Centenario del Nacimiento de Jacob Gorender

Ceri Richards, arreglo para piano, 1949
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por MARIO MAESTRI*

Consideraciones sobre la vida y obra del militante comunista

Formación y trayectoria de un militante comunista

Jacob Gorender nació el 20 de enero de 1923 en Salvador, donde vivía en los barrios humildes de la capital de Bahía. Era hijo de un obrero judío ucraniano marxista que desembarcó en Bahía después de la derrota de la Revolución de 1905. En 1942, durante el Estado Novo, ingresó a la Facultad de Derecho y, al año siguiente, fue cooptado por el Partido Comunista. célula universitaria de Mário Alves, su colaborador. Durante esos años, trabajó como reportero de periódicos en Salvador. Después de la invasión alemana de la URSS, participó de la movilización estudiantil por la entrada de Brasil en la Segunda Guerra Mundial, incorporándose a la FEB, como voluntario, a los 21 años. Aterrizó en Nápoles en 1944, participando en la campaña hasta la derrota del nazismo en 1945.

De regreso en Brasil, abandonó la carrera de derecho para convertirse en soldado profesional del PCB, legalizado en 1945 e ilegalizado al inicio de la Guerra Fría (1947-1991), cuando adoptó una línea semiinsurreccional, sin abandonar la propuesta de una alianza con los llamados sectores industrialistas de las clases dominantes, para realizar una revolución democrática y antiimperialista. Dirigió revistas y periódicos pecebistas en Río de Janeiro, São Paulo y Rio Grande do Sul. Ascendió a cargos de creciente responsabilidad en el PCB, siendo elegido, en 1954, como miembro suplente del Comité Central. [MAESTRI, 2005.].

En 1955, Jacob Gorender participó en el segundo grupo enviado a la escuela superior para capacitar al personal de PCURS, lo que le permitió aprender ruso y conocer a su compañera de vida, Idealina Fernandes. En Moscú, leyó la edición reservada del informe de N. Kruschev sobre Stalin, denuncia que confundió a los pebebistas. [DÍAS: 1993, p. 190.] En 1958, por orden de Prestes, Giocondo Dias, Alberto Passos Guimarães, Mário Alves, Armênio Guedes y Jacob Gorender escribieron la adaptación a la nueva línea de Moscú, fuera del Comité Central y de la Comisión Ejecutiva, contra el ala dura estalinista – Amazonas, Pomar, Grabois, etc.

Declaración de marzo

La “Declaración de Marzo” puso fin a la retórica izquierdista de la posguerra fría, proponiendo una alianza explícita con la llamada burguesía nacional y progresista y la posibilidad de una conquista pacífica del poder, una orientación mundial de la burocracia de la URSS en busca de paz. convivencia y buenos negocios con el mundo capitalista. La revolución brasileña sería antiimperialista, antifeudal, nacional y democrática. El socialismo sería para un período posterior. [MAESTRI, 2005.]

En septiembre de 1960, en el V Congreso del PCB, en semilegalidad, Jacob Gorender, de 37 años, fue elegido miembro titular del Comité Central y Mário Alves y Carlos Marighella, del Comité Ejecutivo. Con la renuncia de Jânio y la toma de posesión de Goulart [1961-1964], se profundizó la vinculación del PCB Prestista. Un sector de la izquierda – Apolônio de Carvalho, Carlos Marighella, Jacob Gorender, Joaquim Câmara Ferreira, Manuel Jover Telles, Mário Alves, Miguel Batista do Santos, sin romper con el colaboracionismo de clases, proponía romper el gobierno con los conservadores para asumir una sesgo nacionalista y democrático.

En 1959-61, la revolución cubana galvanizó a la izquierda latinoamericana con la propuesta de la conquista inmediata del poder a través del foco guerrillero, a implementar bajo cualquier condición. [DEBREY, 1967.] En el mismo año, el cambio en la denominación del Partido Comunista de Brasil a Partido Comunista Brasileño, para facilitar su legalización, hizo posible que Amazonas, Pomar y Grabois, etc. fundando el PC do B. En esos años y después, J. Gorender publicó artículos en periódicos y revistas pecebistas y tradujo del ruso, en colaboración con Mario Alves, manuales y tratados sobre el marxismo estalinista. [MAESTRI, 2005.]

derrotar sin resistencia

La desmoralización de la dirección del PCB con la victoria del golpe de 1964, sin resistencia, fortaleció la oposición de izquierda en su seno. En 1965-6, el prestismo, vinculado al PCUS, ganó la disputa por el control del partido, expulsando a la oposición en 1967. , obrero. El PCB se escindió, privilegiando el papel de grupos influidos por las revoluciones cubana y china, sobre todo. En abril de 1968, en Río de Janeiro, fue fundado el Partido Comunista Revolucionario Brasileño, bajo la dirección de Mário Alves, Apolônio de Carvalho, Jacob Gorender, etc. [VIEIRA, SD]

El PCBR rechazó la alianza con la burguesía pero negó la lucha directa por el socialismo y defendió la lucha social y sindical, asociada a la lucha armada en el campo. Su carácter híbrido facilitó su rápida represión. El 12 de enero de 1970, Mário Alves fue detenido y torturado hasta la muerte. El día 20, Jacob Gorender “cayó” en São Paulo. Las caídas continuaron y una nueva dirección estudiantil acentuó el carácter militarista de la organización, que pronto fue reprimida y desarticulada.

