por VERA IACONELLI*
Presentación del libro recién publicado de Luiz Eduardo Prado de Oliveira
Mientras leía este libro tan inspirado, me vino a la mente otra figura contemporánea de Freud entre los innumerables artistas, escritores, políticos y científicos que aparecen en él, cuando el autor nos invita a adentrarnos en esa época en que el psicoanálisis ya se acercaba a su 20 aniversario. . Se trata de Marie Skłodowska Curie, pionera en la investigación de la radiactividad, conocida por la hazaña de ser la primera mujer en ganar el Premio Nobel, convirtiéndose además en la primera persona en recibirlo dos veces y en dos áreas distintas: la física y la ciencia química.
Menos para comparar genios que para ilustrar los riesgos a los que se exponen los pioneros en los campos de la investigación, cuya materia prima es tan potente como incontrolable. Se sabe que la científica, así como su esposo y otras personas involucradas en esta investigación, morirían como consecuencia del contacto prolongado y sin protección con la radiactividad.
Freud y otros involucrados en la búsqueda obsesiva del inconsciente también se encontrarán, demasiado tarde, expuestos a un rico material, cuyo poder curativo no oculta el riesgo de enfermedad. Aquello que pretende curar, y cuando lo hace, mal manejado, resulta tóxico.
Cura para el cáncer, por un lado, bomba atómica, por otro, veremos que la arrogancia ante lo desconocido nunca fue buena consejera. son años locos, Annees Folles ou Locos años veinte, dirá Luiz Eduardo Prado de Oliveira, cuya fina ironía y ácida crítica no ocultan su pasión por el psicoanálisis y el respeto por su historia. Desmitificando a sus creadores y revelando su humanidad viciada y equivocada, nos acerca a la materia de su objeto: el descubrimiento del inconsciente-radiactividad sin el debido cuidado y conocimiento al manipularlo.
Profundo conocedor de la historia del movimiento que atravesó la cultura occidental desde el eje eurocéntrico, el autor utilizará la línea del famoso carrete del juego de fuerte-da hablar de la grave dificultad de Freud para separarse de sus amadas hijas y, más aún, del efecto de la investigación psicoanalítica en el seno desprotegido de las relaciones familiares. Más aún, el efecto de las pasiones familiares -y las muertes- en el corazón de la teoría.
Luiz Eduardo Prado de Oliveira sugiere su propia forma de trabajar con el material, tanto inédito como previamente publicado, entrelazando hechos cronológicos íntimos con la formulación de teorías para plantear preguntas que invitan a la reflexión. La reflexión que suscita esta metodología tiene efectos en el lector, que no se quedará con la misma impresión que el creador del psicoanálisis y algunos de sus seguidores. Clase de iconoclastia que el psicoanálisis se enorgullece de defender, por estar en contra del mantenimiento de los mitos, principalmente entre sus fundadores. Humanizar a Freud para aprovechar mejor sus descubrimientos.
En este volumen tenemos acceso, a través de correspondencia inédita, así como material ya conocido, a una parte significativa de la vida privada de la familia Freud. El que mejor revela a Sigmund como un padre notoriamente invasivo. Celoso de sus tres hijas -además de sus tres hijos-, entregado y cariñoso, Freud sufrió la pérdida temprana de su favorita, Sophie, a consecuencia de una neumonía fulminante.
El nieto, hijo de Sophie, a su vez, no es otro que el chico que saltó a la fama por el juego de los carretes. Este libro presenta por primera vez la Diario de Sofía con su pequeño hijo Ernst, en la que se reproduce la famosa escena de la fuerte-da. El niño, Wolfgang Ernst Halberstadt, apellido de su padre, creció y pasó a llamarse W. Ernest Freud debido a la necesidad de sostener y mantener el linaje de Freud.
Finalmente, sólo Ernest Freud, nieto de O Freud. Con la muerte prematura y traumática de su madre, Ernest vivirá una serie de desgracias, en parte por las circunstancias de la época, en parte por las dificultades de los Freud –cuya historia transgeneracional de humillaciones y pérdidas deja profundas huellas–, en parte por a sus temerarios experimentos psicoanalíticos.
¡Y qué temporada! El período entre las dos Grandes Guerras Mundiales, en cuyo epicentro vivió la epidemia de gripe de 1918 y la Gran Depresión económica. No está mal como contexto para la producción de Más allá del principio del placer. Pero, si el tiempo fue propicio, la gran intuición del autor es revelarnos hasta qué punto el mundo privado fue tanto o más responsable de las formulaciones que leemos en “APP”, para los íntimos.
Luiz Eduardo Prado de Oliveira está entre los íntimos de esta y otras obras monumentales de Freud, como podemos ver en su colaboración en la exquisita publicación del Obras incompletas de Sigmund Freud, realizado por la editorial Autêntica. Proyecto que puede ser considerado un motivo de orgullo para el mercado editorial del psicoanálisis brasileño, especialmente en tiempos de pandemia y renovadas amenazas a la democracia en nuestro país.
El libro presenta también el análisis obsesivo de Anna Freud, realizado por su propio padre, un material muy rico para comprender los orígenes de las formulaciones de la pulsión de muerte, íntimamente ligada a la homosexualidad de la hija, muy inducida por el padre, que guardaba toda sus sentimientos lejos de la hija. En el mismo año se publicó Más allá del principio del placer, Freud también publica “La psicogénesis de un caso de homosexualidad en una mujer”; y Luiz Eduardo Prado de Oliveira propone un inquietante paralelismo entre ellos. Para el Más allá de, no se descuidarán aquí las conocidas aportaciones de Sándor Ferenczi, Victor Tausk y Lou Andreas-Salomé, ni volveremos a leer de la misma manera a Freud cuando conozcamos el contenido de la correspondencia familiar.
El desfile de mujeres de Freud no se detiene con Sophie, como sabemos. Sin siquiera tocar el nombre de las pacientes pioneras del psicoanálisis asociadas instantáneamente a Freud, veremos una constelación femenina que quita el aliento al lector: Anna, no “O”, sino la hija paciente; Marta, la esposa; Minna, la cuñada amiga íntima; Mathilde, la hija mayor; Andreas-Salomé, el discípulo en disputa; Dorothy Tiffany Burlingham, paciente y nuera, viviendo con su hija...
O continente oscuro, que Sigmund intenta ser pionero, conocer y controlar, irradia, dejando al aspirante a conquistador abrasado.
Nos corresponde asumir que no hay excusas para el mal uso de este poderoso legado que heredamos del genio de Sigmund Freud. El sufrimiento de los pioneros sirve de advertencia y reflexión y nos sitúa, más que nunca, ante la ética del psicoanálisis.
*Vera Iaconelli, psicoanalista, tiene un doctorado en psicología de la USP. Autor, entre otros libros, de Malestar en la maternidad: del infanticidio a la función materna.Zagodoni).
referencia
Luis Eduardo Prado de Oliveira. Años locos: historias del psicoanálisis en los márgenes de la década de 1920. Belo Horizonte, Autêntica, 2022, 230 páginas (https://amzn.to/3OWE74w).
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