por EDUARDO SINKEVISQUE*
Comentario a la primera novela de Deise Abreu Pacheco
Empezando Albertina: nuestra vida en el armario en los 90 Es una novela que invita a la reflexión. Hay en él más de un foco narrativo, más de un narrador en más de una temporalidad.
Me centraré más adelante en los narradores y las temporalidades. Lo suspendo por ahora como una emulación del estilo de escritura del texto de Deise Abreu Pacheco que, además de lo dicho, no establece una secuencia lineal en su primera novela.
Cualquiera que se aventure en la lectura Empezando Albertina: nuestra vida en el armario en los 90, un libro llamado en adelante Comenzando, encontrarás un protagonista lleno de vida, un impulso por la vida, lleno de ideas y perspectivas. Escucharás música de los años 80/90 en cintas K-7, en LPS, principalmente; verás películas de los años 80/90 en cine y VHS, tal y como consta en la portada, contraportada y páginas del diseño gráfico; leerá cómics (cómics), cómics; bailará, besará en la boca, coqueteará, será coqueteado en discotecas, discotecas, discotecas; viajará por Brasil y por el extranjero, “Oropa, Francia y Bahía”, como diría el poeta Ascenso Ferreira; te enamorarás, te decepcionarás; se separará, comenzará otra relación romántica; hará nuevos y otros amigos, conservará los viejos; estudiarás, crecerás; De niña se inventará y se convertirá en mujer; puedes identificarte.
Necesitamos hablar de Marina.
Necesitamos hablar de Albertina.
Al hablar de Albertina tiro del hilo anunciado sobre narradores y temporalidades.
Cuando hablo de Marina me refiero a Marina Lima, la cantante y compositora de pop-rock brasileño de los años 80/90. No es exclusivo de esta escena de la novela, pero creo que es emblemático y está en el epígrafe del libro.
Su figura no condensa la musicalidad de una época, ni el libro es un romance de época. Marina Lima, en mi opinión, condensa, como una especie de reduccion, cuestiones de sexualidad y género contenidas en la trama de Comenzando.
Chiasma a un lado, el libro de Deise Abreu Pacheco lleva al lector a lugares de autoficción, de “egodocumentos”, de autoescritura.
¿Necesitamos hablar de esto?
Aunque lo anuncio, lo denuncio como algo evidenciado a través de la historia contada, esto no es en lo que quiero invertir, esto no es lo que quiero enfrentar. En pocas palabras, explico: en la medida en que hay aspectos diarísticos en la redacción de Comenzando, la autora teje un escrito en el que registra un “yo”, en un texto sobre el tema, en el sujeto en sí mismo, en el ensimismamiento.
Escritura personal contemporánea, el libro es el más cercano en Rendimiento con las formas de vida de la persona Deise-Albertina-Bert-Tina. En la novela, Deise registra viajes, impresiones, sensaciones, descripciones; sobre todo, su experiencia de vida subjetiva.
Tomo aquí “egodocumento” en el sentido que le atribuyó Jacques Presser (1955), es decir, como un término colectivo que designa “todo texto en el que la vida personal y el punto de vista del autor desempeñan un papel central: diario íntimo, autobiografía , memorias, diario de viaje, narrativa de conversión religiosa”, por ejemplo. (http://www.egodocument.net/egodocument/).
Los llamados “egodocumentos”, manuscritos y/o documentos impresos permiten estudios sobre lo autobiográfico más allá y fuera del canon literario. Uno de los puntos que plantean estos estudios es que estos “documentos del ego” no siempre tienen un rastro de escritura íntima o introspectiva, sino que a menudo se centran en informar sobre hechos históricos y menos en el “yo” o pensamientos más íntimos de su autor. . En caso de ComenzandoCreo que hay ambas cosas, con un equilibrio entre ellas, o si el lector lo prefiere, con énfasis en una escritura íntima, a veces confesional, muy ficcional.
