por RICARDO T. NEDER y RAQUEL MORAES*
Relaciones entre Universidad, gobierno y empresas
Con base en el marco presentado en artículos anteriores, comenzamos a abordar el inevitable triángulo entre universidad, gobierno y empresas (mercado). Es una sucesión histórica de luchas entre actores interesados en controlar la universidad a través del modelo de gestión empresarial privatizador, y su contrapunto representado por la esfera pública, a veces republicana, a veces estatista, a veces ambas como expresión asociada a corrientes políticas de izquierda. En las secciones primera y segunda, se procede a una síntesis histórica sobre las relaciones entre la universidad y el gobierno, y sobre el marco sintético de los enfoques de análisis de las políticas de ciencia, tecnología, innovación y sociedad.
Buscamos situar las tendencias y configurar escenarios por donde van las relaciones entre las políticas de C&T, la universidad y la empresa capitalista tradicional. Agregamos a este campo de referencias las cuestiones de CyT y la política universitaria frente al vasto campo de la economía popular y solidaria en Brasil.
1.
Podemos ver en el primer caso que en los últimos cuarenta y cuatro años (1968-2012) se implementaron algunos hitos importantes para regular la universidad pública en Brasil(1).
Cuatro momentos involucran a las universidades públicas y la actualidad capitalismo sin riesgo de empresas privadas en el sector educativo (y veremos, en qué medida esto afecta la política de C&T). Dos momentos son más antiguos y dos son actuales, pues sus consecuencias se dejan sentir en el día a día de la universidad y en el intento de resolverlos.
(i) La reforma de 1968 – El primer momento de la primera fase correspondiente a la Reforma Educativa impulsada por los gobiernos militares rompió con el modelo de “cátedras”, asoció la docencia con la investigación, introdujo nuevas actividades académicas (como la extensión y la educación especial), y definió sus propias reglas para la carrera docente, para el acceso de los estudiantes a la educación superior y para la organización de los currículos académicos.
(ii) Autonomía universitaria y sector privado (1988) – El segundo momento de este primer período desemboca en la Constitución de 1988 (artículo 207) que define como elemento fundamental que las universidades gocen de autonomía didáctico-científica, administrativa y financiera y de gestión patrimonial y que obedezcan al principio de no disociación entre docencia, investigación y extensión. Este Artículo de la Constitución materializó la lucha histórica iniciada en la década de 1960 y alcanzó una posición favorable en la Reforma de 1968 respecto a la formación del sistema de posgrado en Brasil, un viejo reclamo de la comunidad investigadora en defensa de la autonomía (cognitiva) universitaria. Al mismo tiempo, las leyes federales no fueron reglamentadas para caracterizar explícitamente la autonomía (de gestión e investigación) como una condición de la universidad. De tal manera que en cualquier momento la Universidad podría perder algo que no estaba reglamentado.
(iii) Expansión privada (1995-2002) – En 1996, la Ley de Directrices y Bases (LDB) buscó rebajar esa dudosa y abrió un capítulo sobre el concepto de autonomía que quedó jurídicamente más claro. La LDB (artículo 54) establece que “las universidades mantenidas por el Estado gozan, por ley, de un régimen jurídico especial para atender las peculiaridades de su estructura, organización y financiación por parte del Estado, así como sus planes de carrera y el régimen jurídico de la tu personal".
Sin embargo, las contradicciones del texto constitucional no fueron resueltas y siguió un esfuerzo minimalista que condujo a la aprobación de la LDB. Así, a partir de la década de 1990, la autonomía universitaria comenzó a debatirse con mayor intensidad, como consecuencia del auge del neoliberalismo. Para las empresas interesadas en una inversión rentable en el sector educativo, “la autonomía tenía que ver con la libre empresa, para los partidarios de la escuela pública, con la libertad de pensamiento.
