un lado, dotado de fuerzas naturales, de fuerzas vivas, es un ser natural activo; estas fuerzas existen en él como posibilidades y capacidades (Anlagen und Fähigkeiten), igual que unidades; en cambio, como ser natural, corpóreo, sensible, objetivo, es un ser que sufrirdependiente y limitado, como el animal y la planta, es decir, el objetos de sus impulsos existen fuera de él, como objetos independiente de ella. Pero estos objetos son objetos de su falta (necesitar), objetos esencial, indispensable para el desempeño y confirmación de sus fuerzas esencial. que el hombre es un ser corpóreo, dotado de fuerzas naturales, medio vivo, eficaz, objetivo, sensible que tiene objetos efectivos, sensibles, como el objeto de su ser, de su manifestación de vida (Lebensäusserung), o que solo puede manifiesto (aussern) su vida en objetos sensibles actuales (wirkliche sinnliche Gegenstände). es idéntico: ver (sein) objetivo, natural, sensible y al mismo tiempo objeto, naturaleza, sentido fuera de uno mismo, o siendo objeto mismo, naturaleza, sentido para un tercero. A hambre es falta Natural; por lo tanto necesita un naturaleza fuera de la mente de uno objeto fuera de su mente, para saciar a sí mismo. El hambre es la necesidad confesa de mi cuerpo de un objeto existente (seidenden) fuera de ella, indispensable para su esencial integración y exteriorización. el sol es el objeto de la planta, objeto esencial para ella, que confirma su vida, así como la planta es el objeto del sol, mientras externalización de la fuerza que evoca la vida del sol, de la fuerza esencial objetivo del sol.” (MARX, 2006, p. 127).
Aún desde Marx, las reflexiones sobre el metabolismo campo-ciudad, en La capital: “Con el predominio cada vez mayor de la población urbana, aglomerada en grandes centros por la producción capitalista, ésta, por un lado, acumula el motor histórico de la sociedad y, por otro lado, distorsiona el metabolismo entre el hombre y la tierra, es decir, el retorno al suelo de aquellos elementos que le son constitutivos y que fueron consumidos por el hombre en forma de alimento y vestido, retorno que es la eterna condición natural de la fertilidad permanente del suelo. Al hacerlo, destruye tanto la salud física de los trabajadores urbanos como la vida espiritual de los trabajadores rurales. Pero al mismo tiempo que destruye las condiciones de este metabolismo,[xxi] engendrada de manera enteramente natural-espontánea, la producción capitalista obliga a ser sistemáticamente restituida a su condición de ley reguladora de la producción social y en forma adecuada al pleno desarrollo humano”.[xxii]
A lo que Marx añade: "En la agricultura, como en la manufactura, la transformación capitalista del proceso de producción aparece a la vez como el martirologio de los productores, el medio del trabajador, la combinación social de los procesos de trabajo como una opresión organizada de su vitalidad, libertad individual e independencia. La dispersión de los trabajadores rurales en áreas cada vez mayores debilita su capacidad de resistencia, así como la concentración en grandes centros industriales aumenta la de los trabajadores urbanos. Como en la industria urbana, en la agricultura moderna el aumento del poder productivo y la mayor movilización de mano de obra se obtienen por la devastación y agotamiento de la propia fuerza de trabajo. Y todo progreso en la agricultura capitalista es un progreso en el arte de expoliar no sólo al trabajador sino también al suelo, pues todo progreso hecho para aumentar la fertilidad del suelo durante un cierto período es al mismo tiempo un progreso en el agotamiento de las fuentes duraderas de ese suelo. fertilidad. fertilidad".
