El movimiento de la oligarquía

Bill Woodrow, Vanadio, 1994
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por ROBERTO BUENO*

La “tercera vía” tiene la identidad del neoliberalismo autoritario, demófobo-oligárquico, del grupo que dio el golpe de Estado de 2016 apoyado en el obsequioso silencio de los uniformados

En este último día, 11.09.2021, el reconocido economista Edmar Bacha concedió una larga entrevista a Folha de São Paulo, vehículo de comunicación cuya línea editorial ahora es dirigida por el sistema financiero paulista. Titulada ilustrativamente “Bolsonaro es un riesgo para la democracia, y Lula es un riesgo para la economía”, la entrevista es una metáfora de los esfuerzos por dominar a la élite, cuyas declaraciones resultaron estar en perfecta sintonía con la línea editorial de interés de los medios financieros. sistema. Políticamente, el sistema presentó una solicitud de divorcio de la ultraderecha militar-dictatorial para permitir que un supuesto candidato de la “tercera vía” se presentara a las próximas elecciones presidenciales de 2022.

Bacha aparece y ha afirmado su autoridad en la revista del mundo financiero sobre la base de sus credenciales como economista. Sin embargo, a la vista de su contenido y de los datos aducidos, la entrevista no puede interpretarse, propiamente, como la de un economista, sino como la propia de un militante que asume posiciones político-partidistas. Bacha elude el reconocimiento de datos estadísticos elementales sobre la historia reciente de la economía brasileña y sus evidentes consecuencias, aunque nada de eso sea por ignorarlos, sino por su militancia política adherida a los profundos intereses de las fuerzas conservadoras-autoritarias brasileñas identificadas con el financismo. Bacha permanece ciega a los hechos ya todos los argumentos esquivos a los fines de este grupo de alto poder económico y financiero.

La información presentada, el tono adoptado al trabajar con ellos y las interpretaciones realizadas por Bacha demuestran extrema convergencia, y conveniencia, para los propósitos del neoliberalismo autoritario de la extrema derecha nacional que hoy aparece convenientemente (mal) disfrazado de “liberalismo” debidamente barnizado. derecho”, con supuesta apreciación democrática. Bacha se presenta a sí mismo –y, implícitamente, a su familia– como perteneciente a la tradición del “social liberalismo o social liberalismo”, lo que sugiere es típico del período del tucán en el poder, supuestamente un período de “avances” que en este Bolsonaro-militarismo una época correría el riesgo de perderse. Atravesada por información falsa y denigrante sobre los grandes avances de la economía en el período del PT, la entrevista de Bacha trae elementos importantes para que realicemos una aproximación eficiente al peligro real inherente al intento de alianza con el sector político nacional históricamente vinculado a las estructuras premodernas en las relaciones sociales, políticas y económicas.

El sentido de la entrevista de Bacha con los medios del mundo financiero es muy conveniente para las fuerzas neoliberales-autoritarias. Estos últimos se encuentran hoy en un franco proceso de desvinculación del militarismo político en el ejercicio del poder. Las fuerzas neoliberales-autoritarias brasileñas aparecen convenientemente disfrazadas de “tercera vía”, proponiendo la interdicción de las fuerzas sobrantes en este momento, a saber, la izquierda progresista, que tiene casi el 50% de las intenciones de voto para las elecciones presidenciales de 2022, mientras que el 25 %, aproximadamente, son los hasta ahora comprometidos con la extrema derecha militar repartida en diversos estratos sociales y que hoy tiene uno de sus puntos de apoyo en el llamado “partido militar” –que engloba a todo el aparato coercitivo del Estado, incluido el policías- movilizados a través de la concesión de diversos beneficios además de ocupar miles de puestos en la estructura del Estado. El objetivo implícito en la entrevista de Bacha es promover el renacimiento de la “tercera vía” nacional, para hacerla electoralmente viable, y lo admite escuetamente: “Estoy 100% involucrado en la búsqueda de una mejor vía”. No se trata de concentrar esfuerzos en crear condiciones para superar el neofascismo a la brasilera y crear un proyecto político de interés popular orientado al desarrollo socioeconómico nacional, sino más bien intentar dar lugar a un proyecto político con perfil de intelligentsia al servicio de la oligarquía.

