Dialéctica y valor en Marx y los clásicos del marxismo

Marcelo Guimarães Lima, Montículo de conchas, 2025
Whatsapp
Facebook
Twitter
Instagram
Telegram
image_pdf

por JADIR ANTUNES*

Presentación del libro recién publicado de Zaira Vieira

1.

La obra Dialéctica y valor en Marx y los clásicos del marxismo, de Zaira Vieira, que ahora tengo el honor de presentar, resultado de su tesis doctoral en Filosofía defendida en Universidad de París Nanterre y ahora traducido al portugués, es una discusión monumental sobre, quizás, la cuestión más importante del pensamiento y la obra de Karl Marx: la cuestión del método de exposición.

El trabajo de Zaira Vieira no se interesa sólo en exponer, debatir y criticar las principales concepciones sobre la cuestión del método, sino, sobre todo, en afirmar su propia concepción original sobre el tema. Su tesis central, sustentada en una rica, extensa y compleja bibliografía, se basa en la correcta primacía que debe tener la teoría del valor en La capital presupone una serie de conceptos y problemas que sólo serán expuestos y desarrollados por Karl Marx a lo largo de la exposición del conjunto de sus posiciones críticas respecto del capital y su proceso de valorización.

Tales supuestos, aún ocultos en la breve presentación del problema del valor expuesto en la primera sección de La capital, se van exponiendo y, de esta manera, determinando y enriqueciendo lo que al principio parece una gran y ardua abstracción, como es la naturaleza del comienzo de La capital, sólo a lo largo de la obra madura de Marx.

El problema del valor como concepto genérico y abstracto, como sustancia social común al mundo de las mercancías, como sustancia que domina el mundo aparente de igualdad y reciprocidad de la simple circulación de las mercancías, se convierte o aparece, lentamente, a través de la lógica inmanente del objeto mismo investigado por Marx, como un intercambio capitalista entre capital y fuerza de trabajo y, por tanto, un intercambio desigual, un intercambio de no equivalentes, en la medida en que el trabajador entrega más valor y más trabajo del que recibe del capitalista.

Este mismo intercambio, ahora de no equivalentes, según la lógica del objeto mismo investigada y expuesta por la carta de Karl Marx, pronto se disipa y se convierte en mera circulación sin intercambio, mero cambio de manos de riqueza sin intercambio, sin reciprocidad y sin equivalencia, cuando la plusvalía se acumula y se convierte en capital y el capitalista comienza a comprar trabajo con el propio trabajo del obrero, como aparece en el apartado sobre la reproducción del capital.

Si al inicio de la exposición de La capital, en este inicio abstracto en el que el valor aparece como mera gelatina del trabajo como tal, en el que los agentes del intercambio aparecen en las figuras abstractas de comprador y vendedor de cosas externas y enajenables, en el que el trabajador no aparece todavía como vendedor de una mercancía no diferenciada ni separada del cuerpo y del alma del vendedor, en el que se abstraen las clases y la diferencia esencial entre los verdaderos agentes del proceso de intercambio, ya en el capítulo cuatro, sin embargo, este mundo de abstracciones, de libertad, igualdad, reciprocidad y equivalencia, un mundo del que se alimenta la ideología liberal, se derrumba para revelar al trabajador vendiéndose como mercancía a cambio de dinero.

Inmediatamente después, en el capítulo quinto y dentro de la fábrica, aparece el proceso de producción como proceso de consumo de la mercancía comprada, como consumo del cuerpo, de un cuerpo humano vivo, como consumo de las energías físicas e intelectuales del propio vendedor, de la mercancía fuerza de trabajo, la mercancía que sustenta la existencia de todas las demás mercancías y todo el proceso de simple intercambio que aparecía inicialmente en la exposición.

Según la tesis correcta de Zaira Vieira, la simple circulación de mercancías, las cosas producidas e intercambiadas como mercancías, el tiempo de trabajo igual como medida de valor, el fetichismo, la reificación y el dominio del dinero sobre la vida humana no son, de hecho, comprensibles en sí mismos, ya que su correcta comprensión requiere avanzar en la lectura y la exposición más allá de los dominios del simple intercambio presentados en la primera sección de La capital.

La correcta comprensión de este comienzo exige el avance de la exposición según las exigencias del propio objeto investigado, pues exige la exposición de los supuestos aún no expuestos del ser del capital: la existencia del trabajador como vendedor de fuerza de trabajo, del vendedor separado de la propiedad de los medios de producción y de subsistencia, del vendedor que, separado de estos medios, posee sólo la fuerza de trabajar pero no los medios y materiales necesarios para la conversión de esta fuerza en realidad, pues estos medios y materiales son ahora propiedades de un ser ajeno al mundo del trabajo, de un ser que sólo ve el trabajo como fuente de valorización de su capital.

2.

Es así como se concibe la necesidad de una lectura completa y total de La capital que Zaira Vieira analiza y critica la vasta literatura marxista sobre el problema del valor y el método de exposición empleado por Marx en La capital. El primero en ser criticado por Zaira Vieira es Friedrich Engels, el primero y más influyente de todos los intérpretes de Karl Marx y La capital lo que atribuye un carácter empírico y fáctico al inicio de este libro, considerando el inicio como un supuesto modo simple de producción de bienes en el que habría prevalecido directamente la ley del valor, modo de producción que habría precedido históricamente al capitalismo.

El segundo de ellos es Vladimir Lenin, quien, sin saberlo, planos, en el que se exponen mejor los problemas relacionados con el método de Marx, recomienda la lectura de ciencia de la logica de Hegel como medio para superar las lagunas metodológicas de Karl Marx.