Para concluir: “Cuanto más un país, como los Estados Unidos de América, tiene la gran industria como punto de partida de su desarrollo, más rápido aparece este proceso de destrucción. Por tanto, la producción capitalista sólo desarrolla la técnica y la combinación del proceso de producción social en la medida en que socava las fuentes de toda riqueza: la tierra y el trabajador.” (MARX, I, Sección IV, Capítulo 13).[xxiii]
Actualizando las reflexiones de Marx, quizás el filósofo que mejor entendió los pasajes anteriores y los reinterpretó bajo una nueva clave y tono filosófico-político, contrario a la posición de Freud respecto a las pulsiones de vida y muerte, debe ser Ernst Bloch, en El principio de la esperanza, en dos momentos de la obra. Primero, cuando se trata del cuerpo individual y la pulsión, digamos primaria, bajo aparente crudeza de exposición y contratiempos de traducción: “La pulsión necesita a alguien (algo) detrás de ella. Sin embargo, ¿quién es el estimulable que busca? ¿Quién se mueve en el movimiento vivo? ¿Quién da el impulso al animal? ¿Quién desea en los seres humanos? Aquí no todo gira en torno al yo, como pulsión sobreviene. Sin embargo, esto no significa que no exista un ser individual, completo en sí mismo, que lleve los impulsos, los sienta y, a través de su satisfacción, se deshaga de todos los sentimientos de asco. Por el contrario, este ser es, en primer lugar, el cuerpo vivo individual: movido por los estímulos y rebosante de ellos, posee los impulsos, que no se ciernen de manera genérica. Si el animal come, es su cuerpo el que se satisface y nada más. (BLOCH, I, 11, 2005, pp.51-52).”[xxiv]
Sin embargo, añade Bloch: “Hay varias pulsiones que el ser humano siempre lleva consigo, porque no sólo conserva la mayoría de las pulsiones animales sino que genera otras. Así que no sólo tu cuerpo sino tu yo es igualmente afectivo. El ser humano consciente es el animal más difícil de satisfacerse a sí mismo: es el animal que, para la satisfacción de sus deseos, no va directo al grano. Si le falta lo necesario para la vida, siente esta carencia como ningún otro ser: surgen visiones de hambre. Si tiene lo que necesita, con el goce surgen nuevos apetitos, que lo molestan de una manera diferente y no menos que antes lo hacía la carencia. […] (Para esto) Jerjes estipuló un premio por la invención de una nueva diversión. No era solo aburrimiento, sino un impulso que no conocía, al menos como un clamor, y que pretendía saciarse”. (BLOCH, I, 11, 2005, p. 53).
Bloch termina mostrando el hambre como el “impulso básico más confiable para la autoconservación”. Pues, “muy poco, infinitamente poco se ha dicho hasta ahora del hambre, aunque este aguijón tiene un aspecto bastante original o arcaico, pues el ser humano sin alimento perece, mientras que es posible vivir sin gozar del amor al menos por un tiempo. . Es tanto más posible vivir sin satisfacer la pulsión de poder, tanto más sin volver al inconsciente de los antepasados de hace 500 años. Pero el desempleado que se está muriendo, que no ha comido durante días, ha sido realmente llevado a la situación de necesidad más antigua de nuestra existencia y la hace visible. […] la denuncia del hambre es precisamente la más fuerte, la única que se puede presentar sin rodeos. Se da crédito a la desgracia de los hambrientos. […] El estómago es la primera lámpara en la que se debe verter el aceite. Su anhelo es preciso, su impulso tan inevitable que no puede ni siquiera ser reprimido por mucho tiempo” (BLOCH, I, 13, pp. 67-68) de análisis complejo, en el ítem “Otra vez pulsión y alimento o subjetividad, objetividad de los bienes, los valores y el bien supremo” (BLOCH, III, 54, pp. 409-419).
A partir de la experiencia vivida en las calles del futuro Oslo, en Noruega, aparece el tema del hambre en una novela homónima de Knut Hamsum (1859-1952), publicada en 1890: hambre, desesperación, delirio provocado por el hambre. Posteriormente, Josué de Castro (1908-1973), médico pernambucano, escribió la obra seminal del siglo XX sobre el problema, Geopolítica del hambre: el dilema brasileño: pan o acero, de 1946, fruto de investigaciones empíricas. También Carolina de Jesús, en Sala de desalojo: diario de un habitante de tugurios, iniciada el 15 de julio de 1955, relata con dureza la crueldad del hambre para ella y sus hijos. No tener nada para comer durante días y días a la vez.
