La praxis teatral del MST

Glauco Rodrigues, dibujo 1948.
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por DOUGLAS ESTÉVAM*

Consideraciones sobre la experiencia cultural militante de la Brigada Nacional de Teatro Patativa do Assaré

Una de las experiencias que quizás profundizó y exploró la relación orgánica entre teatro, organización social y lucha de clases en Brasil es la representada por la Brigada Nacional de Teatro Patativa do Assaré, del Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST). Son decenas los grupos que se organizaron a lo largo del país durante dos décadas de acción teatral. La obra es el resultado de un proceso de formación que involucró a cientos de campesinos y campesinas, con la colaboración de artistas profesionales de Brasil y del exterior y resultó en la producción de decenas de obras de teatro, películas y canciones, entre muchas otras formas de intervenciones estéticas.

La praxis teatral del MST está íntimamente relacionada con los procesos de organización y formulación de un proyecto de sociedad elaborado por el movimiento a lo largo de sus años de existencia. Una práctica en la que la lucha social, la organización popular, la investigación estética, la formación y la política cultural están íntimamente ligadas, se complementan y se influyen en el desempeño de lo que se considera uno de los mayores movimientos sociales de América Latina.

El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra

El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) tuvo su origen en ocupaciones de tierras realizadas en 1979, aún durante la dictadura militar brasileña (1964-1985), y fue fundado formalmente en 1984. tierras organizadas por el MST, ocupaciones que reúnen a cientos y a veces incluso miles de familias, se han expandido por prácticamente todo el país y hoy alrededor de 300 familias han accedido a la tierra a través de estas ocupaciones y decenas de miles que aún viven en campamentos conforman la base social del Movimiento.

El surgimiento y la formación del MST forman parte del contexto histórico de finales de la década de 1970, que vio nacer nuevas fuerzas sociales y movimientos populares en Brasil. Entre los movimientos más destacados de ese período, podríamos mencionar los diferentes sindicatos que buscaban la autonomía frente al control estatal dictatorial y articularon en la Central Única dos Trabalhadores (CUT), la amplia y variada red de Comunidades Eclesiásticas de Base, vinculadas a la la iglesia progresista ligada a la Teología de la Liberación, las nuevas organizaciones indígenas fortalecidas también por la acción de la iglesia y, como resultado de la convergencia de todas estas experiencias sociales y organizativas, el Partido de los Trabajadores (PT). La inventiva política de esos años marcó el nacimiento del MST, una organización campesina que enfrenta uno de los problemas estructurales en la formación de la sociedad brasileña: la concentración de la tierra y la gran masa de personas históricamente excluidas del acceso a la tierra, la primera de ellas. que son los pueblos indígenas y los millones de esclavos traídos de África. El origen de las abismales desigualdades sociales que aún persisten en el país, así como de la cultura autoritaria y violenta que caracteriza su política y sociabilidad, se encuentra en la formación colonial y esclavista de Brasil. La concentración de la tierra fue el pilar de esta economía y aún determina, en gran medida, el lugar que ocupa el país en la economía internacional.

una invención organizativa

Para comprender mejor, en su amplitud y complejidad, el sentido y alcance de la acción teatral desarrollada en el MST, debemos tener en cuenta la innovación y los fundamentos de su concepción de la organización social. Antes de pasar a la presentación y análisis de las prácticas teatrales del MST, destacaremos brevemente algunos de los elementos de esta concepción de organización que nos ayudarán a medir mejor el sentido de la práctica teatral y la acción cultural del movimiento.

El MST basa su proyecto de reforma agraria y social en el acceso a la tierra, la eliminación de las injusticias sociales y la superación del modo de producción capitalista, teniendo como referencia la amplia y diversificada tradición del socialismo. Uno de los elementos básicos del programa organizacional diseñado para lograr estos objetivos es la formación integral, integral y omnilateral de los seres humanos. El proceso de organización y autoorganización de los trabajadores es el primer momento en la implementación del proyecto MST. Ya comienza en los procesos de ocupaciones, cuando se organizan en los llamados núcleos, células organizativas donde todos deben participar y desde las cuales se elaboran y toman decisiones colectivas. A partir de esta estructura organizativa básica, los procesos de coordinación política se amplían para contemplar la coordinación de estados y la coordinación nacional. Fruto de este proceso de movilización es también la organización de los sectores, entre los que podemos mencionar los de producción, educación, comunicación, formación política, género y cultura, en los que todos también deben estar involucrados. Esta estructura organizativa tiene como objetivo proporcionar el mayor acceso y participación posible en la toma de decisiones y elaboración de proyectos políticos.