Al mismo tiempo, se regularon una serie de temas para las instituciones públicas y se liberalizaron varios otros para las empresas privadas. En cierto modo, la LDB abogó por la inexistencia de regulación de la educación privada, sin la obligación de valorar e invertir en la calificación del personal docente, consolidó el régimen de trabajo remunerado por hora-clase y condenó al docente a financiar su propia calificación. , puerta de entrada a la educación superior(2)
En el primer mandato de gobierno de la FHC hubo una serie de iniciativas en el sentido de equiparar la gestión universitaria a la de la empresa privada. Entre ellas se destacan (i) la propuesta de Reforma Constitucional (PEC) 370 de 1996, que pretendía desconstitucionalizar la autonomía, pero que fue archivada por presiones de la comunidad investigadora (ii) la Ley 9.131 de 1995, que prevé la celebración el Examen Nacional de Cursos; (iii) Decreto 2.308 de 1997, que regula los Centros Universitarios y los Cursos Normales Superiores (iv) Ley 9.678 de 1998, que crea el GED - Bono de Incentivo Docente, y finalmente (v) Ley 9.962 de 2000, que permite al Sindicato contratar profesores y el personal técnico-administrativo en la modalidad de empleo público, regido por la CLT (Consolidación de las Leyes del Trabajo).
Cabe recordar que en 1999 el Poder Ejecutivo Federal elaboró un Proyecto de Ley de Autonomía de las IFES (Instituciones Federales de Educación Superior). Propuso que las universidades federales estarían sujetas a los mecanismos de control de la sociedad, que verificaría la calidad y cantidad de los servicios que prestan.
Aunque no mencionaba la intervención, el Proyecto preveía el bloqueo de la transferencia de recursos en caso de que el proyecto de desarrollo institucional no fuera cumplido por IFES. La propuesta otorgaba al Poder Ejecutivo la prerrogativa de limitar la transferencia de recursos al presupuesto de IFES, incluso después de su aprobación por el Congreso.
Claramente se abrieron disputas en torno a la conquista de la autonomía de la gestión universitaria frente al control gubernamental, y si la gestión de las universidades debía equipararse a la de otras instituciones estatales que estaban adoptando los mismos procedimientos de gestión que las empresas privadas, o incluso si debían equipararse las universidades. seguir manteniéndose exclusivamente con fondos públicos.
Desde entonces, se le pide a la universidad que aumente su eficiencia según la fórmula: producir más y con menos recursos. La autonomía de gestión otorgada a la universidad con el auge del neoliberalismo consistió en permitirle adaptarse a las necesidades del mercado para obtener recursos extrapresupuestarios.
(iv) Presiones privatizadoras asociadas a la ampliación de REUNI – El cuarto momento comienza en la década de 2000, y se extiende hasta la actualidad (2020). Al igual que las empresas, la universidad también debe ser gestionada según criterios económicos y administrativos privados, supuesto que genera el debate aún vigente sobre el modelo de gestión universitaria.
Las técnicas de gestión empresarial en la universidad y la apertura de su investigación a otros actores han sido apoyadas por parte de la comunidad investigadora a través de un conjunto de subliminar de acciones diferenciadas de apoyo a las medidas de fomento de la innovación bajo el fortalecimiento de los vínculos entre la universidad y la empresa.
Los siguientes datos, escenarios y análisis profundizan en la identificación de cómo se comportan y piensan estos segmentos de la comunidad científica.
La complicidad de parte de la comunidad investigadora con medidas heterónimas o externas a la universidad, contribuyó al vaciamiento del principio de autonomía universitaria (ya sea de gestión o de investigación).
A lo largo de la década de 2000 oscilaron tiempos privatizadores que podían derrotar la autonomía universitaria o llevar a la asfixia en pocos años.(3).
A lo largo de la década 2002-2012, estas sombrías perspectivas también cambiaron, superadas en el contexto privatista en particular, por un amplio movimiento nacional de paralización de docentes en la mayoría de las universidades públicas federales del país (en el primer semestre de 2012), lo suficientemente representativo como para reavivar El debate de la autonomía.
