Por Gabriel Cohn y Ricardo Musse*
Dos presentaciones del libro de Ricardo Pagliuso Regatieri, relato de debates sobre el carácter del nazi-fascismo entre miembros de la Escuela de Frankfurt.
Presentación de Gabriel Cohn
La Teoría Crítica de la Sociedad se convirtió en un buen ejemplo del “marxismo occidental” al centrarse en el análisis suave del capitalismo, abandonando el lado en las de los fundamentos materiales de la sociedad. Perry Anderson ciertamente estaría de acuerdo con esa declaración. Pero no Ricardo Pagliuso Regatieri, quien presenta en Capitalismo sin restricciones (Humanitas, 2019) una brillante refutación de ese lugar común.
Demuestra que los maestros de la llamada “Escuela de Frankfurt” nunca retrocedieron ante la exigencia de ir hasta el fondo de la organización de la sociedad para encontrar el contenido de las formas culturales y el patrón civilizatorio que tan bien supieron estudiar. No les faltó compromiso para esto. Lo que faltó fue el tiempo y la oportunidad de poner en condiciones de publicación una gran cantidad de debates y anotaciones.
Esto es exactamente lo que reconstruye paso a paso, comenzando con un importante debate en 1941 en la Universidad de Columbia (que había proporcionado las condiciones para la continuación del trabajo del Instituto de Investigación Social en Frankfurt en el exilio norteamericano). Fue un encuentro de investigadores de diferentes áreas para examinar conjuntamente las nuevas condiciones del capitalismo, con especial referencia al Nacionalsocialismo Alemán.
En este sentido, es habitual centrarse en el debate entre el economista Friedrich Pollock y el jurista Franz Neumann sobre la forma de organización económica y política en la Alemania nazi. El primero habría tenido más influencia en el curso de la discusión, con su tesis del “capitalismo de Estado”. Regatieri muestra que incluso en esta etapa las cosas no eran tan simples y sigue el desarrollo de esto hasta llegar al punto más fuerte de su argumento. Es porque buscó en esas preocupaciones por la organización y tendencias del capitalismo el contenido más profundo y no explícito (porque debió ser desarrollado más tarde) de la gran obra del Instituto en el período, la Dialéctica de la Ilustración de Horkheimer y Adorno.
En apoyo de esta robusta tesis, presenta el resultado de su investigación documental, que demuestra la decisiva importancia para el pensamiento de estos autores de la figura de raqueta. El término designa diversos tipos de actores sociales y políticos en el escenario del capitalismo monopolista, tanto en Alemania, donde es un elemento central en la organización del poder político y económico, como en Estados Unidos, donde coexiste con una organización institucional democrática. .
Lo esencial en este caso es que el raqueta es una especie de forma degradada de clase, dirigida no tanto a organizar la sociedad como a apropiarse de la riqueza producida tratándola como una reserva de botín para ser disputada por todos los medios disponibles. Actúan sin restricciones, así como el capitalismo que los genera también está en libertad en esa etapa de su fase de monopolio.
Al hacerlo, Regatieri ha producido un libro muy significativo, que todavía ofrece la apreciable ventaja de ser muy ameno y proporcionar amplia información sobre todos los aspectos de su tema, incluida una interesante exposición y análisis de la Dialéctica de la Ilustración. No se pierde ni un minuto leyendo este libro.
Prólogo de Ricardo Musse
Capitalismo sin restricciones fue compuesta como una de esas obras de arte abstracto que cambia de aspecto con cada desplazamiento del observador. En este caso, según el interés del lector. Se organiza como un cruce de planos que pueden enfocarse por separado, pero que son ininteligibles sin las referencias del conjunto.
A la luz de cierto ángulo puede verse como un acompañamiento de la génesis de Dialéctica de la Ilustración. Cuando miras a tu alrededor, se puede entender como una historia del debate, en el ámbito de la Escuela de Frankfurt, sobre el significado y la importancia del nazifascismo. Visto desde otro ángulo, aparece como una presentación de la trayectoria intelectual, en la década de 1940, de Max Horkheimer y Theodor Adorno, destacando los movimientos que los llevaron a criticar el proceso civilizatorio.
Las diferentes dimensiones del libro están construidas con una competencia única y una originalidad que, poco enfatizada por el autor, salta a la vista del lector. Los temas y conceptos que orientaron a Horkheimer y Adorno en la época, a pesar de su importancia, recién ahora comienzan a ser debatidos. Y no solo en Brasil.
