bloques regionales

Gillian Wise, Conceptos racionales, 1977
Whatsapp
Facebook
Twitter
Instagram
Telegram

por MARLON LUIZ DE SOUZA*

Un contrapunto al sistema económico mundial de financiarización y explotación capitalista

Introducción

Este artículo establece algunos conceptos fundamentales de la economía política mundial y describe, aunque sea brevemente, cómo el ordenamiento del sistema económico mundial capitalista da forma al subdesarrollo del Sur Global, no como una etapa histórica evolutiva del capitalismo de estas naciones, sino como un parte distintiva del sostenimiento y expansión del centro mismo del capitalismo basado en la sobreexplotación y dependencia de los países del Sur y una inserción subordinada de estas naciones en la división internacional del trabajo, de la producción de cadenas globales de valor basadas en la coerción del capital financiero y rentista.

Este texto identifica el problema de una asimetría en la acumulación de riqueza derivada de la coerción del capital financiero internacional y del poder político y militar. Esta identificación se fundamenta teóricamente en los planteamientos de la economía política mundial sobre la hegemonía y la guerra, la arquitectura del sistema mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial desde la teoría marxista de la dependencia y la caracterización del capitalismo contemporáneo desde la financiarización.

En una coyuntura adversa en la que a los desplazamientos se sumaron las "operaciones militares especiales" de Rusia por lo que el Kremlin reclama la "desmilitarización y desnazificación de Ucrania" y el cerco militar expansionista y las sanciones económicas a los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). del epicentro del capitalismo internacional desde Estados Unidos hasta la República Popular China (RPC), arrojan sospechas sobre la posibilidad de una nueva crisis económica internacional o incluso de un nuevo conflicto bélico mundial.

Dominar las categorías teóricas mencionadas es decisivo para comprender la dinámica de la agenda del sistema económico mundial, en particular el camino de creciente sumisión estratégica, seguido por las burguesías latinoamericanas, confirma los análisis más radicales sobre su carácter “delivery” y “comprador”. .

A partir de esa elaboración, este estudio pretende contribuir al debate para la elaboración de otra vía de desarrollo, autónoma, independiente, en suma, socialista, soberana y que alivie las asimetrías de acumulación de capital, poder político y militar.

 

Una mirada estratégica a la economía política internacional

No se pretende aquí discutir la historia del desarrollo del pensamiento y la teoría de la Economía Política Internacional (EIP), sino señalar sumariamente la formación de este campo teórico, su autoridad científica y capacidad técnica. Puede admitirse que la EPI se constituye a partir de las formulaciones canónicas de la economía política clásica.

Gilpin (2001) señala que en lo que se refiere a la naturaleza de la economía política señala que durante los dos últimos siglos se han establecido varias definiciones diferentes del término “economía política”. Según Gilpin (ibdem) a Adam Smith en La riqueza de las naciones (1776), la economía política era una “rama de la ciencia de un estadista o legislador” y una guía para la gestión prudente de la economía nacional y, según el autor, John Stuart Mill, el último gran economista clásico, elabora Mill que la economía política era la ciencia que enseña a una nación a ser rica. Estos pensadores enfatizaron la riqueza de las naciones, y el término "política" fue tan significativo como el término "economía".

Desde una perspectiva epistemológica, la Economía Política Internacional (EIP) es un área temática o campo de investigación que involucra tensiones entre estados, mercados y actores de la sociedad. En este conocimiento especializado, la atención se centra en una variedad de actores y problemas que son "internacionales" (entre naciones) o "transnacionales" (a través de las fronteras nacionales de dos o más estados). EPI es también un método que aplica herramientas analíticas.

Padula (2017) considera el nacimiento de la EPI como una formulación para dar sentido a la construcción de una economía nacional autónoma preparada para la guerra. Menciona a Petty, Hamilton y List como autores que consideran factores geográficos, como el uso del espacio territorial nacional, sus recursos naturales y potencial para generar excedentes y progreso económico, incluyendo la industrialización, la integración a través de la infraestructura y el uso de instrumentos económicos – comercio. e inversiones – como forma de aumentar la influencia política internacional, sobre espacios territoriales y recursos de otros Estados: – producción ligada a la defensa – compras estatales, – independencia financiera nacional, creación de un sistema de tributación y crédito, a la expansión de la deuda pública.

Gilpin (2001) describe la naturaleza de la Economía Política a partir de trabajos como principios de economia (1890) en el que Marshall sustituyó el término actual “economía” por “economía política”: la economía vista como una ciencia empírica y sin juicio de valor. Lionel Robbins en La naturaleza y el significado de la ciencia económica (1932) trajo la definición que prevalece hoy: “La economía es la ciencia que estudia el comportamiento humano como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos”. A finales del siglo XX se vuelve a utilizar el término “economía política”, con diferencias en relación a usos anteriores; también con controversia sobre el significado del término.

los economistas corriente principal (Escuela de Chicago: Nueva Economía Institucional, Teoría de la Elección Pública, Nueva Economía Política): amplían la gama de modelos formales al endogenizar variables -modelado econométrico-, elaboran individualismo metodológico y racionalidad instrumental.

