La guerra civil declarada

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por LUIZ RENATO MARTINES*

El actual asalto al poder por parte de la derecha es muy diferente al ocurrido en 1964. Ahora priman las razones endógenas sobre las exógenas, a la inversa de lo que sucedía en el paradigma principal anterior.

A la memoria de Chico de Oliveira

Crítica histórica radical

Para el bloque político derrotado en octubre de 2018 en Brasil (la clase obrera y sus aliados), el ascenso electoral de un bloque político de ultraderecha subraya la urgente necesidad de medidas de autodefensa, frente a una guerra civil de clases declarada abiertamente. También exige una crítica histórica radical y de largo alcance, no menos vital para la supervivencia política de los trabajadores.

El retorno -en clave nueva- de los militares al control directo del Estado marca un cambio en el régimen y en las relaciones de clase. Sin embargo, el ciclo abierto tiene ahora algunos elementos similares a los del régimen cívico-militar que tomó el poder. militarmente en abril de 1964, en nombre del consorcio entre el capital monopolista y las Fuerzas Armadas Brasileñas-FFAA. [i]

Al otro lado del espejo, el pasado no ha pasado

Pero, ¿cómo sustentar una crítica histórica radical para distinguir las clases sociales y sus fracciones, así como el juego de los actores políticos? En este caso, debe partir de la crítica concreta a dos mitos o falacias de la llamada “Nueva República” (1985-2018), ahora acabada. Crítica, por tanto, a los mitos que se traducían en ilusiones de superación del ciclo totalitario, es decir, en definitiva, a la golpe de estado acuerdo cívico-militar de abril de 1964, AI-5 (Acto Institucional 5, 13.12.1968) y los 'años de ventaja' de los gobiernos de Médici (1969-74) y Geisel (1974-79).

Vistos como opuestos, los mitos falaces de la “Nueva República” alimentaron una disputa ficticia durante más de treinta años. Bajo tal disputa, se eclipsó un fondo común -el verdadero eje del poder en Brasil- que ahora retoma abiertamente el control directo del Estado, para sorpresa de los incautos (que son muchos) y alivio del “consorcio ” que ha estado a cargo durante mucho tiempo.

efectos paralizantes

Dos mitos en uno, por tanto, o una falacia partida en dos: 1. el de la célebre “Transição” (1984-5), el “escenario original” de la “Nueva República”; 2. el éxito de la “política social” de la “Nueva República” durante los gobiernos de Lula I y II, traducida en la fórmula de distribución “lulista”, que en su apogeo (2010) obtuvo una tasa de aprobación del 80%, como buena o un gran gobierno.[ii]

el tótem                                                                              

Bajo las dos caras del Jano de la “Nueva República” hay un tótem: el del consorcio cívico-militar que prohibe el frente político entre sectores obreros y pequeñoburgueses. De tal frente derivaron las luchas por las “reformas de base” y otras, antes del golpe de abril de 1964.[iii] Bajo este tótem se prohibieron todas las referencias a la autonomía política de los trabajadores y la lucha de clases. Al peso de la prohibición se le sumó otra falacia: la de la modernización y el desarrollo social a través del capitalismo.

Modernización ex machina

Ambos mitos, el de la “Transición” y el del “Lulismo” (derivado del primero), cumplían la receta de la continuidad totémico del consorcio entre los monopolios y las FFAA, siempre reverentes a las influencias externas. Entonces, ¿cuál es la huella de la continuidad, bajo el yugo del consorcio? El culto a la modernización dependiente, es decir, debido a inversiones externas. Atraerlos es un rito típico de una casta de grandes empresarios y círculos subalternos.

En suma, el contenido de clase del régimen y el modo interno de producción se constituyeron bajo la protección del estado de dependencia y la asociación con el capital monopolista, que son inseparables de las entradas externas. Así, los preceptos tótems a lo largo de la “Nueva República” infundió un tono de clase similar en todos sus gobiernos. Su nexo fundamental siempre ha girado en torno a la “dependencia asociados”, es decir, de la supuesta convivencia benigna entre las economías central y periférica.[iv]

una teoría crítica

El debate teórico sobre las relaciones de dependencia en América Latina ha ganado reconocimiento internacional y es vital para una comprensión crítica de la llamada “Transición”. Contrariamente a la tesis dedependencia asociados”, el trabajo crítico realizado en el exilio por el grupo de la Teoría Marxista de la Dependencia (RM Marini, V. Bambirri, T. dos Santos y el economista alemán exiliado Gunder Frank)[V] construyó una nueva serie de conceptos específicos sobre dependencia, como los de la “sobreexplotación” del trabajo y el “subimperialismo”, dando lugar así a una crítica sistémica a la relación desigual y combinada entre economías centrales y periféricas.[VI] Posteriormente, en 1978, Marini formuló la noción de “estado contrainsurgente”, en la que incluyó la función intrínseca de tutela, ejercida por las FFAA como cuarto poder del régimen.[Vii]