Jacob Gorender se separó de la orientación guerrillera, apoyado por Mário Alves, proponiendo que la política militarista aceleró la pérdida de cuadros, que no fueron reemplazados. Cuando fue detenido, ya se dedicaba a investigar la formación social y la revolución brasileña, insatisfecho con una superación en la práctica sin cuestionamiento teórico del reformismo de Peceba. [SODRÉ, 1964; PRADO JÚNIOR, 1966.] En prisión, presentó, en proceso, un esquema de lectura que defendía la transición de la sociedad brasileña, de la esclavitud al capitalismo, sin pasar por el feudalismo, y la pertinencia del programa socialista. En octubre de 1971 cumplió su condena a dos años de prisión y, liberado, se dedicó a la investigación teórica sin volver orgánicamente a la milicia.

Ni feudal ni capitalista

A fines de la década de 1970, Gorender se destacaría en el escenario político nacional, no como dirigente e intelectual del PCB y fundador del PCBR, sino como autor de esclavitud colonial. Ésta y las obras que le siguieron constituyen el registro indiscutible de la sólida y amplia erudición de este intelectual marxista de carrera universitaria incompleta. La singularidad de este hombre de cuerpo arrugado y agudo reflejo nacía de la importancia que le daba a su formación teórica, potenciada por su admirable inteligencia y memoria.

Repitiendo la trayectoria propuesta de la génesis del marxismo, profundizó el estudio de la filosofía clásica, la economía política y la historiografía, cuando fue posible, en los textos originales, ya que dominaba el alemán, inglés, yiddish, francés, italiano, español, ruso. Una formación que estuvo enyesada y castrada durante muchos años por la reducción estalinista del método marxista, como él mismo reconoció, lo que le obligó a realizar un enorme esfuerzo político, ideológico y cultural para superarla.

Los límites del cuestionamiento de Caio Prado Júnior a las interpretaciones del PCB estalinista sobre Brasil, por un lado, y, a partir de 1964, la comprensión de que la ruptura con el colaboracionismo y el pacifismo del PCEB no se superaría con la mera opción armada, lo llevaron a emprender una larga investigación sobre las raíces y el desarrollo de la formación social brasileña, como hemos visto. Gorender continuó sus investigaciones en libertad, en 1971, para, en 1978, ver publicada su tesis La esclavitud colonial. [GORENDER: 2016.]

El éxito científico y el impacto académico del denso trabajo, presentado al inicio de la llamada “apertura lenta, gradual y segura”, fueron enormes. Contradictoriamente, el voluminoso tratado no tuvo la misma acogida entre las vanguardias de la izquierda brasileña, que estaban sorprendidas y perplejas por la singularidad del tema, cuando buscaban pautas prácticas para la reanudación de la militancia, tras los fracasos de las décadas de 1960 y 1970. En una interpretación categórica-sistemática, Jacob Gorender proponía superar las contradicciones con las que no sólo las lecturas marxistas habían estado luchando durante décadas. Es decir, la controversia entre la propuesta de un pasado feudal o capitalista de las sociedades brasileñas y la de la mayor parte de las Américas.

Jacob Gorender emprendió la revolución copernicana. En el ámbito de la economía política, interpretó estructuralmente el Brasil anterior a la Abolición a partir de las categorías de modo de producción y formación social, ubicando al trabajador esclavizado –ancestro sociológico del trabajador brasileño contemporáneo– como un demiurgo del pasado del país. Elevó a un nivel refinado de intuición epistemológica las propuestas y sugerencias más o menos desarrolladas de analistas anteriores como Benjamin Péret, Clóvis Moura, Ciro Flamarión Cardoso, Décio Freitas, Emília Viotti da Costa, Manuel Querino, Robert E. Conrad, Stanley J. Stein, Suely Robles Reis de Queiroz.

La producción y recepción de esclavitud colonial también eran productos de su tiempo. Eran los años de las revoluciones chilena, portuguesa, vietnamita, nicaragüense, angoleña, etc. En Brasil, después del reflujo social de los años 1968-9 y la consolidación del orden dictatorial, los trabajadores retomaron, desde los años 1976, la iniciativa que los condujo a las grandes huelgas de 1979 y a la fundación, más tarde, de la CORTE, PT, MST, MNU, luego clasista y anticapitalista. Durante algunos años, los trabajadores tendieron a ocupar una posición central y autónoma en la sociedad brasileña. En el mundo y en Brasil, se abrieron espacios para representaciones que expresaran los intereses y necesidades históricas de los trabajadores y pueblos oprimidos. [MAESTRI, 2019.]

entender para revolucionar

Em esclavitud colonial, teniendo como modelo La capital, de Marx, Jacob Gorender, discutió la economía política del modo de producción esclavista colonial, visto como históricamente nuevo en relación con la antigua esclavitud. En su tesis, definió las leyes tendenciales de este modo de producción dominante en la vieja formación social brasileña anterior a 1888, única base de la transición del país hacia la producción capitalista. Serían: “ley de renta monetaria”; la “reversión inicial de la adquisición del trabajador esclavizado”; la “rigidez del trabajo esclavizado”; la “correlación entre la economía mercantil y la economía natural” en la plantación esclavista; ley de la “población esclavizada”.

