por LEONARDO CABRAL*
El proceso de formación de la subjetividad actual habla de que la reproducción del capitalismo ultraliberal está bajo control
El ciclo de conferencias Mutaciones En su folleto inaugural para el año 2024, el ensayo escrito por el filósofo organizador Adauto Novaes expone el cruce de la sensibilidad contemporánea por dinámicas que la abren a la medición crítica. No sólo abiertos a la medición crítica –la reflexión que hacemos sobre este proceso–, sino abiertos a la medición crítica porque este es el efecto de la disputa por la sensibilidad, un conflicto que se da entre fuerzas que dominan y fuerzas bajo control.
Paul Valéry, citado por Adauto Novaes en su ensayo inicial, dice que la sensibilidad es el verdadero motor de la inteligencia. Por eso, cuando hablamos de la disputa por la sensibilidad, decimos que este conflicto pretende referir la sensibilidad a su uso pragmático –inversamente a la inteligencia crítica y creativa, cuando la creación es inexistente sin el pensamiento que infiere la realidad. (Además, el trabajo existe cuando hay una percepción crítica de la posición que ocupo ante el trabajo, convirtiéndolo en algo que en términos subjetivos no es pragmático; de lo contrario, lo que existe es sujeción.)
Así, la realidad contemporánea es movilizada por fuerzas histórico-dominantes cuando lo que se cuestiona es esto: la reproducción del modo de vida actual, que no es simple reproducción, cuando este modo de vida actual está marcado por la fuerza de procesos que tienen en ante el empeoramiento de la concentración de capital. Lo que agrava la concentración de capital está directamente relacionado con la pérdida de la naturaleza, y esta pérdida está condicionada por la etapa actual de la revolución tecnocientífica.
Dentro de la perspectiva que abarca la actual revolución tecnocientífica, la reciente pandemia llevó las acciones que se producían en la realidad inmediata a la realidad virtual, y este es el proceso que –como hecho histórico– intensificó el predominio de la tecnociencia en el futuro. Lo que hicimos en persona es lo que hacemos virtualmente.
Así, en un texto de 2020, el psicoanalista Tales Ab'Saber dice que este reciente virus provocó el regreso de la civilización al ámbito que forma su inconsciente, en términos que serían freudianos. “Serían” freudianos, considerando que hay que pensar esa conformación histórica a partir de lo que antecede a la pandemia; se intensifica con la pandemia y tiene un efecto consolidado después de la pandemia: por eso se habla de qué es la realidad virtual.
De hecho, el proceso que convierte la realidad inmediata en realidad virtual es un proceso que redefine la concepción del inconsciente freudiano. Al redefinir el inconsciente freudiano no volvemos al alcance que forma el inconsciente que tiene la civilización; avanzamos hacia la formación del inconsciente en nuevos términos, y para pensar qué es esto debemos leer la teoría freudiana y estudiar cuál es el corazón de esta transformación.
Afirmando que el inconsciente de la civilización está dentro del proceso que conforma ese proceso –a partir de la actual revolución tecnocientífica–, es cuando la tecnociencia crea la realidad virtual que el sujeto enviado a ese proceso se enfrenta a la duplicación de su identidad. Como explica el psicoanalista Juan-David, cuando la teoría freudiana dice que la psique “recibe energía, la transforma en acción y, en consecuencia, reduce la tensión dada por la energía”, la excitación que le sucede a la psique es de origen interno, y no externo. .
Sin embargo, cuando el contexto es la realidad virtual, existe el carácter externo-interno de la percepción de la energía por parte de la psique: externa, porque mi ser está determinado por lo que sucede en la realidad virtual, que capta la dimensión interna de la psique. Por lo tanto, la identidad se duplica cuando la psique está sujeta a percibir energía externa-internamente.
El proceso se puede definir de la siguiente manera: al interactuar en la realidad virtual, la identidad virtual logra un placer absoluto, pero continuamente pone fin a la tensión dada por la carga de energía virtual – repitiendo indefinidamente este ciclo, esta tensión es irreductible frente a la realidad inmediata, el espacio real que se opone al espacio virtual, lo que abre el conflicto entre la realidad inmediata y la realidad virtual. Este conflicto se abre cuando el proceso expuesto muestra la prevalencia de la identidad virtual sobre la identidad que se desarrolla en la realidad inmediata.
