por CHICO ALENCAR*
Cinco razones para seguir en el partido que me hacen mejor como figura pública.
“Nacer no es suficiente. Nacemos para renacer” (Pablo Neruda).
Hay momentos en la vida en los que es necesario reafirmar valores y creencias. No dogmas, sino convicciones y utopías, diversas y cambiantes, pero esenciales.
Me gusta pertenecer al Partido Socialismo y Libertad, como nuestros 240.631 afiliados en todo Brasil, incluidos los 56 que vinieron desde octubre pasado. Somos un partido en construcción y crecimiento, con vocación de grandeza. Al contrario de lo que algunos puedan sentir, el PSOL no me 'limita': me hace mejor como figura pública.
Habría 500 o 50 razones para seguir en el PSOL, pero lo resumo en cinco:
(1) PSOL es un partido que busca ser fiel a su propio nombre: Socialismo y Libertad. Pretende mantener la dimensión sin la cual toda organización política que no sea de orden pierde su razón de ser: el sueño de una sociedad igualitaria, de una democracia sin fin. PSOL está comprometido con la transformación social y la ética pública;
(2) Los principios y el programa de PSOL se actualizan constantemente. No quiere controlar los movimientos sociales, sino estimularlos. No se cree el único portador de los cambios urgentes, pero es su agente, junto con otras fuerzas, sin diluirse ni perder su identidad;
(3) El PSOL no es un partido puramente electoral -como casi todos-: es parte de la vida cotidiana, de la ciudadanía activa cotidiana. Nuestra fuerza vital proviene de militantes, grupos de base, sectores de la diversidad de la sociedad: jóvenes, negros, mujeres, LGBTI+, ecosocialistas, educación, salud...
(4) El PSOL concurre a las elecciones presentando proyectos colectivos, situando la programática por encima de la “pragmática”. Comprende la necesidad de alianzas y coaliciones basadas en una plataforma común, que se construirán en torno a una mesa de unidad, en las luchas contra el neofascismo, de ahora en adelante; en la disputa de 2022, a construirse sin hegemonismos y con propuestas de otro Brasil, en una perspectiva progresista y amplia, sin sectarismos y sin ilusiones con la derecha;
(5) El PSOL exige, sanamente, de cada parlamentario un desempeño de bancada, combate el individualismo (gran seducción de la institucionalidad burguesa, arraigada en la cultura nacional), tiene una atención crítica y sana en relación a nuestras palabras y votos, como tanto como no flaquea en la defensa de sus representantes, cuando son blanco de los ataques de los poderosos contra quienes combatimos.
Sigo creyendo que “un violín, por muy afinado que esté, no sustituye a una orquesta”.
campaña municipal de 2020, que convirtió al PSOL en el partido con mayor grupo en la Cámara de Río (¡que lo seguirá siendo!) y el que más creció proporcionalmente en las legislaturas locales.
*Chico Alencar Es profesor, escritor y concejal del Ayuntamiento de Río de Janeiro.