Los marxistas tienen a los economistas. corriente principal y sus concepciones como un enemigo a combatir en el campo teórico conceptual. La crítica marxista esencial de corriente principal es que la disciplina de la economía se ha vuelto demasiado formal, matemática y abstracta a medida que el desarrollo de modelos formales se ha vuelto en gran medida irrelevante para comprender y resolver problemas sociales y económicos reales. En la concepción marxista, una de las principales razones de este aislamiento de la economía del mundo real es que la economía descuida los elementos históricos, políticos y sociales en los que se desarrolla el comportamiento económico.

Los marxistas consideran que la economía es decisiva, pero la política es igual de importante. Gilpin (1972, p. 54), aunque no es marxista pero se autodenomina realista moderado, hace una afirmación similar de que “la política determina la estructura de la actividad económica y la canaliza en direcciones que tienden a servir (…) objetivos políticos”.

Se advierte que la Economía Política Internacional está formada por dos escuelas principales; el Reino Unido y los Estados Unidos. Se constituye la Economía Política Internacional de tradición americana; (1) Múltiples Tradiciones (Cohen); (2) Realista; (3) teorías institucionales (contratos); (4) Constructivismo, (5) Marginados (Canadá).

Ya está constituida la Economía Política Internacional de tradición británica; (1) Linajes, (2) Empirismo y objetividad, (3) Poder-saber (Postestructuralismo de Strange). Es importante resaltar que si bien existen importantes teóricos y elaboraciones marxistas en EE.UU., existe una tradición y mayor vigor e influencia en las Ciencias Sociales y en la Economía Política Internacional británica.

 

economía política mundial

Este término comprende conocimientos especializados para que se puedan realizar esfuerzos concretos para que la agenda de investigación en economía política aborde los desafíos más agudos que enfrenta Brasil y los países en desarrollo, es decir, el Sur Global. Tal abordaje teórico valora una mirada sistémica que no desmerece el papel que juegan los países del Sur en la constitución de la economía global, considerada en un sentido amplio, al involucrar sus aspectos éticos, históricos, económicos, políticos, sociales, dimensiones culturales, demográficas y ecológicas.

La economía política mundial valora y privilegia los aportes de estas regiones del sur al pensamiento universal, a partir del análisis de sus propias trayectorias y realidades. Al respecto, cabe señalar que la visión sistémica ha sido el principal aporte del pensamiento de las academias del Sur a la Economía Política desde mediados del siglo XX, junto con la valoración del estudio del desarrollo mundial, que a su vez , justifica el título de esta disciplina Economía Política Mundial y su objeto de estudio el desarrollo mundial.

 

economía para la guerra

Un concepto que parece tan actual se basa en la Economía Política Clásica, que es una mirada estratégica a la economía nacional, desde el punto de vista de las disputas y amenazas interestatales, reflexionando sobre el progreso económico como instrumento para reducir la vulnerabilidad y actuar a favor de los intereses externos. proyección, sino también para fortalecer el poder militar y la capacidad de hacer la guerra.

En 1976, el geógrafo francés Yves Lacoste escribió el libro La geografía, que sirve ante todo para hacer la guerra alertar a la academia sobre el carácter estratégico de la geografía, olvidada en la posguerra por la asociación entre la geopolítica y la expansión practicada por la Tercer Reich. Son elaboraciones que componen la Geopolítica y la Geoeconomía Clásicas.

Padula (2017) identifica un vínculo de continuidad en la forma de mirar la economía nacional entre los autores de la EPC y la Geopolítica Clásica en la que la economía sirve para hacer la guerra, o más ampliamente, como área estratégica del Estado. en un entorno geopolítico competitivo. Según Padula (ibdem) este enfoque continúa en los autores del EPI, especialmente Knorr (1973, 1977), quien fue el autor que más se dedicó al tema, profundizando en la importancia del uso de la economía con fines políticos y estratégicos, y sus conexiones al poder militar.

