La cuarentena del Mercosur

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Por Leonardo Granato y Tatiana Berringer*

La burguesía brasileña olvida que, como ya demostró la década de 1990, la apertura comercial y la atracción de inversiones extranjeras colocan al Estado en una posición de subordinación pasiva y profundizan su situación de vulnerabilidad y dependencia

En una reunión de coordinadores nacionales del Mercosur, realizada por videoconferencia el 24 de abril de este año, el Estado argentino, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, anunció su retiro de futuras negociaciones del bloque regional respecto de los tratados de libre comercio previstos con Corea del Sur, Singapur , Líbano, Canadá e India, entre otros. En un comunicado de prensa, la Cancillería argentina también expresó que la incertidumbre en el mundo y la propia situación económica del país aconsejan la decisión en cuestión, pero que seguirá, sin embargo, dando seguimiento a los avances del Acuerdo Mercosur-Unión Europea, "sin entrando en debates, por ahora, estériles”[i]. En ese mismo comunicado, el Estado argentino también informó que la referida decisión la diferencia de las posiciones adoptadas por otros Estados del bloque que buscan, en medio de la pandemia del Coronavirus, acelerar las negociaciones de apertura comercial con otros países del mundo.

Es interesante observar cómo de esta decisión derivan una serie de elementos a discutir, que van más allá de una mera discusión sobre si la "retirada" de Argentina "congelaría" o no el Mercosur.[ii] – un bloque, por cierto, cuyas fronteras van más allá de la dinámica del comercio extrarregional. En términos más amplios, la decisión del gobierno de Alberto Fernández parece reflejar una situación estatal y de clase, que choca con la de su socio históricamente estratégico, el Estado brasileño.

Sin entrar en una discusión sobre modelos de acumulación, estructura de clases y dinámica de las instituciones del Estado en ambos países, que rebasaría los límites de este texto, es posible afirmar que a diferencia de lo que ha venido ocurriendo en Brasil donde, ante el despegue de la número de casos y muertes por Covid-19, el gobierno de Jair Bolsonaro debate la pertinencia del aislamiento social completo o solo el aislamiento “vertical”, Argentina ha adoptado, desde un principio, y con un importante apoyo popular, un modelo de aislamiento completo obligatorio para combatir el Coronavirus, alabado por la propia Organización Mundial de la Salud.

Si bien la burguesía argentina no puede ser pensada como un todo homogéneo ya que, al fin y al cabo, la pandemia no ha afectado a todas sus fracciones por igual, parece factible afirmar que dicha burguesía -en particular, los sectores vinculados a la industria, el comercio y la sociedad civil- construcción- está dispuesta a avalar el plan de lucha contra el Covid-19[iii], en el contexto del movimiento más amplio de “reconstrucción del tejido económico y social del país” propuesto por Fernández[iv]. Sin embargo, la pandemia ha estado afectando a todas las economías del mundo, incluida Brasil. Así, la particularidad de la situación que atraviesa el gobierno de Fernández no se debe a la pandemia, sino a la grave crisis económica y de deuda externa que se viene gestando desde el gobierno de Maurício Macri (2015-2019)[V], y respecto de los cuales el Nuevo Coronavirus acaba siendo un agravante.

Quizás, a estas alturas, parezca lógico que una parte importante de la burguesía apoye la política del gobierno de Fernández de “proteger las empresas, el empleo y las familias más humildes”. [VI], porque, al fin y al cabo, son momentos de crisis económica como este los que exigen una intervención masiva del Estado para evitar un mayor deterioro social que termine poniendo más trabas de las que ya tiene la Argentina a la dinámica capitalista de desarrollo de las fuerzas productivas del país. Quizás incluso se pueda deducir con más o menos claridad, en parte, por qué el gobierno argentino decidió no cargar con la participación en las negociaciones del Mercosur con los países mencionados al inicio de este texto. Decimos “en parte” porque así como el gobierno de Fernández difiere del gobierno de Bolsonaro en cómo enfrentar la actual pandemia, también lo hacen en las prioridades de política exterior y en relación al Mercosur en particular.