La regulación de la carrera y los salarios correspondientes por parte del gobierno, sin embargo, impone una división al movimiento docente, ya que separa el salario y la promoción de carrera a un ritmo diferente para quienes se encuentran en el inicio y la mitad de sus carreras, en comparación con los que se encuentran en el medio a la parte superior de la carrera.
Anteriormente, en 2010, se había aprobado un “paquete” normativo compuesto por la MP 495 y los Decretos 7.232 y 7.233. La MP 495 trata de las licitaciones y establece las condiciones de relación entre las universidades y sus fundaciones de apoyo a los programas de desarrollo institucional.
El Decreto 7.232 define que las universidades deben tener autonomía para la contratación en sustitución de jubilaciones o solicitudes de despido, de forma automática, independientemente de la autorización del MEC.
El Decreto 7.233 otorga mayor autonomía de gestión a las universidades, las cuales podrán transferir fondos de un año a otro (hasta ahora prohibido). El choque universidad-gobierno conlleva dos componentes entrelazados esenciales que afectan tanto la dirección de la política de ciencia y tecnología como las decisiones sobre el carácter de la ciencia y la tecnología públicas y privadas.
El primer componente está relacionado con el modelo de gestión de la universidad. Si debe o no adaptarse y formar parte de la gestión de otras instituciones gubernamentales y empresas públicas ha sido una interrogante que permanecerá en el horizonte histórico de la universidad.
Una parte de la comunidad investigadora argumenta “que las universidades no pueden ser tratadas como departamentos públicos y que el estatuto del servicio civil no es la forma adecuada de gestión de su personal”. Otra parte busca “preservar las ventajas y privilegios del servicio público en detrimento de la autonomía universitaria”.
Una tercera parte piensa que la Universidad debe subordinarse al modelo de gestión gerencial y conducirse políticamente de manera heterónoma como una organización empresarial especial (y no como una institución social)
El segundo componente se refiere al origen de los recursos financieros para el mantenimiento de las actividades centrales de la universidad. A lo largo de la década de 2000, el Gobierno Federal adoptó una política de reducción del gasto de la Universidad en gasto corriente (masa salarial) mediante la adopción de procedimientos y dispositivos para implementar mecanismos que induzcan a la Universidad a adquirir autonomía financiera.
Los investigadores que estudiaron la propuesta de reforma universitaria del primer gobierno de Lula (2004-2008) observan que hubo un discurso seductor; entonces se vio que la autonomía propuesta tenía como foco principal la autonomía financiera en el sentido de desbloquear la gestión universitaria para captar fondos en el mercado, sin trabas legales, lo que supuestamente daría un enorme alivio financiero al Estado.
Los expedientes para reducir las inversiones en las universidades (vistas como gastos) no prosperaron, ya sea por la ampliación de los Institutos Federales y Tecnológicos por REUNI I, o porque aumentó la presión por el mantenimiento y los salarios de la base edificada, o incluso porque el paro nacional de 2012 proponía precisamente la continuidad de las inversiones en algo así como una REUNI II.
Parte de la comunidad académica ha buscado liberarse de los amparos gubernamentales y garantizar los recursos públicos necesarios para mantener su investigación y poder decidir sobre su propia gestión, incluida la captación de fondos a través de sus vínculos con empresas.
Cabe señalar que científicos investigadores de renombre ocupan puestos de mando en organismos gubernamentales formalmente responsables de elaborar políticas de apoyo a la investigación; esto también condiciona los patrones de comportamiento de los burócratas vinculados al proceso de toma de decisiones que articulan la universidad con el PCT.
Como veremos más adelante, hay quienes en la propia universidad dictan los caminos de negación o afirmación de la autonomía universitaria. Y por tanto, son ellos los que también pueden conducirlo a un modelo de gestión empresarial de una organización empresarial privada (y también hay quienes miran a la Universidad como un campo para implantar modelos de gestión empresarial pública, propios de las empresas públicas).
2.