Petty (1662, 1665, 1690 apud Padula 2019) se preocupa por el progreso y generación de excedente económico en la agricultura, haciéndola capaz de abastecer a toda la población y economía nacional mediante el empleo de “pocas manos”, liberando mano de obra para trabajar en las actividades que considera más rentables, la industria y el comercio. Formando así una economía autosuficiente y más robusta, capaz de financiar guerras contra los principales rivales, Holanda y Francia, a través de impuestos y superávits comerciales (que generan divisas). Padula (ibdem) describe que Hamilton y List destacaron la importancia del desarrollo industrial para la diversificación productiva y el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales, fundamentalmente para la independencia política en el juego de poder interestatal

Según Padula (2017) tanto en Hamilton como en List, el sistema de infraestructura apunta no solo al desarrollo económico –formando un mercado interno próspero, integrado con una economía diversificada y complementaria–, sino fundamentalmente a la independencia política, a la identidad política nacional. o integración, al dominio político del territorio. Incluso la extensión del desarrollo por el territorio, haciéndolo homogéneo en términos de ocupación y avance económico y demográfico, actuaría en este sentido. Así, la dimensión geográfica del espacio de dominio, el territorio, aparece como un elemento central. En este sentido, List anticipa los elementos geográficos esenciales identificados por Ratzel, el espacio y la posición, y el papel de la infraestructura en la cohesión político-territorial nacional.

De esta elaboración, se puede tener en cuenta que el progreso y la inversión en la industria militar es una estrategia adoptada por algunos países para impactar positivamente sus economías nacionales en su conjunto.

En este sentido, el comercio, las inversiones y la construcción de infraestructuras podrían servir tanto para la explotación económica como para la dominación política de los recursos y territorios (Raztel, 1895; 1898, p.453 apud Padula, 2017). Para el autor, cuanto más se desarrollan los Estados, tanto en actividades agrícolas que demandan más territorios como en actividades industriales que demandan más materias primas y mercados, más crece la propensión a buscar tal expansión. Si bien Ratzel considera la guerra como la forma predominante de expansión, también apunta a la posibilidad de una “penetración pacífica”, utilizando lazos económicos, que las naciones más avanzadas encontrarían más fácil utilizar en su proyección de política exterior para controlar territorios y recursos.

Para Knorr (apud Padula, 2017) la tecnología es el elemento más importante y decisivo, tanto por su participación en los costes de producción de los bienes militares más importantes, como por su calidad y eficiencia, especialmente en los sectores nuclear, de telecomunicaciones y más avanzado. etapa de las armas militares con su movilidad, alcance, defensa, precisión y capacidades de destrucción. La gran producción industrial militar obviamente aumenta el potencial militar, porque puede orientarse más fácilmente hacia la demanda que surge de una guerra. Al mismo tiempo, cuanto mayor sea la participación de la producción de bienes industriales generales en relación con el PIB, mayor será el poder militar potencial. Los servicios industriales también son importantes en este sentido, en el área de vehículos, barcos, aeronaves, dispositivos de comunicación, etc. (IDEM, p.50-51).

 

Nueva Ruta de la Seda se inserta como programa de geoeconomía

La geoeconomía se caracterizaría por el uso de instrumentos económicos que apuntan y se enfocan en ganancias geopolíticas en la política de Estado, lo que puede resultar incluso en pérdidas económicas, o apareciendo las ganancias económicas solo como un efecto colateral o secundario.

El ambicioso programa de la República Popular China conocido como la Nueva Ruta de la Seda conecta Asia, Europa Central y Oriental y el Norte de África a través de una infraestructura respaldada por mecanismos financieros como el recién creado Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB) y el Fondo de la Ruta de la Seda. Incluye inversiones del orden de los 5 billones de dólares, en 65 países, que en conjunto representan el 63% de la población mundial. La proyección es para inversiones durante los próximos 40 años en puertos, carreteras, vías férreas, gasoductos, oleoductos y centros de distribución para abastecer las exportaciones chinas.

La Nueva Ruta de la Seda es claramente parte de una estrategia Geoeconómica y Geopolítica conceptualizada por el geógrafo Mackinder (1904 apud Padula, 2017, p. 15) en la que destaca la importancia de las interconexiones de infraestructura de transporte que permitirían tanto la movilidad interna como la proyección de poder externo, tanto para dominar y explotar territorios y recursos como para promover su seguridad. Así, el país con su mayor capacidad de movilidad, desplazaría la importancia de las rutas comerciales marítimas y otorgaría ventajas en términos de poder y dominio de los recursos económicos a su Estado continental oa las potencias terrestres, que dominan grandes espacios y llanuras.

Para Mackinder, esto representó la llegada de una era (poscolombina) de supremacía del poder terrestre sobre el poder marítimo. Su concepto tiene en cuenta sus características de fortaleza natural, la presencia de potenciales recursos estratégicos, su capacidad de desarrollo económico y, principalmente, su capacidad de movilidad interior y proyección exterior para las porciones marginales de Eurasia – Europa Occidental, Cercano Oriente, Subcontinente India y Asia Oriental.