Capitalismo sin restricciones comienza, repentinamente, con el relato de las distintas posiciones sobre la naturaleza del nazismo, presentadas en un ciclo de conferencias organizado por Max Horkheimer en la Universidad de Columbia, entre noviembre y diciembre de 1941. El debate contó con la participación de Herbert Marcuse, Arcadius RL Gurland , Franz Neumann, Otto Kirchheimer y Friedrich Pollock. No todas las comunicaciones fueron publicadas en la revista del Instituto de Pesquisas Sociais, cuya circulación, mantenida regularmente desde principios de la década de 1930, terminó en 1941.
La primera novedad del libro está ahí, en la elección de su punto de partida. Las reconstituciones de la controversia entre los frankfurtianos sobre la naturaleza del nazismo suelen ubicarse solo en los artículos publicados en la revista del Instituto o, entonces, son limitadas –como lo hace Rolf Wiggershaus en su libro clásico la escuela de frankfurt (Difel, 2002) – presentando las posiciones divergentes entre Pollock y Neumann.
Ricardo Regatieri no ignora los diversos artículos sobre el tema, publicados en la revista del Instituto, luego rebautizada como Estudios de Filosofía y Ciencias Sociales. Tampoco ignora la importancia del libro de Neumann, Behemoth: la estructura y práctica del nacionalsocialismo, 1933-1944. Siempre que sea necesario, recurre, con pertinencia y conocimiento de causa, a este grupo.
La estrategia de priorizar el “debate de Colombia” permite examinar el tema desde otro ángulo. En primer lugar, abre la oportunidad de resaltar las coordenadas allí presentes sobre la caracterización del nazismo, oscurecidas, en cierta medida, por la habitual oposición entre capitalismo de Estado y capitalismo monopolista. Este es el caso, por ejemplo, del papel atribuido a la tecnología y la racionalidad inmanente al proceso. La principal, sin embargo, es quizás la contribución de Regatieri a la clarificación de la posición de Horkheimer (y en menor medida de Adorno), a partir del seguimiento de sus acciones y reacciones.
Horkheimer evitó la discusión previa del contenido de cada una de las conferencias. Como director del Instituto y editor de la revista, su procedimiento habitual era discutir los artículos con sus autores, haciéndolos compatibles con el abanico de posiciones teóricas y prácticas defendidas por el Instituto. La intensidad de las divergencias imposibilitó al director hacer algún esfuerzo, usando su autoridad, para buscar convergencias. Esta situación, sumada a las dificultades financieras derivadas de la Guerra -agravadas por la entrada de los EE.UU. en el conflicto- acabó temporalmente con la obra colectiva, pieza central del proyecto llevado a cabo en el ámbito del Instituto, a partir de 1931.
el segundo capitulo de Capitalismo sin restricciones se centra en artículos publicados por Horkheimer entre 1937 y 1943. Uno de los hilos de la investigación busca evaluar en qué medida el director del Instituto se inclina por una de las tesis en conflicto: la de un capitalismo planificado políticamente dirigido o la de un capitalismo monopolista que exacerba la explotación económica. Descartando la variedad de matices rescatados por Ricardo Regatieri, quizás podamos resumir el rumbo diciendo que Horkheimer no se muestra del todo a favor de ninguno de los dos.
Horkheimer busca insertar su diagnóstico del presente en consideraciones a largo plazo. Confronta la situación actual con el liberalismo, destacando el proceso que condujo a la liquidación del capitalismo competitivo y su transformación en un capitalismo monopolista autoritario comandado, a través del aparato estatal, por los jefes de industria, ejército y administración. En este sentido, define la fase liberal como el interregno de dominación directa y brutal, caracterizado por un intenso control sobre la vida de los individuos.
En la parte final de este bloque, Ricardo Regatieri reconstituye las actualizaciones de la teoría de las clases de Karl Marx, desarrolladas por Horkheimer y Adorno en artículos separados y sintomáticamente convergentes. Adorno identifica en el liberalismo, en contradicción con la proclamada libre competencia, una relación asimétrica intensificada por la dominación extraeconómica. En el capitalismo monopolista, la concentración de capital se presenta como una “expresión de la sociedad en su conjunto”, invisibilizando el antagonismo de clase.
