por ELIANE SILVEIRA*
Si todavía no tenemos un marco legal, ni instituciones suficientemente preparadas para combatir las noticias falsas, esto no significa quedarnos de brazos cruzados.
La guerra contra noticias falsas ¿Estás perdido? ¿Somos todos los Quijotes de Cervantes luchando contra las fábricas gigantes, que no son más que las intocables grandes empresas tecnológicas? Si en los tiempos bíblicos Santo Tomás necesitaba ver (y tocar) para creer, en la actualidad, marcada por falsificaciones profundas, es difícil creer en nuestros propios ojos y oídos.
Si todavía no contamos con un marco legal o instituciones suficientemente preparadas para combatir noticias falsas, esto no significa quedarse de brazos cruzados. Así nos muestra la más reciente iniciativa de la Asociación de la Prensa Riograndense (ARI), que lanzó, este mes de abril, la campaña: “Duda de lo que ves, oyes y lees”.
En un año electoral aumenta la preocupación por la difusión de noticias falsas, lo que aumenta la sensibilidad de autoridades y entidades ante el tema. Es con este sentido de oportunidad que la Associação Riograndense de Imprensa lanza su provocativa campaña. Al principio nos advierte que dudemos de todo. Para luego invitarnos a no tener dudas, consultando fuentes periodísticas profesionales, combinando, al mismo tiempo, la lucha contra noticias falsas y la defensa del diploma de ejercicio del periodismo.
Como decimos en Rio Grande do Sul, la campaña “calienta el asado” al permitir presumir que el periodismo profesional es el que se practica en las redacciones de los medios tradicionales de periódicos, radio y televisión, la “gran prensa” popular. Sabemos, sin embargo, que el compromiso con la verdad no siempre está presente en estos vehículos y, en algunos, llega incluso lejos. Quizás por eso, en 2021, el índice global de confianza en la prensa fue el más bajo desde 2012, según una encuesta de 2021 del Edelman Trust Barometer. De 28 países encuestados, Brasil ocupó el puesto 16 en términos del nivel de confianza de la población en la prensa.
Esta observación es necesaria para que no se considere que las redes sociales y WhatsApp tienen el monopolio noticias falsas. Y menos aún si se ignoran fuentes gravísimas materializadas en portales, sitios web y blogs progresistas y alternativos. El compromiso con la verdad también tiene muchos canales de expresión en las más diversas redes sociales y cuenta con un periodismo de calidad que se produce en páginas de Facebook y varios canales de YouTube.
En relación con los medios, no podemos ser definitivos sobre una dicotomía entre el bien y el mal. Aunque hay que reconocer la mayor facilidad de difusión y proliferación de noticias falsas en las redes sociales y vía WhatsApp. Una investigación de la Universidad de Oxford (2020) señala que la “abrumadora mayoría de los sitios de desinformación dependen de las principales plataformas de publicidad online para generar ingresos, y el 61% de ellos utilizan anuncios de Google”. Según datos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), publicados en un informe de Revista de la USP, "hacia noticias falsas propagar 70% más rápido que las noticias reales.
Según un artículo publicado en el sitio web politizado, Brasil tiene 136 millones de usuarios de WhatsApp, lo que corresponde al 60% de la población. En esta misma publicación, el Portal trae datos recopilados por el instituto Idea Big Data (2019) que muestran que “en Brasil, el 52% de las personas confía en las noticias enviadas por familiares a través de las redes sociales y el 43% confía en las noticias enviadas por amigos”. En este escenario, el desafío lanzado por los periodistas de Rio Grande do Sul nos invita a pensar en algunas dimensiones del enfrentamiento noticias falsas.
Inteligencia artificial
El año pasado, el anuncio de la nueva Kombi, en el que Elis Regina cantaba con María Rita, sacó a la luz el debate sobre la ética en la publicidad. Casi al mismo tiempo, la huelga de actores y actrices norteamericanos llamó la atención sobre la reutilización de imágenes y voces de estos artistas en futuras producciones mediante la reproducción con inteligencia artificial.
Una práctica que también ronda al mundo de la política, en vísperas de una nueva campaña electoral, donde los candidatos pueden ser colocados en escenarios en los que no han estado, realizando acciones delictivas o dudosas e incluso verbalizando lo que nunca dijeron. Situaciones que van mucho más allá de la casi ingenua broma de poner a Robert Downey Jr en algunas escenas de la película “Regreso al futuro”, grabada en 1985.