La capacidad de movilidad terrestre podría entonces promover el desarrollo económico territorial y nacional, mediante el uso de recursos estratégicos para la autonomía nacional. Todo este movimiento centrífugo estaría bajo el imperativo geográfico y estratégico permanente de la potencia terrestre de romper con su aislamiento geográfico continental y buscar alcanzar los bordes y los mares cálidos.

Robert Blackwill y Jennifer Harris, en La guerra por otros medios: la geoeconomía y el arte de gobernar publicado en 2016, define la Geoeconomía como “el uso de instrumentos económicos para promover y defender los intereses nacionales y producir resultados geopolíticos favorables; y los efectos de las acciones económicas de otras naciones sobre los objetivos geopolíticos de un país” (BLACKWILL & HARRIS, 2016, p.20).

Los autores enumeran siete instrumentos económicos principales: política comercial, política de inversión, sanciones económicas, ciberesfera (ataques cibernéticos), ayuda económica, política monetaria y política energética y de productos básicos. Un ejemplo en el que se destaca el PRC son los acuerdos denominados petróleo para préstamo, en el que el Estado alienta a una empresa estatal a realizar inversiones para construir infraestructura, comprar activos y/o explotar recursos naturales en otro país, con financiamiento a largo plazo e interés por debajo del mercado proporcionado por un banco estatal chino, con la contraparte del país receptor el pago en una materia prima estratégica. En estas operaciones no existe preocupación por los precios de mercado del recurso natural o de interés, sino sólo por el acceso garantizado a dichos recursos estratégicos en territorios de otros países.

 

coacción capital

Carr (1939, p.123 apud Padula, 2019, p. 18) apunta al uso de las armas económicas como instrumento de poder político ofensivo, para incrementar la influencia y el poder político sobre otros países y en el ámbito internacional. La exportación de capitales y el control de los mercados exteriores serían las vías principales.

Ya (Knorr, 1973, p. 88 apud Padula, 2019, p. 22) afirma sobre el logro de objetivos políticos a través de la inversión estatal o privada (por parte de bancos o empresas), según los intereses de la política nacional, en los que el crédito o la el control del aparato productivo puede convertirse en instrumento de poder. Knorr (ibdem) también advierte que las grandes corporaciones multinacionales pueden jugar un papel importante en la penetración económica de un Estado sobre otro. Knorr (1973, p.132 apud Padula, 2019, p. 22) señala que el uso del poder económico activo permite a un Estado ganar dominio político y económico sobre los más débiles, controlando sus recursos naturales, pero manteniendo su soberanía formal. Finalmente, recordando que las reservas internacionales en moneda internacional y oro tienen un impacto en el poder económico nacional, Knorr señala una distinción importante al afirmar que el país emisor de la moneda internacional tiene una ventaja especial tanto para ejercer como para defender la presión.

 

Caracterización del capitalismo contemporáneo: neoliberalismo, financiarización, rentismo y despojo

Para tener una comprensión de la característica constitutiva del capitalismo contemporáneo, “lo primero que uno necesita saber sobre el neoliberalismo es que representa una nueva etapa en el desarrollo del capitalismo que surge tras el auge de la posguerra”. (FINE y SAAD-FILHO, 2017, p. 682)

Según Fine y Saad-Filho (ibdem) en la literatura de las ciencias sociales, el neoliberalismo generalmente se ha entendido de cuatro maneras estrechamente relacionadas y no siempre fácilmente separables: (a) como un conjunto de ideas económicas y políticas inspiradas, desiguales y a menudo inconsistentes, por la (neo)escuela austriaca y el monetarismo (Dardot y Laval, 2013; Mirowski y Plehwe, 2009; Stedman Jones, 2012); (b) como un conjunto de políticas, instituciones y prácticas inspiradas y/o validadas por estas ideas; (c) como clase ofensiva contra los trabajadores y los pobres dirigida por el Estado en nombre del capital en general y de las finanzas en particular (este ataque suele justificarse recurriendo a ideas neoliberales y se lleva a cabo a través del llamado “ajuste” económico). especialmente en países en vías de desarrollo, pero cada vez más en países desarrollados en crisis), y (d) como estructura material de reproducción sostenida por la financiarización, en cuyo caso el neoliberalismo es la fase, etapa o modo de existencia actual del capitalismo.

Fine y Saad-Filho (ibdem) conceptualizan el neoliberalismo como una estructura de reproducción sustentada en la financiarización, lo definen como una etapa del capitalismo y lo describen a través de las diferentes formas en que se organiza y organiza la reproducción económica (la acumulación, distribución e intercambio de valor). reorganizado y sus implicaciones para la reproducción social (las estructuras, relaciones, procesos y agentes que no son directa o predominantemente económicos, incluidos los políticos y los ideológicos). Los autores también advierten que al referirse a la etapa, no se debe considerar una periodización apretada, sino un predominio global en el sistema económico internacional, a pesar de la fase de desarrollo capitalista en la que se encuentra un determinado país.