En la definición del MST, el proceso organizativo es el principal medio de formación humana, de desarrollo de formas de conciencia social y de transformación subjetiva. Analizando y sistematizando las experiencias de años de construcción y experimentación, el MST formuló la concepción de una pedagogía para el Movimiento Sin Tierra, compuesta por matrices formativas del ser humano. Se elaboró ​​la noción de que el principal medio de formación de los miembros del Movimiento era el propio movimiento a través de la lucha y la organización. La dimensión pedagógica que tiene el Movimiento se basa en “matrices formativas”, siendo las principales la lucha, la organización, la historia, la tierra y la cultura. La Cultura aparece desde las primeras formulaciones como elemento estructural de un proyecto de sociedad y organización política, no como un tema meramente temático, sino como uno de los fundamentos de la concepción misma de la organización y formación humana, así como de la comprensión de que la Cultura está ligada a los procesos de lucha de clases.

Antecedentes de la acción teatral del MST

Una de las experiencias culturales, políticas y estéticas más originales del MST es la mística. Proveniente de una amplia tradición latinoamericana, desarrollada por la Teología de la Liberación y las comunidades eclesiales de base, la mística adquirió un carácter secular en el MST. Difícil de definir, mística es un intento de brindar una experiencia sensible vinculada al proyecto de sociedad que propone el Movimiento. Una de sus formas de materialización son las intervenciones estéticas, tipos de performances o dramatizaciones, realizadas y organizadas por los propios miembros del Movimiento en diferentes situaciones. Estas intervenciones estéticas se realizan, por ejemplo, en la apertura de reuniones, encuentros, congresos, inicio de actividades escolares y formativas, marchas, y también en ocupaciones y asentamientos. Entre sus elementos formales, de los más variados, podemos mencionar canciones, escenificaciones, decorados, vestuarios, poemas, dramatizaciones, coros, proyecciones, etc. La mística busca brindar una experiencia sensible y subjetiva del proyecto de sociedad, de la historia y de una perspectiva de futuro, creando un campo de acción y experiencia más allá de las prácticas discursivas o exclusivamente conceptuales.

La formación de la Brigada Nacional de Teatro Patativa do Assaré

La experiencia teatral desarrollada por el MST tiene como momento decisivo la formación de la Brigada Nacional de Teatro Patativa do Assaré, creada en 2001 y que cumple veinte años. La Brigada se constituyó en la segunda etapa de formación realizada con Augusto Boal y los integrantes del Centro del Teatro del Oprimido (CTO) – RJ. Fueron decenas de militantes del MST, de diferentes sectores de actividad como la educación, la formación política y la cultura, que participaron de la obra y tuvieron la tarea de crear grupos en los distintos estados de donde procedían y actuaban. Fue así como comenzó la multiplicación de grupos de teatro en todo el país.

Si bien representa un hito decisivo, las experiencias teatrales del MST y la relación con Boal no comienzan con la consolidación de la Brigada Nacional de Teatro. Además de los vínculos con la mística misma, como vimos anteriormente, otro ejemplo significativo fue la experiencia que tuvo lugar una década antes, en Río de Janeiro, cuando en 1990 se creó el grupo Teatro Campesino en el asentamiento Sol da Manhã. Augusto Boal acababa de regresar de su exilio y comenzaba sus experimentos con el Teatro Legislativo, una de las formas de Teatro del Oprimido que desarrolló tras su regreso al país. Boal se puso en contacto con este grupo, que pronto pasó a formar parte de los colectivos que operaban en torno a la gestión de Boal como concejal en RJ. La experiencia duró unos ocho años.

La Brigada Nacional se estructuró a partir del proceso de trabajo continuo con Augusto Boal, representando un salto cualitativo en producción, organización y formación en relación a todas las experiencias teatrales anteriores del Movimiento. Fueron cinco escenarios en los que se trabajaron algunas técnicas del Teatro del Oprimido, entre ellos el Teatro Forum (el más practicado), el Teatro Jornal, el Arco-Íris-do-desejo y, en el último encuentro celebrado en 2005 , la creación de un Teatro Procesión con la actuación de alrededor de 270 militantes del MST. Las técnicas del Teatro del Oprimido se transmitieron a campamentos, asentamientos, escuelas y varios grupos formados como resultado de este trabajo. En cada nueva etapa se evaluaron los procesos desarrollados, la producción de grupos organizados, los límites y las nuevas demandas. La organización de la Brigada brindó diálogo entre los grupos, intercambio de experiencias y producciones, combinación de acciones conjuntas, seguimiento del trabajo y formación complementaria.