Tradicionalmente no Brasil a relação Universidade-Sociedade tem sido orientada por ações voltadas à formação de graduados, mestres e doutores em todas as áreas, com um conjunto significativo de experiências de Pós-Graduação e Extensão nos últimos 40 anos, madura o suficiente como envolvimento com la sociedad.
Las políticas de extensión universitaria en particular (en la tríada docencia-investigación-extensión), sin embargo, se convirtieron en un socio menor frente a la nueva tríada universidad-empresa-estado, que generó un nuevo retoño “primo rico”: el emprendimiento previamente analizado, cuya presencia es vista como una supuesta necesidad estratégica de la universidad pública (curiosamente, la privada escapa a esta deseo, ya que no produce investigación).
En este sentido, las relaciones entre la universidad y la sociedad se ven tensas por el aumento de la demanda social por el ingreso de preuniversitarios a través de cuotas en la universidad pública.
Hay un doble desafío para la universidad:
(a) planificar y ejecutar una reforma capaz de integrar las nuevas ciencias como un problema político-epistemológico de carácter cualitativo (luego explorado en profundidad).
y (b) llevar a cabo una política de reorganización y administración con gestión social a través de una estrategia cuantitativa que implique ampliar la oferta de vacantes en la educación superior pública para egresados de escuelas públicas.
Hay ejemplos de variadas experiencias de nuevas universidades en Brasil y América Latina cuyos estudiantes provienen de una clase claramente popular y de estratos medios y trabajadores urbanos y rurales).
La segunda fuente de conflictos y tensiones que afecta directamente a la política de CyT es la fuerte transferencia de recursos públicos financiados por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FNDCT desde 1999) a empresas industriales, de servicios, agrícolas y de transformación para realizar I+D.
Estas transferencias se institucionalizaron (a partir de la Ley de Innovación, la Buena Ley y el Marco Normativo de C&T y sus respectivos reglamentos como mecanismos para financiar un entorno empresarial innovador), pero hoy se encuentran paralizadas con las no políticas de ciencia y tecnología producto del desmantelamiento del sector tras el golpe de Estado de 2016.
El segundo campo (cuotas) estaba en pañales en su institucionalización (Ley 12.711 del 21/8/2012 durante el Gobierno de Dilma Roussef) destinado a regular las cuotas sociales con acceso del 50% de los provenientes de las escuelas públicas; debilitado en el Ejecutivo sigue aplicándose en las universidades como política interna al amparo de la autonomía universitaria.
En la práctica, la universidad pública brasileña, a través de agencias de innovación, incubadoras de microempresas de base tecnológica, parques y centros tecnológicos implantados en su proximidad con contenidos de investigación realizados en institutos públicos y financiados con recursos de la sociedad, ha sido un ambiente supuestamente propicio para la interacción de los académicos con los empresarios. El comportamiento como clase de estos últimos, sin embargo, en relación con la I+D ha sido refractario.
La misma matriz ideológica neoliberal que privilegia el mercado como principal regulador de la relación Universidad-Sociedad, también genera, en el caso del capitalismo periférico brasileño, magros resultados en el aumento de la I+D de las empresas.
Actúan más en la importación de paquetes y sistemas tecnológicos que no incorporan conocimientos con contenido local. Vale la pena recordar que uno de los componentes fundamentales para el crecimiento de la productividad es la innovación de productos o procesos.
La imitación y la transferencia de tecnología también pueden contribuir, pero siempre que el país desarrolle sistemas de aprendizaje anclados en la capacidad de los trabajadores para absorber el conocimiento tácito, también llamada dimensión tácita.(4).
Dicho conocimiento tácito suele extraerse de quienes tienen experiencia, sabiduría y/o son herederos por transmisión generacional.
Está sistematizado por maestros y doctores en organizaciones comerciales, industriales y de servicios dedicadas a actividades de I+D. Pero no solo.
Los trabajadores dispersos en los ambientes de producción y servicios de todo Brasil atestiguan que cuanto más jerárquica o vertical es la organización, menor es su participación en la formación de nuevos estándares de escolaridad y cortesía en las empresas.