Este esfuerzo por mantener y consolidar el poder presente en la entrevista de Bacha involucra a todos los sectores de los grandes medios, televisivos –el caso de Rede Globo transmitiendo (publicidad) avances del PSDB es ilustrativo– e impresos (periódicos y revistas), con uno de ellos, controlado por el sector financiero, es la revista Mirar. Recientemente, el 01.09.2021 de septiembre de 2753 (número 2022), la revista publicó un artículo firmado por Rafael M. Moura, titulado “Ni Bolsonaro ni Lula: investigaciones demuestran que el liderazgo es de los indecisos”. El argumento del texto reconoce la destacada ventaja de Lula en las encuestas electorales de XNUMX sobre Bolsonaro, que aparece en segundo lugar, utilizando datos del sondeo electoral encargado por el XP Investimentos/IPESP, tendencia insospechada a favor de la izquierda.

La estrategia trabajada en términos de Mirar era dibujar el supuesto gran camino abierto a un “candidato sin nombre”, alguien que aglutinaría a los indecisos, una figura virtuosa, pero con el problema de no haber sido descubierto por los votantes. Estos estarían al acecho de su surgimiento, mientras los organizadores de la “tercera vía” prueban nombres para, luego, conectarlo con el toque midasiano de los grandes medios de comunicación, dispuestos a enfurecer a la figura política en cuanto se encuentre. Ante los resultados indiscutibles de la encuesta, el artículo de la revista fuerza la conclusión de que “el votante no quiere ni a Lula ni a Bolsonaro, anhela un nombre parecido a la tercera vía”. Esta es una foto bien acabada del trabajo del brazo mediático a favor de la “tercera vía”, aún cuando es necesario desestimar datos claros que indican que la suma de los votos del electorado de izquierda, PT a la cabeza, son la mayoría en el actual escenario de sondeos políticos para las elecciones presidenciales de 2022, con posibilidad incluso de ganar en primera vuelta. Sin embargo, para la revista Mirar, en una versión periodístico-política del sebastianismo, el pueblo estaría esperando el rostro de la “tercera vía”.

Las comadronas de la “tercera vía” intentan viabilizarla electoralmente, y tratan de justificar su intenso compromiso como lo hace Bacha, es decir, “porque creo que Bolsonaro es un riesgo para la democracia en Brasil y Lula es un riesgo para la economía”. , afirmación que deja los cables muy bien atados, aunque no evidente a simple vista para todos. Podría decirse que Bolsonaro encarna, junto con su grupo de partidarios militares y financieros, no solo un riesgo para la democracia, sino también la certeza de que hay un proyecto en curso para acabar con la democracia. Este es el segundo acto de la estrategia de poder del grupo golpista de 2016, al que Bacha no dirige sus críticas. Entonces, como hoy, nadie que se posicione entre los defensores de la democracia constitucional dudaría que aún entonces, en el momento electoral de 2018, como hoy, nuestro sistema político está bajo amenaza directa. Entonces, como hoy, el “grupo ilustrado” de intelectuales de derecha sigue aliado con el capital financiero, abrazando la alternativa neofascista.

El pensamiento de la derecha autoritaria no se rinde, y Bacha le comparte los fundamentos de un modelo social en el que el pueblo es un problema, y ​​sigue buscando alternativas de poder que el pueblo ya ha dado muchas señales de no apoyar. Para el grupo cuyas ideas pretende vocalizar Bacha, sus ideales deberían ser reconocibles públicamente como “social liberalismo o social liberalismo”, pero en este concepto el pueblo ocupa una posición variable secundaria, y de ahí la falsedad de cualquier aproximación con el concepto pretendido. Para el método neoliberal-autoritario de Bacha y su tropa, resulta que el grave problema brasileño es la visión económica de Lula y el PT, pero no la aplicada por Bolsonaro-Guedes, o sea, el problema es el pueblo, aun cuando el régimen consiente en ofrecer huesos al pueblo, y ya no carne asequible, como ocurrió durante los años del gobierno del PT, cuando se barrió el hambre de la realidad y se cumplió el precepto constitucional de erradicar la pobreza. Para el neoliberalismo financiero autoritario, la política económica se resume en el desprecio a la población, en la crisis sanitaria, en la distribución de huesos como si fueran alimento, y nada más que una acumulación de sufrimiento y muerte.

