por LAURO MATEI*
Las engañosas profecías del grupo Globo sobre la reforma laboral y el mercado laboral en Brasil
O Jornal El Globo del 15 de septiembre de 2024 en su editorial profetizó: “El efecto de la reforma laboral de 2017 es positivo”. Basado en un estudio de FGV Projetos y escrito por Bruno Ottoni, se afirma que la ley respondió a demandas específicas y “permitió a Brasil alcanzar el mayor número de puestos de trabajo y alcanzar la tasa de desempleo más baja desde 2012”. Además, llama la atención que el ingreso promedio de la población económicamente activa aumentó 4,8% en el segundo trimestre de 2024 respecto al mismo trimestre del año anterior.
La actual expansión del empleo se atribuye al hecho de que la reforma laboral de 2017 “aumentó la confianza de las empresas en la contratación de trabajadores con un contrato formal, desalentando la industria de litigios laborales, a medida que disminuyó el número de demandas laborales aventureras”. Según el editorial, éste es el principal legado de la reforma laboral.
Entre otros beneficios, según el editorial, está la introducción de nuevas modalidades contractuales: trabajo a tiempo parcial y trabajo intermitente. En el primer caso, se menciona que a pesar de ser una práctica común entre diferentes áreas profesionales, la ley permitió que esta modalidad tuviera un mejor marco legal y rapidez en la contratación.
En el segundo caso, se informa que esta modalidad es más utilizada en el sector servicios, especialmente en las áreas de bares, restaurantes y hoteles. Así, se informa que en el periodo comprendido entre enero de 2020 y julio de 2024, de cada 10 contrataciones intermitentes, siete de ellas se realizaron en los sectores antes mencionados.
El citado editorial concluye enfatizando una lección de la reforma: “hay que analizar las propuestas sin prejuicios y luego analizar los resultados con base en evidencia. La reforma laboral de Michel Temer es una prueba de que un cambio a mejor es posible en Brasil”.
Siguiendo esta lección que el periódico El Globo quiere enseñarnos, presentaremos otras evidencias que siguen caminos opuestos. Pero primero es importante resaltar el aspecto más relevante de este editorial: todo el argumento fue construido a partir de un estudio que no representa el 6% de lo que realmente es el mercado laboral en Brasil. Es decir, las nuevas modalidades de contratación (parcial e intermitente) no representan la dinámica del mercado laboral actual, pues continúa con su lógica tradicional.
Para ello, presentaremos diversas evidencias empíricas relativas al período completo de la reforma laboral (2017-2024-2º semestre) para mostrar sus verdaderos efectos. Al analizar el comportamiento de las personas de 14 y más años ocupadas en la semana de referencia por puesto de ocupación y categorías de empleo principal en el período de tiempo completo (2017-2024), observamos que: (a) hubo un mayor crecimiento de los ocupados del sector privado sin tarjeta en relación con ellos, pero con un documento firmado. En montos, los sin cartera pasaron de 10.775 millones (2º semestre de 2017 a 13.797 millones en el 2º semestre de 2024.
b) Que el trabajo doméstico cayó significativamente durante la pandemia y ya no alcanzó la marca de 5.928 millones de empleos que existían en 2017, cuando solo el 30% estaba formalizado; c) que en el segundo semestre de 2024, solo el 25% de esta categoría contaba con contrato formal.
Esta información –y varias otras– revelan que los problemas en el mercado laboral se ampliaron después de la reforma, llevando a un grado aún mayor de precariedad en las relaciones laborales y, en consecuencia, en las condiciones de vida de la clase trabajadora brasileña.
Otra evidencia en esta dirección se refiere al porcentaje de desempleo de personas de 14 años o más observado en la semana de referencia entre hombres y mujeres en el mismo período (2017-2024). En el caso de los hombres, se destaca que este porcentaje fue del 49,3% en 2017, cayendo al 45,8% en el segundo trimestre de 2024.
Las mujeres, por su parte, pasaron de un nivel del 50,7% al inicio de la serie a un 54,2% en el segundo trimestre de 2. Llama la atención que este porcentaje aumentó durante la pandemia y no se ha reducido más hasta la fecha. Esta información revela la gran disparidad de género que aún persiste en el mercado laboral del país.
Este indicador también permite analizar el comportamiento de la tasa de desempleo de género que prevalece en el país. En 2017, esta tasa fue del 11,5% para los hombres y del 15,2% para las mujeres, destacando que en el punto álgido de la pandemia (2021) la tasa de desempleo de las mujeres alcanzó su punto máximo (alrededor del 18%), mientras que la de los hombres era prácticamente idéntica a la observado en 2017. En los últimos dos años estas tasas cayeron al 5,6% (hombres) y al 8,6% (mujeres).
También hay un conjunto de indicadores que podrían mencionarse como elementos relevantes que apuntan en dirección opuesta a la mencionada por el editorial de El Globo. Por un lado, se produjo un aumento significativo del número de trabajadores autónomos durante el período considerado. Además, vemos que la informalidad del mercado laboral en Brasil se mantiene alta, es decir, del 39,7% registrado en 2017, se pasa al 38,6% actual.
Toda la información anteriormente mencionada es parte de lo que los estudiosos del mercado laboral catalogan como “precariedad”, tema que la reforma laboral prácticamente no cambió, al contrario, en algunos casos terminó alentando y estimulando este proceso.
Es innegable que la reforma de 2017 contribuyó a la precariedad de las relaciones laborales en el país, al mismo tiempo que suprimió derechos laborales históricamente alcanzados. Sin embargo, lo que llama la atención es que sólo en un momento en que el mercado laboral está mostrando mejoras significativas, la gente intenta atribuirlas a la reforma laboral.
Estos heraldos del retraso olvidan mencionar que son las políticas de aumento de salarios y estimulación del empleo, combinadas con las políticas macroeconómicas adoptadas recientemente por el actual gobierno, las que están impulsando el crecimiento económico del país, ampliando las oportunidades de empleo y mejorando el nivel de ingresos de sectores importantes. de la población.
*Laura Mattei Es profesor del Departamento de Economía y Relaciones Internacionales y del programa de posgrado en Administración de Empresas, ambos de la UFSC..
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