Para hablar de Albertina hay que hablar de Tina, Bert. Hay que hablar de la temporalidad de la novela en las idas y venidas, en las idas y venidas. Era 1992, era 1972. Era 1986. Era 1990, era 1972, era 1992. Era 2020, era 2001. Era 1993, era 1987, 1990, 2001, 1994. Era 1995, 1997. Se remonta a 2001, se remonta a 2000, 1994, 1999, 1996. Fue escrito en la década de 2020, impreso en 2023.
Vuelvo al tema del enfoque narrativo, de al menos tres narradores, pensando que la voz de la novela es femenina. hay en Comenzando un narrador en primera persona, un narrador en tercera persona, siendo el narrador en primera persona Bert, Tina, Albertina. Tres mujeres en una en su proceso de crecimiento, maduración, etc. Un ejemplo de ello son las etapas escolares hasta la Universidad y la vida profesional adulta. ¿Quién narra? La mujer adulta, madurando, saliendo del Closet en los años 2020, Deise Abreu Pacheco en 2023.
Marina Lima aparece desde el principio, como dije, en el epígrafe junto a Antônio Cícero, poeta, su hermano y compañero de escritura. Pero la cosa no termina ahí. En varios momentos de la primera novela de Deise Abreu Pacheco, Marina Lima está presente. Es la banda sonora de mucha buena música nacional e internacional, es algo germinal en el sentido de que el género y la identidad sexual están en línea con las identidades de los persona Albertina.
Aquí pido permiso y paciencia al lector, ya que contemporáneamente a la novela de Deise Abreu Pacheco publiqué mi primera novela en la que abordo cuestiones de género y sexuales, es decir, identidades basadas en tres personajes femeninos abiertamente lesbianas. no pienso en el mio El culo de la chica o el culo de la chica – El diario de Clarice (Patuá) similar a Comenzando. Veo puntos de contacto en temas de bisexualidad, homosexualidad. Y quizás, por ser casi de la misma generación, Deise y yo tenemos a Marina Lima como referente común. En ambas novelas, Marina Lima es la banda sonora, el motor del cariño.
Em Comenzando, solo para ilustrar lo que digo, Marina Lima y Antônio Cícero dicen en el epígrafe: “Al borde del abismo / Te guste o no / Estamos a punto de volar”. Es un anuncio de lo que está por venir. Son las ganas de salir del armario. Es la posibilidad de romper el capullo.
No culo de chica, se titula el capítulo XCV dejé mi amor llorando, cuya referencia a Marina Lima de la canción Colibrí grabado por ella también es explícito. Otra referencia al cantante y compositor común en ambas novelas se encuentra en este mismo capítulo de El culo de la chica la cita de un pequeño extracto de la letra de no se bailar: “Vivo en soledad con vista al mar”. La misma canción que dice quieres demasiado, sin saber si lo mereces. Y eso dice que a veces quiere llorar, pero amanece y se le olvida.
Ni Deise ni yo lo hemos olvidado en nuestras primeras novelas. Ambos tienen un aire conmemorativo, ambos tienen que ver con escribir diarios. En última instancia, ambas novelas son escrituras queer.
No conozco a Deise Abreu Pacheco, mucho menos a su Albertina, ni a su Tina, ni a su Bert; pero, veo subir la marea, subir la marea, sin que me ahogue en la soledad.
Necesitamos hablar de la prosa novelística de Deise Abreu Pacheco.
Creo que hablé un poco sobre eso aquí.
*Eduardo Sinkevisque es becario posdoctoral en teoría literaria en el Instituto de Estudios del Lenguaje (IEL) de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp).
referencia
Deise Abreu Pacheco; Empezando Albertina: nuestra vida en el armario en los 90. São Paulo, Editacuja, 2023, 392 páginas. [https://amzn.to/47DHzbJ]

la tierra es redonda hay gracias a nuestros lectores y seguidores.
Ayúdanos a mantener esta idea en marcha.
CONTRIBUIR