por MANUEL DOMINGO NETO*
No celebro la muerte de Delfim Netto ni veo motivo alguno para olvidar la dictadura o endulzar su desastrosa acción.
1976
Yo era estudiante y Antônio Delfim Netto era embajador en París, designado por un general con poder de vida o muerte sobre los activistas políticos.
Aldo Arantes, Haroldo Lima y Vladimir Pomar estaban siendo torturados en São Paulo.
Llamé a la embajada. Me presenté como un hombre de negocios israelí cercano al embajador. No recuerdo el nombre que se me ocurrió. Funcionó, respondió.
“Si no dejas de torturar a Aldo Arantes, Haroldo Lima y Vladimir Pomar, te disparo en el estómago”.
Colgué y me alejé, muerto de miedo, pero sin prisa, de la estación de metro Odeón.
En su momento, el “Chacal” dejó aterradas las capitales europeas. Sus acciones estigmatizaron la resistencia democrática latinoamericana. Ayudó a “legitimar” gobiernos sedientos de sangre.
Pero en esa llamada me sentí como un “Chacal”. Fue la reacción de una persona atónita ante la bestialidad. Obviamente no le dispararía a nadie en el estómago.
1989
Analicé la sequía en el Nordeste durante la gran sesión de la Cámara de Diputados.
Repasé la política de la dictadura para el Nordeste. Señalé el mal uso de los incentivos fiscales, el clientelismo corrupto, la manipulación estadística, la propaganda demagógica, la persistente penuria de los trabajadores rurales y el uso descarado de las personas sin hogar para la desastrosa ocupación del Amazonas.
Delfim Netto me escuchó atentamente, sin preguntar a un lado.
Al final me dijo que le gustó el análisis de la ganadería extensiva y me preguntó si realmente creía en la posibilidad de industrialización donde faltaba agua.
Respondí que una precipitación promedio de 600 mm al año no descalificaría el interior del noreste como un área adecuada para actividades agrícolas y manufactureras.
Se formó un pequeño círculo en el que estaban Haroldo Lima y Aldo Arantes. En el ambiente distendido del plenario, le pregunté si recordaba la amenaza que había recibido cuando era embajador.
Me miró asombrado. Ciertas llamadas telefónicas son inolvidables.
Expresé mi alegría de que todos estuviéramos vivos.
2024
No celebro la muerte de Delfim Netto ni veo motivo alguno para olvidar la dictadura o endulzar su desastrosa acción.
*Manuel Domingos Neto Es profesor jubilado de la UFC y expresidente de la Asociación Brasileña de Estudios de Defensa (ABED). Autor, entre otros libros. Qué hacer con los militares – Apuntes para una nueva Defensa Nacional (Gabinete de lectura). Elhttps://amzn.to/3URM7ai]
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