por SERAFÍN PIETROFORTE*
Ernesto Manuel de Melo e Castro, el poeta más ingenioso de la lengua portuguesa
Cuando, a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, me interesé por la literatura brasileña contemporánea, noté rápidamente la diversidad de estilos y propuestas estéticas. En esas circunstancias, frente a poetas influidos tanto por los concretistas como por Roberto Piva, autores explícitamente tan distintos, comencé a considerar no preferencias exclusivas, guiadas exclusivamente por el gusto, sino modos diferentes de ingeniería poética, cada uno con sus propios criterios de composición, exigiendo por tanto principios de apreciación diferentes.
Recapitulando las consideraciones expuestas en el texto sobre la inserción de Leila Míccolis en la literatura brasileña, publicado en el sitio web la tierra es redonda, aquí está el poema “Tensión”, de Augusto de Campos:

Una de las características del texto es la discontinuidad del lenguaje, ya que el poema se compone básicamente de la separación de sílabas; La poesía beat, por el contrario, se basa, por regla general, en la continuidad. El famoso Aullido, de Allen Ginsberg, se concibe a través de este procedimiento, en este caso, la oración “Vi…”, cuyos complementos verbales se vinculan a otro tema, a su vez, formado por oraciones adjetivas con el pronombre relativo “que”. Aquí están las primeras líneas del poema, traducido por Matisyahu Weidt Bueno:
Vi las mejores mentes de mi tiempo destruidas por la fisura, muriendo de hambre,
histérica, desnuda, vagando por callejones al amanecer buscando un disparo corrosivo,
Hipsters con halos ardiendo por el viejo vínculo celestial con el dinamo estrellado en la maquinaria nocturna,
que con harapos empobrecidos y miradas huecas y locas se sentaba y fumaba en la oscuridad mística de los edificios de viviendas, flotando sobre las terrazas metropolitanas, contemplando el jazz.
que extendieron sus cerebros al cielo bajo Dios y vieron ángeles mahometanos temblando en techos brillantes que perforaron las universidades con ojos vidriosos alucinando Arkansas y novelas de Blake entre los eruditos de guerra,
que fueron excluidos de las academias por locura y publicaciones de pasteles y odas a las cuencas de los ojos del cráneo
(...)
Lawrence Ferlinguetti, otro exponente de la generación beat, presenta siete temas en su Mensajes orales, en el que se imaginan los siete poemas de la serie. Así, fruto de la improvisación, dichos poemas se convierten, en palabras del propio Ferlinghetti, en formas mutantes, sugeridas al lector con el propósito de invitarlo a unirse al poeta en la creación literaria.
Para confirmarlo, a continuación se reproducen, entre comillas, los títulos y, en cursiva, los respectivos temas de los poemas: (i) “Estou espera” – Estoy esperando; (ii) “Obbligato do bicho louco” – vámonos; (iii) “Autobiografía” – Llevo una vida tranquila; (iv) “Perro” – el perro camina libremente por la calle; (v) “Cristo ha abandonado” – Cristo ha abandonado; (vi) “Calle larga” – y la calle larga; (vii) “Conoce a Miss Metro” – conoce a Miss Metro.
Ahora bien, pensando en términos de lingüística y semiótica, esta es la manifestación, en términos poéticos, de la categoría formal continuidad vs. discontinuidad; En vista de ello, de tales consideraciones se deducen dos procedimientos básicos de ingeniería poética: (a) enfatizar las discontinuidades de la palabra, con la desarticulación del lenguaje en componentes fonológicos y morfológicos, a través de la expresión visual de la poesía en forma escrita; o, por el contrario, (b) enfatizar la continuidad del poema en sus desarrollos, a partir de algunos temas sintáctico-semánticos estabilizados. Propongo llamar a estos poetas, respectivamente, poeta lingüístico, porque componen como lingüistas en sus análisis, segmentando el lenguaje en constituyentes, y poeta visionario, porque escriben versos como si deliraran.
Además, es posible determinar al menos otros dos procedimientos: Para esto, aquí está el poema. “Autodidacta”, de Leila Míccolis:
sofrí
la influencia de muchos poetas
que nunca he leído.
