por Flavio Aguiar*
Comentario a la obra y cinco poemas, tres inéditos del bardo portugués
Ernesto Manuel Geraldes de Melo e Castro (Covilhã, Portugal, 1932 – São Paulo, Brasil, 2020) que firmó sus obras EM de Melo e Castro fue un escultor de la palabra. La trató siempre consciente de su plasticidad, en todas sus dimensiones, en su realidad espacial, visual, sonora, estática en los libros o dinámica en sus videopoemas; y también en su realidad temporal, como intelectual comprometido en el movimiento de Poesía Experimental Portuguesa y en la lucha por la libertad de expresión, atravesando la dictadura salazarista y desembocando en las vicisitudes, retrocesos, conquistas y contradicciones del reencuentro de su país con la democracia después de la 25 de abril de 1974.
Lo conocí cuando visitó la Universidad de São Paulo, después de la Revolución de los Claveles, acompañando la misión de intelectuales portugueses que habían venido a Brasil para explicar y difundir los valores del movimiento que liberó al país del yugo dictatorial. Vivíamos el delicado y complicado momento en que se ensayaban los primeros pasos de la “distensión lenta, paulatina y segura” del gobierno de Geisel, que implicaría movimientos erráticos entre las vagas promesas de una apertura democrática y las realidades concretas de la previa. de la censura de prensa, de la prohibición de innumerables libros, del nombramiento de senadores biónicos y de los movimientos amenazadores del ala más derechista de las Fuerzas Armadas, insatisfecha con la perspectiva, aunque lejana, de un posible retorno del gobierno federal a civiles
En este convulso contexto, la presencia de aquella misión portuguesa trajo una doble esperanza. En primer lugar, valoró el tesón y la perseverancia a través del ejemplo de aquellos intelectuales que, frente a una de las dictaduras más largas del planeta, que duró 48 años, de 1926 a 1974, mantuvieron la dignidad de sus funciones y desempeño en condiciones extremadamente extremas. duras condiciones de censura y represión. En segundo lugar, permitió visualizar un rayo de esperanza para los movimientos sociales, trabajadores y opositores al régimen dictatorial brasileño, que se hizo evidente en la inversión del sentido del verso de Ruy Guerra y Chico Buarque en la obra Calabar, prohibido en 1973: “Esta tierra está por convertirse en un Portugal inmenso”, invirtiendo su primer sentido, que era el de confirmar la vocación colonizadora de Brasil, para convertirse en un libelo libertario.
Cada uno de esos escritores tenía su propia marca de agua. José Cardoso Pires, por ejemplo, con quien sostuve una larga y memorable conversación sobre los días de la Revolución, tenía algo de torrencial. En cuanto a Ernesto, que semiocultó la mitad de su nombre detrás de las iniciales EM, tenía algo del hilo naciente en la roca. A pesar de ser ya dueño de una voluminosa obra, que luego creció aún más, cada gota de ella fue minuciosamente extraída con el cincel de un delicado explorador en busca de la vena central. Mi intención no es privilegiar el estilo de uno sobre el otro. Por el contrario, en su forma de escribir y de ser, ambos eran genios, indispensables. Tampoco quiero despreciar la igualmente valiosa y valiosa obra de otros intelectuales. Pero que de esos dos fueron los que, quizás por el contraste, quedaron imborrables en mi memoria de aquellos días de voraz y feliz convivencia.
M. de Melo e Castro, que terminó por mudarse a Brasil, continuó su trabajo como joyero dedicado, continuando su trayectoria de ser uno de los fundadores de la Poesía Experimental portuguesa, fraterna a la de los hermanos Campos, Décio Pignatari y otros en el tierra nueva que ahora constantemente descubre, redescubre y cubre con sus descubrimientos poéticos.
Aquí presentamos parte de este trabajo. En primer lugar, traemos seis de sus poemas. Tres publicados en su libro Poemas neopaganos, publicado en São Paulo, en 2010, a través de Selo Demônio Negro. Y otras tres, aún inéditas, que forman parte de su libro poemas tardíos, que será publicado por la Editora Patuá, también en São Paulo.
poemas del libro Poemas neopaganos.
la verdad práctica
estos lugares no son lugares
estas casas no son casas
estos mares no son mares
estas alas no son alas
estos lugares no son hogares
estas casas no son mares
estos mares no son alas
estas alas no son lugares
estos lugares no son estos lugares
estas casas no son estas casas
estos mares no son estos mares
estas alas no son estas alas
las casas que son lugares
los mares que son casas
las alas que son mares
los lugares que son alas
son los lugares que son lugares
son las casas que son casas
son los mares que son los mares
son las alas que son alas
no son las casas las que son lugares
no son los lugares los que son alas
no son las alas lo que son los mares
no son los mares que son casas
son las alas las que son casas
son los mares los que son lugares
son los lugares que son alas
son las casas que son mares
son estos aires los que son lugares
estas son las casas que son alas
estos son los lugares que son mares
son estas alas las que son poco profundas
y estos lugares son esos lugares
y estas casas son esas casas
y estos mares son esos mares
y estas alas son esas alas
poesía visual
todos los poemas son visuales
porque son para leer
con ojos que ven
fuera las letras y los espacios
pero no hay nada nuevo
en todo lo que esta escrito
es solo el alfabeto repetido
por diferentes ordenes
letras palabras formas
tan hueco como nueces
cortado en curvas y lóbulos
del cerebro vegetal: frutos secos
los ojos ven en la letra
y en sus combinaciones
fantásticas referencias
voces principalmente de la ausencia
cual es la imagen completa
que la escritura enciende
fuego de los sentidos
y que los escritos afirman
llamarse como son
ilusiones cerradas a
ojos abiertos ver
Péndulo
poemas del libro poemas tardíos
NO NO
no me verán
en los versos que he hecho
y otras que me invente
en el rincón de la agonía
cuando todo volaba
como desapareció.
No me verás desde mí
en lo que no fui
ni siquiera lo que escribí
reconocer
lo que viví.
la poesía se eleva y grita - ¡FUEGO!
donde no hay fuego
y canta AMOR!
donde no hay amor
y grita ¡Agua!
donde no hay sed
tan
extiende el horror
donde la belleza domina
y los poderosos sentimientos
de los tigres furiosos
la poesia se levanta
y grita VIDA!
donde la muerte gobierna
de la triste evidencia
solo quedan las cenizas
y el olvido
de gestos salvajes
de los hombres perdidos
MINI POEMIC
hermoso es ver
para mirar
la muerte no da miedo
asusta el dolor
el tejido del dolor
son cables invisibles
la vision vestidos
yo vendo
si nace una linea
desde un punto en movimiento
¿De dónde viene el movimiento?
solo los ojos saben
lo que el cerebro ignora
si yo veo
no puedo irme
considerar
si siento lo que pienso
cual es el final
la experiencia es donde termina
¿para comenzar?
quien esta vivo
sabes que vives
pero los muertos
ignorar la muerte?
el ingenio hace lo que puede
el poder deshace todo lo que puede
no digas
diz
la decadencia
decae
¿para ti?
la poesía desdice lo poético
pensar es contradictorio
la síntesis
una sola máscara
para mirar
cierra los ojos
* Flavio Aguiar es escritora, profesora jubilada de literatura brasileña en la USP y autora, entre otros libros, de Crónicas del mundo al revés (Boitempo).
PD.: Agradezco la colaboración de mis colegas del curso de Literatura de la USP, Nádia Batella Gotlib y Elza Miné.