Las producciones realizadas especialmente con las técnicas del Teatro Foro permitieron abordar temas que no encontraron el debido espacio en otras instancias del MST. De esta manera, principalmente temas como el racismo y el género podrían ser ampliamente debatidos por medios teatrales. Los procesos de teatro de imágenes comenzaron a ser utilizados en las escuelas como medio de evaluación del proceso educativo, de los docentes y de los coordinadores escolares, brindando otras formas de diálogo sobre los acompañamientos pedagógicos. En los campamentos y asentamientos también se discutieron en los foros temas relacionados con el poder, el personalismo u otros límites organizacionales y políticos.

Dramaturgia e intervenciones

En el campo de la dramaturgia encontramos obras de teatro producidas por los propios campesinos, que abordan temas de su situación política y problemas de la vida cotidiana, el trabajo, cuestiones de género, racismo, entre otros. El tema de la economía internacional, orientado por las negociaciones de libre comercio que definieron el debate político en aquellos primeros años de relación entre Augusto Boal y el MST, aparece en varias piezas. Boal siguió de cerca las obras producidas y contribuyó a la revisión dramatúrgica, así como a los procesos de puesta en escena, dedicando especial atención a la construcción del atrezzo, el vestuario y la escenografía. Se reprodujeron algunas piezas del propio Boal, como No hay imperialismo en Brasil, adaptado por el MST bajo el nombre de Pagar Zé.

También hubo adaptaciones de dramaturgos brasileños y extranjeros. En Rio Grande do Sul, en asentamientos realizados en tierras donde se desarrollaron las guerras guaraníes en el siglo XVIII, involucrando indios guaraníes liderados por Sepé Tiaraju contra el dominio español, el grupo Peça pro Povo adaptó el texto muerte a los blancos, escrito por Cesar Vieira, un histórico dramaturgo brasileño con más de cincuenta años de experiencia. La obra contó con la colaboración de un importante grupo de teatro de calle en Brasil, Ói Nóis aqui Traveiz. El lenguaje estético de las escenas callejeras, la musicalidad, la construcción del vestuario y la utilería, caracterizaron la adaptación que realizó el grupo.

El grupo paulista Filhos da Mãe… Terra adaptó la obra Por estos santos estados, texto del dramaturgo colombiano Guilherme Maldonado Pérez que abordó las luchas por la tierra que libran los indígenas y campesinos en Colombia. Esta obra, probablemente estrenada en Brasil por el MST, fue premiada por la Casa de Américas de Cuba en 1975, en el concurso de dramaturgia latinoamericana promovido por el centro cultural cubano de referencia continental. La obra fue presentada por el grupo en el Teatro de Arena, el lugar histórico donde Boal había iniciado sus actividades en la década de 1950.

Además del Teatro Foro, el MST desarrolló otras formas de Teatro del Oprimido. Las técnicas del teatro invisible fueron ampliamente y diversamente utilizadas, realizándose intervenciones en ómnibus, trenes, bancos e incluso en espacios del MST, como cursos o reuniones. Se realizó una intervención de teatro invisible en una reunión con parlamentarios que abordaron temas de reforma agraria que se llevó a cabo en la Cámara Legislativa del Distrito Federal. La intervención marcó los temas de los debates posteriores. También se realizaron intervenciones en reuniones de asociaciones de agronegocios, como, por ejemplo, en la Conferencia UNESCO RJ+20, realizada en RJ. Las obras con teatro periodístico también fueron utilizadas en varias ocasiones y por diferentes grupos.