El neoliberalismo debe ser considerado una etapa nueva y separada del capitalismo. Por lo tanto, la característica más destacada del neoliberalismo es la financiarización. Fine y Saad-Filho (2017, p. 683) describen el auge de la financiarización en los últimos 30 años, definida como la intensa y extensa acumulación de capital rentable que transformó profundamente la organización de la economía y la reproducción social. Estas transformaciones incluyen no solo los resultados, sino también las estructuras, los procesos, las agencias y las relaciones a través de las cuales se determinan esos resultados en la producción, el empleo, la integración internacional, el Estado y la ideología.

El término financiarización, entonces, resume el papel creciente de las finanzas globalizadas en más y más áreas de la economía y la sociedad. A su vez, la financiarización sustenta un sistema neoliberal de acumulación que se articula a través del poder del Estado para imponer, conducir, suscribir y gestionar la internacionalización de la producción y las finanzas en cada territorio, muchas veces bajo el perverso velo ideológico de promover el no intervencionismo.

Para caracterizar el capitalismo y la financiarización contemporáneos, Almeida Filho y Paulani (2011) describen la acumulación por desposesión y el instrumento de regulación social. Esta perspectiva presentada por Almeida Filho y Paulani (2011, p. 245) para identificar la dinámica del capitalismo contemporáneo sigue otras corrientes del marxismo y demuestra teóricamente al Estado como una institución que tiene funciones bien definidas en el proceso de regulación, siendo la principal está relacionado con la garantía del dinero, especialmente en un período histórico en el que ya no está vigente la referencia al dinero producido por el trabajo, y en el que hay una multiplicidad de “dineros” nacionales en circulación. Con ello, (ALMEIDA FILHO y PAULANI, 2011, p. 245) el Estado se relaciona principalmente con los tipos de cambio y los flujos monetarios externos, constituyendo tales operaciones la parte más expresiva de lo que hoy se denomina política macroeconómica.

 

Alquiler

Este régimen de acumulación, al que corresponderían las formas coyunturales específicas antes descritas, sería el resultado de una nueva fase en el proceso de internacionalización, que Chesnais (1994) denomina “globalización del capital”. La economía mundial parece haber entrado en una fase depresiva de larga duración, de la que sólo podrían emerger choques “externos” a la economía, en el sentido estricto de la palabra. Los mecanismos endógenos del capitalismo, particularmente en los países centrales del sistema, tienden a apuntar menos a la acumulación en forma de inversiones generadoras de nueva capacidad que a la salvación/mantenimiento de las posiciones adquiridas (cuya posición financiera rentista es la expresión más completa).

Las posiciones adquiridas son fruto de la expansión anterior, pero se vieron reforzadas por los profundos cambios que se produjeron a partir de 1975 en las formas de distribución de la renta entre el capital y el trabajo en la inmensa mayoría de los países, así como entre los países ricos (acreedores) y países pobres (deudores), dentro del sistema mundial. (CHESNAIS, 1995, p.1)

Chesnais (1995, p.2) destaca que en el discurso corriente principal, esta situación se presenta como “inevitable” porque está ligada a una “globalización de la economía” impuesta por el libre juego de las leyes del mercado. Rara vez los términos económicos están tan impregnados de ideología como la palabra “globalización”. En un grado aún mayor que para la expresión “progreso técnico”, estaríamos ante un proceso en relación al cual la sociedad mundial contemporánea, en sus diversos componentes –los países y, entre ellos, las clases sociales– no tendría opción de no adaptarse. Esta es una palabra clave que hoy constituye el verdadero eslogan de los organismos económicos internacionales.

Estados, actores políticos y players, por lo tanto, deben desterrar cualquier intento de guiar o domesticar el proceso. En los albores del siglo XXI, la globalización constituiría la expresión misma de la “modernidad”, sobre todo porque era el resultado de las “fuerzas del mercado”, finalmente liberadas, al menos parcialmente, de las cadenas nocivas con las que el Estado las había encadenado durante medio siglo. (CHESNAIS, 1995, p.3)

Cada vez es más claro (CHESNAIS, 1995) el predominio de un capitalismo rentista y parasitario, cuyo funcionamiento parece estar cada vez más subordinado a las necesidades de las nuevas formas de centralización del capital-dinero, en particular los fondos mutuos de inversión. fondos mutuos de inversion - y fondos de pensiones. El poder, si no la existencia misma, de este capital-dinero –que frustró la esperanza de Keynes de avanzar hacia “una eutanasia progresiva” del capital rentista y de “su poder opresivo”– está respaldado por las instituciones financieras internacionales y por los Estados. más poderoso del mundo a toda costa.