Tales construcciones críticas establecen parámetros para un abordaje crítico de la inflexión de la dictadura brasileña a partir de 1972, y también de lo que sigue, incluyendo la inflexión social de la “Nueva República” o “Lulismo”. Sin embargo, también es necesario confrontar tal elaboración con el análisis histórico de los datos actuales, para responder a la pregunta pregunta planteada y urgente sobre la economía, génesis y estructura de clases del actual nuevo orden.

De una forma u otra, tal pregunta implica una crítica de las ilusiones inherentes al estado de “dependencia asociada”, que conformaron el entorno falaz de los mitos de la llamada “Nueva República”. En resumen, tales falacias llevaron al PT a priorizar la modernización y el crecimiento capitalista, siguiendo el mismo modelo y, por tanto, a cultivar lazos con el capital monopolista y los partidos del orden.

En la práctica, tales falacias naturalizaron la adopción de procedimientos y hábitos propios del sistema político engendrados por la falsa “Transición”. Por tanto, ¿cómo imaginar otro fin del programa de alianzas y objetivos que se proponía el PT, si en Italia el PCI, al priorizar el crecimiento económico y aliarse con el capital monopolista, visto como modernizador, tomaba el camino que conducía a la autodisolución?[Viii]

Crítica histórica I: la “Transición”, cara y reverso

El origen declarado del mito de la “Transición” se encuentra en las elecciones al Senado (15.11.1974), consentidas por la dictadura. La victoria del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) en esta competencia dio origen al mito de la “fiesta del autobús” para la “Transición”. Sin embargo, tal falacia sirvió para encubrir el trabajo de laboratorio de la dictadura, para el falso proceso de transición, como acción preventiva. De hecho, en la base de la proclamada y celebrada versión local influyeron múltiples factores externos. Desde principios de 1974, España y Portugal fueron observados como modelo y alerta respectivamente.

Sin embargo, antes de que tales ejemplos antitéticos entraran en juego, hubo una intervención entre bastidores de un especialista en contrainsurgencia. El profesor Samuel Huntington de Harvard ha actuado como consultor de la dictadura brasileña desde al menos octubre de 1972.[Ex] Por lo tanto, el proyecto de “descompresión política” del régimen se remonta mucho antes del ascenso electoral del MDB. [X] Tomado en su conjunto y más allá de las circunstancias, el caso es interesante como índice de la articulación imperialista global y la dependencia “permanente”, y también por sus efectos secundarios, analizados a continuación. De hecho, Brasil no fue la excepción y Huntington fue principalmente el autor clave de una “doctrina de contrainsurgencia global” (posterior a 1968).[Xi]

"Atado y bien atado (atado y bien atado)"

Por tanto, cualquier guión de “descompresión política”, concebido como una acción preventiva, implicaba también el guión paralelo de las técnicas de contrainsurgencia. España fue el caso más notorio en la década de 1970 de tal complot palaciego.[Xii] Contó con la colaboración activa de los partidos eurocomunistas[Xiii] y se convirtió en unmostrar” de técnicas de “descompresión”. En otras palabras, el proceso de sustitución de las dictaduras militares por democracias tuteladas compatibles con el capitalismo.

De hecho, la transición española resultó ser “atado y bien atado (atado y bien atado)”, como decía el tirano.[Xiv] Así, el régimen reciclado, según moldes dinásticos, tuvo sus garantías políticas y de clase, así como sus pilares históricos preservados. Al mismo tiempo, la “Transición” abrió espacio para la modernización económica y el liderazgo empresarial, con el pleno consentimiento del PCE.[Xv]

En estos términos, la transición española pronto se convirtió en la ultimo, no sólo política, sino también económica, de las burguesías periféricas. Parte de las clases dominantes latinoamericanas, que aspiraban a un nuevo ciclo de modernización-conservación –o “revolución pasiva”, como diría Gramsci–,[Xvi] se inscribió en la nueva pasantía de capacitación y favores relacionados de Washington. Así, en Brasil, el general Geisel, que gobernó de 1974 a 1979, ya en su discurso de investidura (15.03.1974) presentó la fórmula de la llamada “apertura política lenta, gradual y segura”, haciéndose eco de la fórmula franquista.