Es decir: se explota al máximo su pericia en el saber hacer si es necesario para convertirlo en recetas gerenciales. Esto es lo que se puede observar cuando se analizan las prácticas de formación técnica y profesional en sectores específicos, por citar los más graves -en total desacuerdo con las prácticas de aumento de la productividad a través de la calificación de la mano de obra- casos, por ejemplo, farmacéuticos, mataderos, azúcar y alcohol, industria de transformación en general, entre otros.
Los datos del censo brasileño en este campo indican que (de 1998 a 2010) solo el 0,2% de los graduados fueron contratados para hacer I+D.
Esta afirmación es corolario de un escenario más amplio relacionado con la balanza comercial entre 1995-2014 (importaciones x exportaciones) de productos industriales, según intensidad tecnológica.
Gráfico 01 – Productos industriales según intensidad tecnológica - Balanza Comercial (millones de dólares)

Los datos del IBGE indican el comportamiento predominante de las empresas importando sistemáticamente sistemas, componentes, equipos y dispositivos de alta y media-alta, y alta pero también baja complejidad, en proporciones crecientes a partir de 2006, muy por encima de la producción local de productos de industrias de baja intensidad.
Este cuadro presenta un retrato del notable retroceso del sector de bienes de capital (maquinaria y equipo en el país, área estratégica en cualquier sociedad con una política de C&T madura).
Nada indica que la oferta de maestrías y doctores por parte de la universidad, asociada a programas de financiamiento y becas para promover vínculos universidad/empresa, pueda cambiar el comportamiento de cierta burguesía industrial brasileña. Compara los costos entre comprar tecnología lista en el extranjero y desarrollarla aquí con el apoyo de la política de C&T, y decide importar maquinaria y equipos.
3.
Veremos rápidamente cuatro corrientes que buscan explicar estas contradicciones con una mirada estilizada a partir de rasgos llamativos de la vinculación universidad-empresa, y las respectivas posturas de valores. Tres de ellos fueron desarrollados para comprender el marco de las relaciones universidad-empresa en los países europeos y americanos; el cuarto es específico del contexto latinoamericano.
A) Nueva producción de conocimiento (PNJ)
Cuando se trata de la perspectiva de la corriente interpretativa de la NPC sobre las relaciones universidad-empresa, nos encontramos ante una representación estilizada de la dinámica en la que se da una mayor interacción entre investigadores de las ciencias físicas y naturales (“ciencias duras”) y la Política, porque este grupo de científicos llegó a controlar gran parte de los recursos para la inversión pública y empresarial en C&T en las condiciones contemporáneas.
En opinión de la NPC, este segmento tiende a la hegemonización (control material e ideas de subordinar la política de ciencia, tecnología e innovación al mercado). También actúan con influencia en las principales sociedades científicas.
Dichos segmentos adquieren mayor peso político (poder de movilización de recursos) distinto de lo que ocurría en un supuesto Modo 1 de producción de conocimiento científico, que expresaría la forma clásica o tradicional de hacer ciencia. El Modo 1 operaría a través del paradigma de la neutralidad y la producción científica desinteresado.
La nueva producción de conocimiento, sin embargo, constituiría otro perfil. Estarían formados por científicos e investigadores con una doble militancia: una especie de influyente grupo de científicos-empresarios que pasa a operar bajo un supuesto Modo 2 (NPC).
En este Modo 2 se fundamentarían las relaciones entre ciencia, tecnología y empresas, teniendo en cuenta la realidad de los negocios en los mercados locales e internacionales, el sistema educativo, la política de investigación en CyT (5) .
El método científico en la Modalidad 1 se entiende como “el camino para llegar a la verdad”, pero comienza a interpretarse en la Modalidad 2 como un proceso de investigación y desarrollo con la constitución de equipos en torno a metodologías híbridas, generalmente de carácter multidisciplinar, creadas a partir de la utilidad práctica y las necesidades estratégicas de los actores e instituciones involucradas en la producción de CyT.
