Capitu y el capitulo

Gerald Wilde, Las bodas del cielo y el infierno, 1971-2
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por JOSÉ GERALDO COUTO*

Comentar la película de Julio Bressane, actualmente en cartelera.

Una película de Julio Bressane es siempre un desafío a la inteligencia y sensibilidad del espectador. Con capitulo y el capitulo, que llega a los cines este jueves, no es diferente. Cada uno de sus planos pone en escena un conjunto de signos (visuales, rítmicos, sonoros) que interactúan para producir o sugerir significados.

Veamos el comienzo de Capítulo. La primera imagen es de una biblioteca privada a oscuras, donde un violinista solitario toca un adagio conmovedor. Corte a un plano vertical de cámara alta que muestra a dos hombres, o más bien sus sombreros, uno de ellos gesticulando "sí" y el otro "no". Quizá temerariamente, ya pensamos en una referencia al tema de la ambivalencia que envuelve al protagonista de la novela y de la película: “después de todo, ¿Capitu traicionó a Bentinho o no?”.

La siguiente escena comienza con un primer plano de un sombrero, desde el cual la cámara se mueve para mostrar al actor Enrique Díaz escribiendo sobre un escritorio y diciendo en voz alta: “Me llaman Casmurro, ese no es mi nombre”. ¿Es el propio Dom Casmurro/Bentinho o Machado de Assis asumiendo la voz de su personaje-narrador en primera persona? La ambigüedad, instalada en esos primeros minutos, pasa en el siguiente plano a un primer plano de los ojos verdosos e inyectados en sangre de la propia Capitu (Mariana Ximenes), los famosos “ojos oblicuos y disimulados de gitana” (frase de José Dias nunca pronunciada en la película).

Para Julio Bressane, Capitu es un signo que debe combinarse con muchos otros para suscitar ideas y percepciones sobre un puñado de temas: la mujer en la sociedad brasileña (especialmente a fines del siglo XIX, pero no solo), el romanticismo en la literatura y las artes. , la relación entre la cultura nacional y las metrópolis europeas, la influencia de la naturaleza tropical en el pensamiento y las artes, etc. etc.

No es casualidad que la película se presente como “extraído de la novela de Machado de Assis”. No está "basado", ni "adaptado", sino "extraído". Es como si el cineasta tomara del libro lo que le interesa y convirtiera el material saqueado en lo que quisiera. No hay fidelidad a una obra que tematiza, entre otras cosas, una supuesta infidelidad.

Ya en su primer diálogo con Bentinho (Vladimir Brichta), filmado a través de un espejo, el Capitu compuesto por Julio Bressane y Mariana Ximenes emerge liberado de las ataduras del personaje del libro. Desafiante, descarada, parece casi una figura de Nelson Rodrigues cuando le pregunta a su marido acorralado: “Si tuvieras que elegir entre tu madre y yo, ¿a quién elegirías?”, o “¿Tienes miedo de que te peguen en la cara? ?”

Poco después, en la oscura biblioteca de Casmurro/Machado, las páginas que escribe se le escapan de las manos temblorosas y él se hunde en un sillón, mientras las páginas se desparraman por el suelo. ¿Tu texto ya no te pertenece?

Las libertades que se toma Julio Bressane son de todo tipo, incluso ostensivos anacronismos, como en la bella escena en la que las dos parejas -Bentinho/Capitu y Escobar (Saulo Rodrigues)/Sancha (Djin Sganzerla)- bailan sin música. Mientras la primera pareja baila un vals, la segunda simula los pasos de un torcedura ou el rock and roll de los años 1950.

En otro pasaje, Enrique Díaz/Casmurro/Machado dice que “los vivos sospechan que una estrella lúgubre ilumina lúgubremente la tumba de los poetas brasileños modernos”, frase que en realidad pertenece al Cancionero alegre de poetas portugueses y brasileños, de Camilo Castelo Branco. Todo se extrae de todas partes, en una vertiginosa superposición de referencias.

Cuando Bentinho y Sancha hablan de un proyecto de viaje a Europa para las dos parejas, las siguientes tomas son de los exuberantes frescos del Palacio Te, en Mantua, reverberando plásticamente las líneas cada vez más seductoras y libidinosas de la chica.

Pero, en mi opinión, más interesantes y estimulantes que el mero juego intelectual de citas y referencias (incluso a otras películas del director), son los hallazgos específicamente cinematográficos que alcanzan la percepción del espectador de forma más inmediata.

Por ejemplo, cuando Bentinho está lleno de celos, todo el espacio se estremece a su alrededor como un barco en un mar embravecido, obligándolo a aferrarse a los muebles. O en la escena antológica en la que la sombra de Bentinho, proyectada sobre la pared y el techo, se transforma, por un mero desplazamiento de la luz, en la sombra de un cuervo, mientras Enrique Díaz recita los versos “Y el cuervo se queda ahí; allí está trepado/ sobre el mármol blanco tallado/ de la antigua Palas”. Es la traducción del famoso poema de Edgar Allan Poe por el mismo Machado de Assis.

Hay, además, una erotización de todas las relaciones, o quizás una explicación de las posibilidades contenidas en un estado de potencia en el texto de Machado. En este terreno, Bressane no duda en poner en boca de Capitu una fuerte insinuación de la pasión homoerótica de Bentinho por Escobar. “En la cama, te daría la espalda y me convertiría en Escobar para ti”, dice con sarcasmo.

En lugar del secular cuestionamiento -en el fondo sexista- sobre la supuesta traición de Capitu, la película parece cuestionar a todos los personajes, especialmente a los masculinos (Bentinho, Escobar, el amante de los superlativos José Dias), y a la sociedad en que viven transitan. En lugar de interrogar a Capitu, nos interroga a nosotros.

Como siempre ocurre con la obra de Julio Bressane, habrá quien se sienta irritado por la profusión de referencias eruditas, o frustrado por la ausencia de los mecanismos habituales de proyección e identificación con los personajes, o incluso desorientado por la falta de moral de los personajes. la historia o “mensajes” explícitos. Al entrar al cine, uno tiene que dejar de lado estas expectativas inerciales para embarcarse en otro tipo de experiencia, más exigente, pero también más enriquecedora.

*José Geraldo Couto. es crítico de cine. Autor, entre otros libros, de Andrés Bretón (Brasileño).

referencia


capitulo y el capitulo
Brasil, 2023, 75 minutos.
Dirigida por: Julio Bressane.
Guión: Rosa Días.
Reparto: Mariana Ximenes, Enrique Díaz, Vladimir Brichta, Djin Sganzerla, Saulo Rodrigues.

Publicado originalmente en BLOG DE CINE.

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