Ocurre que el escenario globalizado del hambre entró en la escena contemporánea en la periferia del mundo, de inaparente a evidente. Pero no sólo en la periferia. Ya que ninguna “revolución verde”, en los Estados Unidos de América y Europa, ha resuelto la miseria anunciada, como se prometió en la década de 1960. Junto a las megaciudades que producen poca comida, solo consumen cada vez más. Como el área metropolitana de Tokio con treinta y siete millones de habitantes. Además de la tan cacareada megaciudad china diseñada para contener ciento treinta millones de habitantes. Funcional e irracional a la vez. Más irracional en propósito que funcional en términos de gestión. En general, ciudades completamente contaminadas e inhumanas. Jonas reflexionó sobre el movimiento desequilibrado de expansión de las ciudades en relación con la naturaleza. (JONAS, 2006, págs. 33-34).[xxv]
Sin embargo, Marcuse, en una conferencia dada a estudiantes militantes del movimiento ecologista en California, en 1977, también amplió la reflexión marxista, hasta el límite, refiriéndose a Bloch sobre la “utopía concreta”, en al menos tres pasajes. Pero desde el principio señala que el presidente Jimmy Carter ese año había entregado “alrededor de treinta y seis millones de acres de tierra virgen para el desarrollo comercial. (Por lo tanto, afirma Marcuse), no quedaba mucha tierra virgen para preservar”. (MARCUSE, 1999, p. 143). El mismo Carter, un cultivador de maní en Plains, Georgia, quien, en un viaje a Brasil, habló en privado con Dom Paulo Evaristo Arns, y escuchó el informe sobre las violaciones de los derechos humanos, bajo la dictadura militar, a mediados de la década de 1970. El primero presidente demócrata estadounidense para romper el silencio de la tortura practicada en los sótanos de la dictadura.
La reflexión de Marcuse parte de la tensión entre las pulsiones impulsadas por Eros y Thanatos – pulsión de vida y no pulsión de muerte, reteorizada por el psicoanálisis freudiano. Mostrando cómo, en la sociedad industrial avanzada, la acomodación social permite cierto equilibrio inestable, angustioso, redundantemente conformista. Sin embargo, represivo y destructivo, espejo social más general, que persiste en el presente. Marcuse señala que la destrucción capitalista no se limita a la de la naturaleza física externa al hombre. Porque el hombre también es destruido en su naturaleza por la lógica del capital, marcada por la alienación o el extrañamiento, en todos los sentidos enumerados por Marx en el Manuscritos económico-filosóficos de 1844.
En el caso brasileño actual, compasivo y sin acción en la línea de la desobediencia civil, como había profetizado Thoureau frente a los excesos de la ley y del Estado cada vez más autoritario, como índice del vaciamiento de las libertades del ciudadano lleno de (derechos civiles. Sin embargo, para tal ocurrencia será necesario que entre en escena el principio de universalidad del derecho, presente en la agenda de la Carta Magna de 1988, que se encuentra bajo constante mutilación. Lo que nos obliga a recordar lo que predijo Lévi-Strauss cuando lanzó maldiciones etnológicas a la ciudad de São Paulo: aún no había alcanzado su clímax urbano y ya era una ruina. Plagas que siguen cumpliéndose, extendidas al ámbito jurídico institucional. Pero queda por ver qué dice la Constitución de 1988 sobre la preservación de la naturaleza.
Volvamos al problema ético-político y material del hambre. Una vez perdido el metabolismo original y natural entre el campo y la ciudad, ¿qué solución política se puede ofrecer a la situación ambiental contemporánea? A finales de la Antigüedad tardía, la caída del Imperio Romano desorganizó el mundo subyugado en torno a su organización política y social. Sin embargo, el recurso al modelo feudal germánico, por cierto, reorganizó la sociedad al menos hasta el siglo XII. Si hoy, el modo de producción capitalista está desorganizado y puede recomponer su estructura lógica de funcionamiento, basada en la explotación de la riqueza natural (de la naturaleza) y del trabajo vía la expropiación exacerbada de más valor, cómo se organizará la probable próxima etapa histórica, material, de la supervivencia de la humanidad? ¿Adónde irán los desheredados de la Tierra, ya que ya no quedan tierras libres de dueño a las que volver, ni nuevas tierras a las que invadir como en el caso de América, a principios del siglo XVI? Además, ¿qué será de las poblaciones de las megaciudades?
Sin apelar a algún modelo distópico, probablemente los países del Norte del mundo, en posesión de tecnologías superiores, sobrevivirán inventando sistemas para proteger el agua, el aire, la producción agrícola. ¿Y cómo llevarán los pueblos del Sur su vida futura? Por cierto, Milton compuso la canción “planeta azul”, para politizar el problema sociopolítico de la desigualdad, de una manera estéticamente realzada.
