por PEDRO HENRIQUE MAURÍCIO ANICETO*
La ideología difundida por la religión del capital oscurece la explotación y las desigualdades estructurales
En el mundo contemporáneo es innegable que la lógica religiosa centrada en el capital juega un papel significativo en la forma en que la sociedad se organiza e interactúa con el sistema económico. Esta compleja relación entre religión y capitalismo ha sido objeto de análisis y debate por parte de filósofos y sociólogos a lo largo de la historia. En este artículo exploraremos las manifestaciones simbólicas y prácticas de esta lógica religiosa y sus impactos en la sociedad contemporánea.
Cornel West, en su obra, expone la noción de que el capitalismo contemporáneo tiene sus propias formas de ritualización y sacralización. Según él, el capitalismo opera como una religión secularizada, donde se veneran los valores del mercado y se adoran íconos del éxito material. Cornel West sostiene que el culto al individualismo y la acumulación de riqueza se promueve como doctrina, proporcionando un sentido de propósito y sentido a la vida de las personas. De esta forma, la lógica religiosa volcada hacia el capital se manifiesta de manera simbólica, a través de la idolatría del consumo y del poder financiero.
Cuando relacionamos las ideas de Cornel West con las reflexiones de Max Weber, percibimos una conexión más directa entre las manifestaciones simbólicas y prácticas de la lógica religiosa centrada en el capital. Max Weber destacó la ética protestante y su influencia en el desarrollo del capitalismo. Para él, la religión juega un papel crucial en la configuración de un “espíritu del capitalismo”, en el que la búsqueda de la riqueza y el éxito se legitima a través de la interpretación religiosa del trabajo duro y la frugalidad. En este sentido, la cristalización de la religión del capital encuentra en la ética protestante una base ideológica que sustenta su práctica.
Sumado a esto, es importante mencionar la perspectiva marxista crítica en relación a este proceso. Para Karl Marx, la religión es un opio de los pueblos, una forma de alienación que mantiene a la clase obrera atrapada en una falsa conciencia. La lógica religiosa centrada en el capital, según el autor, perpetúa la desigualdad y la explotación inherentes al sistema capitalista, al crear una ilusión de justicia y recompensa divina para los ricos y poderosos.
La crítica de Marx a la capitalización de la lógica religiosa encuentra resonancia en las reflexiones de Thomas Piketty sobre la desigualdad. en tu trabajo Capital en el siglo XXI, Thomas Piketty demuestra que las disparidades económicas han aumentado con el tiempo, con una creciente concentración de la riqueza en manos de una pequeña élite. Esta realidad refuerza la pertinencia de la crítica de Marx a la religión del capital, ya que la religión sigue siendo utilizada como mecanismo de justificación y legitimación de esta creciente desigualdad.
La lógica religiosa volcada hacia el capital, al santificar la acumulación de riqueza y el éxito material, perpetúa la noción de que quienes poseen grandes fortunas son dignos de su estado privilegiado. Esta ideología difundida por la religión del capital oscurece la explotación y las desigualdades estructurales, alejando a la clase obrera de la conciencia de sus propias condiciones de vida y de trabajo.
*Pedro Henrique M.Aniceto estudia economía en la Universidad Federal de Juiz de Fora (UFJF).
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