De hecho, en Brasil, tal semilla resultó duradera y dio frutos para las siguientes generaciones burguesas. El Centro Brasileño de Análisis y Planificación (CEBRAP), fundado en 1969 con subvenciones de la Fundación Ford, fue el punto de encuentro de los think tank sociedad civil de seguidores del modelo ibérico, bajo el liderazgo del sociólogo Fernando Henrique Cardoso-FHC. Ideólogo dedependencia asociados”, además de pregonar el papel político y modernizador de los empresarios, FHC comenzó a reproducir en sus textos los principales argumentos de la leyenda española.[Xvii]

En efecto, tras algunos contratiempos, como la inesperada muerte de Tancredo Neves (21.04.1985), sucesor local de Suárez, y reveses económicos propios de las economías dependientes, Brasil adquirió, si no un nuevo rey como España, al menos una nueva moneda ( por ironía involuntaria o histórica llamada “real”, en 1994), y FHC, pocos meses después, fue aclamado como presidente de la república.[Xviii] Además de la modernización monetaria y la “mejora constitucional” para obtener la reelección, FHC, como plenipotenciario del “consorcio”, también actualizó la economía según el “Consenso de Washington” (1990).

Crítica Histórica II: 2003-10, el milagro social del “dar sin tomar”.

El dirigente sindical Lula, del llamado Partido dos Trabalhadores-PT, sucedió a la FHC tras asegurar el cumplimiento de todas las “cláusulas fijas” de la falsa “Transición”, enriquecidas por las prescripciones del Consenso de Washington: promover la modernización en línea con instituciones financieras convenios multilaterales y respetar deudas y contratos firmados; mantener dependencia asociado a Brasil, respetando el papel clave del protagonismo empresarial; no abrir investigaciones sobre actos de terrorismo de Estado cometidos por militares y mantener la amnistía para los torturadores. Bastó que Washington reconociera y elogiara la “razonabilidad” de Lula.

A partir de entonces, las cualidades de Lula fueron aclamadas interna y externamente. Dados los estudios críticos anteriores, es innecesario detallar sus políticas distributivas.[Xix] Me limitaré a subrayar que la magia efímera de Lula (que “dio a muchos sin dañar a nadie”, según un emblemático líder empresarial)[Xx] era de carácter exclusivamente monetario, gracias al alza temporal de los precios de . minerales y agroindustriales.[xxi]

En todo caso, el “milagro social brasileño” fue elogiado como paradigma global de la multiplicación distributiva, en la medida en que redistribuyó la renta, como en una distribución de dividendos, preservando las relaciones de propiedad y la absoluta asimetría de poder entre clases.

De manera similar, la sabiduría pragmática de Lula mantuvo ispsis literas o incluso disfrutó como un virtuoso del sistema de partidos políticos heredado de la falsa “Transición”, obteniendo generalmente amplias mayorías en el Congreso. De hecho, Lula redistribuyó la renta en todos los niveles, incluidos otros socios y accionistas de “Transição”.

Dilemas falsos

El nuevo ciclo no difiere sustancialmente en cuanto a dependencia, salvo evolucionar según el nuevo ritmo de la Casa Blanca. Sin embargo, sorprende a muchos que, dada la vuelta de la rueda política en Brasil, el gobierno de hoy incluye más generales como ministros clave, casi una docena, que todos los gobiernos militares posteriores a 1964, sin contar los casi cien oficiales (99, según un recuento reciente de revistas importantes) de alto rango en otros roles clave.[xxii] Además, es necesario señalar que, si en la época de los generales (1964-85), estos eran considerados actualmente como conspiradores y usurpadores, ahora vuelven como “redentores”, convocados por las urnas de octubre pasado. Este es el nuevo “milagro brasileño”, que es importante descifrar.

Desciframe o te devoro

En resumen, los nuevos elementos de la situación aparecen en la inclinación de los votos que buscaron a la ultraderecha y le dieron un apoyo electoral sin precedentes.

En contraste con el destino actual de la ultraderecha, la clase trabajadora es continuamente deslegitimada como sujeto político y degradada por la prensa. La justificación de los ataques viene del derrumbe del PT y su desprestigio moral, calumniado trasladado a toda la clase. La crítica política e histórica del PT, así como la falsa “Transición”, en cuyas ganancias participó el partido, es por lo tanto fundamental para la reconstrucción de la perspectiva política de los trabajadores independientemente del PT.