Conclusión
Una solución viable a la degradación del medio ambiente, un modelo listo y probado para orientar el vuelco total ante el evidente fracaso civilizatorio de la Modernidad, del progreso vacío, tal vez fue la que proyectó Davi Kopenawa, en un largo testimonio mítico autobiográfico. de un chamán –texto hablado a un antropólogo francés–, para la posibilidad de un Bioceno, la Era geológica de la Vida natural, aún sin conceptualización ni definición, sin embargo, dispuso, frontal y contrariamente, como alternativa al Antropoceno, un término denominado para la Era actual. Al considerar la naturaleza a través de sus ritmos (naturales) para guiar la vida del hombre, no al contrario, como se ha experimentado en los últimos cuatro siglos.
Entonces, sin este "rey de los animales". Pero por la vuelta de vivir la vida local, en la línea de aquel protegido por los espíritus del bosque, los xapiri. No más vida global con pretensiones de interacción cósmica. –Después de todo, el hombre es “un animal tan pequeño de la Tierra”, del verso de Los Lusiads, Canto I, 106, de Camões.[xxvi]
Michel Serres, casi a propósito como resumiendo la situación, escribió en El contrato natural, que “a fuerza de dominarla, nos hemos hecho tanto y tan poco dueños de la Tierra que amenaza con volver a dominarnos. Para ella y dentro de ella, compartimos el mismo destino temporal. Y porque la poseemos, nos poseerá como antes, cuando existía la antigua necesidad que nos sometía a las constricciones naturales, pero esta vez de otra manera. […] Antes localmente, hoy globalmente. ¿Por qué es necesario, de ahora en adelante, buscar dominar nuestro dominio? Porque el dominio descontrolado, excediendo su propósito, contraproducente, puro, se vuelve contra sí mismo. (Después de todo), la Tierra existió sin nuestros inimaginables ancestros, muy bien podría existir sin ninguno de nuestros posibles descendientes, pero nosotros no podemos existir sin ella… (SERRES, sd, pp. 59 y 58).”
Sin embargo, el chamán yanomami Davi Kopenawa registró que “Al principio, los blancos estaban muy lejos de nosotros. Todavía no habían traído el sarampión, la tos y la malaria a nuestro bosque. Nuestros antepasados no se enfermaban tanto como nosotros hoy. Gozaban de buena salud la mayor parte del tiempo, y cuando morían, los humos de la epidemia no ensuciaban sus espíritus. Ahora bien, cuando uno muere de la enfermedad del blanco, hasta su espectro está infestado, y regresa a las orillas del cielo con fiebre. ¡Tu aliento de vida y tu carne están contaminados para entonces! Antes tampoco nos enfermábamos todos al mismo tiempo. ¡La gente no moría tanto! los malos espíritus në wari comieron la imagen de un hombre aquí, o una mujer allá. […] En ese momento, los Yanomami amaban mucho la belleza y la frescura del bosque. Los mayores se extinguieron como las brasas de una hoguera, cuando sus cabezas estaban blancas y sus ojos estaban ciegos. Luego se secaron como árboles muertos y se rompieron”. (Davi KOPENAWA, 2015, p. 224).[xxvii]
Después de todo, ¿quizás el imaginario poético-musical proporciona el dispositivo para la clave de la situación ambiental yanomami, del presente, a partir de los versos de la canción “Um Índio”, de Caetano Veloso?[xxviii] Queda por ver si las canciones “Tempo Rei” y “O fim da História”, de Gilberto Gil y Torquato Neto, pueden explicar poéticamente los objetivos del Ecosocialismo.