En este enfoque, la doctrina de la vinculación se ofrece como respuesta a la demanda de los actores económicos en las empresas privadas, obviamente tomando como referencia un estándar internacional de excelencia científico-tecnológica identificado o asimilado a las aplicaciones comerciales e industriales de las nuevas tecnologías.
En síntesis, las dos formas de vincular Universidad y Sociedad se presentan a modo de síntesis:
Figura 01 – El enfoque NPC – Nueva producción de conocimiento como modelo heurístico para explicar las relaciones universidad-empresa

La actual –aunque muy citada en los anales de artículos y libros de varios países– presenta solo dos trabajos que sintetizan sus propuestas. Sin embargo, no se da ninguna evidencia concreta para fundamentar los cambios en la ciencia en sus “relaciones con los negocios y la sociedad (…) eso va (…) ninguna pregunta, pero muchas respuestas (…); no se hace ninguna provisión para futuros trabajos empíricos, históricos o sociológicos”.
Según estos autores, “estas dificultades programáticas y metodológicas pueden ser consecuencia de que el enfoque no tiene un referente sociológico (…) no trabaja ni define sus conceptos sociológicos centrales (…) dicho esto, el enfoque es “antidiferenciacionista” en la medida en que busca minimizar o negar las demarcaciones entre instituciones académicas, técnicas, industriales, políticas y sociales.
Así descarta fronteras y divisiones del trabajo (…) rechaza las nociones de formas específicas de conocimiento y constituyentes sociales específicos en favor de conocimientos indiferenciados y conjuntos sociales indiferenciados, donde incluso las distinciones entre naturaleza y cultura desaparecen”(6).
El NPC también ha sido criticado desde la perspectiva latinoamericana por legitimar la tecnociencia promovida por científicos-empresarios de la universidad brasileña, quienes promovieron la subordinación de áreas enteras de investigación (como en el caso de las biotecnologías agronómicas) al desarrollo de productos y negocios. planes controlados por empresas transnacionales de semillas y plaguicidas.
B) hélice Triple (AT)
Este es un enfoque que, contrario al NPC, destaca las continuidades históricas de las relaciones en otras coyunturas desde el final de la Segunda Guerra Mundial, entre el gobierno, las universidades y las empresas en los países occidentales.(7).
El TH identifica el nacimiento de una capa científica adicional a las ya existentes de investigadores que trabajan en las relaciones universidad-gobierno-empresa. En este estrato existen grupos específicos de la academia, empresa y gobierno en constante interacción “para enfrentar nuevos problemas que se originan en un mundo económico, institucional e intelectual en profunda transformación (…) TH pretende ser expresión sociológica de un orden cada vez más saber- sociedad de base” (ídem).
TH asumió cuatro características. En primer lugar, desarrolló una base de datos de investigación empírica, en forma de múltiples estudios de casos sobre cambios en las relaciones universidad-empresa-estado.
El segundo se refiere al compromiso directo de los defensores de este enfoque en la solución de problemas concretos y específicos de la política gubernamental para CyT, universidades e industrias (empresarios, administradores universitarios y figuras públicas).
Su actuación no tiene el carácter de lobby o grupo de interés, sino de grupos organizados de hacedores de políticas públicas (al estilo de institutos de investigación en análisis de políticas y formulación de propuestas basadas en datos empíricos y escenarios futuros).
Desde la década de 2000, ha habido una profusión de encuentros nacionales e internacionales que reúnen a estos gestores de políticas para “mantenerse al tanto de los entornos cambiantes y, cuando sea posible, anticipar el cambio (…) prueba de ello es la participación, en la reflexión sobre los Triple Helice, la Fundación Nacional de Ciencias, el Centro Nacional de Investigación Científica, la Organización del Tratado del Norte, la Comisión Europea y las autoridades académicas de Brasil y otros países en desarrollo.
Una tercera característica es lo que se ha denominado el “impulso analítico” de TH, en oposición al de NPC, destinado a afirmar las distinciones entre ciencia y tecnología, industria y academia, sociedad y conocimiento.
