por FLORENCIA CARBONI & MARIO MAESTRI*
La lucha antirracista en el Ayuntamiento de Porto Alegre
¿El himno riograndense es racista? ¿O más bien son racistas las estrofas que propones “Gente que no tiene virtud/ Terminan siendo esclavos”? En primer grado, no. Y un segundo, podemos decir que son clasistas, y, sólo en un tercero, racistas. Pero no racistas anti-negros, como sugiere el nuevo concejal-historiador negro de Porto Alegre. Al menos en el sentido de la publicación original del texto, diferente a la posible recepción actual por parte de la comunidad de Rio Grande do Sul, mayoritariamente negra.
Los “esclavos” en la estrofa no se refieren a trabajadores africanos o criollos esclavizados. Las letras se desarrollaron en el espacio de la simbología del siglo XIX, un homenaje a las representaciones del mundo grecorromano de la época. Como prueban las estrofas extraídas del verso: “Entre nosotros / reviva Atenas / ante el asombro de los tiranos / seamos griegos en la gloria / y en la virtud, romanos”.
En la esclavitud grecorromana clásica, la mayoría de los cautivos eran “alemanes”, con trenzas rubias, primos lejanos de Merkel, en su momento despreciados por su “inferioridad racial” por los romanos, napolitanos y sicilianos de la época, medio- africanos. Hay una descripción clásica de un dueño de esclavos del sur de Italia, posiblemente de piel oscura, sobre el fenotipo germánico que, según él, ¡denotaba inferioridad racial!
Sin embargo, la visión del “esclavo” como alguien que no tiene la virtud, es decir, la cualidad suficiente – coraje, conciencia, etc. – para luchar por su libertad, desde una perspectiva platónica, propone la inferioridad de todo sujeto, “esclavo”, “siervo”, “proletario”, por el supuesto acto de someterse, y no de ser sometido. En la elaboración narrativa, por tanto, desaparece la acción del que se somete, del esclavista, del señor feudal, del burgués, etc. En cualquier caso, la visión platónica ya era una evolución y un avance en relación con el sentido aristotélico de “esclavo”, un ser inferior por naturaleza, que nació inferior, la visión dominante en gran parte de la esclavitud colonial americana.
La enorme cobertura mediática del acto del concejal Matheus Gomes, del grupo negro PSOL de Porto Alegre, posiblemente se deba en gran parte a la precisión de la denuncia. El hecho de que se quedara sentado cuando tocaron el Himno de Rio Grande do Sul debe ser aplaudido y apoyado, sobre todo como denuncia del regionalismo que campa a sus anchas en el Sur y, más aún, para irritar a esa comandante Nádia. No es un Brastemp, pero...
Seguramente, el grupo del PSOL se comportará de la misma manera cuando suene el Himno Nacional, durante la Semana da Pátria y, sobre todo, durante las celebraciones de la Farroupilha, en conmemoración del levantamiento de los esclavistas en Rio Grande do Sul. Y, en lugar de alabar a los “lanceros negros”, que aceptaron luchar por sus amos, finalmente rendirán homenaje a los miles de quilombolas y negros fugitivos de la Era Farroupilha.
Aprovechamos para ordenar, desde la bancada negra del Ayuntamiento de Porto Alegre, un movimiento para cambiar el nombre del Archivo Municipal “Moisés Velhinho”, ¡racista entre racistas!
*Florencia Carboni, lingüista & mario maestri, historiador, son autores de La lengua esclavizada: lengua, historia, poder y lucha de clases.expresión popular).