por DANIEL BRASIL*
Dos libros que combinan arte y ciencia de forma clara y elegante
La literatura de divulgación científica se inventó en el siglo XX, y poco a poco fue conquistando un espacio en las librerías -cuando las había- y en los catálogos. En medio de mucha mistificación, autores como Carl Sagan, Richard Dawkins o Stephen Jay Gould se han convertido en clásicos del género, ya sea explicando la física moderna o el legado de Darwin. La academia más ceñuda aún ve con recelo este tipo de literatura, pero el creciente número de cursos, tesis y seminarios de divulgación científica sobre el tema muestra una apertura para el deseable diálogo entre ciencia y sociedad.
Una de las herramientas más fascinantes para promover este enfoque es el arte. No es casualidad que muchos artistas, de diferentes áreas, se interesaran por la ciencia, y viceversa. Uno de ellos es el escritor, director y guionista Jean-Claude Carrière.
Famoso por su asociación con Buñuel, que produjo obras maestras como el fantasma de la libertad, La hermosa tarde e El oscuro objeto del deseo., Carriére también escribió guiones inolvidables para Andrzej Wajda (Danton – El proceso de la revolución), Philip Kaufmann (La insoportable levedad del ser) y varios directores franceses, como Rappeneau (Cyrano de Bergerac). Quizás su mayor logro fue adaptar el poema épico indio Mahabharata para el cine, que arrojó una película de casi cinco horas de duración, dirigida por el inglés Peter Brook.
Carrière también fue director de la principal escuela de cine francesa, y se declara apasionado por la Física moderna. Incluso escribió una obra de ficción sobre Einstein, pero su gran libro sobre divulgación científica se llama Conversaciones sobre lo invisible (Brasiliense, 1988), y que hace tiempo que merecía una nueva edición.
Es una conversación larga, detallada y sabrosa con dos físicos, Jean Aldouze y Michel Cassé, sobre la relatividad, el origen del universo, la microfísica, la astrofísica y la física cuántica. Fruto de conversaciones semanales donde los temas se vinculan naturalmente con referencias literarias, pictóricas y, por supuesto, cinematográficas, el libro aborda de forma clara y elegante los conceptos más impenetrables de la física moderna, que Carrière consideraba la Gran Ciencia del siglo XX. .
También en el campo de la Física, vale la pena conocer a otro autor, el argentino Alberto Rojo. Profesor de la Universidad de Oakland, en Michigan, ha publicado varios libros sobre física cuántica y comunicación de la ciencia. Porteño de nacimiento, mantuvo durante mucho tiempo una columna periodística en el diario Reseña de La Argentina, donde depuró la escritura clara, directa, sin florituras innecesarias. Para completar, el chico es músico. Guitarrista con discos grabados tocados con Mercedes Soza y Charly García, compuso piezas populares y sinfónicas.
Rojo ha escrito un libro fascinante llamado Borges y la mecánica cuántica, editado en Brasil por la Unicamp, aún en catálogo. Es una colección de artículos que investigan la intersección entre el arte y la ciencia. La tesis central es que, en la historia humana, varios descubrimientos científicos fueron intuidos o anticipados por escritores, pintores, músicos y poetas. Y desentraña una maravillosa serie de ejemplos, que empieza con Homero, pasa por Shakespeare y termina -por supuesto- con Jorge Luís Borges.
Para Rojo, el famoso cuento “Jardín de senderos que se bifurcan” es una perfecta traducción literaria del universo propuesto por la física cuántica. Borges habría sido el primero en enunciar una alternativa al tiempo lineal: los tiempos cíclicos, los tiempos múltiples, los espacios relativos, el Aleph del espacio-tiempo. Lo curioso es que el propio Borges, entrevistado por Rojo, declaró que no entendía ni una pizca de física. Al recibir una breve explicación sobre los mundos paralelos que se hicieron posibles después de la física cuántica, respondió pensativamente: “¡Qué creativos son los físicos!”.
Rojo pertenece a esa rara raza de científicos que tienen alma de artista. Rinde culto a Leonardo da Vinci -un gran modelo- y cose hábilmente citas de Poe, Cortázar, Calvino, Einstein, Van Gogh, Dante, HGWells, Otavio Paz y hasta la Biblia, sin perder el rigor. Su principal mérito, como escritor, es no parecer pedante o profesoral, siguiendo el mismo camino ilustrado de Jean-Claude Carrière.
Dos admirables escritores que, partiendo de polos opuestos, se encuentran en la plena realización de conjugar arte y ciencia de manera accesible y placentera.
*Daniel Brasil es escritor, autor de la novela traje de reyes (Penalux), guionista y realizador de televisión, crítico musical y literario.