La mayor experiencia teatral del MST fue concebida junto a Augusto Boal en el último encuentro de formación realizado en 2005. Se trata de una intervención de teatro de procesión que contó con la participación de 270 militantes del MST de todo Brasil. La pieza fue presentada en la llegada de la Marcha Nacional del MST en Brasilia, realizada ese mismo año, marcha que reunió a 12 militantes del MST. Además de la obra de Teatro Procissão, decenas de otras obras que componían el repertorio de la Brigada fueron presentadas por los grupos durante los veintiún días que duró la marcha. Luego de marchar un promedio de quince kilómetros por la mañana, los marchantes participaron en procesos de estudio y capacitación por la tarde. Las obras de teatro formaban parte de estos procesos de formación. Lo mismo ocurrió durante el Congreso del MST de 2007, que reunió a 17 personas y durante el cual se presentaron varias piezas.

Los encuentros de formación con el CTO y Augusto Boal se compaginaron con el estudio de otros referentes teatrales, principalmente la historia del teatro político y la teoría de los géneros literarios. Recuperando la tradición del teatro político brasileño, cuyas relaciones establecidas entre artistas y fuerzas sociales progresistas resultaron en uno de los mejores momentos de experimentalismo formal e invención estética, el MST asumió como uno de sus referentes paradigmáticos las experiencias de los Centros Populares de Cultura - CPC y el Movimiento de Cultura Popular – MCP, este último con la participación de Paulo Freire.

El mismo Augusto Boal había realizado una importante labor con los numerosos CPC repartidos por el país y con el MCP, hasta el golpe de 1964, cuando estas organizaciones culturales fueron exterminadas por el Ejército por su fuerte vinculación con los movimientos obreros y estudiantiles. Ligas Camponesas, importante organización campesina de la época, en la que se inspira el MST, estableció un importante trabajo con los CPC, con el MCP y con Boal. El trabajo desarrollado entre el MST y Augusto Boal también tuvo esa dimensión simbólica de retomar una experiencia modelo iniciada en la década de XNUMX e interrumpida por la dictadura militar. Boal siempre mencionó la trascendencia de esta experiencia histórica en sus encuentros con el MST.

Una de las obras más simbólicas de esta reanudación fue el montaje que hizo el MST de la obra Mutirão en nuevo sol, texto de Nelson Xavier y Augusto Boal, escrito en 1961, y presentado ese mismo año en el primer congreso nacional de campesinos en Minas Gerais. El texto estuvo perdido durante unos 50 años. El MST logró recuperar el texto, publicarlo y produjo una performance presentada en el Encuentro Unitario de Trabajadores, Trabajadoras y Pueblos del Campo, Aguas y Bosques, realizado en 2012, en una presentación para 5 mil personas. Este texto también fue trabajado en varias escuelas del MST, hubo una versión de radioteatro y un documental.

Encuestas formales

La necesidad de profundizar en cuestiones formales partía de la propia práctica con las diversas formas de intervención realizadas por los integrantes del movimiento. Al inicio de la Brigada, los militantes involucrados en la creación de las intervenciones reportaron dificultades con cierta referencia formal que se había constituido hasta entonces, principalmente en torno a algunas técnicas del Teatro Foro. Se desarrolló entonces un amplio proceso de estudios e investigaciones sobre las estructuras dramatúrgicas y los experimentos formales realizados en la tradición del teatro político, el análisis de las concepciones del teatro épico, la comprensión de la dimensión histórica y social de la forma, el análisis crítico de las implicaciones de la forma dramática y el alcance e impacto de la industria cultural, temas que constituyeron un conjunto de fundamentos teóricos que propiciaron una profundización de las prácticas teatrales en su multiplicidad.

Vale la pena señalar que los análisis de la estética, las dimensiones sociales e ideológicas de las formas artísticas, la dialéctica entre forma y proceso social se convirtieron en parte del programa de estudio para el sector cultural del MST en su conjunto. Así, tanto en las artes plásticas como en la música y la literatura, así como en la producción audiovisual del MST, se realizaron investigaciones con la misma orientación y la convergencia y el trabajo conjunto entre los diferentes frentes de actividad artística que conforman el sector cultura del MST brindó un colectivo acumulación. Los debates sobre estética se expandieron al MST en su conjunto y comenzaron a abarcar no sólo las experiencias artísticas, sino varias otras dimensiones formales de acciones directas, procesos de organización y formación, actividades educativas en las escuelas, etc.