Después de éstos, y a partir de un fecundo análisis de Marx, basado especialmente en las lecturas de Roman Rosdolsky y György Lukács, siguen las obras de una lista de intérpretes de renombre como Martin Nicolaus, Moishe Postone, Hans-Georg Backhaus, Della Volpe, Norberto Bobbio y Louis Althusser, que son pacientemente analizadas y criticadas por Zaira Vieira.

El autor se esfuerza incansablemente en mostrar el carácter abstracto del comienzo, y que esta abstracción se debe precisamente a que se trata del inicio de un proceso dialéctico de exposición que asciende desde las determinaciones más inmediatas, simples y formales del objeto investigado hasta las determinaciones reales más profundas y ocultas, como son las determinaciones que empiezan a surgir a partir de la segunda sección, en la que surge la compra y venta de la fuerza de trabajo, hasta las determinaciones últimas que se producen a partir de esta segunda sección, como son las que surgen de la producción de plusvalía, de la acumulación y reproducción del capital, de la acumulación primitiva del capital y, finalmente, de las clases, la lucha de clases, la negación de la negación, la expropiación de los expropiadores, la crisis del capital y el fracaso total del proceso de valorización del valor en su conjunto que emergen al final de la exposición en la carta del capítulo XXIV – La llamada acumulación primitiva.

Querer encontrar todas las determinaciones concretas y fundamentales ya desde el inicio de la exposición, negándose a recorrer y analizar paciente y dialécticamente toda la exposición. La capital, negándose a conectar íntimamente los conceptos más abstractos con los más complejos y concretos y a entender los más complejos y concretos como presupuestos y fundamentos de los más abstractos y primarios, los intérpretes señalados y criticados por Zaira Vieira, con excepción de Vladimir Lenin y en cierto sentido también Friedrich Engels, cayeron así, infértiles y sin vida, en los brazos del positivismo, del estructuralismo y del cientificismo académico.

Sus legados, por tanto, no produjeron ningún movimiento, no inspiraron a ninguna generación de activistas revolucionarios y nunca trascendieron los muros de las revistas e institutos de investigación de las universidades europeas. La obra Dialéctica y valor en Marx y los clásicos del marxismo, de Zaira Vieira, es, por estas razones, una obra de lectura y estudio obligatorio para el rescate de la vivacidad crítica, dialéctica y revolucionaria del pensamiento, obra y método de Marx, método que pretende explicar no sólo el significado, la naturaleza y la lógica de las categorías económicas fundamentales de la sociedad capitalista, sino, sobre todo, explicar científicamente la naturaleza del modo de vida dominado por el capital y cómo ese mismo modo de vida crea, contradictoriamente, los medios materiales y espirituales necesarios para su propia superación revolucionaria.

*Jadir Antunes Profesor de Filosofía de la Unioeste. Coautor, con Héctor Benoit, de El problema de la crisis capitalista en El Capital de Marx (Paquete editorial).

referencia


Zaira Vieira. Dialéctica y valor en Marx y los clásicos del marxismo. Jundiaí, Paco Editorial, 2024, 392 páginas. [https://amzn.to/4jG6yjA]

Ver todos los artículos de

10 LO MÁS LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS

El Papa en la obra de Machado de Assis
Por FILIPE DE FREITAS GONÇALVES: La Iglesia está en crisis desde hace siglos, pero insiste en dictar la moral. Machado de Assis se burló de esto en el siglo XIX; Hoy, el legado de Francisco revela: el problema no es el Papa, sino el papado
Pablo Rubén Mariconda (1949-2025)
Por ELIAKIM FERREIRA OLIVEIRA & & OTTO CRESPO-SANCHEZ DA ROSA: Homenaje al profesor de filosofía de la ciencia de la USP recientemente fallecido
La corrosión de la cultura académica
Por MARCIO LUIZ MIOTTO: Las universidades brasileñas se ven afectadas por la ausencia cada vez más notoria de una cultura lectora y académica
El Acuífero Guaraní
Por HERALDO CAMPOS: "No soy pobre, soy sobrio, con poco equipaje. Vivo con lo justo para que las cosas no me roben la libertad." (Pepe Mujica)
¿Para qué sirven los economistas?
Por MANFRED BACK y LUIZ GONZAGA BELLUZZO: A lo largo del siglo XIX, la economía tomó como paradigma la imponente construcción de la mecánica clásica y como paradigma moral el utilitarismo de la filosofía radical de finales del siglo XVIII.
Reconocimiento, dominación, autonomía
Por BRÁULIO MARQUES RODRIGUES: La ironía dialéctica de la academia: al debatir sobre Hegel, una persona neurodivergente experimenta la negación del reconocimiento y expone cómo el capacitismo reproduce la lógica del amo y el esclavo en el corazón mismo del conocimiento filosófico.
El gobierno de Jair Bolsonaro y la cuestión del fascismo
Por LUIZ BERNARDO PERICÁS: El bolsonarismo no es una ideología, sino un pacto entre milicianos, neopentecostales y una élite rentista: una distopía reaccionaria moldeada por el atraso brasileño, no por el modelo de Mussolini o Hitler.
¿Un Papa urbanista?
Por LÚCIA LEITÃO: Sixto V, papa de 1585 a 1590, entró en la historia de la arquitectura, sorprendentemente, como el primer urbanista de la Era Moderna.
Dialéctica de la marginalidad
Por RODRIGO MENDES: Consideraciones sobre el concepto de João Cesar de Castro Rocha
50 años de la masacre contra el PCB
Por MILTON PINHEIRO: ¿Por qué el PCB fue el principal objetivo de la dictadura? La historia borrada de la resistencia democrática y la lucha por la justicia 50 años después
Ver todos los artículos de

BUSQUEDA

Buscar

Temas

NUEVAS PUBLICACIONES