Termina con la letra de la canción “Comida e Bebida”, música de Zé Miguel Wisnik y Zé Celso Martinez Corrêa, grabada por Elza Soares. De hecho, es un “discurso” del ciego Tiresias a Penteo, extraído de la tragedia las bacantes, de Eurípedes, en una traducción libre del griego, pero fiel al texto poético original, de Zé Celso, Marcelo Drummond, Catherine Hirsch y Denise Assunção. Según Wisnik, la canción circunscribe la puesta en escena de la “orgía de la tragicomedia” brasileña, realizada en el Teatro Oficina / Uzyna, São Paulo, basada en el texto original de las bacantes. El movimiento trágico transfigurado para viajar en el tiempo reensamblado aquí y ahora, mostrando lo que es valioso en la vida. A la vuelta del siglo XXI.[xxix]
Un “discurso” muy rico por su referencia directa e indirecta a Dionisos, el dios Baco de los romanos, de fiestas y sensualidad libre y desenfrenada. Hola:
“Solo dos cosas tienen valor en la vida / La comida y la bebida / La comida y la bebida / La comida es la tierra / Diosa la tierra / Dame la tierra / Tu vieja conocida / A la que llamas / Por el nombre que quieras / Porque con comida sólida / Ella da / Ella amamanta / Ella alimenta / A los mortales / Ahora agrega para multiplicar la bebida / Que el hijo de Semele trajo divino / Del húmedo fruto de la vid / Emborrachando a los mortales / Y acabando con sus males / Trayendo el sueño el borrado / De todos los días el endeudamiento / Un Dios que se entrega a los dioses / Un Dios que se hace disponible / No hay mejor botica para el dolor / A él se debe lo que se da y se recibe / El bien que se tiene y que se detiene / Un mesías que bebe”.[xxx]
Para reiterar, el ensayo aquí diseñado se da a partir de la comprensión amplia de un ética de la responsabilidad, de Hans Jonás.[xxxi]
*Antonio José Romera Valverde es profesor del Programa de Posgrado en Filosofía de la PUC-SP.
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OLIVEIRA, Jelson; FROGNEUX, Nathalie; VASCONCELOS, Thiago (Organizaciones.)(2020), Terra No: ecopornografía y responsabilidad, Caxias do Sul, Educs.
PIVETTA, Marcos (septiembre de 2013), “El invernadero de Araguainha”, en Investigación FAPESP, número 211, São Paulo, FAPESP, págs. 16-20. (Una hipótesis para la gran extinción).
SAITO, Kohei (2021), Ecosocialismo de Karl Marx: capitalismo, naturaleza y la crítica inacabada de la economía política, traducción Pedro Davoglio, São Paulo.
SERRES, Michel (1994), el contrato social, traducción Serafim Ferreira, Lisboa, Instituto Piaget.
SEVCENKO, Nicolás (2000). Pindorama Revisited: cultura y sociedad en tiempos de punto de inflexión, Sao Paulo, Peirópolis. (Serie Ciudadano Brasileño).
SCHMIED-KOWARZIK, Wolfdietrich (2019), La relación dialéctica entre el hombre y la naturaleza: estudios histórico-filosóficos sobre el problema de la naturaleza en Karl Marx, traducción Rosalvo Schütz, Cascavel, EDUNIOESTE.
VALVERDE, Antonio (2019), “Ernst Bloch: ver a través de la Niebla", In PERUZZO JUNIOR, Leo (Org.) El futuro de la filosofía, Curitiba, CRV, págs. 105-132.
Notas
[i] Enlace de acceso https://marsemfim.com.br/amazonia-em-junho-bate-novo-recorde-de-desmatamento/#.YO_nfYPoKiM.whatsapp, consultado el 15 de julio de 2021. Se lee “La Amazonía continúa siendo deforestada mes tras mes, desde el inicio del gobierno de Bolsonaro. En los primeros seis meses de 2021, la deforestación fue un 17% mayor que en el mismo período del año pasado. Nuestro mayor activo, la biodiversidad, nunca ha sido tratado tan mal como ahora. La destrucción de biomas terrestres continúa a un ritmo fuerte a pesar de que apenas hemos entrado en la estación seca. Después de la deforestación, comienza el peor momento del año: los incendios; ¿Volverán con la intensidad aterradora de 2020? Probablemente sí. publicación de opinión, Amazonia en junio rompe nuevo récord de deforestación."
[ii] A contrapelo del “futuro” medioambiental, véase “23. El espíritu del bosque”. (KOPENAWA, 2015. Págs. 467-487).
[iii]ALENCAR, Bruna (2021), “La selva amazónica ya emite más dióxido de carbono del que absorbe, señala estudio”, G1, edición del 14 de julio de 2021. Con el titular “Investigador del Inpe afirma que la selva emite 0,29 billones de toneladas de carbono por año a la atmósfera además de lo que puede absorber. La investigación se publicó en la revista científica Nature”.
Enlace de acceso https://g1.globo.com/natureza/noticia/2021/07/14/floresta-amazonica-ja-emite-mais-gas-carbonico-do-absorve-aponta-estudo.ghtml, consultado el 15 de julio de 2021.
