por GÉNERO TARSO*
Moderación, reforma y revolución se fusionan hoy en la figura de Lula
Después de Chile: en el Año Nuevo, elegir a Lula es un deber político y moral para con nuestros semejantes. Es de tu victoria que sacaremos los cadáveres del mal instalado, tanto por los ingenuos como por los falsos engañados de la Historia.
Esta tarea es concreta y presente, ya que la era Bolsonaro deja un cometa de mentiras y hambre, una galaxia de odio esparcida en la vida común y una descomposición moral y política sin precedentes del Estado brasileño, además de revelar el carácter de personas que parecían normales. a nosotros y revelar el profundo odio de clase contenido en las mentes conscientes e inconscientes de partes significativas de la sociedad brasileña. El clímax de esta tragedia histórica es la expansión de la bajeza, indiferente a la vida de los niños en Brasil, con el retraso en su vacunación masiva. Quien no esté indignado por esto no merece respeto, ni ser señalado como un mero “adversario”.
“Siempre que hojeaba libros de estética tenía la incómoda sensación de estar leyendo obras de astrónomos que nunca habían contemplado las estrellas”. El aforismo de Borges, en su conferencia “El enigma de la poesía”, siempre me recuerda que mucha gente como nosotros, al intentar descifrar la realidad política, para comprenderla y darle algún sentido (cuando buscamos consuelo en las grandes cabezas políticas de la Humanidad ), nos quedamos con el sentimiento revelado por Borges, sobre los estetas: parecemos astrónomos que nunca han observado las estrellas y por eso no las vemos como un presente.
El gran enigma del intérprete militante de la política es siempre el mismo: qué debo decir a los que se están formando una opinión y qué palabras debo usar. agregarme en torno a lo principal, no desvincularme de los que ya están de acuerdo conmigo, ya que la política no debe ser un “juego de suma cero”? A diferencia del error -en el texto analítico de un poema- (o la poesía como género) cuando nos atascamos en un movimiento político, no podemos simplemente resolver el problema con una metáfora brillante. Los buenos análisis poéticos pueden verse realzados por metáforas, pero las buenas interpretaciones de la política rara vez lo son.
Las metáforas políticas en los grandes momentos de la historia pueden volverse tan infames como algunas afirmaciones de arrepentimiento posterior, al borde del abismo, al borde del infierno. Incluso si todos han escuchado a "él" decir que vino a "matar" y "destruir", un intérprete puede decir -con toda su sórdida dignidad- que "fue engañado". No dice que “quería ser engañado” y que suponía que tenía alguna contrapartida a algún deseo suyo, que supuestamente debía ser satisfecho: los “engañados” en política son víctimas de la razón, en su lado perverso, ya que ésta suprime la urgencia de la política desde la política, la pasión y la poesía, para acercarnos a una utopía, más (o menos) posible.
Sigo con Borges. También me recuerda que los estetas evaluaban la poesía como si fuera una “tarea” y “no lo que realmente es, ¡una pasión y un placer!”. Es así posible llevar a Borges dentro de los tibios límites que a veces separan poesía y política: la política hecha con pasión y placer tiene más posibilidades de éxito que la política llevada a cabo como pura tarea de la razón. La política que siempre me ha interesado siempre ha sido la que podía ser tanto racional como basada en el instinto y el compromiso. Nunca me sedujeron las interpretaciones puramente economicistas de la política, ni aquellas que levantan muros inamovibles entre adversarios de buena fe.
Apoyo a Lula, no porque sea el único capaz de cambiar Brasil, que tiene a Haddad, Boulos, Dino, Marina, Requião, como tuvo a Covas y Brizola y tantos otros nombres dignos, sino que por una razón política y moral combino con la siguiente ruta “interpretativa”, partiendo de cómo veo a mis pares: sólo puede crear motivaciones en el pueblo para cambios radicales en la producción y en el modo de vida, quien –teniendo condiciones para ganar la elección– dice claramente que es va a salvar la vida de los niños, porque va a combatir el hambre, porque va a llevar a los jóvenes y niños a la escuela y además va a hacer posible que las familias coman tres veces al día. ¡Etcétera!
Lo que se deriva de esta propuesta son tareas gigantescas de política exterior, seguridad, soberanía nacional, recomposición de las funciones públicas del Estado, brutalmente mancilladas por el fascismo, políticas sociales y culturales de difusión de la solidaridad y búsqueda de caminos emancipadores. Son tareas que no dependen sólo de una elección, sino de un complejo proceso de cambios tecnológicos, en las relaciones entre las clases sociales, entre los individuos y entre éstos y la naturaleza. Moderación, reforma y revolución se funden hoy en la figura de Lula, pues es a partir de su victoria que sacaremos los cadáveres del mal instalado, tanto por los ingenuos como por los falsamente engañados de la historia reciente.
* Tarso en ley fue Gobernador del Estado de Rio Grande do Sul, Alcalde de Porto Alegre, Ministro de Justicia, Ministro de Educación y Ministro de Relaciones Institucionales de Brasil.