Se ha vuelto casi un lugar común subrayar el impacto de las tesis de Walter Benjamin, "Sobre el concepto de historia", en Dialéctica de la Ilustración. La teoría de la historia desarrollada por Benjamin en estos fragmentos ciertamente guió y dirigió la construcción del libro de Adorno y Horkheimer. Sin embargo, no siempre se reconoce el punto de partida de ambos: la similitud de diagnósticos sobre el momento histórico.
Horkheimer y Adorno se encargaron de investigar, preliminarmente, la deslumbrante barbarie del presente. En la búsqueda de estas determinaciones, escribieron, en línea con sus reflexiones anteriores, una serie de extractos -abandonados en forma de manuscritos- a los que denominaron “teoría de la raquetas”. El término raqueta, corriente en la literatura científica norteamericana, designa a los grupos y asociaciones políticas y económicas que utilizan la violencia, explícita o subliminal, para crear y mantener diversos tipos de monopolios (tanto de capital como de trabajo).
Ricardo Regatieri, a través de un minucioso análisis del conjunto de estos extractos –incluido el material inédito que pudo consultar en el archivo del Instituto de Pesquisas Sociais–, muestra cómo estos fragmentos pueden ser considerados “una especie de eslabón perdido entre la El debate de Colombia y el Dialéctica de la Ilustración”. Configuran también un intento de comprender las limitaciones del Estado autoritario y la degradación de las clases y, en consecuencia, de los conflictos entre ellas.
El capítulo final está íntegramente dedicado a esbozar líneas de interpretación de la Dialéctica de la Ilustración. Destaca, en primer lugar, sus convergencias con el diagnóstico del presente y con la teoría de la historia elaborada por Walter Benjamin, en sus “Tesis”. Expone las ramificaciones de la intención, expresada por Adorno en una carta a Horkheimer, de concebir “la dialéctica de la Ilustración como una dialéctica entre cultura y barbarie”.
Si Horkheimer, en artículos anteriores –en el arco que va desde “Teoría tradicional y teoría crítica” (1937) hasta “Sobre la sociología de las relaciones de clase” (1943)– extendía sus observaciones al capitalismo pasado, al período del liberalismo competitivo, en Dialéctica de la Ilustración las consideraciones a largo plazo se remontan a la prehistoria. Pagliuso Regatieri presenta claves de lectura sugerentes para comprender el paso de la crítica del capitalismo a la crítica de la civilización.
La “teoría de raquetas” ya atestiguó un cambio del énfasis en la explotación económica, una premisa general del marxismo convencional, a una crítica de la dominación. La barbarie, singularizada en la Alemania de Hitler, no podía entenderse como una excepción. Adorno y Horkheimer buscan así desentrañar la “racionalidad de la dominación”, el proceso que lleva del mito a la ilustración y viceversa.
Los capítulos anteriores del libro de Ricardo Regatieri aportan elementos importantes para comprender esta racionalidad que engloba y va más allá de la “racionalidad económica”. Destacan, por ejemplo, el interés de Horkheimer por el aparato tecnológico, cuestión planteada por el artículo de Herbert Marcuse, de 1941, “Algunas implicaciones sociales de la tecnología moderna”. Pagliuso Regatieri también presenta los momentos y contextos en los que el término raqueta aparece en Dialéctica de la Ilustración, procedimiento esencial considerando que la edición brasileña, al optar por traducir este término por otras palabras, ignoró su carácter conceptual.
Capitalismo sin restricciones tampoco se abstiene de confrontar las determinaciones, no siempre explícitas, de Adorno y Horkheimer sobre el capitalismo contemporáneo con las posiciones presentadas por otros miembros del Instituto en el “debate de Columbia”. La exégesis y comparación de dos ensayos insertos en Dialéctica de la Ilustración – “La industria cultural: la Ilustración como mistificación de las masas” y “Elementos del antisemitismo: límites de la Ilustración” – nos permiten observar que, para Adorno y Horkheimer, la situación del individuo difiere poco al transitar de lo “democrático” del capitalismo a la sociedad nazifascista.
*Gabriel Cohn es profesor emérito de la FFLCH de la USP y autor, entre otros libros, de Weber, Frankfurt: Teoría y pensamiento social (Azougué, 2016).
*Ricardo Musse Es profesor del Departamento de Sociología de la USP.