Alfredo Oroz

David Leverett, Color Structure 2 (prueba de prueba), 1971
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por AFRANIO CATANÍ*

Nota sobre el guionista argentino radicado en Brasil

No se tarda mucho y el 30 de agosto llegará; dia triste para mi. Hace 30 años Alfredo Oroz desapareció en Río de Janeiro, a los 49 años. Nació en Colonia Seré, Argentina, en enero de 1944 y se graduó en Cine en la Universidad Nacional de La Plata en 1970.

Entre 1966 y 1979, aún en Argentina, fue guionista y director de varios cortometrajes, a saber: Hombres de Río, Ctomado alas, El Triunfante, El Rattone, además de decenas de guiones de cine institucional para empresas públicas y privadas. En 1973 coescribió y codirigió el largometraje informes y testimonios, documental sobre la tortura política (codirectores: D. Eijo; E. Giorello; R. Moretti; C. Vallina; S. Verga).

Se mudó a Brasil en 1980 con su esposa, la profesora, escritora y crítica de cine Silvia Oroz. Escribió el guión para tropclip (1985), con el director Luiz Fernando Goulart, sobre la historia de cuatro amigos que montan una productora videoclip. Luego, con la directora Suzana Amaral, escribió el guión hora estrella (1985), adaptación al cine de la novela homónima de Clarice Lispector, habiendo recibido el premio al mejor guión en el XVIII Festival de Brasilia do Cinema Brasileiro en 1985. Para Oswaldo Caldeira, escribió el guión de el gran tonto (1990), adaptación de la novela del mismo título, de Fernando Sabino.

Incluso durante la crisis que afectó a la producción cinematográfica brasileña a principios de la década de 1990, fue coautor, con el director José Antônio Garcia, del guión de O cuerpo, siendo premiado en el XXIX Festival de Brasilia en 1991 y en el XXXII Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (1992).

Con el director Sérgio Rezende, escribió el guión de Lamarca, corazón en llamas, una biografía ficticia de la vida del Capitán Carlos Lamarca, un militar que se convirtió en guerrillero a fines de la década de 1960 y luchó contra la dictadura militar.

Alfredo Oroz fue también autor de los guiones de Sweet Revenge (EE.UU., 1976 – dir. J. Schatzberg); Brasilia, la última utopía (episodio “Suite Brasilia”), 1990, dir. M. de Oliveira; Jugo Puro (Italia, 1990 – dir. S. Rolla). Escribió guiones para series de televisión, impartió cursos y seminarios en Brasil, Argentina y Cuba y también recibió los Premios Gobernador del Estado de São Paulo; Provincia y Municipio de Buenos Aires; Instituto Nacional de Cinematografía de Argentina; Premio Clio 1978 y 1979 (Bélgica).

Bueno, no creo que sea necesario decir que Alfredo Oroz fue un gran narrador con un puñado. No hace mucho, en septiembre de 2019, estaba trabajando en Rivera, Uruguay, en una noche fría, cuando el viento aullaba afuera del hotel. Recordé una de las largas conversaciones con Alfredo, quien me contó algo que sucedió en sus andanzas por la Patagonia Atlântica, en Argentina, que me pareció uno de los sabrosos episodios escritos por Bruce Chatwin en en la patagonia.

Alfredo se encontraba con un pequeño equipo, en el interior de la Provincia de Trelew, filmando o buscando locaciones para la filmación de algún documental institucional. Un lugar de belleza agresiva, seco, con el viento arrasándolo todo. Ven una casa aislada y deciden ir allí. Llaman a la puerta y son recibidos por una simpática anciana que los invita a pasar; hablan mucho

Dijo que se quedaba sola en casa, días y días, mientras su esposo trabajaba en el campo y cuidaba a los animales. Para mitigar su soledad, aprendió a tocar el violín de oído, con el implacable viento patagónico como segundo instrumento, aprovechó y tocó para las tres o cuatro personas que estaban allí, dando como resultado un mini recital insólito y conmovedor. .

Viajé navegando horas y horas por el Lago Argentino, en la Provincia de Santa Cruz, no muy lejos del Glaciar Perito Moreno, en El Calafate, enfrentándome a un viento que nos impedía quedarnos en cubierta, pues podíamos ser catapultados hacia los helados aguas turquesas. Desafortunadamente, pronto noté la ausencia total del primer violín.

Alfredo se fue temprano, hace mucho tiempo, pero no lo parece; Lo recuerdo a menudo. Rubem Braga dijo todo lo que se podía decir, en la compañía de amigos: “¡Cómo pasan los años! Últimamente han pasado muchos años”.

*Afranio Catani es profesor titular jubilado de la Facultad de Educación de la USP. Actualmente es profesor invitado en la Facultad de Educación de la UERJ, campus Duque de Caxias.

Referencias


AUTRAN, Arthur. Alfredo Oroz. En: CASARES RODICIO, Emilio (Editor y Coordinador). Diccionario de cine iberoamericano: España, Portugal y América. Madrid: SGAE/Fundación Autor, vol. 6, 2011, pág. 444.

BRAGA, Rubén. La compañía de amigos. En: 200 crónicas escogidas .Río de Janeiro: Récord, 2013.

CATANI, Afranio Mendes. Alfredo Oroz. En: RAMOS, Fernão Pessoa; MIRANDA, Luiz Felipe (Orgs.). Enciclopedia del Cine Brasileño. São Paulo: Editora Senac São Paulo/Edições Sesc São Paulo, 3ra. edición [ampl. y actualizado.], 2012, pág. 525.

CATANÍ, Afranio. En la Patagonia, en el sitio web A Terra É Redondahttps://dpp.cce.myftpupload.com/na-patagonia>, el 16.07.2020/XNUMX/XNUMX.

CHATWIN, Bruce. Na Patagonia (trad. Carlos Eugênio Marcondes de Moura). São Paulo: Companhia das Letras, 1988.


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