La obra también presenta una crítica sistemática de las grandes interpretaciones de la sociedad brasileña. Su objetivo principal fue comprender la estructura profunda del modo de producción hegemónico en la pre-Abolición, para revelar los secretos internos de la constitución de la génesis de la producción capitalista en Brasil a partir de ese entorno socioeconómico particular. Producto de la larga y distinguida militancia del autor, el libro fue el preámbulo y el fundamento de una crítica general a la génesis y desarrollo de la sociedad capitalista, con miras a impulsar la Revolución Brasileña.

El desequilibrio y desplazamiento causado por esclavitud colonial en la hegemonía de las representaciones conservadoras dominantes de la sociedad brasileña. En respuesta a esa inesperada fractura, se instauró una vasta operación de crítica, deconstrucción y deslegitimación de las lecturas, propuestas y sugerencias adelantadas por el pensador y militante marxista revolucionario. Un movimiento de restauración que se vería facilitado por la rápida y creciente sintonía nacional con la patológica orientación social, política e ideológica que entonces se vivía a nivel mundial. [MAESTRI, 2005.]

una crítica general

En esos años, la sociedad mundial se sumergía cada vez más en la espiral descendente que conduciría a la victoria de la contrarrevolución neoliberal, culminando con la disolución de la URSS y los estados de economía planificada, en los años 1989-91. La necesidad de Jacob Gorender de responder a los ataques lanzados contra su mayor interpretación del pasado brasileño, a pesar del valor metodológico y pedagógico de sus respuestas, constituyó un movimiento defensivo, que desvió al autor del proyecto de continuación, también en forma de tesis, de su crítica general de la sociedad brasileña.

Una crítica esbozada en dos ensayos sintéticos – la “Génesis y desarrollo del capitalismo en el campo brasileño”, una conferencia de 1979, y la burguesía brasileña, publicado en 1981 en la colección Tudo é História de Brasiliense. [GORENDER, 1986.] En 1987, Gorender publicó Combate en la oscuridad: la izquierda brasileña: de las ilusionesestás perdido a la lucha armada, hasta el día de hoy el principal aporte a la lucha de la izquierda en aquellos años. [GORENDER, 1987.] En 1990, lanzó la esclavitud rehabilitada, crítica amplia y sistemática al movimiento neopatriarcal restauracionista de la esclavitud.[GORENDER: 1990.]

Génesis y desarrollo del capitalismo en el campo brasileño

A grandes rasgos, en “Génesis y desarrollo del capitalismo en el campo brasileño”, Jacob Gorender define la categoría de capitalismo, según Marx, como propia también del campo, cuando la agricultura se organiza como rama industrial, singularizada por el uso necesario de recursos limitados, la tierra, que da lugar a la renta de la tierra capitalista, es parte de la plusvalía producida. [GORENDER: 1987.] Defiende la precedencia del capital sobre el capitalismo y la acumulación originaria de capital [pre-capitalista] en Brasil, débil, a partir de la producción esclavista, superada por la revolución abolicionista, en 1888. Un origen único, en relación a la Europa definida por Marx y Engels. Rechaza, una vez más, las tesis de un pasado feudal, semifeudal o capitalista desde el inicio de la colonización.

Argumenta que la Abolición, en 1888, habría producido “trabajadores libres”: colonos, residentes, socios, etc. – y “trabajadores no asalariados”, no instaurando el capitalismo en el campo, sino sólo en la ciudad, en forma subordinada. Habría sido la siembra – café, azúcar, tabaco, etc. – que dominó la formación social brasileña posterior a la Abolición. Señala el desarrollo durante la esclavitud del “modo de producción esclavista colonial” y los “pequeños cultivadores no esclavos” -agricultores, colonos, hogares, residentes, etc.

Con la Abolición, habría cesado la “compra de mano de obra”. Desde entonces, el dominio económico de la fuerza de trabajo estuvo dado por el control de la tierra. Especialmente en el eje cafetero, sin capital para la remuneración monetaria total del trabajo familiar y sin ejército rural de reserva, la remuneración del productor directo, que debería fijarse a la producción, se dio, en parte, con la concesión al productor directo del uso de la tierra, campos, vivienda, leña, etc. y un salario anual. Es decir, este trabajador, a diferencia del proletario, controlaba sus medios de producción. Propone, como hipótesis, que en el período posterior a la Abolición, dominaba en el campo un “modo de producción de plantación terrateniente, apoyado en formas campesinas dependientes, con un incipiente desarrollo capitalista”.

Dos caminos de desarrollo

También destaca dos caminos principales en el desarrollo del capitalismo en el campo en Brasil. La primera, a través de la transformación en producción capitalista del “modo de producción latifundista, sustentado en formas campesinas dependientes”, dominante principalmente en la caficultura, después de la Abolición, a través de la superación de las relaciones campesinas dependientes, permitida por la génesis de la reserva rural ejército, en parte debido a la inmigración de trabajadores europeos. La segunda, a través del desarrollo-superación de la producción campesina familiar independiente, es decir, agricultores, ocupantes ilegales, pequeños arrendatarios, socios autónomos, etc. que, con el desarrollo del mercado, aumentan la mercantilización de su producción.

Estos dos caminos habrían determinado contradicciones no esenciales entre la burguesía y los terratenientes y, por tanto, el desinterés de los primeros en la reforma agraria. Recuerda que ningún sector de la burguesía tiene un interés considerable en la reforma agraria. La consolidación del capitalismo en el campo como rama industrial se dio a través de la utilización de trabajadores asalariados e inversiones de capital en máquinas, semillas, fertilizantes, riego, electrificación, etc., conduciendo a la producción de plusvalía relativa, cada vez con mayor ganancia. del capital sobre la ganancia de la tierra. Todo un proceso apoyado por el Estado.