 

teoría de la dependencia

Theotônio Dos Santos (2020, p.17) informa que la Teoría de la Dependencia, que surgió en América Latina en la década de 60, trató de explicar las nuevas características del desarrollo socioeconómico de la región, que en realidad se inició en 1930-45. Desde la década de 30, las economías latinoamericanas, bajo el impacto de la crisis económica mundial iniciada en 1929, habían avanzado hacia la industrialización, caracterizada por la sustitución de productos industriales importados de las potencias económicas centrales por producción nacional.

La Teoría de la Dependencia perfecciona un enfoque global para comprender, formar y evolucionar el capitalismo como una economía mundial. (DOS SANTOS, p. 44) Para los teóricos marxistas de la dependencia (DOS SANTOS, p. 48) la formación y evolución del sistema mundial capitalista debe orientar el análisis de las experiencias nacionales, regionales y locales, buscando rescatar las dinámicas históricas específicas como parte de un esfuerzo conjunto de la humanidad para superar la forma explotadora, expropiadora, concentradora y excluyente en que ha evolucionado este sistema.

Si la teoría del desarrollo y el subdesarrollo fue el resultado de la superación del dominio colonial y el surgimiento de burguesías locales deseosas de encontrar su camino para participar en la expansión del capitalismo mundial; La teoría de la dependencia, surgida en la segunda mitad de la década de 1960, representó un esfuerzo crítico por comprender las limitaciones de un desarrollo iniciado en un período histórico en el que la economía mundial ya estaba constituida bajo la hegemonía de enormes grupos económicos y poderosas fuerzas imperialistas, incluso cuando parte de ellos entró en crisis y abrió una oportunidad para el proceso de descolonización. (DOS SANTOS, 2020, p.18)

La Teoría de la Dependencia trata de hasta qué punto el capitalismo en la región había creado una burguesía nacional capaz de proponer una revolución nacional democrática. Esta investigación polarizó la discusión con su rotunda negación del carácter nacional de las burguesías latinoamericanas. Dos Santos (2020, p. 26) afirma que formados en interés del comercio internacional, se identificaron con los intereses del capital imperialista y abdicaron por completo de cualquier aspiración nacional y democrática. Varios estudios mostraron los límites del sector empresarial de la región: poco conocimiento de la realidad política del país, poca presencia en el sistema de poder, poco conocimiento técnico y económico, falta de una postura innovadora y voluntad de oponerse a los intereses del capital internacional que podría perjudicar la comunidad empresarial nacional.

Una característica importante descrita por Dos Santos (2020, p. 47) es que los análisis actuales del sistema mundial son la negación de las interpretaciones del mundo contemporáneo basadas en la bipolarización de la posguerra, vista como una relación entre dos sistemas económicos de poder paralelo. Los diversos teóricos del sistema mundial siempre insistieron en la existencia de un único sistema económico mundial, en este período, de carácter capitalista y bajo hegemonía norteamericana. La evolución de la economía soviética y del bloque de naciones más o menos ligado a ella no había podido salir del contexto determinado por el sistema mundial capitalista. Siempre se esperó que la agudización de este conflicto en la década de 80 destruiría el modelo de guerra fría que redefiniría las zonas geopolíticas del mundo. Dos Santos (1978 y 1993), Wallerstein (1979, 1984) y Frank (1980, 1981).

 

Ascenso de la República Popular China y relativo declive de la hegemonía estadounidense

Si bien no se inscriben en la teoría de la dependencia, la formulación de Pires & Mattos (2016) corroboran la formulación expuesta anteriormente y desarrollan su teoría a partir de los aportes de la corriente del “capitalismo histórico” y asumen desde el supuesto de que el ascenso material de la RPCh puede poner en entredicho la hegemonía actual de Estados Unidos y, según los autores, este “fenómeno que definirá las características del sistema internacional en el siglo XXI”.

Esta categorización conceptual de Pires & Mattos (2016) se basa en una perspectiva de largo plazo, en las categorías teóricas paradigmáticas de Fernand Braudel, Immanuel Wallerstein y Giovanni Arrighi. Fernand Braudel afirma que para comprender el “sentido” de la expansión de la economía capitalista en términos mundiales, es necesario movilizar conceptos que indiquen la ocurrencia de cambios estructurales en términos de poder y economía, es decir (fácticos y coyunturales) y su permanencia (estructural). Brandel admite que EE. UU. todavía ejerce una fuerza centrípeta en el sistema internacional y también considera los aspectos coyunturales que están construyendo el ascenso económico de China a escala mundial.