[iv] Por cierto, consulte los ensayos “El jardín de Pindorama: manifiesto para el siglo XXI” y “Reflexiones sobre los misterios del paisaje brasileño”, In SEVCENKO, 2000, págs. 12-22 y págs. 24-35, respectivamente.
[V] VEIGA, E. “Científicos descubren indicios de que la Amazonía tenía agricultura hace 4,5 años”, BBC News/Brasil, de Milán a BBC Brasil, 27 de julio de 2020. Acceder a link https://www.bbc.com/portuguese/brasil-44929482, consultado el 11 de junio de 2021.
[VI]OLIVEIRA, Joana (2017), “Los indígenas fueron los primeros en alterar el ecosistema amazónico”, link de acceso https://brasil.elpais.com/brasil/2017/03/02/ciencia/1488466173_526998.html, consultado el 15 de julio de 2021.
[Vii]PIVETTA, Marcos (2018), “Más gente en el bosque”, Investigación FAPESP, número 267, mayo 2018. Enlace de acceso https://revistapesquisa.fapesp.br/mais-gente-na-floresta/, consultado el 15 de julio de 2021.
[Viii] LEVIS, Carolina (2017), “Un huerto inmenso”, Investigación FAPESP, número 253, marzo 2017. Enlace de acceso https://revistapesquisa.fapesp.br/um-imenso-pomar/, consultado el 15 de julio de 2021.
[Ex]MARQUES, Fabrício (2009), “El factor humano”, Investigación Fapesp, edición 156, febrero 2009. Enlace de acceso https://revistapesquisa.fapesp.br/o-fator-humano-2/, consultado el 15 de julio de 2021.
[X]CAETANO-ANDRADE (2020), “Cápsulas del tiempo: cómo los árboles pueden enseñar a preservar”, Trends in Plant Science, reproducido por el sitio web Tierra.noticias, número del 06 de febrero de 2020. Presentado de la siguiente manera: “Un estudio basado en el análisis de troncos de árboles indica que los bosques como el Amazonas no son santuarios que no hayan sido tocados por el hombre y que la gestión humana en épocas antiguas se hacía de forma sostenible. Victor Lery Caetano-Andrade cada árbol es una verdadera cápsula del tiempo: lleva información preciosa sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza. Investigar y comprender cómo ha estado sucediendo esto durante miles de años podría ser clave para que la humanidad contemporánea pueda administrar los recursos naturales de manera consciente, sostenible y responsable”.
Enlace de acceso https://www.terra.com.br/noticias/capsulas-do-tempo-como-arvores-podem-ensinar-a-preservar,60941b601021f044b16c1fb0cdc509d22eklh8ti.html, consultado el 15 de julio de 2021.
[Xi] CASTRO, EV de (2017), “El modelo y el ejemplo: dos formas de cambiar el mundo”, conferencia dictada durante el “Ciclo UFMG, 90 – Desafíos Contemporáneos”, el 09/10/2017. enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=_PfE54pj1wU, consultado el 11 de junio de 2021.
[Xii]Sobre el “desarrollo histórico y el oscuro desastre del estalinismo…”, véase Daniel BENSAID, “La democracia socialista no es soluble en el estatismo burocrático”, In BENSAID, 2008, págs. 73-79.
[Xiii]BENJAMIN, Walter (1987), “Magia y técnica, arte y política. Ensayos sobre literatura e historia de la cultura”, pp. 222-232.
[Xiv] “Épico”, Caetano Veloso, 1973. Enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=ylv626nMOl8, consultado el 17 de julio de 2021.
[Xv] “Amor a la naturaleza”, Paulinho da Viola, 1975.
Enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=PuPJPfYDzdA, consultado el 17 de julio de 2021.
[Xvi] “Planeta Azul”, Milton Nascimento y Fernando Brandt, de 1991.
Enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=PuPJPfYDzdA, consultado el 17 de julio de 2021.
[Xvii] “Um Índio”, de Caetano Veloso, de 1977.
Enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=rb_gaaibOHw , consultado el 17 de julio de 2021.
[Xviii] “Marginália 2”, Gilberto Gil y Torquato Neto, de 1968.
Enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=TT5Mt5G8CzM, consultado el 17 de julio de 2021.
[Xix] “Tempo Rei”, Gilberto Gil, de 1984. enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=PXgz_3KdTkI, consultado el 17 de julio de 2021.
