por LUIZ EDUARDO SOARES*
Las palabras están vacías, evocan pero no reemplazan los cuerpos amontonados en Gaza, pudriéndose en Gaza.
El sufrimiento humano más desgarrador no se puede nombrar, describir y mucho menos medir. Va más allá de los límites del lenguaje y de cualquier medida. Su naturaleza es la inconmensurabilidad. Por lo tanto, cuando es causado, este sufrimiento, debido a acciones evitables de otros, no puede justificarse, no encaja en ninguna secuencia de actos moralmente motivados.
Miles de niños mutilados, miembros amputados sin anestesia, espíritus destrozados, sus mundos familiares arruinados, su espacio devastado, las cosas que los rodean destrozadas y calcinadas. Estas palabras están vacías, evocan, pero no reemplazan, los cuerpos amontonados en Gaza, pudriéndose en Gaza: las palabras también se pudren.
Ningún sufrimiento extremo es comparable a otro, porque no puede descomponerse en unidades, pesarse, delimitarse, contabilizarse, aprehenderse fuera de uno mismo, regalarse a los demás, devolverse por su precio en moneda común, la moneda que se cambia. entre manos hábiles. El sufrimiento insoportable del niño en agonía es uno, un océano y un desierto, sin principio ni fin: la historia interminable del adentro hacia afuera de lo que nos gustaría llamar humano.
El niño aterrorizado que agoniza en Gaza es el mismo niño aterrorizado que agoniza en el campo de concentración nazi. Las dos agonías no son comparables porque son una y la misma agonía. Ninguno de nosotros, ningún testigo tiene la medida para distinguir, clasificar y comparar. Ninguno de nosotros tiene derecho a sugerir que sabemos de qué estamos hablando para encubrir.
Pero tenemos el deber de ser guardianes de la inexpugnabilidad del sufrimiento extremo, de su incomparabilidad, de su inconmensurabilidad, de su irreductibilidad al lenguaje y a cualquier forma de neutralización. Y también tenemos el deber de nombrar a los carniceros.
Los agentes de la matanza, el gobierno israelí y los nazis, cometieron crímenes contra la humanidad y deben responder ante la historia. Sus crímenes no son comparables. Son uno.
* Luis Eduardo Soares Es antropólogo, politólogo y escritor. Exsecretario de Seguridad Pública de la Nación. Autor, entre otros libros, de Desmilitarizar: seguridad pública y derechos humanos (boitempo) [https://amzn.to/4754KdV]
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