por MARCELO MODOLO & ANTONIO CARLOS SILVA DE CARVALHO*
Lo que las elecciones léxicas pueden decirnos
Em Entrevista otorgado por la actual primera dama – Rosângela Lula da Silva, Janja – a la periodista Natuza Nery, de Globo News, el 5 de enero, hubo comentarios bastante interesantes sobre los verbos “aportar” y “ayudar”.
En un momento, la socióloga Primera Dama habla sobre su rol institucional en el gobierno y cómo le gustaría ser recordada. En ese momento, se da el siguiente diálogo con el entrevistador: “Janja: (…) una mujer que estuvo presente al lado del presidente, ¿sabes?, que caminó con él, caminó con él estos cuatro años, ¿sabes?, pero eso estaba allí disfrutando de este momento único que va a vivir Brasil, ¿no?, de reconstrucción, que estaba allí “aportando”. Realmente no me gusta el término "ayuda"; Me gusta el término "contribuir". Y, ayer, hasta se lo dije a Marina, en su toma de posesión”.
“Nery: ¿Fue? ¿Qué dijiste? Janja: Lo fue, porque el personal ceremonial leyó un texto sobre ella y dijo que ella "ayudaría". Le dije: Marina, no vas a “ayudar”; tú “aportarás”. Esto es muy importante. Y cuando habló, en su discurso, justo al principio, estaba la palabra “ayudar” y la cambió por “aportar” y me miró. “Voy a 'aportar'”. Yo pienso que esto es muy importante; Creo que cambiar el idioma tiene fuerza; Las palabras tienen ese poder. Creo que cuando lo llevas, usas palabras fuertes, le das sentido a algunas cosas. Por eso quiero “contribuir” para que ese Brasil de unidad y reconstrucción realmente suceda en los próximos años”.
Janja se refiere a los verbos “ayudar” y “aportar”, mostrando una clara preferencia por el segundo de ellos, al referirse a acciones que probablemente realizará con el gobierno. Pero, ¿contiene el lenguaje esta precisión?
El lenguaje como espejo de nuestros pensamientos
Durante mucho tiempo se creyó que habría cierta equidad entre nuestros pensamientos y su respectiva expresión lingüística. Por ejemplo, el diálogo Crátilo, de Platón, defiende la posibilidad de tener legitimidad en los nombres porque estos son, en su concepción, inherentes a la naturaleza. Para el personaje Cratylus, existe una relación entre el nombre y la cosa nombrada, que sólo puede revelarse a través del nombre.
Pero, ¿funciona así el lenguaje, con esa precisión icónica?
Estudios recientes muestran que el lenguaje está fuertemente influenciado por el uso, moldeado en la vida cotidiana y afectado por la frecuencia de las ocurrencias lingüísticas. Tal vez por eso la insistencia consciente (¡o incluso inconsciente!) de Janja en crear algo así como una nueva cultura lingüística que pueda contribuir a ese cambio de pensamiento. Pero, ¿qué pueden sugerir estos dos verbos?
Para ayudar y aportar, sus significados
Estos dos verbos evocan campos semánticos con algunas similitudes. Utilizando un diccionario analógico, el que agrupa las palabras según su afinidad de ideas, observamos las siguientes referencias: “ajudar” evoca asistencia, benevolencia, competencia, utilidad y facilidad. Su etimología nos ayuda a comprender estas nociones.
Ayudar proviene de la composición de dos palabras latinas: ad (“cerca”, “cerca”) y juvar (“ser útil”, “ayudar”, “traer alivio y alegría”). Así, ayudar es echar una mano, acercarse mucho, estar realmente al lado del amigo, “dando esa fuerza”, como dicen. Nótese la semántica, digamos, más íntima, interpersonal, por tanto privada, propia del campo semántico por donde transita esta palabra.
Contribuir, en cambio, evoca cooperación, donación, gasto (que puede implicar “contribución”), causa (como la idea de contribuir a una causa), competencia (en el sentido de “correr juntos”), acción y ayuda (rasgo atribuido a ambos verbos). Asimismo, su etimología nos ayuda a comprender estas nociones.
el origen es latino contribuir, “agregar”, “agregar”, “agregar”, formado por con, "con más tributo, “asignar”, “distribuir”, “pagar”.
Mientras que la preposición ad imprimir el significado de "junto a", con impone la noción imborrable de la “simultaneidad”, de la “participación conjunta”. Así, Janja sugiere la metáfora de un gobierno que no sólo apoya, con relativa distancia, sino que vive cada cambio en la vida de las personas. A partir de esta metáfora, el gobierno del presidente Lula no representaría la imagen de un poder de arriba hacia abajo, sino de un poder cuya fuerza reside en la idea de que “nadie suelta la mano de nadie”.
De esta manera, contribuir evoca un rasgo distintivo de “cooperación”, de “suma de esfuerzos”, atribuyendo, en el presente caso, una mayor y más activa solidaridad de la persona vinculada al gobierno. ¿Es este el punto que Janja intenta imprimir en sus acciones?
¿Qué quiso decir Janja con ese intercambio verbal?
Cuando partimos del supuesto de que estamos sujetos a un sistema lingüístico convencional, común a todos, las elecciones léxicas que hacemos, ya sea en la modalidad oral o escrita, mantienen una estrecha relación con la semántica. Es decir, cuando usamos tal o cual palabra, necesariamente tenemos que ser conscientes de su significado más productivo para el contexto en el que nos encontramos. Así, el lenguaje es una función que permite a los individuos simbolizar sus pensamientos y decodificar los pensamientos de los demás.
Ese uso del verbo “ayudar” plantea algunas preguntas: ¿por qué tal predilección? ¿Por qué la preferencia por la figura del colaborador sobre la del gobierno benefactor? ¿Qué revela esta preferencia sobre la ciudadanía en nuestro país?
Creemos que no existe una respuesta única para cada una de estas preguntas y que responderlas abarca varios factores, entre los que destacan nuestro modelo de colonización, la esclavitud, el coronelismo, el amiguismo, el nepotismo y la apropiación privada y muchas veces personalista del Estado, negando la esencia misma del Estado. política – una palabra, por cierto, que viene del griego polis, “ciudad”, entendida no sólo como el espacio físico, sino también y sobre todo como el espacio civil habitado y gobernado por todos los ciudadanos.
Así, “aportar” sería una palabra que traería, como ya se mencionó, la idea de solidaridad, quizás el afecto político más revolucionario que pueda existir.
*Marcelo Modolo es profesor de filología en la Universidad de São Paulo (USP).
*Antonio Carlos Silva de Carvalho es doctor por la FFLCH-USP.
Una primera versión de este artículo fue publicada en Revista de la USP, el 13 de febrero de 2023.
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