En cuanto a la reforma agraria, planteó la necesidad, por un lado, de respetar la expectativa de propiedad del lote del trabajador rural, y recordó que la agricultura familiar era crucial e indispensable para la producción de alimentos de subsistencia y, por otro lado, la lucha por la “transformación de las grandes empresas agrarias, de plantaciones y ganaderas, ya unificadas técnicamente, en grandes latifundios colectivizados: cooperativos o estatales”.

La burguesía brasileña

en ensayo La burguesía brasileña, de 1981, Jacob Gorender presenta, de forma muy concisa, un esbozo de la génesis y desarrollo de la industrialización y la formación de la burguesía en Brasil, a partir de la acumulación originaria basada principalmente en la esclavitud colonial, acelerada por la Apertura de los Puertos, en 1808, y por la Independencia, en 1822. Destaca la esclavitud colonial como el principal obstáculo para el desarrollo de la producción capitalista, superada por la “revolución abolicionista”, en 1888, que salvó el latifundio, ante la ausencia de lucha campesina por la reivindicación de la tierra. y por la movilización de los esclavizados, especialmente por la libertad civil.

En la Antigua República (1889-1930), Jacob Gorender propone que la producción y las relaciones capitalistas y, en consecuencia, la burguesía industrial, estaban subordinadas a la producción agropastoral terrateniente ya las clases agropastorales exportadoras y hegemónicas. La industrialización, a través de la producción de bienes de consumo no duradero, con alcance inicialmente regional, fracasaría en el Nordeste, por falta de mercado; asentados en el Sur, basados ​​en la economía familiar colonial-campesina; dominado en Río de Janeiro y São Paulo, debido al mayor mercado, la acumulación más intensa de capital, etc.

Jacob Gorender sostiene que, en la década de 1920, la economía cafetalera había comenzado a ser superada por el proceso de industrialización y propone que no hubo “revolución burguesa” en 1930, categoría para él “inaplicable a la historia de Brasil”, donde se habría producido la “dominación burguesa”. Este último había sido facilitado desde la crisis recesiva de 1929-33, que aceleró el proceso de sustitución de importaciones, por el Estado Novo [1937-1945] y el getulismo, expresiones políticas de la burguesía industrial.

Señala que la industrialización, ya fuerte en la década de 1950, nació del capital interno, ya que el capital productivo externo produjo una tendencia a la descapitalización, aunque pudo dinamizar el mercado y la producción.. Recuerda que, en la década de 1960, la producción capitalista y la burguesía ya dominaban en el país y que el golpe, en 1964, dirigido por esta última, apuntaba sobre todo a profundizar su forma de acumulación. Propone que, en el momento en que escribía, la economía brasileña se basaba en el trípode de capital estatal, capital privado nacional, capital privado extranjero y que los departamentos de producción de bienes intermedios y producción comandaban la expansión industrial dominante.

Señala que ya se había consolidado el capital bancario pero que aún no existiría el capital financiero nacional per se. Durante este período había crecido la capitalización del campo y la burguesía media no antiimperialista. En este trabajo sintético, Jacob Gorender critica las tesis tradicionales de la historiografía: los cafetaleros que promueven la abolición y la industrialización; enriquecimiento industrial a través del trabajo; contradicciones esenciales entre la burguesía industrial y el latifundismo; El capitalismo de Estado en Brasil, etc.

combate en la oscuridad

Combate en la oscuridad: la izquierda brasileña: de las ilusiones perdidas a la lucha armada fue lanzado en 1987, dos años después del fin de la dictadura. Su rápido y enorme éxito es comprensible. Por primera vez se realizaba una interpretación estructural sintética del golpe militar de 1964 y, lo que era completamente nuevo, una presentación orgánica del surgimiento y agonía de las organizaciones armadas de izquierda, hasta la resistencia final en Araguaia, a principios de 1974. El objetivo del libro era superar las descripciones meramente genealógicas del surgimiento y disolución de organizaciones armadas, desde el desmoronamiento del PCB, el POLOP, el nacionalismo pequeñoburgués radicalizado.

Los capítulos iniciales cubren los años que precedieron al golpe militar de 1964. A continuación, se discuten las razones por las que una gran parte de la izquierda optó por el militarismo y permaneció indiferente a las clases trabajadoras y la reanudación de la expansión económica. El texto privilegia el eje São Paulo-Rio de Janeiro y se basa en las vivencias del autor, sin caer en el biografismo. El libro emprende una evaluación autocrítica de la izquierda pecebista que, influida por el avance mundial de la lucha de clases y golpeada por la ignominiosa derrota del colaboracionismo y la etapa, el 31 de marzo de 1964 se lanzó a la lucha armada incondicional.