Los partidarios de la interpretación TH argumentan que mientras que en el siglo primero. XIX, y primera mitad del XX, estos estratos ocuparon lugares articulados pero distintos. Actualmente, cada uno de ellos y los cambios en sus relaciones están dando lugar a una unidad históricamente diferenciada, la Triple Hélice.
C) Enfoque transversal de la ciencia (ATC)
Hay, sin embargo, cuestionamiento de la visión de la primera y segunda corrientes por otra propuesta de interpretación en el ámbito de la sociología del conocimiento científico, y la sociología de la tecnología en la perspectiva de que no hay separación sino diferentes regímenes de producción y difusión de los mismos. ciencia simultáneamente. Sería posible identificar en las instituciones sociales (como las universidades públicas) y las organizaciones (como las empresas públicas y privadas, nacionales y multinacionales) una nueva organización transversal del conocimiento (ATC) por la coexistencia de estos regímenes.
Este enfoque sugiere que el gobierno debe fomentar la creación de sistemas locales de innovación tecnológica basados en este diferencial.
La Universidad, el gobierno y la empresa también responden a dictados locales y no solo a reglas globales. Lo mismo es cierto para las disciplinas y subdisciplinas científicas que funcionan de manera diferente en diferentes instituciones nacionales, lo que también es cierto en los laboratorios mantenidos por empresas y corporaciones.
Otro aspecto se relaciona con la forma en que se tratan las diferencias de carrera y salario, bajo títulos que resultan de una división del trabajo.
en perspectiva ATC Luego de analizar un conjunto de rasgos de su funcionamiento contemporáneo, las relaciones universidad-empresa podrían describirse a partir de cuatro regímenes transversales que permiten la aglutinación y asociación de investigadores:
a)rrégimen disciplinario (acción de los investigadores guiada por líneas tradicionales de asociación basadas en intereses, teniendo la disciplina científica como principio rector);
b) régimen utilitario (acción compartiendo acción o intervención en la realidad como principio rector);
c) régimen transitorio (acción de investigadores en situaciones híbridas, a veces en la universidad, a veces en empresas que pueden dar lugar a nuevos campos de investigación y aplicaciones dentro de un conjunto limitado de coordenadas institucionales); Es
d) régimen transversal – basado en un principio generador relacionado con los intereses y necesidades de los investigadores de tener movilidad para trabajar en diferentes entornos donde existen recursos de investigación por instrumentación, o tecnologías genéricas de investigación (sistemas de control automático, ultracentrífuga, espectrografía, radioastronomía, láser o el microprocesador ; reactor atómico, y otros) que llevan a los investigadores a atravesar ambientes en los que predominan los otros tres regímenes. (SHINN y RAGOUET, 2008: 140-152; SCIENTAE STUDIAE, 2012)
D) Pensamiento latinoamericano Ciencia, Tecnología, Sociedad – PLACTS
Las políticas y lineamientos para la toma de decisiones en esta área (S&IT) generalmente se basan en interpretaciones que se formularon en las décadas de 1970/1980, que a su vez heredaron narrativas más antiguas de las décadas de 1950/1960. De ahí la importancia no solo de rescatar estas narrativas, sino también de considerar en qué medida siguen siendo apropiadas para Brasil y América Latina.
Es lo que podemos llamar después de los aspectos anteriores, un cuarto aspecto para matizar la especificidad de la política de ciencia y tecnología y sus relaciones sistémicas con la universidad y las empresas. Este enfoque (posteriormente en la década de 1990) se denominó “Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Sociedad” (PLACTS). Su sello fue presentarse como una fuerte preocupación por formular una política científica y tecnológica cuyos preceptos generales se describen aquí. Dada su relevancia para los temas de soberanía social y autonomía universitaria, analizaremos PLACTS en detalle en el próximo artículo.
* Richard Neder Es sociólogo y economista político, profesor de la UnB y editor jefe de la Revista Ciência e Tecnologia Social.