Además, la complejidad de la situación del PT, políticamente dudosa y muy peligrosa para la perspectiva de los trabajadores, es imposible de descifrar sin examinar primero las razones de fondo y la cronología del colapso político del PT como Partido del Orden. Es necesario dilucidar el fraude político, social y económico que promovió el partido, para comprender el enorme desencanto popular que consecutivamente engendró y nutrió a la ultraderecha.

Decepción

A contracorriente de la mayoría de los análisis brasileños, el economista y marxista argentino Claudio Katz subrayó:

“Estos trabajadores escucharon, toleraron y finalmente aceptaron la propaganda derechista por haber sido defraudados por el PT. Esta decepción explica el ascenso fulminante del troglodita (...) Muchas valoraciones sobre el triunfo de Bolsonaro omiten esta valoración o presentan al PT como una mera víctima de las artimañas de la derecha. Evitan la cuestión de su responsabilidad política en el resultado final”. [xxiii]

En efecto, el desencanto obrero fue apropiado, tragado (manipulado digitalmente) y fusionado con la reacción histórica y estructuralmente antidemocrática de las clases acaudaladas de Brasil, como la que “fabricaron 1964” como proyecto histórico de clase.[xxiv]

De ahí que de tal fusión procesada industrialmente, estalló el tifón anti-PT, que se apoderó de gran parte de la pequeña burguesía. Este fenómeno incluso dividió y arrastró a sectores que se habían beneficiado del aumento del consumo y del crédito, propiciado por la política monetaria de los gobiernos del PT, aunque también se vieron afectados por la prédica evangélica y la guerra relámpago (guerra relámpago) estalló en las redes sociales. De esta forma, no sólo los minúsculos grupos sociales ligados orgánicamente al capital monopolista, sino también amplios sectores de las clases subalternas votaron por candidatos y partidos de ultraderecha.

2013-2016: crisis, derrumbe y declaración de guerra civil de clases

En resumen, el derrumbe político del PT, por un lado, y la guerra civil de clases declarada unilateralmente, por el otro, son los fenómenos decisivos que determinaron el fin del ciclo conciliador de la falsa “Transición”. Pesaron decisivamente en el desenlace político de 2018. Ambos fenómenos se configuraron como conjuntos de hechos y razones, enumerados y comentados a continuación. Sin embargo, los hechos que condujeron a los dos fenómenos principales (a saber, el colapso político del PT y la declaración unilateral de la guerra civil de clases) tuvieron lógicas, ritmos y orígenes diferentes, que es necesario precisar.

Posteriormente, ambos fenómenos comenzaron a evolucionar en interacción y adquirieron, por supuesto, una dinámica mutuamente activada, directamente opuesta. Así, hoy, ambos aparecen simultáneamente y en polos opuestos, como sucedió, por ejemplo, en la segunda vuelta de las elecciones de octubre pasado: por un lado, el PT, aislado y literalmente perseguido en las redes sociales por las milicias electrónicas; por otro, la ultraderecha, que capitalizó la guerra civil declarada, recurriendo a todo tipo de armas, incluida la orquestación de mentiras en serie, como hicieron los nazis, para aplastar a lo que quedaba del PT.

Sin embargo, un fenómeno precede al otro. El colapso precede a la declaración de guerra. Hay que tener en cuenta el curso de los acontecimientos, de lo contrario será imposible entender cómo el bloque de ultraderecha, históricamente pequeño, ha crecido tanto electoralmente. La ultraderecha, en un principio insignificante y sin maquinaria partidaria alguna, echó raíces y prosperó, con recursos de otro orden, en un campo devastado. ¿Que Campo? El de las esperanzas frustradas que resultaron de políticas desacertadas (cuando no un fraude descarado y deliberado) y la hipocresía del PT.

El orden de los factores

En suma, el derrumbe político del PT y luego gran parte del sentimiento antipetista generado a partir de él, constituyeron fenómenos sustitutivos, en ese orden, del falso éxito de la inflexión social de la “Nueva República”. El orden de los factores, en progresión encadenada, fue pues: 1. la inconsistencia de la magia social del “lulismo”, revelada por la crisis económica y luego agravada por la hipocresía de la alianza del partido con el capital monopolista; 2. el colapso político del PT; 3. El crecimiento explosivo del sentimiento anti-PT, mucho más allá de su enclave original (demográficamente restringido a ciertos sectores de las clases acomodadas), entre los cuales subsistía un anticomunismo endémico, ahora delirantemente revigorizado, pues el nuevo presidente ya estalló en público , unas cuantas veces, en insultos a la URSS (sic)!

