por IVAN DA COSTA MARQUES*
Un intelectual europeo que logró mostrar el ethos imperial de la ciencia y el papel que desempeñó la ciencia en la construcción de los imperios occidentales.
"Nesseur de l'écologie, de la modernité ou de la religion, Bruno Latour était un esprit humaniste et pluriel, reconnu dans le monde entier avant de l'être en France. Sa réflexion, ses écrits, continueront de nous inspirer de nouveaux rapports au monde. Reconocimiento de la Nación ” (@Emmanuel Macron, officiel du gouvernement – Francia, twitter, 9 de octubre de 2022).
El presidente francés, Emmanuel Macron, tuiteó el día de la muerte de Bruno Latour: "Un espíritu humanista y plural que fue reconocido en todo el mundo antes de ser reconocido en Francia". ¿Pero el reconocimiento de Bruno Latour no es tardío y todavía limitado también en Brasil?
En primer lugar, es plausible considerar la “denuncia” que hace Bruno Latour de las estratificaciones en la construcción del conocimiento científico de interés especialmente para quienes realizan investigación en nuestro país. Bruno Latour deshace la imagen del campo de la investigación científica como un espacio plano, abierto y transparente de verdades puras configuradas en encuentros de consenso racional alejados de la política. Jerarquías, autoridades y escalas aíslan y estigmatizan colectivos enteros “dentro” y “fuera” de las ciencias.[i]
Casi insuperables son las desigualdades de participación en la construcción del conocimiento científico. Poner en circulación una proposición científica o crear una controversia científica depende decisivamente de la capacidad de enrolar y mantener alistadas a tu lado personas y cosas o equipos. Esta habilidad se concentra en muy pocas manos. Esta desigualdad en las capacidades para hacer ciencia y tecnología es visible a nivel nacional e internacional. La capacidad de discutir un hecho científico, abrir una polémica, poner en circulación una proposición como candidata a teoría o hecho científico, publicar un artículo, todo eso depende decisivamente de dónde se encuentre institucionalmente.
El proceso de proposición y estabilización (creación, producción) del conocimiento científico se realiza a través de sucesivas pruebas de fuerza (“pruebas de realidad”) cuyos costos aumentan con cada ronda de controversia y confirmación. Para poder permanecer en el juego y no simplemente irse, se debe formar parte de importantes laboratorios, centros de cálculo y difusores de la comprensión pública de la ciencia, todas instituciones cuidadosamente y jerárquicamente custodiadas.
Un conocimiento científico gana estabilidad reuniendo y manteniendo bajo control personas y cosas, equipos, materiales y también instituciones. “Es… Galileo se equivocó bastante cuando pretendió oponer retórica y ciencia colocando, por un lado, una hueste (mil Demóstenes y mil Aristóteles) y, por el otro, un solo 'hombre común' que podría 'captar la verdad'”. (LATOUR, 1987/1997:102)
De especial interés para Brasil, Bruno Latour “denuncia” que la estratificación es visible no solo dentro de un mismo país, sino que también es visible entre países. Eso significa, subraya, que unos países (ricos, desarrollados, avanzados, capitalizados, competitivos, soberanos, autónomos, del primer mundo) se alistan y otros (pobres, subdesarrollados, atrasados, descapitalizados, improductivos, subalternos, dependientes, Brasil) son alistado.
Para investigadores de países como Brasil, la importancia de “denunciar” las estratificaciones en la producción de conocimiento científico y cómo ocurren no podría ser mayor: “el país que tiene un sistema científico pequeño puede creer en los hechos, comprar las patentes, importar conocimiento , exportar personal y recursos, pero no puede cuestionar, estar en desacuerdo o discutir y ser tomado en serio. En cuanto a la construcción de los hechos, tal país no tiene autonomía” (Latour, 1987/1997, p.274-275).
En segundo lugar, Bruno Latour va mucho más allá de constatar las estratificaciones en la construcción del conocimiento científico que llamé “denuncia”. Quizás aún más relevante, también muestra nuevas direcciones epistemológicas que pueden ser decisivas para los investigadores que enfrentan dificultades para dignificar el conocimiento no traducido para la colosal estructura de conocimiento de las ciencias (modernas) occidentales. Este conocimiento, como el originario de los pueblos originarios de América o África, es clasificado por las ciencias occidentales como creencia o ficción y ∕ o fraude.[ii]
Bruno Latour muestra, sin embargo, que, una vez históricamente y analizados en detalle (etnográficamente), las concepciones, teorías e incluso los hechos científicos de esa colosal estructura no se configuran en ausencia de política (sin fuerza que los sustente) y encarnan también las impurezas del “mundo de los humanos entre ellos”.