En un artículo publicado en Periódico Universitario (UFRGS), Iván Quintana recuerda que la Inteligencia Artificial es “una realidad global, que impregna el 77% de los dispositivos que utilizamos a diario”. El autor destaca que “la Inteligencia Artificial se ha convertido en un poderoso aliado, pero no está libre de cuestiones éticas: el 67% de las personas teme la recopilación de datos personales por parte de sistemas de inteligencia artificial, lo que plantea profundos interrogantes sobre la privacidad y la transparencia”.
Educación en medios
Desde las elecciones de 2018, donde el peso de noticias falsas En los resultados electorales se dejó sentir más, expertos en las áreas del derecho, la comunicación y la academia han defendido la necesidad de un proceso de educación mediática. Se cree que, a través de la educación, es posible concienciar progresivamente a la población sobre la necesidad de no difundir contenidos sin comprobar adecuadamente la información.
La Base Curricular Nacional Común (BNCC) para la educación básica establece, entre las competencias generales: “Comprender, utilizar y crear tecnologías digitales de información y comunicación de manera crítica, significativa, reflexiva y ética en diversas prácticas sociales (incluidas las escolares) para comunicar”. , acceder y difundir información, producir conocimiento, resolver problemas y ejercer protagonismo y autoría en la vida personal y colectiva”. Sin embargo, su aplicación en la vida escolar cotidiana tiende a verse restringida ante una reforma de la educación secundaria que recorta la carga horaria de materias como sociología y filosofía.
La tarea propuesta, sin embargo, va más allá del ámbito de la educación, abarcando la comunicación y la cultura. Con este entendimiento, el gobierno Lula realizó el año pasado la I Jornada Nacional de Educación en Medios, donde fue presentado el documento Estrategia Brasileña de Educación en Medios, que defiende la implementación del concepto de educomunicación; la aplicación de las directrices del Marco Civil de Internet; prácticas educativas integradas con las áreas de salud, cultura y asistencia social, entre otras; la necesidad de adoptar medidas en relación con la Inteligencia Artificial; y acciones centradas, especialmente, en niños, adolescentes y personas mayores, quienes han sido los mayores objetivos de noticias falsas.
Verificación de hechos y otras iniciativas
Si en 2018 la proliferación de noticias falsas impactaron el proceso electoral, durante la pandemia de Covid-19 pueden ser responsables de muchas muertes que podrían haberse evitado. En medio del gigantesco desafío de enfrentarse a un nuevo virus, la comunidad científica se vio arrojada al siglo XIX para, una vez más, tener que demostrar la eficacia de las vacunas y la ineficacia de los medicamentos no probados y comprobados por los organismos de vigilancia.
Para enfrentar tal avalancha de información falsa, donde incluso logotipos de periódicos y portales de medios fueron falsificados en huellas dactilares pulverizado por WhatsApp, agencias y profesionales dedicados a comprobación de hechos se volvió cada vez más demandado. Aún así, en Brasil, sólo tres agencias de verificación tienen un sello activo en la Alianza Internacional de Verificación de Fact (Lupa, Aos Fatos, Estadão Verifica). Además de estos, el grupo Globo ofrece el servicio de verificación de Hechos o Falsos. También hay varios sitios web dedicados a negar falsificaciones, como Boatos.com; La Estafas electrónicas; entre otros.
En opinión de los expertos, las agencias no tienen estructura suficiente para negar la enormidad de la información falsa en un país donde, en 2022, cuatro de cada diez personas informaron haber recibido noticias falsas todos los días, según noticias de CNN Brasil. De ahí la importancia de iniciativas como el Media Education Journey; como el Programa de Combate a la Desinformación, del Tribunal Superior Electoral; la Guía de Lucha contra la Desinformación de Fiocruz; y la Herramienta de Verificación de Información para profesionales del área, lanzada por el Consejo Federal de Enfermería; entre muchas otras experiencias que se están multiplicando en todo el país.
Es en este sentido que hay que saludar la campaña de la Asociación de la Prensa Riograndense, que nos alienta a tener el derecho y el deber de dudar de lo que vemos, oímos y leemos. Una actualización de los tiempos digitales del método de René de Descartes: pienso, luego dudo.
*Eliane Silveira es periodista y licenciado en Ciencias Sociales.
Referencias
Redes Sociales y Fake News: ¿cómo impacta la combinación en la sociedad? | ¡Politizar!
Periodismo: qué es (definición y concepto) – Enciclopedia Significados
https://blog.khanacademy.org/pt-br/educacao-midiatica
4 de cada 10 brasileños dicen recibir noticias falsas a diario | CNN Brasil
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