En resumen, el anticomunismo resistente proviene de grupos económicamente poderosos, capaces de influir en los tomadores de decisiones pero históricamente incapaces desde un punto de vista electoral. Cómo llegaron a un crecimiento tan explosivo es lo que ahora importa determinar.

Génesis de una guerra de clases

En este contexto, cabe señalar que en el campo del gran capital se produjo una dinámica específica, que dio lugar a la guerra civil de clases, declarada unilateralmente por el capital monopolista. Hasta ahora ha recibido un fuerte apoyo, pero por otras razones, de la pequeña y media burguesía, mezclándose así con otros factores y variantes de clase, relativas a estos últimos estratos sociales. Sin embargo, en un principio, esta dinámica tuvo características únicas, inherentes a los objetivos estratégicos y necesidades del capital monopolista.

Este último, de hecho, solo contra su voluntad entró en conflicto con el gobierno y el PT, y solo después de haber tratado de preservar la asociación y apoyar las políticas de austeridad propuestas por el gobierno de Rousseff. Así, incluso después de iniciada la movilización política contra Rousseff, hubo algunas manifestaciones personales de líderes de grandes grupos económicos, e incluso de la oposición, en apoyo de la primera.[xxv]

Finalmente, la alianza de los monopolios con el PT y el gobierno fue duradera y razonablemente sólida, y se prolongó mucho más allá de los primeros actos de ruptura de las clases media y alta, así como de las maniobras parlamentarias para derrocar a Rousseff, criticadas en los editoriales. de publicaciones periódicas. El Globo (07.08.2015), o por personalidades con peso en la oposición.[xxvi]

Aviso de incendio en cabinas VIP

De hecho, la ofensiva del capital monopolista contra los derechos de otras clases nació de la necesidad de recomponer los mecanismos de acumulación frente a la crisis económica, y simultáneamente como respuesta al derrumbe político del PT. Así, ambos problemas, la crisis económica y la crisis política, se combinaron y se convirtieron en pérdidas inmediatas y concretas para el capital monopolista, pues provocaron una fuerte reducción de los flujos financieros y de los contratos gubernamentales. De hecho, durante diez años, de 2003 a 2013, el gobierno del PT se asoció de muchas maneras con el capital monopolista, favoreciéndolo decisivamente a través de financiamientos, contratos y exenciones de impuestos, etc., con el pretexto de fomentar el crecimiento económico.

Salidas de emergencia para monopolios

Ante el derrumbe del gobierno y el poder del PT en el Congreso (discutido más adelante), el capital monopolista hizo lo que se suele hacer en el mundo de los negocios: arrojó al mar a su arruinado socio y fue en busca del botín, apuntando primero, eso es, por supuesto, el estado. En suma, optó por embargar los bienes de las empresas estatales y los fondos públicos destinados a los servicios sociales (educación, salud, vivienda, seguridad social, asignación familiar, etc.) que, aun siendo precarios como prestaciones sociales, constituyen fondos importantes para modificar los balances de los grupos transnacionales en crisis.

Causa mortis: política, no armas

Sin embargo, el actual asalto al poder por parte de la derecha es muy diferente al ocurrido en 1964. Ahora priman las razones endógenas sobre las exógenas, a la inversa de lo que sucedía en el paradigma principal anterior.

Así, para dilucidar el contenido del “golpe de clase”, el libro de Dreifuss citado anteriormente[xxvii] investigó en detalle el amplio espectro de actividades preparatorias del golpe de abril de 1964, promovidas por organizaciones como el IPES y el IBAD, regadas por el capital monopolista. Ciertamente, una investigación similar debería hacerse sobre la actual lucha de clases, en el curso de la cual también se multiplicaron los institutos -nacidos como hongos- para popularizar la doctrina neoliberal, así como durante la crisis política surgieron varias milicias juveniles para la agitación política de ultraderecha.[xxviii]

Sin embargo, ni los hongos neoliberales ni las milicias juveniles (fenómenos circunscritos al ámbito de las distintas capas de la burguesía) provocaron el derrumbe del PT. Es un hecho que el cerco al PT fue concebido como un golpe de clase. Pero la caída del PT del gobierno no fue fundamentalmente consecuencia de factores exógenos, como ocurrió con el gobierno de Goulart en Brasil en 1964 y el de Allende en Chile en 1973, ambos derrocados por golpes militares ante la ausencia de tropas leales y armas suficientes para defender al gobierno.

