Blockada

Whatsapp
Facebook
Twitter
Instagram
Telegram

por JOÃO LANARI BO*

Comentario sobre la película dirigida por Sergei Loznitsa

Quizás uno de los episodios más patéticos de la Segunda Guerra Mundial fue el bloqueo de la ciudad de Leningrado (ahora San Petersburgo). Desde octubre de 1941 hasta enero de 1944, hubo unos 870 días de asedio casi total, que provocaron la muerte de más de un millón de personas, un tercio de la población. La mayoría murió de frío, hambre y enfermedades como tifus, escarlatina e ictericia; muchos perecieron en los bombardeos. La expectativa de Adolf Hitler era asfixiar y liquidar la ciudad con un mínimo de pérdidas para las fuerzas alemanas. El estricto racionamiento de alimentos, sobre todo en el primer invierno del asedio, tuvo tal impacto que recurrir al canibalismo se convirtió en una opción, incluso entre seres queridos de una misma familia.

Blockada (2006), de Sergei Loznitsa, es un ejercicio de 52 minutos sobre el bloqueo de Leningrado, elaborado exclusivamente con material de archivo, en su mayoría de noticiario, sin narración y/o entrevistas, con una pista de ruidos naturales construidos totalmente artificialmente, en un estudio. El 27 de enero de 2014, en Berlín, el periodista y escritor ruso daniil granin se dirigió al Parlamento alemán sobre el sitio de Leningrado. Estuvieron presentes la canciller Angela Merkel y los principales líderes de esa Cámara Legislativa. Granin, de 95 años, militar destacado en la ciudad en ese momento, no dudó: “El bloqueo fue repentino e inesperado, así como la guerra fue inesperada para el país. No había reservas de combustible, de comida… una tras otra, empezaron a suceder tragedias, se acabó la luz y la electricidad, no había agua, alcantarillado, calefacción central… Los tranvías dejaron de circular, sumando, en pleno invierno, tres o cuatro horas de caminata a la pesada rutina de trabajo. La carga adicional de caminar debilitó aún más el sistema muscular, incluido el debilitamiento del miocardio... el número de muertes súbitas en las calles aumentaba rápidamente. Entre el 6 y el 13 de diciembre de 1941, 841 cuerpos fueron llevados de las calles a las cámaras de ejecución. A mediados de mes, al menos 160 personas al día se desplomaban en las calles".

Blockada, la película de Sergei Loznitsa, se sumerge en este fluir casi onírico de recuerdos y latencias, voluntarias e involuntarias. Su fuente primaria –material de noticiario– reproduce imágenes utilizadas hasta el agotamiento en otras producciones, algunas de ellas como viñetas de parrillas televisivas, signos recurrentes de la memoria. cada plan Blockada contiene un valor expresivo en sí mismo. Encargados de transmitir un registro de la resistencia rutinaria de la población, adquieren una cualidad significativa, que alcanza el umbral de una visión poética de Leningrado bajo asedio.

Bloques temáticos - separados por interpolaciones de pantalla negra, aludiendo a la apagones, como sugiere Denise Youngblood, muestran la recuperación de libros de una biblioteca medio destruida, autobuses y camiones abandonados en avenidas sepultadas por la nieve o la desesperación de la gente sacando agua del hielo en las calles. Con la ausencia de narración, la meticulosa estela de ruido acaba desencadenando una extrañeza en la recepción de la película, un efecto de proximidad que resulta incluso intimidatorio por su apego a las escenas mostradas. Los sonidos triviales (una puerta que cruje, un niño llorando, un automóvil que pasa) agregan un aura de familiaridad (extraña) a la película, lo que suaviza la adherencia del espectador. El bloque de imágenes de mayor impacto muestra cuerpos abandonados, o envueltos en telas, incluidos niños, montados y sonados en el mismo diapasón. El resultado, en otras palabras, es una secuencia inédita de imágenes-sonido, imágenes ampliadas por el uso del sonido. Fantasmas reales.

Todo funciona, en el esquema de Loznitsa, como si la interacción del espectador con la diégesis cinematográfica fuera, en sí misma, la operación de reconstrucción del pasado a través de microelementos visuales y sonoros. Su estrategia, sin embargo, sabotea el perfil habitual de las películas construidas fundamentalmente a partir de imágenes de archivo. Estimulado el esquema sensorio-motor del espectador, la articulación entre sonido e imagen establece el efecto perturbador que caracteriza Blockada. La visión humana, recuerda Michel Chion, es parcial y direccional: el oído es omnidireccional.

las imagenes de Blockada, filmadas con el vocabulario de los noticiarios, tienen un sistema estructurado de orientación que tranquiliza al espectador de los límites físicos dentro de los cuales se desarrolla la acción. En cambio, la banda sonora, los ruidos, vienen de todos lados y fuentes, dentro y fuera del campo visual. Para colmo, la ausencia de narración –e igualmente de todo diálogo inteligible– vacía deliberadamente posibles potencias sonoras que podrían llegar a dominar la imagen. La banda sonora desorienta al espectador, poniendo en jaque la habitual interdependencia entre lo real y lo virtual que se hace para construir lo que llamamos “realidad”.

Tal ambigüedad llega a su ápice en la secuencia final, que pasa del éxtasis de la población liberada, puntuada por los fuegos artificiales, a la implacable venganza de la ejecución masiva de los alemanes, ocurrida el 5 de enero de 1946. Estas últimas imágenes, la sólo los que no estaban en el set de cuatro horas de material noticioso, fueron extraídos del documental Un veredicto popular.

La palabra documental, dijo Alberto Cavalcanti, sin duda tiene “un sabor a polvo y aburrimiento”. La cita, que es bien conocida, es aún más válida para el cine de archivo, en particular para los noticieros. La idea de latas durmiendo en algún almacén olvidado viene a la mente cuando se habla de documentales hechos desde el “cine de actualidad”. Consumidas prácticamente en el momento de la producción, las imágenes de los noticiarios tienen una capacidad única, sin embargo, para recuperar gestos dramáticos cargados de historicidad. El mérito de Loznitsa fue actualizar esta potencia en Blockada.

*João Lanari Bo Profesor de Cine en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Brasilia (UnB).

 

referencia


Blockada
Rusia, 2006, 52 minutos.
Documental
Dirigida por: Sergei Loznitsa

 

Ver todos los artículos de

10 LO MÁS LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS

Ver todos los artículos de

BUSQUEDA

Buscar

Temas

NUEVAS PUBLICACIONES

Suscríbete a nuestro boletín de noticias!
Recibe un resumen de artículos

directo a tu correo electrónico!