Jacob Gorender no rechaza la lucha armada por el poder, criticando únicamente las condiciones y el momento en que se produjo, tras la derrota de 1964. “El milagro económico y el aislamiento del movimiento de masas hicieron imposible la victoria”. Debió, según él, pelear, en forma armada, en marzo de 1964, cuando había “posibilidad de victoria”. Niega que “la CGT y los sindicatos fueran impotentes”. [MAESTRI, entrevista, 9/10/1987]. Propone que Brasil vivió, en la década de 1960, un “período prerrevolucionario” que condujo a una “situación revolucionaria”, confrontando la contrarrevolución burguesa y la revolución de las clases trabajadoras y populares.

razones pprofundo

Sin descuidar el papel de excelentes protagonistas históricos, busca describir y definir las razones profundas del desarrollo y desenlace de los éxitos en cuestión, nunca preestablecidos. Para él, la victoria de los grandes terratenientes estaba asegurada por el abandono de la lucha por parte de las clases subalternas. “Yo defiendo […] que la derrota del 64 se debió a que el Partido [PCB] entregó la dirección del movimiento a Jango”. [MAESTRI, entrevista, 9/10/1987] Proponiendo el carácter dominantemente burgués del golpe, supera las polémicas posteriores sobre su caracterización como militar, cívico-militar, primero cívico-militar y luego sólo militar, etc.

El golpe materializó la ruptura definitiva de la “estrecha asociación entre el trabajo y el proyecto de industrialización”, sustentada por el capital y el mercado interno. Una alianza desarrollada en el contexto de la hegemonía político-ideológica del populismo, que garantizó a la burguesía brasileña la conquista, “en alto grado, del consenso de la clase obrera para la construcción de una nación burguesa”. Un populismo, fuertemente autoritario durante el Estado Novo [1937-45], dialécticamente socavado por el impulso que la industrialización inició en el peso y la autonomía tendencial de los trabajadores. La dirección del PCB habría colaborado a la depresión de la conciencia de los trabajadores, defendiendo la colaboración de clases y la revolución por etapas, antes y después del golpe. [GORENDER: 2014, 27]

Los trabajadores habían sido fortalecidos con la Huelga de los 300 mil, en marzo-abril de 1953, con la derrota del golpe militar, en 1961, conociendo el momento de mayor pujanza en la historia de Brasil. En el contexto de la crisis recesiva de 1962-65, el golpe respondió a las profundas necesidades de la burguesía de abandonar las instituciones democrático-burguesas y el populismo, por el control coercitivo extremo de los trabajadores. Las clases propietarias, encabezadas por la burguesía industrial, renunciaron a la administración directa del país, otorgando privilegios corporativistas a los militares. [GORENDER: 2014, 18, 48, 81].

El libro presenta una defensa de la acción política de la izquierda pecebista, especialmente en los años previos al golpe, derrotada en la lucha contra el equipo prestista por el control de la dirección del PCB. Fracaso que llevó a algunos de esos militantes a abrazar el semimilitarismo -PCBR- o el militarismo extremo -ALN. Jacob Gorender critica el calaboracionismo, el torismo y el etapismo pecebistas, pero valora el programa de alianza con la dirección populista-burguesa, es decir, la lucha por las “reformas de base”, que habrían garantizado el avance popular y la crecimiento del PCB en la década de 1960. No explica por qué los trabajadores de 1964 se encontraron, en todos los sentidos, desarmados al seguir esas pautas. Reconoce que la izquierda pecebista, en vísperas del golpe, había propuesto una mayor radicalización del gobierno de João Goulart, sin superar el colaboracionismo.

nacionalismo y iinternacionalismo

El autor condena la imitación de modelos alternativos de obediencia al liderazgo de la URSS. Y critica duramente al POLOP ya la “estrechez obrerista del trotskismo” por su incapacidad para “expresarse hábilmente en política concreta”. El POLOP y los trotskistas siempre habían defendido el programa socialista y la autonomía obrera, que Gorender proponía como grandes déficits en la actuación del PCB antes del golpe. Y se enfrentaron al prestigio del PCB en la izquierda y en el movimiento obrero, debido a la URSS.

Em combate en la oscuridad, prácticamente no se aborda la influencia en Brasil, en las décadas de 1960 y 1970, de la lucha de clases mundial, con excepción de lo que atañe a la dirección cubana y, un poco, a la de China en el PC do B y en la AP. En cierto modo, se mantienen las visiones de la “revolución en un solo país”. Los graves vacíos políticos del PCB – colaboracionismo, pacifismo, etapismo – se presentan como ilusiones, desaciertos, errores nacionales, sin raíces consolidadas en alianzas de clase, al margen de sus raíces políticas, ideológicas y sociales basadas en la estalinización y burocratización de la "movimiento comunista". Internacional".

El frágil abordaje de la situación internacional de la época dificulta al lector contemporáneo la comprensión de las acciones militaristas realizadas, en Brasil y en muchos otros países, en el contexto del avance general mundial de la revolución de la época, que reunió múltiples recepciones, entre ellas, la de la pequeña burguesía radicalizada. En cierto modo, para Jacob Gorender, la izquierda organizada surge de una interpretación subjetiva, intelectual, etc. de las clases trabajadoras. No es, por tanto, el resultado teórico de la objetivación, práctica y contradictoria, de las necesidades expresadas por los oprimidos.

combate en la oscuridad constituye un intento de balance político de las dos derrotas, la de 1964 y la de la lucha armada, desde la perspectiva de los oprimidos y la revolución, para armarse y prepararse para una eventual victoria, aunque lejana. Jacob Gorender comenzó a preparar Combate en la oscuridad, visto como su contribución a la “historia de la izquierda brasileña” en el “post-64”, luego de su liberación y, sobre todo, luego de la publicación de su mayor obra, esclavitud colonial, en 1979.