Como admite el citado artículo de la revista Mirar, para el mes de agosto ya eran más de diez los nombres lanzados como globos de prueba para la Presidencia, todos ellos fallidos, y todos ellos comprometidos con este proyecto de poder refractario a los intereses populares. Lula no solo se mantiene al frente de las encuestas, sino que experimenta un claro crecimiento en la preferencia popular, y con el aspecto relevante de no hacer campaña electoral. Esto ofrece muchos motivos de preocupación para el autoritario brasileño ahora disfrazado de liberal, útil para distorsionar la percepción pública de su participación política en la muerte de casi 700 personas. El movimiento de divorcio político de los extremistas de derecha es muy útil para mantener competitivo al menos a una parte de este segmento altamente comprometido con la práctica de crímenes de lesa humanidad que cobraron decenas de miles de vidas y expusieron en riesgo a toda la población brasileña.

Un ejemplo de este útil desapego en el campo de la extrema derecha lo encontramos en la figura del Gobernador de São Paulo, João Dória. Cuando, en el ejercicio de la Alcaldía de São Paulo, reveló su verdadero carácter político, un hombre ya maduro, cuya personalidad no sufriría hoy alteraciones fundamentales en comparación con el que autorizó el derribo de un edificio con personas adentro y también el fusilamiento de chorros de agua en las personas sin hogar incluso durante el duro invierno paulista, además de firmar un decreto (luego cambiaría de opinión) autorizando a la guardia municipal a retirar, entre otros artículos, hasta las mantas de las personas sin hogar. Sin duda, se trata de un perfil incompatible con el de un “liberal”, como pretenden los acólitos de la tercera vía. El desprecio por el pueblo expresado por la conducta de João Dória al frente de la Alcaldía de São Paulo es propio de la derecha autoritaria neoliberal, militarizada o no. El hecho de que se acerque al uniforme o se mantenga a distancia está guiado por la mera conveniencia de hacerlo, una ideología inhóspita a la democracia cuya naturaleza no puede ser ocultada por la ligera capa de barniz que se le aplica para desvirtuar su verdadera identidad con fines electorales.

Siendo esta la identidad de la derecha nacional, no sorprende que Bacha y su grupo no se sonrojen cuando dicen que Lula es un riesgo para la economía. En una situación de normalidad democrática, un economista como Bacha no se tomaría la libertad de manipular, cuando no falsificar, la exposición de datos y la interpretación de las estadísticas económicas, ignorando, por ejemplo, que fue bajo las administraciones del PT que Brasil conoció su mejor momento histórico desde el punto de vista de la convergencia del crecimiento económico y el progreso en las condiciones de vida de los trabajadores. Bacha y la “tercera vía” renovaron el pensamiento ultraconservador, cercano a los estrechos horizontes de la oligarquía nacional de la Antigua República, intransigente con la implementación de un proyecto de desarrollo nacional cuyo punto de partida fue la mejora de las condiciones de vida del pueblo brasileño.

No se puede negar que en la entrevista de Bacha hay extrema claridad en su falsedad cuando afirma que “Las últimas declaraciones que ha dado él, Lula, demuestran que no ha aprendido nada. Se ha posicionado en contra de la austeridad fiscal, en contra de la apertura de la economía”. Es un hecho que Lula y el PT desarrollaron una política económica que catapultó los indicadores sociales y económicos nacionales y, de ninguna manera, se adoptaron medidas refractarias al libre comercio exterior, es decir, se adoptaron medidas de protección similares a las de otros países, como es el caso de los EE.UU. Lo que no aprendió Bacha y su grupo es que la austeridad fiscal no puede transformarse en austericidio, pagando el precio de vidas humanas, aunque hay que considerar que para los uniformados de la “tercera vía” ese precio no importa con tal de que obtengan sus ganancias. . Causa profunda irritación a Bacha y al grupo de los “liberales uniformados” que el pueblo brasileño prefiera políticas y políticas nacionalistas, mientras que la oligarquía prefiere someter el país a los intereses estadounidenses, creando estructuras productivas y políticas que reflejan los intereses del imperio.