[Xx] “El fin de la historia”, Gilberto Gil, 1992. Enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=F5_X-Hz_2RQ, consultado el 17 de julio de 2021.
[xxi] Grifos del autor.
[xxii] Por cierto, echa un vistazo a Kohei SAITO, “The Capital como teoría del metabolismo”. In SAITO, 2021, págs. 129-175. Véase Daniel BENSAID, “El intercambio entre la especie humana y su entorno natural es irreductible a la miserable medida de los mercados financieros”, In BENSAID, 2008, págs. 69.
[xxiii]sobre la naturaleza en La capital, es necesario consultar las reflexiones de Rodrigo Duarte, Marx y la naturaleza en El capital, 1985, y por Wolfdietrich Schmied-Kowarzik, La relación dialéctica entre el hombre y la naturaleza: estudios histórico-filosóficos sobre el problema de la naturaleza en Karl Marx, 2019.
[xxiv] Sobre el tema de la pulsión de hambre, en Bloch, véase VALVERDE, “Ernst Bloch: to see through the Niebla”, 2019, págs. 124-125.
[xxv]Por cierto, revisa el relato del choque cultural del chamán Davi Kopenawa, relatado en el Capítulo “20. En la ciudad", In KOPENAWA, 2015, págs. 421-438.
[xxvi]Zé Miguel Wisnik y Caetano Veloso musicalizaron el poema de Camões, bajo el título de “Tão Pequeno”, del álbum Ongoto, bailado por Grupo Corpo,
enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=8YkF3EoV7N4, consultado el 01 de agosto de 2021.
Carlos Drummond de Andrade, en “O HOMEM; LOS VIAJES”, por Las impurezas del blanco: “EL HOMBRE, tan pequeño animal terrestre / se aburre de la Tierra / lugar de mucha miseria y poca diversión, hace un cohete, una cápsula, un módulo / juega para la Luna…” (DRUMMOND, 1979, p. 440) . Drummond recitando el poema, accesible a través del enlace https://www.youtube.com/watch?v=pt5wAezIlFQ, consultado el 01 de agosto de 2021.
[xxvii]“Los blancos nos llaman ignorantes solo porque somos personas diferentes a ellos. De hecho, es su pensamiento el que es corto y oscuro. No puede expandirse y elevarse, porque quieren ignorar la muerte. […] Los blancos no sueñan tanto como nosotros. Duermen mucho, pero solo sueñan consigo mismos. Su pensamiento permanece obstruido y duermen como tapires o tortugas. Por eso no pueden entender nuestras palabras”. (KOPENAWA, 2015, pág. 390). Sobre el pasaje, véase el comentario de DANOWSKI y VIVEIROS de CASTRO, 2014, pp. 99-100. Por cierto, en la obra, Kopenawa se refiere a los blancos, de manera sintética y brillante, como “gente mercancía”.
[xxviii] “Un indio descenderá de una estrella colorida y brillante / De una estrella que vendrá con velocidad vertiginosa / Y aterrizará en el corazón del hemisferio sur en América, / en un instante claro / Después de que la última nación indígena haya sido exterminada / Y el espíritu de los pájaros de las fuentes de agua clara / Más avanzada que la más avanzada de las más avanzadas tecnologías / Vendrá que vi […] / Y lo que en ese momento se revelará a la gente / Sorprenderá a todos no porque sea exótico / Sino porque siempre pudo haber estado ahí escondido / Cuando habrá estado lo obvio”. (VELOSO, nota de créditos 17).
[xxix] Véase SANTOS, Valmir (1999), “Zé Celso y Uzyna montan un espectáculo en el cambio de año y el público hace el Coro”, “Ilustrada”, Periódico, número del 31 de diciembre de 1999. Enlace de acceso
https://www1.folha.uol.com.br/fsp/ilustrad/fq3112199916.htm, consultado el 18 de julio de 2021.
[xxx]“Comida y bebida”, Zé Miguel Wisnik y Zé Celso Martinez Corrêa, de 2000.
Enlace de acceso https://www.youtube.com/watch?v=rXOnTWPIXGg, consultado el 15 de julio de 2021.
[xxxi] Para un abordaje más integral del problema que nos ocupa, cabrían otras consideraciones relacionadas con la “ecología de la mente”, creada por Gregory Bateson, y la “ecología profunda”, expuesta en los diez volúmenes de la obra de Arne Ness.