*Raquel Moraes es profesor de educación y tecnología en la UnB.
Para leer la primera parte ir a https://dpp.cce.myftpupload.com/a-politica-de-ciencia-tecnologia-no-brasil/
Para leer la segunda parte ir a https://dpp.cce.myftpupload.com/a-politica-de-ciencia-tecnologia-no-brasil-ii/
Para leer la tercera parte ir a https://dpp.cce.myftpupload.com/a-politica-de-ciencia-tecnologia-no-brasil-iii/
Para leer la cuarta parte ir a https://dpp.cce.myftpupload.com/a-politica-de-ciencia-tecnologia-no-brasil-iv/
Notas
[ 1 ] Rogério Bezerra Silva (2012) Un instrumento metodológico para el análisis de la relación universidad-gobierno en los países capitalistas periféricos. EVALUACIÓN: REVISTA DE EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR (CAMPINAS) ISSN 1414-4077. Evaluación (Campinas) vol.17 no.2 Sorocaba jul. ______ (2012B) La relación universidad-sociedad en la periferia del capitalismo. RBCS REVISTA BRASILEÑA DE CIENCIAS SOCIALES. vol. 27. n.° 78 feb. (págs. 25-40).
[ 2 ] Celso Napolitano (2017) Los tortuosos caminos de una mina de dinero. Gilberto Maringoni (org.) EL NEGOCIO DE LA EDUCACIÓN. LA AVENTURA DE LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS EN LA TIERRA DEL CAPITALISMO SIN RIESGO. Federación de Profesores del Estado de São Paulo. FEPESP, Olho D'Água, 2017 (páginas 11-34).
[ 3 ] Datos sobre estos aspectos v. Rogério Bezerra Silva (op.cit) MC por L. PEIXOTO (2004) Org. UNIVERSIDAD Y DEMOCRACIA: EXPERIENCIAS Y ALTERNATIVAS PARA AMPLIAR EL ACCESO A LA UNIVERSIDAD PÚBLICA BRASILEÑA. Bello Horizonte: Ed. UFMG, y Gilberto Maringoni (org.) 2017 – EL NEGOCIO DE LA EDUCACIÓN. LA AVENTURA DE LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS EN LA TIERRA DEL CAPITALISMO SIN RIESGO. Federación de Profesores del Estado de São Paulo. FEPESP, Olho D´Água.
[ 4 ] Michael Polanyi (2013) CIENCIA Y TECNOLOGÍA – TEXTOS DE MICHAEL POLANYI. Lisboa: Inovatec; IN+Centro de Innovación, Tecnología y Políticas Públicas. Eduardo Beira (org. y trad.).
[ 5 ] M. Gibbons, C. Limoges, H. Nowotny, S. Schwartzman, P. Scott, M. Trow, (1994) LA NUEVA PRODUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO: LA DINÁMICA DE LA CIENCIA Y LA INVESTIGACIÓN EN LAS SOCIEDADES CONTEMPORÁNEAS. Londres: sabio; H. Nowotny, HP Scott, M. Gibbons (2001) REPENSAR LA CIENCIA: EL CONOCIMIENTO Y EL PÚBLICO EN UNA ERA DE INCERTIDUMBRE. Cambridge: Política. GIBBONS, et al 1994.
[ 6 ] T. SHINN, E. Amy (2006) “Vías del conocimiento comercial: formas y consecuencias de la sinergia universidad-empresa en las incubadoras tecnológicas”. ESTUDIO CIENTÍFICO, São Paulo: 4,(3).:485-500; Terry Shinn y Ragouet, 2008: 165-191, ESTUDIOS CIENTÍFICOS, 2012.
[ 7 ] Terry Shinn y Pascal Ragouet- CONTROVERSIAS SOBRE LA CIENCIA. POR UNA SOCIOLOGÍA TRANSVERSALISTA DE LA ACTIVIDAD CIENTÍFICA, Editora 34/Associação Filosofica Scientiæ Studia, 2008.