El arco de crítica tejido en la entrevista de Edmar Bacha es muy amplio. No sólo Lula, también sus asesores son unos inútiles, dice el entrevistado, “son todos retrógrados, todos están en esta línea de recuperar un Brasil grande, no han aprendido nada”. Lo que debe aprender la izquierda, según la pluma de Bacha tan útil para la oligarquía, es cómo transformarse a sí misma -y a toda la izquierda, si es posible- en instrumento de los intereses de las grandes transnacionales, sobre todo, las norteamericanas. . . Para la “tercera vía” uniformada dispuesta a unir fuerzas en defensa de la “democracia”, la izquierda buena es la que está dispuesta a llevar a cabo este movimiento antinacionalista. El propósito implícito en la crítica al pensamiento de Bacha está en sintonía con el sometimiento de Brasil a las estrategias comerciales de las grandes corporaciones, haciendo al país dependiente de la clientela de productos y tecnologías norteamericanos al mismo tiempo que se coloca en la condición exclusiva de proveedor de . y, al mismo tiempo, establecer las condiciones para el dominio de los recursos minerales del país. El grupo de Bacha está formado por un predominio de personas que encuentran en la genuflexión una pasión, con la intención de imponérsela al pueblo brasileño incluso en contra de sus intereses y preferencias, que reiteran sucesivos ejemplos de su opción por el nacionalismo y el ejercicio de la soberanía y, a pesar de la manipulaciones, las encuestas han atestiguado este hecho una y otra vez.

La entrevista de Bacha contiene manipulaciones propias del grupo situado en el campo de la derecha autoritaria uniformada, operando datos e interpretaciones sobre Brasil con el único objetivo de encajarlos para anclar su proyecto de poder. Este modelo de manipulación es manifiesto y no conoce fronteras, disponible para encubrir todo lo necesario para encubrir lo conveniente y garantizar el resultado que interesa a los gestores financieros. Los escrúpulos son cubiertos inexistentes en la mesa autoritario-financiera de la “tercera vía” brasileña, y ejemplo de ello es la reciente decisión de XP Investimentos. La empresa venía realizando encuestas electorales periódicamente, la última de las cuales fue encargada al Instituto de Investigaciones Sociales, Políticas y Económicas (IPESPE) el 17.08.2021, y en ella Lula mantuvo la delantera con tendencia a crecer sobre su fatal neo- competidor presidencial fascista. La encuesta encargada por XP Investimentos fue finalizada, pero optó por no publicarla y destruirla. ¿El motivo? En vista de las malas consecuencias políticas para Bolsonaro tras sus fuertes presiones golpistas el 07.09.2021, la encuesta, según XP Investimentos, estaría “contaminada” por esta mala valoración popular, como si las encuestas no demostraran en cierta medida precisamente la fotografía. de algún tiempo bajo las circunstancias y presiones de la época. Pero para XP Investimentos, el resultado estaría distorsionado y presenta una caída aún mayor en la intención de voto por Bolsonaro en las elecciones presidenciales de 2022, una realidad que es necesario ocultar. Evidentemente, este escenario no es compatible con los intereses de la empresa, que para protegerlos se acoge a cualquier versión de extrema derecha autoritaria, militarizada o no.

La destrucción de la encuesta mostró que XP Investimentos no tiene otro criterio material que la rentabilidad en todas sus operaciones, y en el campo de las encuestas, publicará solo aquellas cuyos resultados le convengan. Siendo la manipulación la tónica de la empresa, cabe preguntarse: Consciente de este personaje, ¿confiaría el lector sus recursos a una institución con esta política de gestión empresarial? ¿Confiaría el lector su dinero a una institución que trabaja con la verdad como mero resultado de la deliberación sobre la conveniencia empresarial? En el campo político, hoy, su interés es impedir la elección popular electoral, confluyendo con la propuesta de Bacha, quien dice estar "100% involucrado en la búsqueda de una mejor manera", es decir, cualquier punto de las encuestas, es decir , siempre que no sea el campo izquierdo.

La “tercera vía” tiene la identidad del neoliberalismo autoritario, demofóbico-oligárquico, del grupo que dio el golpe de Estado de 2016 apoyado en el obsequioso silencio de los uniformados. Este grupo está absoluta e irresolutamente comprometido con la continuación de la agenda económica que rápidamente organiza y ejecuta el saqueo más profundo del país que jamás se haya conocido, expropiando la riqueza nacional y sus empresas, así como los ingresos del pueblo brasileño, orientando sus acciones por medidas de destrucción de la Constitución. El horizonte que señala el análisis de Bacha es complaciente con este escenario, y expresa expresamente el pensamiento del grupo al que pertenece: “No hay manera, no. Tenemos que enfocarnos en construir una alternativa mejor, que este país se merece”. El caso es que para este grupo “el país” está compuesto sólo por la élite y sus servidores, pero no por la totalidad del pueblo. La alternativa sugerida es la repetición de modelos de concentración de la riqueza y exclusión de las personas de los avances del desarrollo económico. La mejor alternativa para Brasil es la exclusión de la extrema derecha –de uniforme o barnizada de liberal– del control del poder e incluso de la antecámara del poder.