Este no es el lugar para explorar en profundidad estas nuevas direcciones epistemológicas propuestas por Bruno Latour. Como ejemplo, usaré la apreciación de Bruno Latour por el “artículo científico” para mostrar a dónde nos pueden llevar sus propuestas. Bruno Latour “denuncia” la visión general estabilizada, incluso en los círculos académicos, de que el artículo científico expresa una verdad pura y cristalina, algo que “está ahí” en el “mundo de las cosas en sí”, en la Naturaleza, algo alcanzado por un método científico que lo separa del “mundo de los humanos entre sí”. En esta visión dominante, el artículo científico es un trabajo de presentación de una verdad sin ningún esfuerzo retórico para convencer al lector.[iii]
Sin embargo, al estudiar etnográficamente la producción de artículos científicos en laboratorios y centros de cálculo, Bruno Latour muestra que sus autores reclutan aliados, se refieren positiva o negativamente a textos anteriores, ignoran disidentes que no se sienten capaces de enfrentar, consideran las situaciones en las que pueden tomados como referencia por textos posteriores, defenderse y fortalecerse, adoptar tácticas de posicionamiento, apilar elementos creando inducciones, encuadres escénicos, en fin, todas las técnicas de la antigua retórica, buscando finalmente capturar al lector presentándolos en un lecho de mosaico, sin poros, claro, lo que lo deja aislado y sin salida. “El poder de la retórica es hacer que el disidente se sienta solo”. (LATOUR, 1987/1997:76)
Bruno Latour nos hace ver que un artículo científico cierra a propósito todas las opciones para desmentirlo. O lo ignoras o te metes en un laboratorio para someterlo a “pruebas de fuerza”, algo no accesible para la mayoría, como hemos visto que él mismo “denuncia”. Latour muestra que el artículo científico es un trabajo de persuasión y no una presentación de verdades rutilantes previamente dadas en una realidad aislable e incorruptible que sería la naturaleza.
Bruno Latour muestra que cuando un tema pasa de una conversación de bar a un artículo científico, el número de aliados y oponentes (cosas y humanos) involucrados no disminuye, sino que aumenta drásticamente. “Desprestigiar (al artículo científico) no sólo significará luchar valientemente contra una gran masa de referencias, sino también deshacer los lazos interminables que unen entre sí instrumentos, figuras y textos”. (LATOUR, 1987/1997:84) Quien es pobre, subdesarrollado, atrasado, descapitalizado, improductivo, subalterno, dependiente, brasileño, se desarma ante un artículo científico, no tiene como disentir y no seguir esta pieza literaria que utiliza una retórica tan fuerte que produce un texto del que no se puede escapar, so pena de desligarse de la realidad. “Grande es el poder de esta retórica capaz de volver loco a cualquiera que no esté de acuerdo con ella” (LATOUR, 1987/1997:99).
Aunque europeo y blanco privilegiado, como él mismo reconoce, Bruno Latour vislumbra alianzas con y entre las clases subalternas de este mundo y se posiciona contra la supremacía blanca tan aceptada por gran parte de la élite mestiza brasileña que, curiosamente, ve ellos mismos como blancos. El pensamiento de Bruno Latour es, sobre todo, radicalmente subversivo: qué más liberador del orden establecido que afirmar “¡Nunca fuimos modernos!” entre los propios europeos? (LATOUR, 1991/1994).
Bruno Latour es liberador incluso para los soberanos del imperio euroamericano, aconsejándoles “abandonar la idea de enmarcar todo en términos económicos”. Esta es una verdad particularmente difícil para los soberanos de un imperio que ya no puede tolerar ni las enfermedades de sus sistemas de producción y consumo ni los remedios para ellas, pero que no quiere renunciar a su forma de existencia.[iv] Bruno Latour sugiere que “[lo que] necesitamos no es solo modificar el sistema de producción, sino salir de él por completo. Debemos recordar que esta idea de enmarcar todo en términos económicos es una novedad en la historia de la humanidad. La pandemia nos ha demostrado que la economía es una forma muy estrecha y limitada de organizar la vida y decidir quién es importante y quién no. … Si pudiera cambiar una cosa, sería dejar el sistema de producción y construir una ecología política en su lugar”. (Bruno Latour, entrevista con Jonathan Watts, The Guardian, 06/06/2020).[V]
Destaco que la obra de Bruno Latour contempla, sobre todo, alianzas para y entre las clases subalternas del imperio euroamericano. ¿Qué es la ciencia hoy? ¿Dónde está hecho? ¿Cómo y quién lo hace? ¿Con quién, para quién y para qué? ¿Qué podría ser más subversivo que proponer un cambio radical no solo en la comprensión de cómo se produce y acumula el conocimiento científico, sino también en el propio modo de existencia euroamericano? Es construyendo sus propias respuestas a las preguntas anteriores que los pueblos subalternizados de Brasil podrán acercarse a los soberanos euroamericanos sin renunciar a sus propias soberanías.