La presencia de la teoría y las obras de Brecht en el movimiento también contribuyó a la formación de las concepciones estéticas y culturales del MST. Las obras de Hanns Eisler, socio musical de Brecht, también influyeron en el MST y sus músicos. Algunos grupos realizaron adaptaciones, montajes y obras con los materiales del dramaturgo alemán. En São Paulo, hubo una adaptación de Horacios y Curiacios y en Brasilia una adaptación de Círculo de tiza caucásico. Companhia do Latão, uno de los principales grupos de teatro de Brasil, realizó una Círculo de tiza caucásico cuyo prólogo fue grabado con el grupo de teatro de Assentamento Carlos Lamarca, de São Paulo.

Las piezas didácticas de Brecht proporcionaron un modelo de trabajo productivo. Se ejerció ampliamente la propuesta de experimentar con los propios participantes a través del teatro. La pieza Santa Juana de los Mataderos se trabajó varias veces con los métodos de las piezas didácticas de Brecht en los cursos de economía política. En una oportunidad, este experimento se llevó a cabo en un curso con representantes de diferentes países de América Latina. La pieza Un rozhodão se trabajó en diferentes momentos con integrantes de un curso base que duró seis meses, abordando las contradicciones internas de la militancia. Se hicieron otros experimentos con el que dice que si y también con la pieza La pastelería.

desafíos históricos

Los últimos acontecimientos políticos ocurridos en Brasil afectaron profundamente el campo de acción de los movimientos sociales y también impactaron en su producción cultural. Las movilizaciones de extrema derecha iniciadas en 2013 y seguidas de procesos judiciales y parlamentarios dieron como resultado la destitución de la presidenta Dilma y el posterior encarcelamiento de Lula. Temas sobre las guerras culturales y el marxismo cultural, la amenaza de una nueva intervención militar, la presencia en las calles de sectores de extrema derecha, algunos con orientaciones neofascistas, cobraron relevancia en el debate político y remodelaron la historia política y cultural que había venido desarrollándose constituida desde la década de los ochenta con el fin de la dictadura.

En este contexto histórico, el MST amplió su acción teatral de intervenciones de agitación y formación en el campo de la cultura y el debate estético. Las experiencias e investigaciones con las formas de agitación y propaganda que se habían desarrollado desde los primeros años de la Brigada cobraron mayor fuerza e importancia. Además de la investigación sobre las tradiciones brasileñas, las investigaciones sobre las tradiciones de agitación alemana, soviética, francesa, estadounidense, entre otras, desarrolladas entre los años veinte y treinta del siglo pasado, constituyeron un importante conjunto de referentes del vínculo entre las vanguardias artísticas y los movimientos sociales.

Desde 2013, decenas de brigadas de agitación, en procesos de formación que involucraron a cientos de personas que participaron en las diversas movilizaciones que tuvieron lugar en el país durante este reciente período. El MST logró profundizar su trabajo conjunto con organizaciones urbanas, sindicatos y movimientos estudiantiles, principalmente el Levante Popular da Juventude. La acumulación del MST en el campo teatral y cultural se convirtió en un referente para otras organizaciones populares.

También hubo, en el mismo período, un importante desarrollo de Escuelas de Teatro Político y Video Popular, en el que el MST participa como uno de los organizadores. Estas escuelas se basan en el Frente de Trabajadores de la Cultura Nuestra América, fundado a principios de la década de XNUMX por Augusto Boal, Enrique Buenaventura (Colombia), Atahualpa del Cioppo (Uruguay), entre otros nombres importantes del teatro latinoamericano. Actualmente funcionan nueve escuelas en Brasil, Argentina, con conexiones en México, Uruguay y España, que articulan movimientos sociales, grupos profesionales de teatro y universidades. Estas escuelas también desempeñaron un papel importante en la situación política reciente.

La acción teatral desarrollada por el MST, principalmente en los últimos veinte años con la Brigada Nacional de Teatro Patativa do Assaré, constituye una experiencia de gran significación por haber garantizado que cientos de campesinos, en su proceso de organización y lucha por la reforma agraria, incorporaron el arte y la cultura como parte de sus conquistas y proyectos para la sociedad, convirtiéndose en creadores de diversas formas teatrales e intervenciones escénicas. Una apropiación de la tradición teatral que superó el concepto de obra cerrada, estableció contactos con sectores de la población históricamente privados del acceso a los bienes culturales tradicionales, estimuló una profunda reflexión entre trabajadores y trabajadoras sobre las dimensiones estéticas y culturales de sus luchas y existencia, y contribuyó para la profundización y desarrollo de la cultura política emancipatoria propuesta por el MST.

*Douglas Esteban es doctorando en Filosofía por la USP.

 

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