La entrevista de Bacha como defensor radical de la "tercera vía" revela su íntima conexión con los intereses del sector financiero y con la modus operandi de XP Inversiones. Volviendo a los orígenes del proceso de evolución neofascista en Brasil, Bacha aclara que “El mercado financiero tenía mucha esperanza en la agenda liberal de [el ministro de Economía, Paulo] Guedes y le tenía miedo a Lula”, es decir, puso esperanzas en el declarado admirador de la dictadura de Pinochet condenado por crímenes de lesa humanidad pero no en un hombre cuyo gobierno sacó a 40 millones de la pobreza y al país del mapa del hambre. La “buena expectativa” del mercado financiero optó conscientemente por no ignorar todo el alto riesgo que imponía la militarización de la vida nacional, sino por aceptarlo como un horizonte posible y deseable para el mundo de los negocios. Guedes, el hombre de la esperanza en el mercado financiero, declaró públicamente su aprecio por la dictadura militar chilena y se unió umbilicalmente al capitán Bolsonaro, quien también declaró públicamente su elogio a los métodos de la dictadura militar, incluida la tortura, y esta es la verdadera identidad de la “tercera vía”. La “agenda liberal” de Guedes fue y sigue siendo el gran objeto de deseo del mercado financiero, por haber percibido la gran rentabilidad, aún cuando la dictadura y la tortura se dibujaban en el horizonte como contrapartida de tan intensos beneficios. Eso, sin embargo, no hace la menor diferencia a los partidarios de Bolsonaro, como fue el caso de Bacha y XP Investimentos, ni tampoco hoy, con denuncias menores inmersas en un intenso apoyo al necrorégimen militar.

Si no fuera porque la operación se lleva a cabo estrictamente de acuerdo con la lógica de maximizar los intereses de la oligarquía financiera, sería increíble que Bacha -a estas alturas del esclarecimiento de los graves hechos y la clarísima corrupción de la actual necro-militar- -régimen- sacan a la luz las críticas de “corrupción” del PT, aún catalogado como el primer opositor a combatir, incluso antes de la instauración de este necrorégimen militar. El neoliberalismo autoritario financiero prefiere la “tercera vía” no uniformada sólo como primera opción, pero no dudará, ante la imposibilidad de construir un candidato con esta imagen pública, en apostar nuevamente por la vía militar, siempre que sea eficiente para derrotar a los candidatura popular encarnada en Lula y el PT.

Varios movimientos indican que el grupo oligárquico está trabajando con la difusión de la (falsa) idea de que el candidato del (falso) "centro" es el favorito para las elecciones, desconociendo que el PT fue el actor político que realmente implementó las políticas. políticas socialdemócratas en el país, mientras que, en ese momento, el PSBD estaba preocupado por la implementación de políticas neoliberales, y en absoluto, como argumenta Bacha, con algún tipo de “socialismo liberal”. Bacha y sus colegas falsean el análisis político al señalar que su grupo ocupa el segmento ideológico que realmente pertenece al PT frente a las políticas públicas que implementó en sus administraciones.

Las falsificaciones realizadas están relacionadas con el mencionado artículo de la revista Mirar, perpetrando todo tipo de razonamientos cruzados y piruetas lógico-teórico-históricas, y al referirse al escenario de los comicios electorales de 2022 afirma que, entre los votantes de izquierda y de derecha autoritaria, “Hay de todo [… ] lado a lado”. La audacia del material haría saltar al famoso lucio de doble giro como sumamente modesto, alcanzando las alturas de la ingloria analítica al afirmar que “El candidato del centro lo hace muy bien permaneciendo en una silueta vacía o en una página en blanco”. ¡Sí, el candidato favorito de la derecha autoritaria que esconde su uniforme bajo ropas de civil bien cortadas y la alegoría de la “tercera vía” encuentra su espacio ideal en una hoja en blanco! Este es el candidato favorito.

Bacha quiere persuadir que él y el grupo cuya ideología vocaliza están preocupados por el hecho de que “la pobreza nunca ha sido tan abrumadora”, prefiriendo desestimar las estadísticas en términos de política social, un encubrimiento típico tanto de las dictaduras militares como de la dictadura de capital neoliberal bajo Fernando Henrique Cardoso. ¿Puede realmente asustar a este grupo el hecho de la expansión de la miseria y la pobreza? Si su preocupación fuera sincera y, como economista de recursos que es, Bacha admitiría el conocido dato de que 40 millones de individuos fueron sacados de la línea de pobreza por el PT, así como el país del tenebroso mapa del hambre que, ahora , el necrorégimen militar apoyado por el (falso) "social liberalismo" de Bacha reinstalado en Brasil.