La poesía de Leila Míccolis, tomando en cuenta este ejemplo, está concebida en contraste con los sonetos y otros poemas métricos, precisamente porque se distancia de los versos y las rimas; Acercándose al habla coloquial, poemas como éste se confunden intencionadamente con dicho registro lingüístico. En esta ingeniería, en consecuencia, el poeta, al enfatizar la oralidad, termina negando la discontinuidad de la palabra en constituyentes morfológicos o fonológicos; De esta manera, el autor se asemeja a alguien que se ocupa de los flujos prosódicos, como en la poesía. beat, sin embargo, se detiene en la llamada poesía coloquial, casi hablando, con palabras corrientes y frases directas, es decir, lejos de declamaciones enfáticas.
Estos poemas no necesariamente están compuestos de frases cortas; Hay poemas más largos compuestos de la misma manera que las conversaciones largas, como el poema “Dentro da noite veloz” de Ferreira Gullar:
Las aguas de Yuro fluyen, el tiroteo ahora.
Es más intenso, el enemigo avanza.
y cierra el asedio.
los guerrilleros
en pequeños grupos divididos
esperar
la lucha, protege la retirada
de camaradas heridos.
En la cima,
grandes masas de nubes se mueven lentamente
volando sobre países
hacia el Pacífico, con pelo azul.
Una huelga en Santiago. Llueve
en Jamaica. En Buenos Aires hay sol.
En las avenidas arboladas, un general trama un golpe de estado.
Una familia celebra sus bodas de plata mientras se acerca un tren
de montevideo. Al costado del camino
muge un buey veloz. La Bolsa de Valores
en Río cierra en lo más alto
o bajo.
Inti Peredo, Benigno, Urbano, Eustáquio, Ñato
castigar el avance
dos guardabosques.
caídas urbanas,
Eustaquio,
Che Guevara sostiene
El fuego, una ráfaga lo golpea, lo lanza más lejos, lo soluciona.
la rodilla, con asombro
los compañeros regresan
para atraparlo. Es tarde. Ellos huyen.
La veloz noche se cierra sobre los rostros de los muertos.
Sin perdernos en el análisis de los versos, es claro cuando el autor, en las aproximaciones al coloquialismo del habla, hace referencias a otras ocurrencias coloquiales, como las alusiones al discurso periodístico, al narrar las actividades de las guerrillas, incluso brindando el pronóstico del tiempo (Arriba, / grandes masas de nubes se mueven lentamente / sobrevolando países / hacia el Pacífico, con el pelo azul. / Una huelga en Santiago. Llueve / en Jamaica. En Buenos Aires hay sol / en las avenidas arboladas, un general trama un golpe de Estado.).
De este modo, se dan gradaciones entre los regímenes de ingeniería poética de los poetas lingüísticos y visionarios, con los que se transforma la poesía, desde la segmentación morfofonológica a la continuidad prosódica, dándose lugar, en esta transición, en la poesía coloquial, propia de los poetas conversacionales:

Para continuar, aquí hay dos sonetos, “Bandalhismo”, de Aldir Blanc, inspirados en el soneto “Vandalismo”, de Augusto dos Anjos:
Bandidaje
Mi corazón tiene tiendas sucias,
Guaridas redondas, blackjack, purrinha,
Donde las manos temblorosas del vagabundo
En la cajita tocan samba-enredo.
Gotita, cascada, tos, flema,
Un llanto sollozante que no cesa,
chiste sucio, bofetada en la cara
y estas ganas de soltar un poco de barro…
Al igual que los pobres tontos de Central
Ya he vomitado sin pañuelo y sin sonrisa
el rabo de toro PF con berros…
Más amarillo que el arroz al horno,
Regresé a casa, y con todo el dolor de haber sido engañada.
Rompí el video de la televisión.
vandalismo
Mi corazón tiene inmensas catedrales,
Templos de fechas antiguas y lejanas,
Donde un dios del amor, en serenatas,
Cantad el aleluya virginal de las creencias.
En la ojiva fulminante y en las columnatas
Emiten intensas radiaciones lustrales,
Parpadeo de lámparas colgantes,
Y las amatistas y los remates y la plata.