Immanuel Wallerstein presenta la categoría del “Sistema Mundial” en la que los poderes hegemónicos se observan a partir de relaciones jerárquicas (concepto asumido por Wallerstein desde la CEPAL – Comisión Económica para América Latina y el Caribe) entre centro, periferia y semiperiferia y en este En En este sentido, la creación de una nueva dinámica capitalista en la RPC tiende a romper la relación centro-periferia. Giovanni Arrighi nos otorga la categoría de “Ciclo de Acumulación Sistémica” (CSA), en la perspectiva de brindar un marco teórico para la observación analítica del proceso de evolución del capitalismo, a través de ciclos, indicando evidencias de carácter político y económico que caracterizan a ambos. una nación hegemónica en declive, así como una nación en ascenso. A partir de esta conceptualización es posible una articulación teórica en torno al capitalismo (un mundo que se organizó en busca de una alta rentabilidad y donde la economía se organiza en “redes” globales, buscando nuevas regiones de explotación) y que se expande al concepto “Sistema Mundo ”, un arreglo sistémico que integra la economía mundial en el sistema capitalista mundial.

Pires & Mattos (2016) señalan a 1980 como el punto de inflexión de su ciclo hegemónico, es decir, cuando EE.UU. abandona la fase productiva y entra en la fase financiera, es decir, los elementos que indican la saturación de la hegemonía estadounidense y la creación de un nuevo centro sistémico en torno a la RPCh, es una consecuencia aparentemente lógica de este movimiento estructural en teoría, la acción de la burguesía estadounidense de abandonar la producción (a través de la subcontratación o deslocalizaciones productivas) y centrar sus intereses en la bolsa de valores o el mercado de deudas.

Por otra parte, la entrada de la RPC a la economía mundial, la estructuración de un gran parque productivo y el creciente proceso de agregación de valor por parte de sus empresas serían el indicio de una fase de ascensión material y productiva que podría conducir disputarle la hegemonía a los Estados Unidos. También es posible ver que Asia Oriental, que no se adhirió al Consenso de Washington, constituye una trayectoria más prometedora para el capitalismo, “desempeñó un papel activo no solo en la promoción de la educación, el ahorro y la distribución del ingreso, sino también en el avance tecnológico” ( STIGLITZ, 2003, p.245).

Reflexionando sobre los postulados de Braudel respecto a la conformación del sistema mundial, vale la pena reflexionar sobre el carácter del surgimiento de la RPC, en sus distinciones como economía de mercado socialista. En China, la burguesía del país no hizo su revolución burguesa y el aparato burocrático del Partido Comunista tiene el control de las principales variables económicas y políticas. Incluso en las empresas de control privado, los cuadros del Partido buscan implementar las líneas de política definidas por el Comité Central. En una sociedad capitalista, el control sobre el dinero y sobre los medios de producción son requisitos previos para garantizar el poder político. En China, el Partido Comunista ejerce el poder político y dirige la dirección de la sociedad. Vale la pena recordar que el Partido Comunista Chino tiene aproximadamente 90 millones de miembros.

También vale la pena mencionar que la hegemonía resulta en el proceso de jerarquización donde el Estado con mayor poder no es el que prescinde de un mayor poder militar o incluso de la dimensión retórica eficiente, sino con la capacidad de maximizar sus resultados económicos a través de la fuerza efectiva de su aparato estatal, potenciando la acumulación de capital (WALLERSTEIN, 2001).

 

Conclusión

Es posible considerar que la articulación del Sur Global en bloques regionales parece ser un proceso que ha logrado resistir la libre circulación de capitales financieros o empresas transnacionales o globales. Esto también encaja con los vaticinios de la teoría marxista de la dependencia, incluyendo la importancia de la integración regional en América Latina como un camino más sólido para superar la sobreexplotación, la opresión económica, la subordinación en la división internacional del trabajo, el reordenamiento de las fuerzas productivas y las cadenas globales. .de valor desde una trayectoria socialista de cambios estructurales en los estados latinoamericanos como única forma de asegurar una acumulación y distribución de capital capaz de superar los males de esta situación histórica de dependencia estructural.

Si la RPCh es el país del Sur Global que rivaliza con la hegemonía económica de EEUU, es obvio que hay que observar esa trayectoria de desarrollo autonomista e insurgente para considerar elementos que puedan ser replicados como solución para otros países en desarrollo teniendo en cuenta cuenta las especificidades sociales y la etapa actual de desarrollo del capitalismo en cada país. Medeiros (2013) en un estudio sobre los cambios institucionales y patrones de inversión que resultaron en el actual ascenso del poder económico en la RPC muestra que éste deriva de la industrialización, como en los países del Sudeste Asiático, el camino obligado del desarrollo en la RPC y que las inversiones en infraestructura y en maquinaria y equipo, se afirmaron, a su vez, como motor de esa productividad industrial. La experiencia de la RPC demuestra la pertinencia de la existencia de un mercado y un sistema financiero y mercado de capitales bajo pleno control y regulación centralizada por parte del Estado.