Los detractores de las políticas sociales del período del PT no carecen de información sobre los indicadores económicos del período, desde el número de puestos de trabajo hasta la calidad de los mismos, pasando por la mejora considerable en la educación y la atención de la salud de niños y ancianos, en fin , el aumento de la calidad de vida de la población en comparación con los gobiernos anteriores. La razón por la cual un economista como Bacha no admite que su conocimiento económico sea un ejemplo de manipulación de la ciencia económica para el cumplimiento de intereses políticos partidistas.

En su entrevista Bacha también dice estar preocupado por problemas complejos que afectan a Brasil, como la pandemia, ahora en riesgo de una cuarta ola. Pero, ¿dónde estaban él y su grupo ideológico cuando apoyaron el ascenso del nazifascismo al estilo brasileño que aumenta el número de muertos? Dónde estaban todos cuando las víctimas de la política genocida empezaron a contarse por miles, mil, luego dos mil muertos, diez mil, veinte, treinta, sesenta, cien mil muertos, doscientos mil muertos, quinientos mil muertos , y ahora, cuando contamos casi setecientas mil víctimas, entonces es solo ahora que el grupo que Bacha está “preocupado” con el “riesgo de una cuarta ola”? Niegan cualquier palabra sobre las razones de esta devastación humana y los responsables. ¡No reconocen el genocidio brasileño y se enfocan en el “riesgo económico” que representa Lula!

Con casi 40 muertos como resultado del proyecto de necrorégimen militar apoyado por el grupo financiero autoritario, surge la pregunta de quién realmente pone en riesgo a Brasil, ¿Lula o el grupo cuyos intereses expresa Bacha? ¿Es el riesgo encarnado por Lula y el grupo que representa, que sacaron a Brasil del mapa del hambre y la pobreza de unos XNUMX millones de personas? ¿Es este el grupo que representa un riesgo al haber salvado históricamente la vida de millones de brasileños o, por el contrario, es el riesgo representado por el grupo de Bacha, que los mantuvo en un lugar de pobreza y miseria? El “riesgo” se encarna en el grupo que protege la vida o por quienes, como Bacha, apoyan la aplicación de la política económica bolsonarista cuando no solo no reconoce que es un problema sino que pretende reeditarlo en lo próximo futuro. ¿Quién representa realmente un riesgo para la democracia y la economía brasileña, quién preserva vidas o quién calla frente al genocidio?

La crítica de Bacha al grupo de la “tercera vía” califica de “patética” la conducta del actual Presidente de la República, pues no aborda los problemas e incluso los magnifica con sus intervenciones públicas. Pregunta: ¿Fue una decisión difícil para los intelectuales y académicos del (falsamente) autodenominado grupo “liberal-socialista” elegir en la segunda vuelta de las elecciones de 2018, o su opción fue tomada exclusivamente por intereses económicos? Ciertamente no hubo errores en 2018, pero ya estaba en funcionamiento la extrema derecha “liberal” que conserva el uniforme bajo la ropa de civil. Los tiempos oscuros y de interdicción de la democracia que se avecinaban eran previsibles cuando se daba apoyo público a un perfil mental que se permite la libertad de apoyar la tortura y torturadores reconocidos, así como la dictadura y todo tipo de violaciones, incluso sexuales, yendo a través de todo el mundo tipos de violencia, incluidos los homicidios? Ciertamente conocían el escenario inmediato de su apoyo a un planificador para volar cuarteles y los crímenes cometidos por el régimen militar contra la población brasileña. ¿No sabían esto, señores, ya en la vejez y en pleno uso de sus facultades mentales? Si la élite intelectual brasileña no supiera esto, no merece la referencia de élite, y si lo supiera, no merece reconocimiento en cuanto a su dimensión moral que le permitiría ser reconocida como élite. En todo caso, su posición en el futuro de Brasil tendrá que ser secundaria, a petición propia o, en ausencia del gesto, por absoluta imposición popular.

