por VLADIMIR SAFATLE*
La actual victoria chilena es en realidad la victoria de las insurrecciones populares y la fuerza de las repeticiones históricas
Se equivocan los que creen que Chile, el 19 de diciembre, tuvo una simple victoria electoral, que sólo estamos viendo la llamada “alternancia democrática” supuestamente tan rara entre nosotros. La secuencia abierta en Chile preserva la imprevisibilidad de los hechos reales. Pues bien, en un momento en que el mundo entero asiste al ascenso de la extrema derecha, la victoria chilena muestra una historia que muchos querían hacernos creer definitivamente superada: la de las victorias de las insurrecciones populares y la fuerza de las repeticiones históricas.
Conocemos situaciones en las que los gobiernos son electos y buscan usar su legitimidad electoral para modificar instituciones y estructuras que se han mostrado incapaces de hacer realidad las aspiraciones populares de justicia. Pero aún no habíamos visto el proceso inverso: es decir, insurrecciones populares que comienzan modificando instituciones y leyes para, en medio de este proceso, impulsar el ascenso electoral de nuevos gobiernos. Este cambio en el orden de los factores crea una dinámica política inusual. En estos casos, el gobierno no aparece precisamente como el artífice y conductor de las transformaciones. De hecho, será algo así como el actor que la garantizará y la potenciará.
La victoria del izquierdista Gabriel Boric no se debió precisamente a la fuerza de las raíces de su partido, sino a su capacidad para permitir que las múltiples fuerzas en rebeldía se articularan y unificaran. Para tanto, colaborou o fato de a esquerda partidária chilena não ter virado as costas ao povo quando este se defendia das forças policiais, contava suas dezenas de mortos e queimava as ruas de Santiago no estalido de 2019. A diferença com o que vimos no Brasil es evidente.
A la hora de constituir un frente electoral para las elecciones presidenciales, no pretendió repetir hasta la saciedad el mantra de la “gobernabilidad” que hizo de Chile el país gobernado de una eterna alianza de centroizquierda y centroderecha, la concertacion. Una alianza que solo sirvió para naturalizar el modelo neoliberal como la única alternativa posible, como si se tratara de demostrar eternamente que todos los caminos llevan al mismo lugar.
Antes, las bases del partido de la aprecio la dignidad de Gabriel Boric están el Frente Ampla, un grupo de partidos que van desde autonomistas hasta la izquierda libertaria, y el Partido Comunista de Chile, el único partido tradicional que no fue diezmado en las urnas, al contrario, creció. Sus posiciones económicas se pueden resumir en la idea, central en la campaña presidencial, de transformar en derechos lo que hasta ahora se trataba como una mercancía. Como si se tratara de recordar las palabras de un cartel en las calles de Santiago: “Hicieron de nuestras necesidades su mejor negocio”.
Una vez más, la diferencia con Brasil no puede ser mayor. Aquí se vende el discurso de que el modelo que los chilenos rechazaron y enterraron sería la mayor “astucia” política para la victoria del próximo año y el posterior gobierno. Un poco como alguien que cree que atarse las piernas es la mejor manera de hacer largas caminatas. Olvidas que este era el mismo modelo que prevaleció en toda la Nueva República. No fue por falta de “frentes amplios” que llegamos aquí. Lo más probable es que fuera por su exceso.
Cuando terminó su discurso de victoria, Boric dijo: "Vete a casa con la alegría sana de la victoria limpia lograda". Esa frase había puesto fin a otro discurso de victoria presidencial, hace 50 años, proclamado por Salvador Allende. Repetir esas palabras era como decir: “Hemos estado aquí antes, con otros cuerpos, otras voces, pero hemos estado aquí antes”. Saber que la gente ha estado aquí antes, con el mismo entusiasmo, significa recordar los deseos que nos formaron y que, ahora, pueden volver. A esto le damos un nombre específico: historia.
*Vladimir Safatle Es profesor de filosofía en la USP. Autor, entre otros libros, de Modos de transformar mundos: Lacan, política y emancipación (Auténtico).
Publicado originalmente en el diario Folha de S. Pablo, el 26 de diciembre de 2019.