Medeiros (ibdem) también destaca que la RPC realizó cambios institucionales a favor del mercado y la descentralización de las decisiones de inversión. Sin embargo, el estado chino en el apogeo de sus procesos de puesta en marcha industrial (como ocurrió en Corea del Sur y Taiwán) preservó: 1/ amplio control sobre las inversiones en industria pesada a través de empresas estatales y bancos públicos, 2/ amplia coordinación de las proceso de desarrollo a través de planes quinquenales, 3/ control sobre los precios básicos y, en particular, sobre los flujos financieros externos.

Sumado a esto, el regreso de Brasil a desempeñar un papel de liderazgo en los BRICS e integrar el conjunto de inversiones de la Nueva Ruta de la Seda y fortalecer el Banco de los BRICS parece condición sine qua non para resolver la asimetría de la acumulación de capital en relación con los países centrales.

Vale la pena concluir con la frase de Knorr (1973, p. 82) donde llama la atención sobre el hecho de que las transacciones económicas externas de un Estado son uno de los elementos de la fortaleza económica nacional que pueden favorecer la proyección del poder. El poder económico se refiere tanto a la estructura como a la magnitud.

La dependencia de las relaciones exteriores aparece como asimétrica a juicio del autor y la cuestión fundamental para un Estado es ser menos dependiente y, por tanto, menos vulnerable, mientras los demás dependen de él. Esto se aplica tanto a la obtención de ingresos como al acceso a bienes y recursos. La excesiva participación de las exportaciones en relación con el PIB puede generar vulnerabilidades (KNORR, 1973, p. 88). Knorr también advierte que las grandes corporaciones comerciales multinacionales pueden desempeñar un papel importante en la penetración económica de un estado sobre otro. (KNORR, 1973, p.88). El autor señala que el uso del poder económico activo permite a un Estado ganar dominio político y económico sobre los más débiles, controlando sus recursos naturales, pero manteniendo su soberanía formal (KNORR, 1973, p.132).

* Marlon Luis de Souza, periodista, es estudiante de maestría en Economía Política Mundial en la UFABC.

 

Referencias


ALMEIDA FILHO, Niemeyer; PAULANI, Leda María. Regulación social y acumulación por desposesión: reflexión sobre la esencialidad de las tesis de la financiarización y la naturaleza del Estado en la caracterización del capitalismo contemporáneo. Economía y Sociedad, 20, pág. 243-272, 2011.

BLACKWILL, R., HARRIS, J. (2016). La guerra por otros medios: la geoeconomía como arte de gobernar. Nueva York: Consejo de Relaciones Exteriores.

CARR, EH (1939). Veinte años de crisis: 1919-39. Brasilia: UnB.

CHESNAIS, François. La globalización y el curso del capitalismo de fin de siglo. Economía y Sociedad, vol. 4, núm. 2, pág. 1-30, 1995.

DE PAULA, Nilson Maciel. Inseguridad alimentaria y orden neoliberal: desafíos para una agenda contrahegemónica. Revista Desarrollo Paranaense, v. 38, núm. 133, pág. 23-37, 2017.

BIEN, Ben; SAAD-FILHO, Alfredo. Trece cosas que debes saber sobre el neoliberalismo. Sociología Crítica, v. 43, núm. 4-5, pág. 685-706, 2017.

GILPIN, Robert y Jean M. GILPIN. Economía política global: comprender el orden económico internacional. Prensa de la Universidad de Princeton, 2001. CAP 1-4.

KNORR, K. (1973). poder y riqueza. Nueva Jersey: Prensa de la Universidad de Princeton.

_____ (1977). Interdependencia Económica y Seguridad Nacional. En KNORR, K. y

PIRES, M.; MATTOS, T. Reflexiones sobre la disputa por la hegemonía entre EE.UU. y China desde la perspectiva del capitalismo histórico. Monções: Revista de Relaciones Internacionales de la UFGD, Dourados, v.5. n.9, ene./jun., 2016. Disponible en: http://ojs.ufgd.edu.br/index.php? diario = monzones

STIGLITZ, J. Los locos noventa: una nueva interpretación de la década próspera de la historia. São Paulo: Companhia das Letras, 90.

TRAGER, FN. Cuestiones Económicas y Seguridad Nacional. Kansas: Allen Press.

 

Ver todos los artículos de

10 LO MÁS LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS

Ver todos los artículos de

BUSQUEDA

Buscar

Temas

NUEVAS PUBLICACIONES

Suscríbete a nuestro boletín de noticias!
Recibe un resumen de artículos

directo a tu correo electrónico!