El riesgo para Brasil es el resurgimiento del necrorégimen militar anclado en el falso “social liberalismo” que lo legitimaría, que sigue dispuesto a apoyar el militarismo oculto o abierto siempre que la alternativa sea la llegada al poder del PT. El neoliberalismo autoritario por definición es la verdadera identidad del falso “social liberalismo” nacional cuya herencia reivindica Bacha, una opción económica dispuesta también a apoyar a la narcocriminalidad miliciana cuando ésta es la alternativa para impedir el proyecto de desarrollo nacional y soberano de los pueblos. campo progresivo. La “tercera vía” que se presenta falsamente como “liberal” exhibe públicamente la pretensión de contener la locura violenta de la extrema derecha, pero solo en tanto funciona para hacer posible su propia carrera por la Presidencia. La cobardía es la nota de quienes carecen del suficiente sentido moral para respetar la debilidad de los más débiles y enfrentarse con los instrumentos necesarios a sus verdaderos autores, los más fuertes. La nota característica de la política cobarde es aplastar a los más débiles y retroceder ante los que eructan fuerza y ​​violencia. Esta es la “tercera vía liberal”.

La pluma fina de Bacha expresa la convicción de la "tercera vía liberal" de que Bolsonaro es parte del problema de la economía brasileña, pero no por la política que adopta en la órbita económica, sino porque promueve la desestabilización política, como la que auspicia el día festivo de la patria, el reciente 07.09.2021, pero omite cualquier referencia decisiva a las miles de muertes auspiciadas por el necrorégimen militar. Implícito en las líneas de la entrevista de Bacha está la individualización de su problema, es decir, es Bolsonaro, solo él, es su forma y forma de actuar, pero nunca el contenido de su política, es su forma de conducir las cosas, pero no la decisión que tomas. hacer en cada uno de ellos. En definitiva, para la derecha neoliberal autoritaria que esconde su uniforme bajo finas ropas civiles, en ningún caso cabe criticar la línea política económica adoptada por Bolsonaro a través de Guedes, el hombre cuya agenda liberal fue (y es) el objeto de “esperanza” del mercado, según informa Bacha.

En las últimas semanas, especialmente después del 07.09.2021, la oligarquía brasileña a través de operadores políticos como Kassab, se mostró intranquila con el régimen y apuntó a la posibilidad de desembarco, interpretado por muchos como un posible apoyo a la apertura del proceso de acusación, movimiento de aumento de temperatura interpretado por pocos como una estrategia para aumentar el valor de redención para mantener el apoyo al Gobierno. Quizás el aumento de la temperatura no fuera en realidad más que una operación más para contagiar dificultades al Gobierno y, así, aumentar el margen de demanda de recursos para renovar apoyos.

La supuesta inquietud de la oligarquía brasileña pronto fue superada a través de una carta muy modesta escrita con el estilo opaco propio de Temer, cuya firma de Bolsonaro lo colocó en una posición de retractación, indicando supuestas revisiones sobre su inserción política. Esto fue considerado suficiente por la oligarquía para presentar la salida del poder de Bolsonaro, un movimiento ejemplificado por las risas sueltas en una cena rica en la casa del especulador Naji Nahas. Las casi 700 vidas de brasileños no cuentan, no molestan y no preocupan a la oligarquía, no valen nada, siempre ha sido así, desde los grilletes de Brasil como colonia hasta las torturas bajo Brasil de uniforme.

En la entrevista propuesta por Folha de São Paulo Este diario del mundo financiero no planteó una pregunta a Bacha sobre esta multitudinaria tragedia de muertes, hecho sin precedentes en Brasil y América Latina, pero tampoco Bacha mostró preocupación por ello en sus respuestas, ya que el “problema” es Lula y el PT administración de la economía. La vida de los brasileños, gente sencilla y pobre, no significa nada para la oligarquía que se deleita en sus salones repletos de platería y obras de arte, ajena al drama cotidiano de miles de personas que arriesgan su vida en las calles para sobrevivir. Pensábamos que María Antonieta había llegado al colmo del desdén por la nobleza, la inhumanidad y la crueldad al ordenar a los franceses hambrientos comer brioches a falta de pan, pero el caso es que aún no teníamos la calibración perfecta de lo destructivo” potencial” de la élite brasileña y su odio indescriptible por el pueblo brasileño.