Esta vez, por el contrario, la incapacidad del PT para defenderse del golpe de clase tiene raíces endógenas e innegables características de crisis y derrumbe político. El capítulo de la caída de Rousseff fue muy bien resumido por el economista de la UNICAMP Plínio Sampaio Jr. [xxix] exponente de la izquierda del PSOL:

“Después de negar todas sus promesas electorales, Dilma comenzó a tercerizar su propio gobierno. No podemos olvidar que Temer llegó a ejercer la función de principal articulador político de Dilma. Ha subcontratado al gobierno hasta tal punto que se ha vuelto superfluo. Salió con un movimiento rápido. Dilma es víctima del golpe que le propinó a la clase obrera, que vació su gobierno, creando un vacío de poder que ocuparon estos delincuentes encabezados por Eduardo Cunha y Temer”.[xxx]

Si no se entiende esto, tampoco se entenderá el posterior ascenso electoral de la ultraderecha. En resumen, la debilidad política del gobierno de Rousseff y, a raíz de ello, el relativo debilitamiento electoral del PT, en las elecciones de 2016 y 2018, siempre obedecieron a la creciente degradación y consecuente desconexión del partido con su electorado y sus bases de apoyo. .apoyo organizado. Posteriormente, este fenómeno se extendió y afectó a otras clases. Por lo tanto, es necesario remontarse a junio de 2013 para distinguir el brote de la epidemia de tales síntomas.

* Luis Renato Martín es un profesor de la ECA-USP. Autor, entre otros libros, de Las largas raíces del formalismo en Brasil (Chicago, Haymarket/HMBS, 2019).

(Texto publicado originalmente en el blog de la revista argentina Herramienta en agosto de 2019.)

Notas

[i]Sobre el carácter de clase del golpe de 1964, véase la obra “clásica” de René A. Dreifuss, 1964: Conquista del Estado, Petrópolis, Voces, 1981 (originalmente, ídem, Estado, clase y élite orgánica: la formación de un orden empresarial en Brasil 1961-1965, tesis doctoral, Glasgow, Universidad de Glasgow, 1980).

[ii] Sobre la falacia distributiva en cuestión, así como la política de dependencia económica que la sustentó, véase Pierre SALAMA, 'Reprimarización sin industrialización, una crisis estructural en Brasil', en Herramienta, revista de crítica y debate marxista, disponible ; Rolando ASTARITA, 'Brasil: la economía del PT', en Sin autorización, disponible ; . Véase también Plínio de Arruda SAMPAIO Jr., Crónica de una crisis anunciada: crítica a la economía política de Lula y Dilma, São Paulo, SG-Editorial Amarante, 2017.

[iii] Véase Luiz Alberto Moniz BANDEIRA, El Gobierno de João Goulart: las luchas sociales en Brasil, 1961-1964, 7 am ed., rev. y ampliado, Rio de Janeiro, Revan/Brasília, UnB, 2001.

[iv] Véase Fernando Henrique CARDOSO y Enzo FALETTO, Dependencia y desarrollo en América Latina: ensayos de interpretación sociológica [1970], 3ro. ed., Río de Janeiro, Zahar Editores, 1975.

[V] Para documentos sobre el enfrentamiento directo entre las dos corrientes, ver FH CARDOSO; jose serra, 'Las Desventuras de la Dialéctica de la Dependencia', en Revista Mexicana de Sociologia, vol. 40, número extraordinario, Ciudad de México, UNAM, 1978, pp. 9-55. Para la respuesta de Marini en este momento, ver RM MARINI, 'Las Razones del Neodesarrollismo (Respuesta a FH Cardoso y J. Serra)', en Revista Mexicana de Sociologia, vol. 40, número extraordinario, Ciudad de México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, 1978, pp. 57-106, disponible en . Para un resumen actual del tema, ver Claudio KATZ, La teoría de la dependencia, cinco años después, Buenos Aires, Batalla de Ideas, 2018.

[VI] Su impacto crítico llegó al pensamiento de varios otros economistas y sociólogos: el egipcio Samir Amin, el italiano Giovanni Arrighi, el norteamericano I. Wallerstein, etc. Sin embargo, tal teoría, elaborada en el exilio (básicamente Chile y México), nunca pudo circular efectivamente en las universidades brasileñas.

[Vii] Esta formulación data del momento en que el nuevo marco global llevó a Washington a proponer un ciclo de cambios modernizadores en el conjunto de las dictaduras militares latinoamericanas. Véase RM MARINI, 'El estado de la contrainsurgencia', en Cuadernos Políticos, No. 18, México DF, Ediciones Era, oct.-dic. 1978, págs. 21-29; disponible .

