Diarios de Otsoga

Imagen: Carlos Cruz–Diez
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por VANDERLEI TENÓRIO

Consideraciones sobre la película de Miguel Gomes y Maureen Fazendeiro

O auge de las plataformas de en streaming hizo que la gran élite cinematográfica del mundo se inclinara ante contenidos limitados, vacíos, dudosos y de categoría B. Hoy, la orquesta de Hollywood y global sigue la regencia de un público cada vez más alienado y apegado superproducción. Es triste darse cuenta de que productoras, cineastas y guionistas no se atreven a invertir en experiencias cinematográficas más experimentales, arriesgadas y potentes.

Afortunadamente, este no ha sido el caso -hasta ahora- del cine portugués, cuyas películas han sido elogiadas por su independencia, valentía, delicadeza, versatilidad y amplitud estética, ignorando a menudo las diferencias entre corto, medio, largometraje, documental y animación, prefiriendo obras innovadoras, en las que repensamos qué son las películas, para qué son o para quién son.

En ese sentido, Diarios de Otsoga figura como un exponente interesante. El largometraje de Miguel Gomes y Maurren Fazendeiro se estrena como uno de los mejores experimentos cinematográficos de 2022. La obra es una deconstrucción provocadora y lúdica de los códigos representacionales del cine convencional, que invita al espectador a sumergirse en una narrativa llena de posibilidades, intenciones , visiones, emociones y ritmos.

 

Crista, Carloto, João y las relaciones líquidas

En la película de la pareja Miguel Gomes y Maurren Fazendeiro, podemos ver claramente los presupuestos de la teoría de la modernidad líquida, teoría creada por el sociólogo polaco Zygmund Bauman.

Sí, claramente, la película es una oda a la actualidad. En la teoría de Zygmund Bauman, el concepto de “modernidad líquida” se utiliza precisamente para definir el tiempo presente. El sociólogo hizo de la metáfora del “líquido” el aspecto principal del estado de estos cambios.

Por lo tanto, las formas de vida contemporáneas, según el sociólogo, son similares en términos de vulnerabilidad y fluidez, incapaces de mantener su identidad por mucho tiempo, lo que refuerza un estado temporal y frágil de las relaciones sociales y los vínculos humanos. En Diarios de Otsoga, el trío de protagonistas empieza a sentir en carne propia la vulnerabilidad, la fluidez y la inconstancia del tiempo, todo de una manera muy personal y subjetiva.

En ese punto, sí, para ellos el tiempo transcurre de seis maneras: inercia, desorientación, apatía, euforia, plenitud y confusión. Tales etapas de tiempo tienen un propósito, reflejan la atmósfera de la pandemia y son la base común del trío, a partir de esto, cada uno tiene una forma muy íntima de sentir el impacto de la influencia del tiempo en su vida, esto también es expresada en la creación de los perros, la piscina, las discusiones entre el equipo de filmación, las fiestas de apertura y clausura y los diálogos casi teatrales del trío.

La relación del trío también se puede observar en el contexto de la modernidad líquida, después de todo, los lazos humanos tienen la posibilidad de romperse en cualquier momento, provocando una disposición al aislamiento social, donde muchas personas optan por vivir una rutina solitaria – en el largometraje , esto queda visible en la rutina de construir el mariposario, en las tareas del hogar y en los 22 días que componen el diario.

Desde ese ángulo, desde que Crista (Crista Alfaiate), Carloto (Carloto Cotta) y João (João Nunes Monteiro) experimentan una relación líquida, juntos emergen al individualismo, la fluidez y lo efímero de una relación mediada por el tiempo. Zygmund Bauman explica que las conexiones se pueden hacer, deshacer y rehacer; en el transcurso de los 22 días, este hecho gana espacio en el núcleo de cada uno.

 

el arte de la experimentación

Partiendo del origen científico de la experimentación, Bárbara Turquier recuerda que el arte que experimenta impone una regla de acción que hace posible experimentar con un material, experimentar con sus posibilidades plásticas, gráficas, narrativas o sonoras, para revelar recursos de sentido.

Barbara Turquier señala que la estética experimental apuesta por desdibujar lo visible, imponiendo sus propios códigos de funcionamiento y lectura, provocando confusión, revelando los hábitos de la mirada, otorgando al espectador un papel activo y clarificando la narrativa.

Desde esta perspectiva, el trabajo de la pareja de cineastas es inspirador. Gomes y Fazendeiro presentan el manejo lúdico de las herramientas cinematográficas, transmiten al espectador una experiencia única de construcción colectiva, comparten la implicación técnica de gran parte del montaje (que se realiza de forma paulatina a lo largo de la película), construyen el argumento de forma creíble , factible y franca, y documentar todo el proceso de manera auténtica y directa. El hecho de que esté en el espectro del cine experimental añade mucho al trabajo.

 

público y streaming

En consecuencia, sucede que este tipo de producción acude cada vez menos al cine, pues a pesar de las numerosas producciones anuales, hoy en día, el cine experimental está relegado. Desafortunadamente, la percepción del público es que no vale la pena pagar por verlos en el cine.

Tanto es así que la mayoría de las películas del género se estrenan directamente en ahora y en decenas de plataformas en streaming (principalmente en la naturaleza y público culto). Las películas experimentales e independientes, cultos, indias y similares se exhiben por un corto tiempo en salas de cine. El público en general prefiere la blockbusters.

En cambio, en el streaming la historia es bastante diferente. películas experimentales como Diarios de Otsoga encuentra en plataformas como MUBI, Arte1 play, Sesc digital, Belas Artes a la carta, Looke, e incluso en los gigantes Netflix, HBO Max, Globoplay, Paramount y Prime Video el canal perfecto no solo para existir, sino también para lograr la éxito que difícilmente abrazaría en la gran pantalla.

Finalmente, la obra de la pareja Miguel Gomes y Maureen Fazendeiro toma la forma de un diario deconstruido que invierte el tiempo (como 'agosto' en el título) y comienza el día 22 y finaliza el día XNUMX. Es una película experimental construida en tiempo real, sin guión (argumentado colectivamente), sin estructura preestablecida, que invita al espectador a participar en el montaje y combinación de elementos (tanto reales como ficticios).

En términos generales, aunque el espectador no esté seguro de la narrativa o de cómo terminará la película, la obra de Gomes e Fazendeiro es un proceso evolutivo que configura una obra que puede ser interpretada de muchas maneras y desde diferentes perspectivas.

Albert Einstein escribió una vez: “Lo más hermoso que podemos experimentar es lo misterioso. Es la emoción fundamental que está en la cuna del verdadero arte y la verdadera ciencia”. Sin duda, tal reflexión también puede atribuirse al trabajo de la pareja portuguesa, además de la experimentación, la teatralidad y la rutina técnico-personal, Diarios de Otsoga es una oda al tiempo, y merece ser apreciada y celebrada.

*Vanderlei Tenorio es periodista y estudia geografía en la Universidad Federal de Alagoas (UFAL).

referencia


Diarios de Otsoga
Portugal, 2021, 106 minutos.
Dirigida por: Miguel Gomes y Maureen Fazendeiro.
Guión: Mariana Ricardo, Miguel Gomes y Maureen Farmer.
Reparto: Crista Alfaiate, Carloto Cotta, João Nunes Monteiro.

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