Cada día es más claro que el verdadero riesgo (económico y político) para Brasil no es lo que representa Lula, quien orienta el desarrollo priorizando los intereses populares. El grupo de la “tercera vía”, a favor del cual Bacha dice trabajar las 24 horas del día, está fascinado con las encuestas de la insospechada XP Investimentos: en julio de 2021, la ventaja de Lula sobre Bolsonaro era de 49% a 35%, mientras que en la mayoría Una encuesta reciente reveló que la ventaja de Lula se amplió al 51% sobre el 32% de Bolsonaro en una posible disputa de segunda vuelta. La verdadera preocupación, por lo tanto, es que el pueblo brasileño pueda volver a asumir el poder. Este es el problema y motivo de preocupación de la “tercera vía liberal”, y para evitarlo volverán a defender alternativas autoritarias y, si es necesario, militares e incluso dictatoriales. Sobre esto el campo progresista no puede dudar.

El riesgo democrático para Brasil es Bolsonaro, como sostiene la “tercera vía liberal” de Bacha, pero sofisma al plantear que el riesgo para la democracia es el único que encarna su necrorégimen militar. Bolsonaro y la extrema derecha son el grave riesgo económico que la “tercera vía liberal” de Bacha atribuye a Lula y al PT. La manipulación de la información es dolorosa, y Bacha argumenta que el PT es una alternativa “retrógrada”, que “no busca una mejora efectiva de la economía brasileña para que sea lo suficientemente fuerte para que la gente pueda hacer lo que importa, que es mejorar las condiciones de vida de la gente”. Esta es una falsificación estúpida de la historia económica brasileña reciente representada por la gestión económica de las administraciones del PT, cuyos resultados superlativos pueden resumirse, pero no expresarse completamente, por el hecho de que 40 millones de personas fueron sacadas de la línea de pobreza y toda la país del mapa del hambre. . Desde el punto de vista humano, esta es la síntesis de gobierno en la que la economía trabajaba para el pueblo, y su vida no servía para mover la máquina trituradora de la economía neoliberal-financiera propia de los regímenes autoritario-militares, tanto del agrado de gente como Guedes y sus admiradores del mercado financiero.

Al contrario de lo que propone la “tercera vía”, el riesgo económico para Brasil reside en la política económica Bolsonaro-Guedes, para la que Bacha no se reserva duras críticas. Bacha y XP Investimentos encarnan los intereses de la oligarquía nacional, no pertenecen a la supuesta “tercera vía liberal” entre el progresismo desarrollista popular y nacionalista y la extrema derecha militar asociada a los EE. limpiar su imagen del baño de sangre provocado por el régimen militar que sostuvieron desde su nacimiento bajo el golpe de Estado y el fraude electoral. Bacha y XP Investimentos encarnan el divertimento político, el neoliberalismo autoritario, la extrema derecha (por conveniencia momentánea) sin uniforme.

La “tercera vía liberal” reitera el intento de reconstruir las condiciones para la continuidad de la explotación económica de Brasil bajo una versión política preferentemente desmilitarizada, aunque en caso de necesidad pueden renunciar a esta preferencia inicial cuando resulte disfuncional para su propósito. Autoritario por definición, el neoliberalismo que habita el núcleo duro de los falsos “liberales” nacionales pretende ser la nueva máscara ideológica, legitimadora de la extrema derecha genocida, pero con vergüenza de calzar en sus partidos botas de alto plumaje y modales sofisticados.

La formación de un grupo de extrema derecha sin uniforme está en marcha y tiene la intención de persuadir al público para que sea "liberal" y se sienta avergonzado por sus elecciones políticas pasadas, aunque no por los homicidios en masa. Cuando este grupo es llamado a hacer la elección final entre los intereses populares y cualquier forma de protección de los intereses básicos de la oligarquía, este grupo no duda, rompe la fantasía ideológica neoliberal, deroga códigos y hace trizas todo tipo de leyes, pierde su vergüenza (lo que quede), hiere de muerte a la Constitución y viste alegremente el uniforme, comenzando a gritar amenazante y cobardemente con sus fusiles a la población civil. La “tercera vía liberal” es justamente la extrema derecha sin uniforme que quiere despegar su imagen de los más recientes crímenes cometidos por el necrorégimen al que pertenece para viabilizar electoralmente a sus candidatos.

*Roberto Bueno es profesor de filosofía del derecho en la Universidad Federal de Uberlândia (UFU).

 

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Por MARILIA PACHECO FIORILLO: Se retiró del mundo, angustiado por la degradación de su Creación. Sólo la acción humana puede recuperarlo.
El editorial de Estadão
Por CARLOS EDUARDO MARTINS: La principal razón del atolladero ideológico en que vivimos no es la presencia de una derecha brasileña reactiva al cambio ni el ascenso del fascismo, sino la decisión de la socialdemocracia petista de acomodarse a las estructuras de poder.
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