Las cuatro hijas de Olfa

Fotograma de Las cuatro hijas de Olfa/ Divulgación
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por JOÃO LANARI BO*

Comentario sobre la película dirigida por Kaouther Ben Hania

Las cuatro hijas de Olfa, película que el tunecino Kaouther Ben Hania dirigió en 2023, es una maravilla: en casi dos horas de proyección, asistimos a un trauma familiar con repercusiones políticas que se revuelve hasta las entrañas. Maternidad culpable, misoginia, abuso paterno, solidaridad entre hermanas, radicalismo suicida: los temas y alusiones se suceden y se comunican rizomáticamente, es decir, desde una raíz que da origen a múltiples ramas, sin respetar una estricta subordinación jerárquica.

El producto final es un documental que se resuelve a través de la metaficción, explorando una estrategia narrativa de idas y venidas en torno al objeto que pretende conocer; en definitiva, cómo explicar que dos de cuatro hijas, de 15 y 16 años, abandonaran a su madre y a sus hermanas. unirse al Ejército Islámico, conocido por las siglas ISIS, el radical entre los radicales de los grupos extremistas?

Olfa Hamrouni es una tunecina asertiva, criada por una madre intransigente, en el país árabe más liberal, Túnez; hasta 2011, pocas mujeres vestían hiyab, el “velo que separa al hombre de Dios” que cubre el cuerpo, pero no el rostro, y menos aún el niqab, que sólo deja visibles los ojos. Los bares y restaurantes tunecinos servían alcohol sin restricciones, a diferencia de la mayoría de los países musulmanes. Gobernó el paísresidente Ben Ali, que llegó al poder en 1987 y permaneció en el poder hasta 2011, año de la Revolución de los Jazmines, la versión tunecina de la primavera árabe que sacudió Oriente Medio a partir de la segunda década del nuevo milenio.

La caída del corrupto y autoritario Ben Ali es un punto de inflexión en la vida del país, y especialmente en la vida de Olfa y sus cuatro hijas: en el caos político surgido, los grupos radicales que predican la consolidación de Sharia (La ley islámica) como fuente principal de la nueva constitución surgió y comenzó a tener una voz activa. No lo consiguió, Túnez siguió siendo un Estado laico cuya religión es el Islam. Pero muchos no lo aceptaron y se sintieron atraídos por ISIS, entre ellos el (futuro) marido de Ghofrane, la primera hija de Olaf; ella y Rahma, la segunda hija, siguieron sus pasos y se fueron a la vecina Libia para unirse a las filas. del Ejército Islámico.

Para contar esta historia de ruptura familiar y radicalización política, el director optó por un lenguaje atrevido: testimonios de los demás, Olaf y las hijas menores, Eya y Tayssir; puesta en escena de acontecimientos familiares cruciales, utilizando actrices para el joven Olaf (Hend Sabry, nacido en Túnez, con una destacada carrera en Egipto) y las dos hijas ausentes (interpretadas por Ichraq Matar y Nour Karoui); uso de un actor, el excelente Majd Mastoura, para los papeles masculinos, marido y amante de Olaf, y oficial de policía; y alternancia no sólo entre entrevistas y juegos de roles, sino también preparación psicológica para estos momentos a menudo difíciles y dolorosos.

Había tres niveles de organización del lenguaje cinematográfico –documental, ficción y metaficción– que, hábilmente combinados en el montaje, conducen a una conciencia donde las revelaciones que emergen son similares a la terapia psicoanalítica. El público es psicoanalizado junto con los personajes.

Las cuatro hijas de Olfa  Fue rodada en tres semanas en un hotel abandonado cerca de Túnez. Los escenarios son pocos y pequeños, el mínimo exigido para cada escena: lo que importa son los personajes reales que narran sus recuerdos y dirigen a las actrices profesionales, quienes a su vez responden a sus dudas, en busca de motivación.

Es la deconstrucción del espectáculo, al mejor estilo brechtiano, invocada por Kaouther Ben Hania para explicar la creación del guión: “Escribí la escena clave de la vida de los personajes tal como me contaron durante el primer rodaje –y Lo dejé abierto, para que pudieran evolucionar". En la introspección de cada uno de ellos –especialmente Olaf, pero también Eya y Tayssir– reaparecen las causas y consecuencias de la inserción femenina en una sociedad tunecina, en la intersección entre el régimen patriarcal arcaico y las transformaciones político-sociales del país.

Kaouther Ben Hania fue la primera mujer musulmana invitada a competir en los Oscar de películas extranjeras, con El hombre que vendió su piel, lanzado en 2021. Con Las cuatro hijas de Olfa repite la dosis, luego de haber ganado el premio al mejor documental en el Festival de Cannes 2023.

*João Lanari Bo Es profesor de cine en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Brasilia (UnB). Autor, entre otros libros, de Cine para rusos, cine para soviéticos (Bazar del tiempo) [https://amzn.to/45rHa9F]

referencia


Las cuatro hijas de Olfa (Las hijas de Olfa)
Túnez, documental, 2023, 107 minutos.
Dirección y guión: Kaouther Ben Hania.
Reparto: Hend Sabri, Olfa Hamrouni, Eya Chikahoui.

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