esclavitud ractivado

En 1988, el gobierno federal, con el Ministerio de Cultura bajo la dirección de Celso Furtado, promovió amplias celebraciones del 1990º Centenario de la Abolición de la Esclavitud en Brasil. En múltiples encuentros, en los que participó con protagonismo Jacob Gorender, se registró el fuerte dominio del movimiento revisionista neopatriarcalista sobre el pasado esclavista, apoyado en la fuerza abrumadora de los segmentos sociales dominantes que interpretaba. En XNUMX, Jacob Gorender publicó esclavitud rehabilitadauna respuesta general y sistemática al movimiento académico restauracionista, en un momento en que la contrarrevolución neoliberal llegaba a su apogeo, con la disolución de la URSS y los estados de economía plana de Europa del Este. Catástrofe histórica que, a medio plazo, acabó marcando profundamente al propio autor y su posterior producción intelectual, como veremos.

Em esclavitud rehabilitada, Gorender intenta criticar y definir las raíces de clase y las orientaciones ideológicas del pensamiento neopatriarcal y neoconservador, especialmente sobre la esclavitud brasileña. Para él, no se trata de una polémica erudita sobre el pasado, sino de un choque, en el mundo de las representaciones, sobre la vieja formación social brasileña, entre exploradores y explotados, con repercusiones decisivas en el presente, no sólo cultural e ideológico. Propondría: “[…] si fuera posible y viable la conciliación de clases entre amos y esclavos […] mucho más posible y viable sería la conciliación entre capitalistas y asalariados”.

En el proceso, nominó y criticó a un gran número de los académicos nacionales más prominentes de entonces que abrazaron las propuestas neopatriarcalistas e irracionalistas sobre la esclavitud. En esclavitud rehabilitada, señala como obra de referencia en la inflexión neopatriarcalista en Brasil la traducción al portugués, en 1981, del libro de la historiadora greco-francesa Kátia de Queiroz Matoso, Ser esclavo en Brasil, recibido como un nuevo paradigma por la Academia, a pesar de sus lapsus, tropiezos y progresivas incongruencias. Una obra que presentaba “por un lado, el caballero gentil, generoso; por el otro, el esclavo dócil, aunque malicioso y sutilmente resistente”.

la servidumbre feliz

Los múltiples temas criticados de la restauración neopatriarcal de la esclavitud fueron: la objetivación y autonomía absoluta de los trabajadores esclavizados; la negación de la oposición del cautivo a su explotación y la transformación de la esclavitud, en beneficio propio, mediante la acomodación y negociación con los explotadores; las condiciones excepcionales de existencia de los cautivos: poco trabajo, mucha comida, castigo raro; la ley de los esclavistas como garantía del mundo de los esclavos; la existencia general de familias esclavizadas estables; la benignidad de la trata de esclavos; la transmutación del cautivo en campesino, aún bajo el yugo del esclavizador; la indeterminación de los fenómenos internos por procesos externos y la explotación por la estructura económica; la escasa movilidad social del cautivo; el carácter no clasista de las revueltas de esclavos, etc.

En magistrales páginas sintéticas Jacob Gorender critica a los principales autores que propusieron, directa o indirectamente, la revisión, superación o muerte del marxismo, como método: Louis Althusser, Michel Vovelle, Paul Veyne, Cornelius Castoriadis, Eugene Genovese, Robert William Fogel, Stanley L. Engerman, &c. Desarrolla la discusión sobre la “conciencia posible” del trabajador esclavizado. En los capítulos “La revolución abolicionista” y “El Brasil posabolicionista y los negros”, discute el carácter de la abolición de la esclavitud. Jacob Gorender presenta su visión de esos éxitos, a partir de la definición previa del carácter dominante del modo de producción esclavista colonial y de la necesaria transición intermodal hacia formas de producción post-esclavistas. Presenta una amplia y precisa reconstrucción histórica de los éxitos al hablar de la “revolución abolicionista”.

Señala el sesgo político pragmático y coyuntural de la negación no metodológica, por parte del Movimiento Negro, de la importancia de la abolición de la esclavitud, durante las celebraciones del I Centenario. Marca la lucha radical por el fin de la institución, con un papel central del movimiento abolicionista radicalizado y, sobre todo, de la masa esclavizada. Éxitos presentados magistralmente en el clásico de Robert E. Conrad, Los últimos años de la esclavitud en Brasil, 1975. [CONRAD: 1975.] Recuerda que, con la negación del sentido referencial de la “revolución abolicionista”, se niega la acción de la lucha por la libertad de los trabajadores esclavizados.

Revolución abobolicionista

Discute las determinaciones que llevaron a la enorme longevidad y solidez de la esclavitud en Brasil y su creciente crisis, desde la década de 1850. libre. Un proceso que tuvo un momento terminal en la abolición institucional de la esclavitud, cuando estaba en su agonía final, por el abandono de los cautivos de los cafetales, principalmente en São Paulo.