Cuando la psique recibe energía externa-internamente, la percepción de energía por parte de la psique es dada por la realidad virtual y es entregada a la realidad virtual, y esto abre el conflicto frente a la realidad inmediata, cuando ésta está condicionada por el predominio de la identidad virtual. sobre la identidad inherente a la realidad inmediata. La consecuencia es única: el estatus ontológico de la realidad es inexistente cuando el alcance del placer a través de la identidad virtual es absoluto.
Así, es a través de este proceso que el estatus ontológico de la realidad no está dado por la realidad inmediata; Es a través de este proceso que el estatus ontológico de la realidad viene dado por la realidad virtual, que condiciona la realidad inmediata, y el condicionamiento de la realidad inmediata es lo que finalmente logra esto: vivimos en la realidad virtual. Cuando avanzamos –por las características del actual contexto histórico– hacia la formación del inconsciente en nuevos términos, esta formación consume la realidad virtual como una nueva realidad, que prevalece sobre la anterior.
La primera consecuencia es ésta: al entrar en conflicto con la realidad inmediata, esta realidad es acelerada por la presencia de la realidad virtual –donde reside el núcleo de la existencia contemporánea–, mientras que, por ser conflicto, acelera la identidad virtual, acelerando la conciencia del sujeto que fue remitido a este proceso.
La lógica de la realidad virtual es el conflicto entre apariencias; es, en definitiva, conflicto. Esto tiene consecuencias para la realidad inmediata, y en ésta la sensibilidad del sujeto: porque es un proceso que consume la identidad del sujeto en nuevos términos, y porque es un proceso que converge en la realidad inmediata, hay un retorno de las sociedades a la realidad inmediata. punto históricamente moderno donde comenzaron los conflictos sociales contemporáneos.
Lo que rige la existencia colectiva en la realidad inmediata -que se ha revertido en la realidad virtual- es la indiferencia expuesta en la lucha de todos contra todos, proceso que con el tiempo tiene el poder de unir a las clases sociales dominadas frente a los intereses de las clases sociales. que domina. En el ensayo de Adauto Novaes, Paul Valéry pregunta: “¿puede el espíritu humano superar lo que el espíritu ha hecho?” Es decir, ¿puede la realidad virtual, donde hay una adicción al placer absoluto, orientarse hasta el punto en que –más allá de lo que es adicción– vuelva a involucrar la sensibilidad, una condición para la inteligencia?
La disparidad entre realidad virtual y realidad inmediata es una crisis –y la crisis es una condición para el crecimiento de cualquier ciencia–, por lo tanto, cuando la realidad virtual tiene primacía sobre la realidad inmediata, dentro de un proceso que forma el inconsciente en nuevos términos, ¿qué hay allí? ? no es exactamente la permanencia del conflicto actual en la modernidad y la época contemporánea; existe, como se dijo, la reengendración de esto.
Cuando la identidad del sujeto se concibe en términos nuevos –dentro de un proceso que forma el inconsciente, divergiendo del anterior–, se asume en la época que es nueva. Si bien existimos dentro del renovado conflicto entre clases sociales (conflicto entre sujetos irreconciliables), la realidad virtual, sin embargo, es intrínsecamente artística. El inconsciente que se forma en términos nuevos por la realidad virtual, cuando la realidad virtual, siendo artística, se antepone a la realidad inmediata –influyendo en lo que en ella sucede–, le da a la realidad inmediata la configuración de la mirada que ve en ella lo artístico.
Es así como podríamos decir que la preparación ontológica para una nueva realidad es lo que expone este texto. El proceso de formación de la subjetividad actual habla del hecho de que la reproducción del capitalismo ultraliberal está en cuestión. Crear esta sociedad que sea nueva –hasta que la era sea nueva– es el desafío que enfrenta el pensamiento crítico.
leonardo cabral Es historiador y escritor. Autor de la novela Los bocetos campesinos (azulejo).
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