En Bruno Latour, los subalternos pueden buscar y encontrar lo que se puede leer como “denuncias” de cómo los soberanos euroamericanos quizás han exportado más de lo que siguieron sus propias convicciones modernas. En sus “denuncias” indica cómo, con el expediente de “la razón apoyando siempre a la fuerza y la fuerza apoyando siempre a la razón”, los conceptos, teorías y prácticas de las tecnociencias del imperio seducían y sometían a los subalternos de este mundo, haciéndolos elegir caminos que no les favorecen y les hacen desperdiciar esfuerzos. Queda a las clases subalternas aprovechar las “denuncias”, continuando las oportunidades que abren.
Bruno Latour se destaca como un intelectual europeo que logró exhibir el ethos imperial de la ciencia y el papel que jugó la ciencia en la construcción de los imperios occidentales, “la invencibilidad moderna”. El conservadurismo y el encierro voluntario de una parte (¿grande?) de la intelectualidad brasileña se revela precisamente como el punto elegido para atacarla: “¡Bruno Latour volvió atrás y cambió lo que pensaba sobre el conocimiento científico!”. – es la acusación superficial de quienes quieren tapar el sol con un colador, insistiendo en la visión idealizada de la ciencia como un trabajo que trasciende lo humano al descubrir objetos sin historia, objetos que siempre han estado ahí en una naturaleza incorruptible a la que la ciencia tiene acceso (trascendente). Es realmente revelador ver este caso brasileño del colonizado visto en el colonizador y el oprimido que teme el debilitamiento (relativización) del opresor. Si el uso de la humanización de la Ciencia por parte de la “derecha” provoca horror, la reacción no puede ser seguir creyendo que la Ciencia trasciende lo humano. Recuerda que lo opuesto al relativismo es el absolutismo, no el realismo. El debilitamiento no es del conocimiento científico, que siempre ha dependido de la política, la fuerza y el trabajo continuo para afirmarse. La ciencia moderna se debilita como verdad absoluta, como verdad por encima de los humanos. (DA COSTA MARQUES, 2022).
*Iván da Costa Marqués Es profesor del Programa de Posgrado en Historia de las Ciencias y Técnicas y Epistemología (HCTE) de la UFRJ. Autor, entre otros libros, de Brasil y apertura de mercado (Contrapunto).
Versión modificada de la publicada en el dossier de Bruno Latour de la revista digital chilena barbarie.
Referencias
DA COSTA MARQUES, I. Tecnología, ciencia y activismo militante en Bruno Latour In: KLEBA, JB;CRUZ, CC, Y col (Editor). Ingeniería y otras prácticas técnicas comprometidas – Vol 3: Diálogos interdisciplinarios y decoloniales. Campina Grande, PB: EDUEPB, 2022. p. 395-436.
LATOUR, b. Ciencia en acción: cómo seguir a los científicos e ingenieros a través de la sociedad. Traducción (REVISIÓN), LPI e. J. D. PA São Paulo: UNESP, 1987/1997. 439 pag..
LATOUR, b. Nunca fuimos modernos - Ensayo de antropología simétrica. Traducción COSTA, CI d. 1ra ed. Río de Janeiro: Editora 34, 1991/1994. 152 págs.
LATOUR, b. Reensamblando lo social: una introducción a la teoría Actor-Red. Salvador, BA y Bauru, SP (Brasil): Edulba (BA) y Edusc (SP), 2012. 400 p.
LATOUR, B. Bruno Latour: 'Trump y Thunberg habitan planetas diferentes. El de él no tiene límites, el de ella tiembla'. TODD, A.: The Guardian 2020 (6 de junio).
Notas
[i] Escribo “'dentro' y 'fuera' (del campo de la investigación científica) por razones de economía del texto, evitando entrar en el cuestionamiento de la “noción de contexto” presente en los textos. Estudios de Ciencias, especialmente en la teoría del actor-red. Ver “Sobre la dificultad de ser una HORMIGA: Interludio en forma de diálogo” en (LATOUR, 2012).
[ii] Cabe mencionar que esta (des)clasificación desborda los referentes epistemológicos para la sociedad en general, incluidos los circuitos económicos. Por citar un ejemplo, el conocimiento de los pueblos originarios de la Amazonía sobre las plantas no puede ser remunerado, pero el principio activo aislado en una molécula es un conocimiento susceptible de ser remunerado en forma de medicamento (una molécula).
[iii] Ver (LATOUR, 1987/1997:Capítulo I “Literatura”, pág. 39-104).
[iv] El diario británico The Guardian describió a Bruno Latour como "un showman de verdades difíciles". (LATOUR, 2020 (6 de junio)).
[V] https://www.theguardian.com/world/2020/jun/06/bruno-latour-coronavirus-gaia-hypothesis-climate-crisis Consultado el 13/10/2022.
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