Propone que la “revolución abolicionista” habría hecho “los tiempos de la revolución burguesa en Brasil” abriendo el camino para el “capitalismo [entonces] posible” en ese momento. La llamada Revolución de 1930 jugaría un papel “complementario” en un proceso que no se habría desarrollado bajo la égida clara y límpida de la burguesía y los trabajadores fabriles brasileños.

cuando fue publicado esclavitud rehabilitada, la marea neoliberal ya estaba impulsando la restauración capitalista en los estados de economía planificada de Europa del Este y la privatización y destrucción mundial de conquistas, instituciones y partidos obreros y sociales. El libro no dio lugar a discusión y debate. Fue recibido con piedras en la mano por no pocos de los autores que Jacob Gorender había criticado, instalados en posiciones académicas estratégicas. El ataque no fue a las tesis del libro, fue ad homin – contra el autor, entonces principal representante del marxismo revolucionario en la historiografía.

O fsoy da hhistoria

Durante la década de 1980, la marea liberal a nivel mundial hizo retroceder el mundo del trabajo, disolviendo sus partidos de trabajadores, sindicatos, desmoralizando a decenas de miles de políticos, intelectuales, luchadores sociales. El ápice de ese momento se alcanzó con la disolución de la URSS y la restauración capitalista en los llamados países socialistas, disolviendo logros alcanzados por el mundo del trabajo en durísimas luchas en los últimos setenta años, en un drama histórico de época.

Jacob Gorender había hecho un esfuerzo inmenso por superar la vulgata del marxismo contrarrevolucionario dogmático, esclerótico y estalinista, en el que se había formado y permanecido durante prácticamente veinte años. Su ruptura fue parcial en algunas estructuras profundas del credo estalinista: revolución en un solo país; confianza exacerbada en el partido; etc. Incluso después de su ruptura con el estalinismo, Gorender se resistió a leer y estudiar las obras de León Trotsky.

Acercándose a los 70 años, bajo la terrible presión de la contrarrevolución mundial que avanzaba velozmente, como tantos otros intelectuales y militantes históricos, Jacob Gorender, estratégicamente descreído de los trabajadores derrotados, inició una inflexión socialdemócrata y disinfonía esencial de su producción. sobre la formación social brasileña y una nueva producción suya traducida en ensayos sobre la crisis del mundo del trabajo, del socialismo, de la URSS.

A ddestrucción de la URSS

Jacob Gorender, quien abrazó las esperanzas suscitadas por el reformismo socialdemócrata de M. Gorbachov, se refirió a los éxitos continuos en la URSS en dos ensayos: Perestroika: origen, proyectos y callejones sin salida, publicado en 1991, que recibió un capítulo final, "El origen y el fracaso de la perestroika", escrito bajo la influencia de la disolución final de la URSS, que había presenciado en Moscú. [GORENDER: 1991.] El libro alcanzó varias ediciones pero causó poca repercusión, debido a los límites de una interpretación ya escrita según las visiones dominantes. Jacob Gorender se refiere a los handicaps negativos que conoció la construcción de la URSS, en los primeros años posteriores a 1917, sin referirse a la destrucción del aparato productivo y diezmado del proletariado, luego de la Guerra Civil [1919-1922] que, asociada a la retirada de la Revolución Alemana, en 1923, dio lugar al asalto burocrático al poder.

Abarca la defensa de N. Bukharin de una lenta construcción de tortuga del socialismo en la URSS, apoyada por el campesinado. Ataca a L. Trotsky por proponer la industrialización acelerada como forma de defender a la URSS y recomponer el proletariado, el poder y la democracia soviética. No ve la lucha mundial a muerte entre el modo de producción capitalista y el de la economía planificada y planificada. [BUJARIN, &. PREOBRAZENSKIJ: 1973.] Para él, la crisis de la URSS era una cuestión interna, aislada de la crisis de la revolución mundial, favorecida por la dirección burocrática, en la que sólo se concentra.

Jacob Gorender no prevé la crisis burocrática en el manejo de la economía por la marginación de la población de las decisiones y la construcción del socialismo en “un solo país”, a pesar de que la URSS fue el resultado de la unión de varios “países”. Para él, la única solución a la crisis que atravesaba la URSS vendría desde arriba, y nunca desde la democratización y la acción de los productores directos. Nunca discute la propuesta de una “revolución política” planteada por León Trotsky, como forma de restablecer el poder obrero en la URSS. [TROTSKY, 1963.] Adopta el lenguaje de los ideólogos y propagandistas capitalistas e imperialistas al definir como “conservadores” a los que lucharon contra la restauración capitalista y como “renovadores”, “progresistas”, etc., a los que lucharon a favor de ella. En resumen, apoyó una restauración capitalista controlada, con el mantenimiento de algunas conquistas sociales.

Una conversación que nunca sucedió

En 1992, Jacob Gorender publicó Marcino y Liberatore: diálogos sobre marxismo, socialdemocracia y liberalismo, libro de casi nula repercusión y escasas ventas, que pretende presentar una síntesis del enfrentamiento entre socialismo y capitalismo en el siglo XX y las razones de la disolución de la URSS. [GORENDER: 1992.] La obra concluye con un “Nuevo proyecto socialista como alternativa a la barbarie del capitalismo”, con un sesgo utópico-conservador. El libro se presenta como un diálogo imaginario, en Moscú, entre Liberatore, un liberal brasileño culto, y Marcino, un “marxista”, con quien confiesa tener cierto acercamiento.

En el diálogo, Gorender es incapaz de construir una oposición plena entre los portavoces del liberalismo y el marxismo, registrando ciertamente la indiscutible confusión y laceración teórico-ideológica del autor, en la transición del marxismo a la socialdemocracia y al liberalismo. Critica el estalinismo casi como una filosofía de la historia, disociada de la lucha de clases en la URSS y en el mundo. En el “Tercer Diálogo”, plantea nada menos que la imposibilidad material de construir el socialismo en la URSS, con la única salida en la institucionalización de la Nueva Política Económica [NEP] y el retorno al mercado y la producción mercantil.