Aunque consciente de las condiciones históricas de dependencia y subordinación a las que está sujeta América Latina, el Estado argentino parece haber encontrado en la decisión en cuestión una forma, aunque tímida, de oponerse a los planes del gobierno de Bolsonaro de “abrir” el Mercosur reintroduciendo el regionalismo abierto. estrategia de la década de 1990 y la promoción de la integración en la economía mundial y las cadenas de valor transnacionales[Vii]. La apertura del comercio exterior es para el mencionado gobierno mucho más que una promesa de campaña aún por cumplir: es un imperativo. Es un imperativo de una parte de la misma burguesía interna brasileña, en particular, de los sectores vinculados al comercio, los servicios, la industria manufacturera (con excepción de la industria alimenticia y automotriz) y la agroindustria.[Viii], que hoy apremia por la reanudación de las actividades económicas, a nivel interno, como una forma de paliar el estancamiento económico producto de la pandemia en el país.

La burguesía interna brasileña, dada su fragilidad económica, política e ideológica frente al imperialismo, demuestra temor en relación a su desaparición frente a las crisis. Así, en medio del actual contexto de crisis y desaceleración económica, impulsando la apertura del comercio exterior y el retorno de las actividades económicas internas, espera mantener su tasa de ganancia y su supervivencia frente al capital externo. Sin embargo, esta misma burguesía interna olvida que, como ya lo demostraron los años noventa, la apertura comercial y la atracción de inversión extranjera colocan al Estado en una posición de subordinación pasiva y profundizan su situación de vulnerabilidad y dependencia. Así, a diferencia de la burguesía argentina, esta fracción de la clase dominante parece querer comportarse como una burguesía compradora, es decir, subordinada y entrelazada con los intereses imperialistas, mientras que, con el apoyo de los sectores populares, podría aprovechar la coyuntura actual. apoyar políticas de planificación de largo plazo e inversión estatal, así como una política exterior no subordinada, necesariamente más conflictiva, relacionada con la inserción de Brasil en el capitalismo neoliberal. Y así volvemos al inicio de este comentario: un escenario Mercosur que no hace más que reflejar las visiones irreconciliables sobre política y economía de Brasil y Argentina.

*Leonardo Granate Profesor de Ciencias Políticas de la UFRGS y coordinador del Centro de Estudios de Política, Estado y Capitalismo en América Latina.

*Tatiana Berringer es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Federal del ABC (UFABC).


[i] Vea el comunicado de prensa de la Cancillería Argentina en: https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/el-gobierno-argentino-y-el-mercosur. Consultado en: 26 abr. 2020.

[ii] Véase, por ejemplo: https://elpais.com/internacional/2020-04-25/la-retirada-parcial-de-argentina-congela-mercosur.html. Consultado en: 26 abr. 2020.

[iii] Ve si: https://www.cronista.com/economiapolitica/Coronavirus-empresarios-apoyan-las-medidas-pero-les-preocupa-llegar-de-pie-al-dia-despues-de-la-cuarentena-20200420-0069.html. Consultado en: 26 abr. 2020.

[iv] Vea el comunicado de prensa de la Cancillería Argentina en: https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/el-gobierno-argentino-y-el-mercosur. Consultado en: 26 abr. 2020.

[V] Para más información sobre el escenario político post-Macri en el que se desarrolla la política frente a la pandemia del Covid-19 ver el artículo: https://www.ufrgs.br/odela/2020/04/28/argentina-post-macri-elecciones-pandemia-y-despues/

[VI] Vea el comunicado de prensa de la Cancillería Argentina en: https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/el-gobierno-argentino-y-el-mercosur. Consultado en: 26 abr. 2020.

[Vii] Vea el discurso del ministro Ernesto Araújo en la cumbre del Mercosur que tuvo lugar en Bento Gonçalves-RS el 4 de diciembre de 2019: http://www.itamaraty.gov.br/pt-BR/discursos-artigos-e-entrevistas-categoria/ministro-das-relacoes-exteriores-discursos/21131-discursos-do-ministro-ernesto-araujo-na-lv-reuniao-ministerial-do-mercosul-bento-goncalves-4-de-dezembro-de-2019. Consultado en: 26 abr. 2020.

[Viii] Para entender las fracciones de clase y la política frente a la pandemia del Coronavirus, ver el artículo: https://dpp.cce.myftpupload.com/fracoes-burguesas-na-crise-atual/

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