[Viii] Ver Ernesto MANDEL, 'Le PC italien apôtre de l´austerité', en Crítica del eurocomunismo, París, Maspero, 1978, págs. 236-68.

[Ex] Véase Thomas E. SKIDMORE, "Capítulo VI: Geisel: Hacia Apertura", especialmente págs. 165 y siguientes, en ídem, La política del gobierno militar en Brasil: 1964-1985, Nueva York, Oxford University Press, 1988, págs. 160-209.

[X] Ver Samuel HUNTINGTON, “Aproximaciones a la descompresión política”, 1973, disponible en: http://arquivosdaditadura.com.br/documento/galeria/receita-samuel-huntington#pagina-1. Véase también sobre el siguiente gobierno, ídem, “Carta ao General Golbery do Couto e Silva [Carta al General….]”, 28.02.1974, disponible en: http://arquivosdaditadura.com.br/documento/galeria/receita -samuel-huntington#página-17>. Más tarde, como asesor de la administración Carter, Huntington se jactó del papel que desempeñó en Brasil. Ver ídem, American Political Science Review [1988], Cambridge, Cambridge University Press, vol. 82(01), marzo, págs. 3-10.

[Xi]  Véase Michel J. CROZIER; Samuel P. HUNTINGTON; Joji WATANUKI, La Crisis de la Democracia: Informe sobre la Gobernabilidad de las Democracias a la Comisión Trilateral, New York, New York University Press, 1975. Doctor en transiciones controladas, Huntington también asesoró al gobierno sudafricano durante el período de “descompresión” del régimen de los segregación racial.

[Xii] El novelista valenciano Rafael Chirbes, una de las voces más autorizadas de la época, resumía así la conspiración de la llamada “Transición”: “Franco murió en la cama y los partidos españoles de la Transición se armaron desde el exterior: exterior agentes y dinero externo. No fueron el resultado de una oleada democrática envolvente provocada por las inquietudes del pueblo español”. Ver R. CHIRBES,'Franco murió en la cama y los partidos de la transición se escenificaron desde fuera. Entrevista'en mundo del trabajador, 24 de abril de 2013, disponible en: ; véase también el reportaje de investigación de Gregorio Morán y Antonio Yelo, “Los curas de la Transición eran absolutamente impresentables. Entrevista”, en Anotar, diez. 2013, disponible en: ; véase también el testimonio del exsecretario general del PCE (7-1982), obrero minero Gerardo Iglesias, miembro del Comité Central del PCE durante las negociaciones, a Álvaro Corazón Rural, “Estamos dando un paso de gigante a la frontera de ¿Qué fue el franquismo? Entrevista”, en Anotar, dic. 2013, disponible en , consultado el 29.12.2013.

[Xiii] Sobre la colaboración de los partidos eurocomunistas para la reorganización capitalista de la economía, véase André Gunder FRANK, “Economic crisis, Tercer Mundo y 1984”, in idem, Reflexiones sobre la crisis económica, trad. Ángeles Martínez Castells et. al., Barcelona, ​​Editorial Anagrama, 1977, pp. 57-8.

[Xiv] “Discurso de Navidad de Francisco Franco de 1969: Todo Está Atado y Bien Atado. Rey Juan Carlos”, vídeo retroclips, 1969/2014, 0'59”, disponible en . Para la bendición de Nixon y Kissinger sobre la designación del heredero franquista, véase "18 Richard Nixon Visits Franco", retroclips, disponible: . Para la bendición de Gerald Ford y la segunda bendición de Kissinger, ver “Visita de Gerald Ford a la España de Franco. Año 9”, en Taliván hortográfico, disponible .

[Xv]  Sobre el llamamiento a la “reconciliación nacional” y dirigido al “sector empresarial, protagonista de la nueva sociedad industrial (....)”, propuesto por la Junta Democrática, frente supranacional liderado por el PCE, véase el documento presentado oficialmente por el secretario general Santiago Carrillo y por el intelectual católico vinculado al Opus Dei, Rafael Calvo Serer, en París (29.07.1974). Varios otros partidos y personalidades se unieron más tarde como co-firmantes. Véase Vv. Automóvil club británico., Declaración del Consejo Democrático Español, disponible .

[Xvi] Véase Peter THOMAS, “La modernidad como 'revolución pasiva': Gramsci y los conceptos fundamentales del materialismo histórico”, en Revista de la Asociación Histórica Canadiense/Revue de la Société Historique du Canada, vol. 17, núm. 2, 2006, págs. 61-78, disponible en URL: ; DOI: 016590/10.7202ar.