Paradójicamente, esta tesis se basa en L. Trotsky, aun recordando que vio en la URSS dirigida por los trabajadores y apoyada por la revolución mundial como la única posibilidad de superar la propuesta de construir el “socialismo en un solo país”, en la que apoya M. Gorender. toda su interpretación. Jacob Gorender fue un antitrotskista incluso después de su ruptura con el estalinismo. Dudó varias veces cuando le pedí su opinión sobre las obras de Trotsky. Y me tomó algunos años tener el coraje de preguntarme, avergonzado, si realmente era, como decían, un “trotskista”. [MAESTRI: 2020, 137.] Al posiblemente leer por primera vez a León Trotsky, lo que estaba terminantemente prohibido en el PCB, Jacob Gorender quedó embelesado por la radicalidad de la producción teórica del constructor del Ejército Rojo, aun cuando ya era en una posición visceral contra ella y contra la revolución socialista. Define el revolución traicionada, como una “obra extraordinaria de ciencia económica y política”. Finalmente, reconoce que la Perestroika fue un proyecto para eliminar el socialismo, no para reformarlo. En su propuesta de un nuevo socialismo plantea una sociedad impulsada por el mercado, sin planificación, con algunas grandes empresas estatales. En otras palabras, una solución social-liberal utópica cuando la contrarrevolución mundial ya empujaba a las organizaciones socialdemócratas hacia el social-liberalismo. Y plantea que su propuesta la habría hecho Trotsky.

crepúsculo

En 1999, a la edad de 75 años, Gorender escribió el artículo “El proletariado y su misión histórica”, en un libro conmemorativo del sesquicentenario de la Revolución Rusa, registrando la ruptura total con el marxismo revolucionario ya propuesto en trabajos anteriores. En el artículo propone el carácter ontológicamente reformista del proletariado, que intentaría presentar en una obra más acabada, marxismo sin utopía, publicado al año siguiente. [GORENDER: 1999.] El libro recibió críticas razonadas de autores marxistas, señalando sistemáticamente sus múltiples vacíos lógico-históricos. A pesar de la tardía rendición, en relación con tantas otras deserciones, el libro recibió elogios de los grandes medios burgueses, siendo otorgado por él, al autor, el premio Juca Pato, de “intelectual del año”. Jacob Gorender escribió algunos otros ensayos menores, en el contexto del proceso de cancelación académica, especialmente de su obra fundamental sobre la esclavitud colonial.

Un marxista revolucionario no puede vivir al margen de la utopía, entendida como un compromiso férreo, con un ideal racional y objetivamente fundado, pero en general de lejana, difícil y dolorosa materialización. Fuertemente influida por la lucha social, esta instancia psicológica individual se ve sometida a una tensión creciente, especialmente en los momentos de triunfo de los opresores. Un triunfo que ciertamente nunca alcanzó la dimensión que conoció hoy, con el creciente dominio de la barbarie capitalista. De esta contradicción surge el conflicto permanente entre perseverancia, acomodación y entrega, que se materializa en forma de creencia o descreimiento en la posibilidad y extrema necesidad de superar radicalmente la explotación social capitalista.

Dilaceración que posiblemente se tragó en su vejez a este que fue, en mi opinión, el marxista revolucionario brasileño más creativo.

* Mario Maestro es historiador. Autor, entre otros libros, de Hijos de Cam, hijos del perro. El trabajador esclavizado en la historiografía brasileña (Editora FCM).

Referencias


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DÍAS, Giocondo. La vida de un revolucionario: medio siglo de historia política en Brasil. 2 edición Río de Janeiro: Agir, 1993. p. 190.

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GORENDER, Jacob. El fin de la URSS. Orígenes y fracaso de la perestroika. São Paulo: Actual, 1991.

GORENDER, Jacob. Marcino y Liberatore: Diálogos sobre marxismo, socialdemocracia y liberalismo. Sao Paulo: Ática, 1992.

GORENDER, Jacob. marxismo sin utopía. Sao Paulo: Ática, 1999.

GORENDER. La burguesía brasileña. São Paulo: Brasiliense, 1986.

MAESTRI, Mario. “Esclavitud colonial: Génesis, reconocimiento, deslegitimación de la revolución copernicana de Jacob Gorender”. Cuadernos IHU. Año 3 – No 13 – 2005.

MAESTRI, M. “Maestri, ¿puedo hacerle una pregunta personal?” MAESTRI, M. Domenico Losurdo, un farsante en el país de los loros : ensayos sobre el estalinismo y el neoestalinismo en Brasil. 2 edición Porto Alegre: FCM Editora, 2020.

MAESTRI, Mario. Desde Europa, una mirada crítica a Brasil. Entrevista concedida por J. Gorender. diario del sur. Porto Alegre, Rio Grande do Sul, 9 de octubre de 1987.

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“Mário Alves de Souza Vieira. Secretario General del Partido Comunista Revolucionario Brasileño (PCBR). www.torturanuncamais. org.br/mtnm_mor/mor_desaparecidos/mor_mario_vieira.htm.

PRADO JUNIOR, Caio. La revolución brasileña. São Paulo: Brasiliense, 1966.

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