La justicia y el rebaño

Imagen: Quino.
Whatsapp
Facebook
Twitter
Instagram
Telegram

por DANIEL BRASIL*

Consideraciones sobre las caricaturas de Marcos Ravelli, Quinho

Las artes visuales, históricamente, tienen características narrativas muy específicas, como la capacidad de tocar corazones y mentes de manera sensible. Por “mente” se entiende cultura, inteligencia, la capacidad de interpretar símbolos y mensajes ocultos. El viejo dicho de que una imagen vale más que mil palabras no es más que una definición popular de esta cualidad.

Más antigua que la palabra, la imagen ha estado presente desde los albores de la humanidad, como lo atestiguan cuevas y rocas de todo el mundo. Incluso después de la revolución de Gutenberg, siguió teniendo espacio en todo tipo de publicaciones, a través de grabados, dibujos y pinturas. Con el advenimiento de la fotografía se abrió un nuevo campo de acción simbólica, que sólo se expandió en la era digital.

La viñeta antigua, ese dibujo-comentario sobre situaciones o personas, generalmente con contenido crítico o irónico, surgida a mediados del siglo XVIII e indispensable a partir de la popularización de la prensa escrita, sigue presente y con fuerza en todas las redes sociales. Y es en uno de ellos en el que me detengo, después de un 7 de septiembre con tantas expectativas y tanto fiasco.

Marcos Ravelli, que firma sus caricaturas como Quinho, ha producido piezas antológicas. Combinando economía de líneas con un humor atento y refinado, es un artista con pleno dominio de los recursos narrativos de la imagen. Atentos a la posibilidad de resumir la ilustración anterior, estrenada en varios vehículos en los últimos días.

Quinho coloca la figura de la Justicia en el centro. No cualquier justicia, sino la representada por la escultura de Alfredo Ceschiatti, que decora el Ministerio de Justicia, en Brasilia, reconocible por la singular cabeza, con la parte superior cubierta por la tradicional venda (“La justicia es ciega”). La estatua original está plácidamente sentada, con la espada cruzada sobre los muslos. En la obra de Quinho, la estatua se levanta empuñando la espada en actitud de defensa. En el otro brazo sostiene un paño rojo, que nos recuerda inmediatamente a la figura de un torero.

Completando la analogía, vemos la sombra de un enorme toro, reconocible por sus cuernos, proyectándose sobre el personaje central. Al costado, varias otras sombras simbolizan el ganado, la manada que acompaña al líder, el cornudo-mor.

La representación del actual choque de poderes en Brasil es perfecta. Por un lado, la Justicia, poder absoluto –que no puede confundirse con algunos de sus representantes terrenales, a veces cobardes y caricaturescos–, por otro lado, el ocupante del Ejecutivo, instigador de golpes y ataques a la democracia.

Alguien distraído podrá argumentar que en este choque falta la presencia del pueblo, de las organizaciones sociales y populares que también están en las calles defendiendo el Estado de derecho. Bueno, volvamos a la tela roja. El color de la fraternidad, según los principios de la Revolución Francesa, también puede entenderse como una provocación a una de las frases favoritas de los activistas de derecha: “nuestra bandera nunca será roja”.

Pero cuando la Justicia levanta una bandera roja para enfrentar la locura totalitaria del presidente y sus secuaces, se abren dos líneas de interpretación. O la Justicia utiliza al pueblo para defender a sus gobernantes, o, lo que es más probable, necesita al pueblo para hacer frente a los ataques a sus principios. Partiendo de un humanista como Quinho, sin duda optamos por la segunda hipótesis, aunque no se puede descartar totalmente la ironía de la primera.

En este retrato sintético del convulso momento que vivimos, la bandera tiene que ser roja (también simbólicamente, claro), ya que el rebaño amenazante ha usurpado el tradicional amarillo verdoso. Tanto para preservar lo que queda de Justicia como para reforzar la necesidad de fraternité, sorteando posibles divergencias políticas, es con ella que saldremos de la crisis y restauraremos la democracia plena, que no hace tanto saboreamos.

* Daniel Brasil es escritor, autor de la novela traje de reyes (Penalux), guionista y realizador de televisión, crítico musical y literario.

 

Ver todos los artículos de

10 LO MÁS LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS

El complejo Arcadia de la literatura brasileña
Por LUIS EUSTÁQUIO SOARES: Introducción del autor al libro recientemente publicado
Forró en la construcción de Brasil
Por FERNANDA CANAVÊZ: A pesar de todos los prejuicios, el forró fue reconocido como una manifestación cultural nacional de Brasil, en una ley sancionada por el presidente Lula en 2010.
El consenso neoliberal
Por GILBERTO MARINGONI: Hay mínimas posibilidades de que el gobierno de Lula asuma banderas claramente de izquierda en lo que resta de su mandato, después de casi 30 meses de opciones económicas neoliberales.
Gilmar Mendes y la “pejotização”
Por JORGE LUIZ SOUTO MAIOR: ¿El STF determinará efectivamente el fin del Derecho del Trabajo y, consecuentemente, de la Justicia Laboral?
¿Cambio de régimen en Occidente?
Por PERRY ANDERSON: ¿Dónde se sitúa el neoliberalismo en medio de la agitación actual? En situaciones de emergencia, se vio obligado a tomar medidas –intervencionistas, estatistas y proteccionistas– que son un anatema para su doctrina.
El capitalismo es más industrial que nunca
Por HENRIQUE AMORIM & GUILHERME HENRIQUE GUILHERME: La indicación de un capitalismo de plataforma industrial, en lugar de ser un intento de introducir un nuevo concepto o noción, pretende, en la práctica, señalar lo que se está reproduciendo, aunque sea de forma renovada.
El editorial de Estadão
Por CARLOS EDUARDO MARTINS: La principal razón del atolladero ideológico en que vivimos no es la presencia de una derecha brasileña reactiva al cambio ni el ascenso del fascismo, sino la decisión de la socialdemocracia petista de acomodarse a las estructuras de poder.
Incel – cuerpo y capitalismo virtual
Por FÁTIMA VICENTE y TALES AB´SÁBER: Conferencia de Fátima Vicente comentada por Tales Ab´Sáber
El nuevo mundo del trabajo y la organización de los trabajadores
Por FRANCISCO ALANO: Los trabajadores están llegando a su límite de tolerancia. Por eso, no es de extrañar que haya habido un gran impacto y compromiso, especialmente entre los trabajadores jóvenes, en el proyecto y la campaña para acabar con la jornada laboral de 6 x 1.
Umberto Eco – la biblioteca del mundo
Por CARLOS EDUARDO ARAÚJO: Consideraciones sobre la película dirigida por Davide Ferrario.
Ver todos los artículos de

BUSQUEDA

Buscar

Temas

NUEVAS PUBLICACIONES