Al igual que los antiguos templarios medievales,
Entré en estas catedrales un día.
Y en estos templos luminosos y sonrientes…
Y alzando las espadas y blandiendo las lanzas,
En la desesperación de los iconoclastas
¡Rompí la imagen de mis propios sueños!
Al utilizar los sonetos, observamos, en comparación con el procedimiento anterior, otro régimen de ingeniería poética. En los sonetos se cumplen restricciones, tanto prosódicas y fonológicas como semánticas y argumentativas, como en otras formas fijas, como haikus, madrigales, baladas, etc.; De este modo, el poeta impone discontinuidades en la continuidad del flujo de los poetas visionarios, avanzando hacia poetas lingüísticos, sin embargo, sin segmentaciones en constituyentes gramaticales, deteniéndose así en palabras, frases y versos. A su manera, éste es el poeta arquitecto:

En resumen, los cuatro regímenes se relacionan de la siguiente manera:

Para continuar, en el contexto del poeta lingüístico, aprecio particularmente el arte de la poeta portuguesa Ana Hatherly, por articular el conocimiento lingüístico y literario y la innovación artística, y de los poetas brasileños Décio Pignatari y Edgar Braga por su diálogo con el universo pop; Junto a ellos, coloco al poeta pernambucano Delmo Montenegro, que sigue refiriéndose y llevando adelante los logros de la vanguardia en la literatura.
En cuanto al régimen del poeta conversacional, no olvido a Ferreira Gullar, el primer poeta que leí con atención durante mi adolescencia y que me inspiró a seguir la carrera de Literatura; A él, le sumo la poeta portuguesa Fiama Hasse Pais Brandão y el poeta brasileño Paulo Colina, por la elegancia y sutileza con que ella trata la metafísica y él, los temas sociales, principalmente la negritud. De los poetas jóvenes, aprecio a Ricardo Escudeiro por abordar temas sociales, como el arte periférico, sin perderse en trivializaciones, estereotipos y demagogia.
En relación al régimen del poeta visionario, evidentemente, mi favorito es Roberto Piva por su genialidad al combinar la poesía beat, el surrealismo, los estados alterados de conciencia y el homoerotismo; A él, tenemos a los poetas portugueses Antonio Maria Lisboa, por su rebeldía, y Alberto Pimenta, quien, además de poeta visual, diserta prodigiosamente en largos poemas basados en la recurrencia de temas y sus respectivas variaciones. Entre los poetas jóvenes, admiro a la poeta brasileña Rita Medusa, que supo, como pocos, llevar adelante las propuestas de Claudio Willer y Roberto Piva.
Finalmente, en el régimen de poeta-arquitecto, mis favoritos son los poetas brasileños Glauco Mattoso, con sus 5555 sonetos, Pedro Xisto, con sus más de 1500 haikus, y Carlos Drummond de Andrade, por la maestría con que siempre trató los versos métricos y los versos libres. En cuanto a los jóvenes, casi no hay poetas arquitectos; Entre los pocos, elijo a Matisyahu Weidt Bueno, de quien cité, al comienzo, los primeros versos de su traducción de Aullido, de Ginsberg, y firmado, en los libros ya publicados, Matheus Steinberg Bueno.
Para concluir, hay un poeta que compuso brillantemente, durante su larga vida, en los cuatro regímenes determinados; Para mí, el poeta más ingenioso de la lengua portuguesa, mi difunto amigo y mentor, el poeta portugués Ernesto Manuel de Melo e Castro.
*Serafín Pietroforte Es profesor titular de semiótica en la Universidad de São Paulo (USP). Autor, entre otros libros, de Semiótica visual: los caminos de la mirada (Contexto). Elhttps://amzn.to/4g05uWM]
referencia
PIETROFORTE, Antonio Vicente. Semiótica y literatura: regímenes e ingeniería poética. En: FINBOW, Thomas, VIOTTI, Evani y LOPES, Marcos (2024). Objetos lingüísticos: análisis en perspectiva. Campinas: Puentes. cap. 7, pág. 183-195.
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