[Xvii] Compárese, en particular, el citado documento de la Junta Directiva y el primer capítulo del libro de Cardoso de 1975, en el que el autor también se esfuerza por descalificar tesis y autores de la teoría marxista de dependencia. Véase FH CARDOSO, “Las nuevas tesis equivocadas”, en ídem, Autoritarismo y democratización, Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1975. Para un resumen de los puntos de convergencia entre los textos de Cardoso y el documento de la Junta, véase Luiz Renato MARTINS, “International Benefit Society of Friends of Form and Bulletin on the Brazilian Division”, en Las largas raíces del formalismo en Brasil, Chicago, Haymarket, 2019, págs. 268-71. Sobre el papel de Cardoso como articulador intelectual, estableciendo las fuerzas políticas que deben ser excluidas de la negociación, véanse las páginas anteriores in idem, pp. 266-68.

[Xviii] De hecho, luego de haber demostrado que conocía el camino de las piedras, FHC fue electo presidente de la república a fines de 1994, luego de haber lanzado, meses antes, el Plan Real, una especie de versión local de la reforma monetaria de la Unión Europea, según opción similar a la que defendió en política, adaptando los argumentos de la transición española al contexto brasileño. En cuanto a las similitudes procedimentales entre el Plan Real y la aplicación del euro, véase LR MARTINS, op. cit., Pp 261-64.

[Xix] Ver nota al pie 2.

[Xx] Vea el testimonio de Emílio Odebrecht en el video “PET 6664 – Emílio Odebrecht Habla de Lula, un 'Bon Vivant', Según Golbery do Couto e Silva”, disponible en . Odebrecht, además, afirmó en el citado testimonio que colaboró ​​con varias sugerencias para la elaboración, durante la campaña electoral de 2002, de la “Carta a los brasileños” (22.06.2002). Por “brasileños”, la carta se refería a los protagonistas de grupos monopólicos, entre ellos Odebrecht. Véase Luiz Inácio Lula da SILVA, “Carta al pueblo brasileño”, disponible en https://www1.folha.uol.com.br/folha/brasil/ult96u33908.shtml.

[xxi] Para más detalles, véase la nota al pie 2.

[xxii] Se planearon nombramientos adicionales de almirantes en el futuro, según El Estado de São Paulo (03.03.2019).

[xxiii] Ver Claudio KATZ, '¿Cuáles son las cções para la izquierda?' (último tema) en ídem 'Interrogantes de la Era Bolsonaro' [17.11.2018], en La Haine (sitio web), disponible en .

[xxiv] Ver nota 1.

[xxv] Véase, por ejemplo, Rubens OMETTO (Cosan), 'Dilma ha cambiado mucho y los empresarios tienen que lidiar con la ansiedad, dice Ometto', en Folha de São Paulo, disponible ; ídem, 'Dueño de Cosan dice que hay que reconocer los méritos de Dilma', en Valor Económico, 22.07.2015, disponible en ; Roberto SETÚBAL (Itaú Unibanco), 'No hay razón para destituir a Dilma, dice presidente de Itaú Unibanco', en Folha de São Paulo, 23.08.2015, disponible en ; Sérgio RIAL (Santander), 'El Gobierno aún puede recuperar la confianza, dice el presidente de Santander', en Folha de São Paulo, 10.04.2016, disponible en .

[xxvi] Véase, por ejemplo, Fernando Henrique CARDOSO, “FHC dice juicio político a Dilma 'no hace nada'”, en El Estado de São Paulo, 09.03.2015, disponible en ; O GLOBO, “La manipulación del Congreso desborda los límites” (editorial), en El Globo, 07.08.2015, disponible en ; Delfim NETTO, “Delfim defiende a Dilma del juicio político, pero critica las acciones del presidente”, en Valor Económico, 26.10.2015, disponible en .

[xxvii] Ver nota al pie 1.

[xxviii] Véase Angela ALONSO, '2019 no será solo una reedición de 1964', en Folha de São Paulo, 30.12.2018, disponible en .

[xxix] El PSOL, nacido en junio de 2004 y compuesto básicamente por diputados, es una rama parlamentaria del PT, formada cuando el primer gobierno de Lula envió al Congreso un conjunto de reformas neoliberales.

[xxx] Véase P. de A. SAMPAIO Jr., 'Para un Economista, PT Fracasó por No Enfrentar Problemas Estructurales', entrevista con Luis Sagimoto, 02.06.2017, Revista de la Unicamp, PAG. 5/9, disponible en .

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